USA se propone proteger todo su territorio con un enorme campo de fuerza, sostenido con avanzadas armas de energía electromagnética dirigida, capaces de destruir misiles, armas nucleares y enjambres de drones.
El Pentágono se ha propuesto crear una campana de energía con rayos de alta potencia que proteja a Estados Unidos de cualquier ataque con misiles, armas nucleares y enjambres de drones hostiles.
Se trataría de un «campo de fuerza» sobre Estados Unidos creado con una constelación de rayos de energía electromagnética que se utilizaría para habilitar o crear nuevas armas cinéticas.
Las armas cinéticas se usan para destruir objetivos militares mediante la energía cinética, que se genera con el movimiento de los cuerpos.
Una piedra, como la que usó David contra Goliat según el relato bíblico, es el ejemplo más antiguo de energía cinética, que en aquella ocasión sirvió para abatir a un hombre de casi tres metros de alto con solo una honda y una piedra.
De balas a misiles
Las balas son otro ejemplo de energía cinética, pero la tecnología ha permitido desarrollar armas más sofisticadas que pueden recorrer varios kilómetros por segundo: se usan en la actualidad en sistemas de defensa antibalística y antimisiles.
Lo que se propone ahora el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL) de Estados Unidos, tal como se explica en un nuevo informe, es usar armas cinéticas avanzadas, como láseres, dispositivos de radiofrecuencia, microondas de alta potencia y haces de partículas, para generar un insólito campo de fuerza sobre todo el territorio estadounidense.
“Para 2060, una flota o constelación suficientemente grande de sistemas de armas de energía dirigida a gran altitud podría proporcionar un paraguas de defensa antimisiles, como parte de un sistema de defensa en capas, si tales conceptos resultan asequibles y necesarios”, señala el informe de AFRL.
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Paraguas nuclear
El resultado pretendido es conseguir una especie de paraguas nuclear o de misiles balísticos que podría estar operativo dentro de veinte años, aunque para conseguirlo será necesario un desarrollo tecnológico sustancial.
El campo de fuerza, según el informe, sería creado por camiones o satélites equipados con láseres, que podrían usarse para formar una barrera en forma de cúpula en todo el país.
Cualquier misil o avión que intente penetrar el campo de fuerza sería destruido al entrar en contacto con los rayos de alta potencia, asegura el informe.
Las modernas armas de energía dirigida dañan a su objetivo con energía altamente enfocada, incluyendo láser impulsado por Inteligencia Artificial, microondas y rayos de partículas.
Drones en el horizonte
Una de las grandes preocupaciones del Pentágono es la defensa frente a drones ofensivos. Los sistemas de energía dirigida actuales tienen rangos «cercanos a 1 kilómetro», explica el informe de AFRL.
La idea del Pentágono es alcanzar la capacidad de impacto a distancias mayores, de varios kilómetros, mediante rayos láser de cientos de kilovatios, con efectos destructivos a distancias tácticamente relevantes.
Incluso se propone con este desarrollo poder destruir enjambres de drones simultáneamente, gracias a las nuevas armas de energía cinética dirigida.
El informe señala también que los sistemas energía dirigida ya desempeñan un papel clave en las operaciones militares en todo el mundo, incluida la defensa antiaérea, la identificación de objetivos, el seguimiento, la búsqueda y reconocimiento de contrainteligencia (ISR) y la guerra electrónica (EW).
Peligros al acecho
Añade que las armas de energía dirigida (DEW) están tan extendidas que pueden terminar en manos de países y organizaciones capaces de causar daños considerables a otros territorios.
En consecuencia, plantea la necesidad de otorgar a Estados Unidos la capacidad de defenderse ante esas eventualidades peligrosas.
Además de Estados Unidos, tanto Rusia, como China, Reino Unido e India están desarrollando armas de energía dirigida, así como Irán y Turquía aseguran disponer ya de algunas de ellas.
Esta situación se puede complicar porque el informe contempla un rápido desarrollo de las armas DEW durante los próximos 40 años.
El estudio analiza el progreso potencial hacia armas basadas en láseres, microondas de alta potencia y armas de haz de partículas, aunque para estas últimas, AFRL dice que, a pesar de años de investigación, estas armas siguen sin estar probadas y es probable que todavía estén en el ámbito de la ciencia ficción, incluso en la década de 2060, destaca Breaking Defense.
¿Ficción o realidad?
Tanto el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea como otros laboratorios están imaginando aplicaciones futuras de versiones más avanzadas de los conceptos actuales de las armas de energía dirigida, señala The Drive.
Y añade: puede ser exagerado llamar «campo de fuerza» a un sistema automatizado de microondas de alta potencia contra drones, pero al menos se pueden establecer algunos paralelismos entre los conceptos.
De hecho, si tal sistema se construyera para ser de naturaleza omnidireccional, funcionaría un poco como un campo de fuerza como lo vemos en la ciencia ficción, advierte la revista.
Y concluye The Drive: en última instancia, este nuevo informe de la AFRL muestra que las prometedoras capacidades de energía dirigida finalmente se están convirtiendo en el campo de batalla de hoy, se llamen o no campos de fuerza. Si de hecho ya hemos cruzado el «punto de inflexión» que se afirma en el informe, las guerras del futuro ciertamente se parecerán a lo que antes solo se había visto en la ciencia ficción.
El Pentágono se ha propuesto crear una campana de energía con rayos de alta potencia que proteja a Estados Unidos de cualquier ataque con misiles, armas nucleares y enjambres de drones hostiles.
Se trataría de un «campo de fuerza» sobre Estados Unidos creado con una constelación de rayos de energía electromagnética que se utilizaría para habilitar o crear nuevas armas cinéticas.
Las armas cinéticas se usan para destruir objetivos militares mediante la energía cinética, que se genera con el movimiento de los cuerpos.
Una piedra, como la que usó David contra Goliat según el relato bíblico, es el ejemplo más antiguo de energía cinética, que en aquella ocasión sirvió para abatir a un hombre de casi tres metros de alto con solo una honda y una piedra.
De balas a misiles
Las balas son otro ejemplo de energía cinética, pero la tecnología ha permitido desarrollar armas más sofisticadas que pueden recorrer varios kilómetros por segundo: se usan en la actualidad en sistemas de defensa antibalística y antimisiles.
Lo que se propone ahora el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL) de Estados Unidos, tal como se explica en un nuevo informe, es usar armas cinéticas avanzadas, como láseres, dispositivos de radiofrecuencia, microondas de alta potencia y haces de partículas, para generar un insólito campo de fuerza sobre todo el territorio estadounidense.
“Para 2060, una flota o constelación suficientemente grande de sistemas de armas de energía dirigida a gran altitud podría proporcionar un paraguas de defensa antimisiles, como parte de un sistema de defensa en capas, si tales conceptos resultan asequibles y necesarios”, señala el informe de AFRL.
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Paraguas nuclear
El resultado pretendido es conseguir una especie de paraguas nuclear o de misiles balísticos que podría estar operativo dentro de veinte años, aunque para conseguirlo será necesario un desarrollo tecnológico sustancial.
El campo de fuerza, según el informe, sería creado por camiones o satélites equipados con láseres, que podrían usarse para formar una barrera en forma de cúpula en todo el país.
Cualquier misil o avión que intente penetrar el campo de fuerza sería destruido al entrar en contacto con los rayos de alta potencia, asegura el informe.
Las modernas armas de energía dirigida dañan a su objetivo con energía altamente enfocada, incluyendo láser impulsado por Inteligencia Artificial, microondas y rayos de partículas.
Drones en el horizonte
Una de las grandes preocupaciones del Pentágono es la defensa frente a drones ofensivos. Los sistemas de energía dirigida actuales tienen rangos «cercanos a 1 kilómetro», explica el informe de AFRL.
La idea del Pentágono es alcanzar la capacidad de impacto a distancias mayores, de varios kilómetros, mediante rayos láser de cientos de kilovatios, con efectos destructivos a distancias tácticamente relevantes.
Incluso se propone con este desarrollo poder destruir enjambres de drones simultáneamente, gracias a las nuevas armas de energía cinética dirigida.
El informe señala también que los sistemas energía dirigida ya desempeñan un papel clave en las operaciones militares en todo el mundo, incluida la defensa antiaérea, la identificación de objetivos, el seguimiento, la búsqueda y reconocimiento de contrainteligencia (ISR) y la guerra electrónica (EW).
Peligros al acecho
Añade que las armas de energía dirigida (DEW) están tan extendidas que pueden terminar en manos de países y organizaciones capaces de causar daños considerables a otros territorios.
En consecuencia, plantea la necesidad de otorgar a Estados Unidos la capacidad de defenderse ante esas eventualidades peligrosas.
Además de Estados Unidos, tanto Rusia, como China, Reino Unido e India están desarrollando armas de energía dirigida, así como Irán y Turquía aseguran disponer ya de algunas de ellas.
Esta situación se puede complicar porque el informe contempla un rápido desarrollo de las armas DEW durante los próximos 40 años.
El estudio analiza el progreso potencial hacia armas basadas en láseres, microondas de alta potencia y armas de haz de partículas, aunque para estas últimas, AFRL dice que, a pesar de años de investigación, estas armas siguen sin estar probadas y es probable que todavía estén en el ámbito de la ciencia ficción, incluso en la década de 2060, destaca Breaking Defense.
¿Ficción o realidad?
Tanto el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea como otros laboratorios están imaginando aplicaciones futuras de versiones más avanzadas de los conceptos actuales de las armas de energía dirigida, señala The Drive.
Y añade: puede ser exagerado llamar «campo de fuerza» a un sistema automatizado de microondas de alta potencia contra drones, pero al menos se pueden establecer algunos paralelismos entre los conceptos.
De hecho, si tal sistema se construyera para ser de naturaleza omnidireccional, funcionaría un poco como un campo de fuerza como lo vemos en la ciencia ficción, advierte la revista.
Y concluye The Drive: en última instancia, este nuevo informe de la AFRL muestra que las prometedoras capacidades de energía dirigida finalmente se están convirtiendo en el campo de batalla de hoy, se llamen o no campos de fuerza. Si de hecho ya hemos cruzado el «punto de inflexión» que se afirma en el informe, las guerras del futuro ciertamente se parecerán a lo que antes solo se había visto en la ciencia ficción.
Fuente TENDENCIAS 21