Un agujero negro es una concentración de masa tan densa que absorbe todo lo que pasa lo bastante cerca de él y ni siquiera la luz puede escapar de su interior.
Al observar los rayos X expulsados desde las inmediaciones de un agujero negro supermasivo situado en el centro de una galaxia a 800 millones de años-luz, un astrofísico se percató de un patrón intrigante. Observó una serie de destellos brillantes de rayos X, generados cerca del agujero negro por la actividad de este succionando materia, y, a continuación, los telescopios registraron algo inesperado: destellos adicionales de rayos X que eran más tenues, se emitían con retardos peculiares y tenían "colores" diferentes a los de los destellos más brillantes, pero que seguían un patrón que encajaba con el de los destellos iniciales como si fuesen ecos de estos.
Los resultados de los análisis indicaron que esos ecos luminosos eran rayos X reflejados desde detrás del agujero negro, algo que, en principio, parece imposible. Toda la luz que entra en un agujero negro no sale, así que no deberíamos poder ver nada cercano a un agujero negro que esté justo detrás de este.
El equipo internacional de Dan Wilkins, astrofísico del Instituto Kavli de Astrofísica de Partículas y Cosmología en la Universidad de Stanford en Estados Unidos ha determinado que la razón por la que se ha logrado ver lo que hay detrás de ese agujero negro es porque el agujero está deformando el espacio, retorciendo los campos magnéticos y curvando la luz a su alrededor.
Los investigadores observaron brillantes destellos de rayos X, producidos mientras la materia iba cayendo hacia el agujero negro supermasivo. Cuando esos destellos estaban ya menguando, observaron destellos más tenues de rayos X, que correspondían al reflejo de los destellos iniciales desde el otro lado del agujero negro, curvados alrededor del agujero por su colosal campo gravitatorio. (Ilustración: Dan Wilkins. CC BY-NC-ND)
El asombroso descubrimiento no tiene precedentes porque esta es la primera observación directa de la luz que hay detrás de un agujero negro, una situación que fue predicha por la teoría de la relatividad general de Einstein pero que nunca se había podido confirmar, hasta ahora.
Wilkins y sus colegas exponen los detalles técnicos de sus observaciones en la revista académica Nature, bajo el título “Light bending and X-ray echoes from behind a supermassive black hole”. (Fuente: NCYT de Amazings)
Al observar los rayos X expulsados desde las inmediaciones de un agujero negro supermasivo situado en el centro de una galaxia a 800 millones de años-luz, un astrofísico se percató de un patrón intrigante. Observó una serie de destellos brillantes de rayos X, generados cerca del agujero negro por la actividad de este succionando materia, y, a continuación, los telescopios registraron algo inesperado: destellos adicionales de rayos X que eran más tenues, se emitían con retardos peculiares y tenían "colores" diferentes a los de los destellos más brillantes, pero que seguían un patrón que encajaba con el de los destellos iniciales como si fuesen ecos de estos.
Los resultados de los análisis indicaron que esos ecos luminosos eran rayos X reflejados desde detrás del agujero negro, algo que, en principio, parece imposible. Toda la luz que entra en un agujero negro no sale, así que no deberíamos poder ver nada cercano a un agujero negro que esté justo detrás de este.
El equipo internacional de Dan Wilkins, astrofísico del Instituto Kavli de Astrofísica de Partículas y Cosmología en la Universidad de Stanford en Estados Unidos ha determinado que la razón por la que se ha logrado ver lo que hay detrás de ese agujero negro es porque el agujero está deformando el espacio, retorciendo los campos magnéticos y curvando la luz a su alrededor.
Los investigadores observaron brillantes destellos de rayos X, producidos mientras la materia iba cayendo hacia el agujero negro supermasivo. Cuando esos destellos estaban ya menguando, observaron destellos más tenues de rayos X, que correspondían al reflejo de los destellos iniciales desde el otro lado del agujero negro, curvados alrededor del agujero por su colosal campo gravitatorio. (Ilustración: Dan Wilkins. CC BY-NC-ND)
El asombroso descubrimiento no tiene precedentes porque esta es la primera observación directa de la luz que hay detrás de un agujero negro, una situación que fue predicha por la teoría de la relatividad general de Einstein pero que nunca se había podido confirmar, hasta ahora.
Wilkins y sus colegas exponen los detalles técnicos de sus observaciones en la revista académica Nature, bajo el título “Light bending and X-ray echoes from behind a supermassive black hole”. (Fuente: NCYT de Amazings)
Fuente NCYT