Duplicó su tamaño en solamente 24 horas y los científicos no pueden explicar por qué
Una mancha solar, denominada AR3038, duplicó su magnitud en solo un día y ahora triplica el tamaño de la Tierra. Ubicada frente a nosotros, los astrónomos buscan determinar qué tipo de llamarada solar terminará emitiendo: el fenómeno se ha desviado de las predicciones y aún no ha logrado explicarse.
Según un artículo publicado en Interesting Engineering, la mancha solar AR3038 duplicó su tamaño el 20 de junio y emitió una llamarada solar de clase C. Aunque una llamarada de este tipo es relativamente baja en comparación con las erupciones que presenciamos en los últimos meses, la actividad de la mancha solar no ha cedido.
Por el contrario, su diámetro creció aún más durante las siguientes 24 horas: ahora, la mancha solar alcanza un tamaño que triplica al de nuestro planeta. Los científicos creen que la mancha solar podría emitir una llamarada de clase M, que es 10 veces más poderosa que una llamarada de clase C. Dado que la mancha solar está justo frente a la Tierra, una llamarada solar de este tipo podría enviar fuertes vientos solares hacia nuestro planeta.
Sin alertas
A pesar de esto, el Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), de Estados Unidos, que monitorea las erupciones solares y otros fenómenos relacionados, no ha emitido ninguna alerta para la Tierra en cuanto a la mancha solar detectada, según un artículo publicado en Space.com.
Sin embargo, la mancha solar AR3038 no ha seguido las predicciones de los astrónomos, que también esperaban que estallara el 20 de junio, pero sin modificar su tamaño. Por el contrario, la mancha solar creció aún más, demostrando lo poco que sabemos sobre la actividad en la superficie solar y cómo evoluciona en sus súbitos e inesperados cambios.
En líneas generales, una mancha solar es una región del Sol que tiene una temperatura más baja que sus alrededores, y que registra una intensa actividad magnética. Estas zonas oscuras, que se aprecian sobre la superficie visible del Sol, cambian de forma y tamaño y pueden durar varios días, aunque las más grandes pueden mantenerse varias semanas y emitir fuertes emanaciones. Posteriormente, se disgregan y desaparecen.
Incremento en la actividad solar
Se espera que las manchas solares aumenten durante la fase activa del ciclo solar: el Sol atraviesa ciclos de 11 años en los cuales su actividad se incremente o decrece. Ahora, entró en la fase activa a principios de este año. Como consecuencia de esto, las manchas solares y las erupciones solares han aumentado desde entonces: en abril, el Sol envió su llamarada más poderosa en los últimos cinco años.
A pesar de esto, aunque el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA, que vigila los eventos que tienen lugar en la superficie solar, también informó algunas erupciones en mayo, durante el mes de junio se ha registrado una caída relativa en la actividad solar. Vale recordar que las emanaciones solares más intensas pueden superar el “escudo” que compone el campo magnético de la Tierra, que nos protege del impacto del clima espacial, y generar interrupciones en las redes eléctricas y de comunicación, entre otras importantes consecuencias.
Al parecer, la enorme mancha solar que ha tomado por sorpresa a los científicos podría lanzar una eyección de masa coronal, que en principio no tendría graves consecuencias. Es posible que esas partículas interactúen con nuestro campo magnético y creen auroras, haciendo estallar al cielo en un colorido espectáculo que puede verse desde algunas partes del planeta.
Más allá de esto, el fenómeno pone nuevamente en primer plano la necesidad deincrementar nuestros conocimientos sobre la actividad solar, para predecir con mayor exactitud este tipo de fenómenos. Se espera que la misión Parker Solar Probe de la NASA, una sonda espacial dedicada a rodear la circunferencia exterior de la corona del Sol para estudiarla en profundidad, pueda aportar información de valor sobre los orígenes de las manchas solares, entre otros aspectos del clima espacial.
Según un artículo publicado en Interesting Engineering, la mancha solar AR3038 duplicó su tamaño el 20 de junio y emitió una llamarada solar de clase C. Aunque una llamarada de este tipo es relativamente baja en comparación con las erupciones que presenciamos en los últimos meses, la actividad de la mancha solar no ha cedido.
Por el contrario, su diámetro creció aún más durante las siguientes 24 horas: ahora, la mancha solar alcanza un tamaño que triplica al de nuestro planeta. Los científicos creen que la mancha solar podría emitir una llamarada de clase M, que es 10 veces más poderosa que una llamarada de clase C. Dado que la mancha solar está justo frente a la Tierra, una llamarada solar de este tipo podría enviar fuertes vientos solares hacia nuestro planeta.
Sin alertas
A pesar de esto, el Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), de Estados Unidos, que monitorea las erupciones solares y otros fenómenos relacionados, no ha emitido ninguna alerta para la Tierra en cuanto a la mancha solar detectada, según un artículo publicado en Space.com.
Sin embargo, la mancha solar AR3038 no ha seguido las predicciones de los astrónomos, que también esperaban que estallara el 20 de junio, pero sin modificar su tamaño. Por el contrario, la mancha solar creció aún más, demostrando lo poco que sabemos sobre la actividad en la superficie solar y cómo evoluciona en sus súbitos e inesperados cambios.
En líneas generales, una mancha solar es una región del Sol que tiene una temperatura más baja que sus alrededores, y que registra una intensa actividad magnética. Estas zonas oscuras, que se aprecian sobre la superficie visible del Sol, cambian de forma y tamaño y pueden durar varios días, aunque las más grandes pueden mantenerse varias semanas y emitir fuertes emanaciones. Posteriormente, se disgregan y desaparecen.
Incremento en la actividad solar
Se espera que las manchas solares aumenten durante la fase activa del ciclo solar: el Sol atraviesa ciclos de 11 años en los cuales su actividad se incremente o decrece. Ahora, entró en la fase activa a principios de este año. Como consecuencia de esto, las manchas solares y las erupciones solares han aumentado desde entonces: en abril, el Sol envió su llamarada más poderosa en los últimos cinco años.
A pesar de esto, aunque el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA, que vigila los eventos que tienen lugar en la superficie solar, también informó algunas erupciones en mayo, durante el mes de junio se ha registrado una caída relativa en la actividad solar. Vale recordar que las emanaciones solares más intensas pueden superar el “escudo” que compone el campo magnético de la Tierra, que nos protege del impacto del clima espacial, y generar interrupciones en las redes eléctricas y de comunicación, entre otras importantes consecuencias.
Al parecer, la enorme mancha solar que ha tomado por sorpresa a los científicos podría lanzar una eyección de masa coronal, que en principio no tendría graves consecuencias. Es posible que esas partículas interactúen con nuestro campo magnético y creen auroras, haciendo estallar al cielo en un colorido espectáculo que puede verse desde algunas partes del planeta.
Más allá de esto, el fenómeno pone nuevamente en primer plano la necesidad deincrementar nuestros conocimientos sobre la actividad solar, para predecir con mayor exactitud este tipo de fenómenos. Se espera que la misión Parker Solar Probe de la NASA, una sonda espacial dedicada a rodear la circunferencia exterior de la corona del Sol para estudiarla en profundidad, pueda aportar información de valor sobre los orígenes de las manchas solares, entre otros aspectos del clima espacial.
Fuente LEVANTE