Misterio en torno a la presencia de metano en Marte

La detección de metano en Marte es un misterio: mientras el rover Curiosity de la NASA lo ha detectado en el cráter Gale, el orbitador especializado Trace Gas, de la misión ExoMars de la ESA, indica que ese gas no existe en Marte. Su presencia sería un indicio de vida.

La presencia de metano en Marte ha motivado una controversia científica: la NASA informa que su rover Curiosity ha detectado el gas en diferentes ocasiones, pero al mismo tiempo las mediciones realizadas por la ESA con el orbitador Trace Gas marcan exactamente lo contrario, indicando que no habría metano en el planeta rojo. Por ahora, el misterio continúa.

¿Hay o no metano en Marte? Para algunos especialistas, el rover pudo haber detectado metano en su propia estructura, a partir de reacciones provocadas por el clima marciano. En tanto, otras teorías sostienen que el metano se detecta en Marte únicamente en determinados momentos del día.

Según estas explicaciones, el metano se encuentra confinado cerca de la superficie durante la noche y es más fácil de detectar. Por el contrario, a lo largo del día se eleva y se mezcla con otros componentes de la atmósfera, diluyéndose a niveles indetectables. Como el instrumento de detección del rover estadounidense trabaja en horas nocturnas, detecta el gas con mayor facilidad.

Al mismo tiempo, los científicos están preocupados: supuestamente, el metano debía durar 300 años en Marte antes de ser eliminado por la radiación solar. Según una nota de prensa de la NASA, ahora intentan saber qué lo estaría eliminando más rápidamente. Los distintos enfoques han motivado un estudio desarrollado por diferentes expertos, que recientemente se ha publicado en la revista Astronomy & Astrophysics.

El metano y la vida microbiana

¿Por qué es tan importante comprobar la presencia de metano en Marte? La existencia de este gas en determinadas concentraciones puede indicar la posibilidad de vida microbiana en Marte, o un proceso geoquímico como el vulcanismo o la actividad hidrotermal. Vale recordar, por ejemplo, que la gran mayoría del metano en el aire de la Tierra es generado por microbios.

Sin embargo, no es tan sencillo determinar si el metano puede entenderse como una firma biológica en cada situación analizada, porque este gas también se puede producir de manera abiótica, por ejemplo a través de la interacción del agua caliente con determinadas variedades de rocas.

Las detecciones de metano se han reportado desde 2004 hasta hoy por parte de diferentes misiones y estudios de observación en Marte. Pero las causas de las grandes diferencias en las concentraciones de metano observadas aún se desconocen. Además, el proceso por el cual el gas se elimina más rápidamente de lo pensado de la atmósfera marciana sigue siendo una incógnita.

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El metano juega al escondite

Todo indica que, como el metano es inestable en la atmósfera de Marte de acuerdo a sus actuales condiciones, su rápida descomposición se debería a las interacciones con otros gases y al efecto de la radiación solar. En consecuencia, si se registra la presencia de metano en forma reiterada una conclusión evidente es que debe existir algo que lo repone. Esa parte del proceso es aún un enigma a resolver.

De la misma forma, si el metano se filtra desde el suelo en todo el planeta en horas nocturnas y no solo en el cráter Gale, el gas debería acumularse a niveles detectables por el orbitador de la agencia espacial europea más allá de la mezcla atmosférica diurna, según los investigadores. ¿Por qué, entonces, el metano aparece y desaparece en Marte?

Si la producción cerca de la superficie es una realidad, debe ir acompañada de un rápido mecanismo de destrucción o secuestro de metano. Para dilucidar el enigma, los científicos creen que el punto crucial es descubrir este mecanismo y poder entenderlo en profundidad.




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