Descubren un “accidente” inexplicable a 150 años luz de la Tierra

Un misterio rodea a un objeto celeste que se mueve a 200 kilómetros por segundo a 150 años luz de la Tierra: llamado El Accidente, podría ser una vieja enana marrón que se creó a comienzos de la Vía Láctea o un exoplaneta errante.

Desde hace más de dos años, los astrónomos están intrigados por el misterio que rodea a un «accidente» astronómico que no saben interpretar.

Se trata de un episodio que tuvo lugar el 3 de noviembre de 2018 de forma casual, cuando el astrónomo Dan Caselden descubrió, analizando datos del telescopio espacial de la NASA, un objeto celeste que se movía a velocidad vertiginosa a 50 años luz de la Tierra.

A ese objeto se le llamó, sin más, “El Accidente”, aunque también tiene un nombre más técnico WISE 1534-1043: los astrónomos consideran que no es una estrella ni un planeta, sino una estrella fallida que carece del volumen necesario para comenzar la fusión nuclear en su núcleo.

Más concretamente, sería un objeto subestelar conocido como enana marrón: su tamaño se sitúa entre los planetas más grandes y las estrellas más pequeñas.

WISE 1534-1043 brilla a una velocidad insólita de 200 kilómetros por segundo, un 25% más deprisa que cualquier cuerpo celeste de la misma naturaleza.

Además, se encuentra entre las enanas marrones más frías, por lo que no emite mucha luz: la poca que irradia se concentra en el infrarrojo.

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Nuevas observaciones

Ahora, una nueva investigación, dirigida por J. Davy Kirkpatrick (Caltech), añade nuevas observaciones de este objeto que aumenta al desconcierto de los astrónomos. No saben qué pensar, destaca la Asociación Astronómica de Estados Unidos (AAS).

Analizando las gráficas de color que exploran las propiedades fotométricas, este equipo ha comprobado que su comportamiento es único entre las 50 enanas marrones frías conocidas.

Estos astrónomos consideran que hay cuatro explicaciones posibles para esta singularidad astronómica: la primera, que se trata de una enana marrón fría, vieja y de extremadamente baja metalicidad.

La segunda, que sea una enana marrón joven de masa extremadamente baja y baja gravedad. La tercera, que se trate de un exoplaneta errante. Y la cuarta, que se trate de un remanente estelar ultrafrío, como una enana blanca.

Nueva categoría de estrella

De estas opciones, los autores consideran que la primera es la más probable y que El Accidente representa la primera subenana de tipo Y conocida, una nueva categoría de estrella.

Los investigadores explican al respecto en la revista Quanta que El Accidente parece ser pobre en metales.

«Creemos que esta es una enana marrón más vieja que se creó antes de que la Vía Láctea tuviera todo el enriquecimiento metálico que tiene ahora», señala Kirkpatrick.

Probablemente fue una de las primeras enanas marrones formadas en nuestra galaxia, que se originó en el halo galáctico exterior que rodea la Vía Láctea y luego migró hacia adentro.

Como es imposible seguir investigando su naturaleza directamente desde la Tierra, la «verificación, refutación o mayor confusión» sobre estas opciones debería ser posible en el futuro con las observaciones del próximo Telescopio Espacial James Webb, sugieren los autores.

Complicado enigma

No será sencillo: a pesar de su nombre, a simple vista las enanas marrones aparecerán de diferentes colores dependiendo de su temperatura.

Las más cálidas son posiblemente naranjas o rojas, mientras que las enanas marrones más frías probablemente parecerían magentas para el ojo humano.

Aunque su existencia se teorizó originalmente en la década de 1960, no fue hasta mediados de la década de 1990 que se descubrieron las primeras enanas marrones inequívocas.

Las enanas marrones conocidas más cercanas se encuentran en el sistema Luhman 16, un binario de enanas marrones de tipo L y T a una distancia de unos 6,5 años luz.




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