Astrónomos descubren un vacío gigante en medio de nuestra galaxia

El Universo no es uniforme. Ahora, un equipo de astrónomos ha descubierto una cavidad gigante rodeada por dos nebulosas en la Vía Láctea. Recibe el nombre de Capa Per-Tau, por estar situada entre las nubes de Perseo y Tauro, y su origen se remonta a después de al menos una explosión gigantesca de una estrella. El artículo fue publicado en The Astrophysical Journal Letters.

Las nubes moleculares de Perseo y Tauro han sido examinadas durante mucho tiempo debido a su proximidad con la Tierra: 700 años luz de distancia. Ahí, estas nebulosas parecían estar conectadas por una especie de filamento. Sin embargo, una observación posterior descartó este vínculo por sus respectivas distancias de nuestro planeta.

“Lo curioso de estas dos nubes”, dijo el investigador del Smithsonian Shmuel Bialy, es que “descubrimos que sí están conectadas”. Pero, no de la manera en que pensaban, sino a través de una cavidad gigante.

Capa Per-Tau

Es la primera vez que los científicos pueden dibujar un mapa tridimensional de la Capa Per-Tau. Para lograrlo, contaron con la ayuda de técnicas avanzadas de cálculo e imagen y, sobre todo, de un mapa de gases moleculares de una región mayor, elaborado con datos del telescopio espacial europeo Gaia.

Hay que imaginar una “especie de esfera, cuyo interior estaría vacío”, según Bialy, una “superburbuja”, la cual tendría un diámetro de unos 500 años luz y su envoltura exterior estaría parcialmente formada por las dos nubes de Perseo y Tauro. El interior de la cavidad contiene algo de polvo, pero con una densidad muy baja a comparación de las nubes.

“Por primera vez hemos podido usar visualizaciones 3D reales, no simulaciones, para comparar la teoría con la observación y estimar cuáles teorías funcionan mejor”, afirmó la astrofísica Catherine Zucker.
Supernovas

Zucker es autora de un segundo estudio sobre el tema para explicar cómo los científicos han hecho un buen uso de este mapa. Además, ella dirigió el equipo que desarrolló los algoritmos que explican de dónde proviene esta cavidad gigante y las nubes que descansan en su superficie.

“Creemos que se debe a una supernova, una explosión gigante que empujó estos gases y formó estas nubes”, comenta Bialy. El estudio, de hecho, sugiere un escenario de múltiples supernovas que explotaron y empujaron gradualmente la mayor parte del gas entre 6 y 22 millones de años atrás.

Consideran que la formación de estrellas ocurre cuando una región más densa en una nube molecular colapsa, girando, bajo su propia gravedad. Al momento en que la onda de choque de una supernova se expande hacia el espacio que la rodea, es capaz de barrer el gas en el medio interestelar para formar nubes moleculares con regiones densas que luego comienzan a formar estrellas.

“Ahora estamos observando la cavidad en su última etapa”, dice Bialy. Ya se ha ralentizado (su expansión) y permitido la formación de nubes de Perseo y Tauro. Los científicos tienen la intención de centrarse en las poblaciones jóvenes de estrellas que están emergiendo allí.

El modelo 3D interactivo de la Capa Per-Tau puede explorarse en el sitio web del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica.

Fuente ROBOTITUS



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