El 75% de los emperadores romanos murió por causas violentas

Solo 1 de cada 4 emperadores romanos falleció por causas naturales, ha revelado un nuevo estudio.

Resulta que ser emperador romano representa una de las ocupaciones más peligrosas de la historia de la humanidad. Una nueva investigación ha revelado que sus muertes se rigen por el mismo principio matemático que determina la gravedad de los terremotos.

Los autores del estudio, publicado en la revista Royal Society Open Science,revelan que de los 175 hombres que gobernaron el Imperio Romano desde el 63 a.C. hasta el 395 d.C, solo el 24,8% murió por causas naturales, y el resto fue asesinado, ya fuese en batalla, obligados a suicidarse o brutalmente asesinados por conspiradores. Lo interesante de este hallazgo es que sugiere que el destino de estos líderes se puede describir utilizando un patrón matemático conocido como ley de potencia o principio de Pareto.

Las investigaciones se propusieron ver si los datos de muerte estaban asociados con algún patrón matemático, lo que los llevó a la regla 80/20: la probabilidad de que ocurra una ocurrencia común el 80 por ciento de las veces y un evento raro es de aproximadamente el 20 por ciento.

Los científicos determinaron que la regla 80/20 está asociada con la muerte de los gobernantes romanos, ya que era más probable que murieran por causas no naturales. Había más posibilidades que un emperador pereciera por causas no naturales poco después de recibir el cargo y la amenaza no disminuyó durante 13 años después. Es decir, el riesgo disminuye sistemáticamente hasta que el emperador hubiese reinado durante 13 años. En ese punto, vuelve a subir bruscamente. Esto, dicen los autores, puede reflejar el hecho de que los nuevos adversarios tienden a surgir una vez transcurrido un cierto período de tiempo, mientras que los viejos enemigos también pueden reagruparse.

“Aunque parecen ser aleatorias, las distribuciones de probabilidades según la ley de potencias se encuentran en muchos otros fenómenos asociados con sistemas complejos, como el tamaño de los cráteres lunares, las magnitudes de los terremotos, la frecuencia de las palabras en los textos, el valor de mercado de las empresas e incluso el número de 'seguidores' que la gente tiene en las redes sociales”, explicó Francisco Rodrigues, coautor del trabajo.

Entre los que no cumplieron con esta regla se encontraban personas como el emperador Claudio, quien fue envenenado por su esposa Agripina en el año 54 d.C. para que su hijo, Nerón, pudiera ascender al trono. No es que esto le sirviera de mucho a Nerón, ya que fue derrocado y obligado a suicidarse 15 años después.

En contraste, una gran cantidad de emperadores romanos famosos, incluidos Augusto, Vespasiano, Adriano y Marco Aurelio, lograron permanecer vivos y fallecer en circunstancias más pacíficas que el resto.

Matemáticamente hablando, la vida de los emperadores romanos es algo similar a los terremotos, sugieren los investigadores en su artículo, comparando la probabilidad de reinados imperiales cortos (a diferencia de los largos) con la probabilidad de pequeños terremotos (que son mucho más comunes que los grandes terremotos).




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