La nieve submarina podría revelar la vida en Europa, el satélite de Júpiter

Al observar un fenómeno similar en la Antártida, la Tierra podría servir como modelo para estudiar a Europa

Se sabe que la extraña nieve submarina ocurre debajo de las plataformas de hielo de la Tierra, pero un nuevo estudio muestra que el mismo fenómeno podría suceder en Europa, una de las lunas de Júpiter. Al parecer, la nieve submarina podría desempeñar un papel trascendental en la construcción de su capa de hielo y, al mismo tiempo, aportar datos vitales sobre sus condiciones de habitabilidad.

Investigadores de la Universidad de Texas en Austin, en Estados Unidos, han concluido en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Astrobiology que la nieve submarina, un fenómeno que puede hallarse en la Tierra bajo las capas heladas de la Antártida, también se concretaría en el océano global subterráneo que domina a Europa, el sexto satélite natural de Júpiter en orden creciente de distancia al gigante gaseoso.

De acuerdo a una nota de prensa, esto haría posible utilizar a la Tierra como modelo para estudiar las condiciones de habitabilidad de Europa. La luna joviana es uno de los puntos estratégicos elegidos por la NASA y otras agencias espaciales como posible hogar de alguna forma de vida extraterrestre dentro del Sistema Solar. Es así que la misión Europa Clipper, cuyo lanzamiento está previsto para octubre de 2024, estará totalmente concentrada en estudiar a Europa.

Un mundo extraño y helado

Todo indica que por debajo de la gruesa corteza helada de Europa existe un enorme océano global, en el cual la nieve flota hacia arriba sobre picos de hielo invertidos y barrancos sumergidos, en un paisaje irreal para los ojos humanos pero que también sucede bajo las capas heladas terrestres, en la Antártida. Ese extraño y gélido mundo subterráneo, que parece extraído de la novela de Lewis Carroll, “Alicia en el país de las maravillas”, o de “La reina de las nieves” de Hans Christian Andersen, existe en las profundidades de la Tierra y de la luna Europa.

Un poco más pequeña que nuestra Luna, Europa está compuesta mayormente por silicatos, destacando por su corteza de hielo de agua y, aparentemente, un núcleo integrado de hierro y níquel. También dispone de una sutil atmósfera, dominada por oxígeno y una pequeña concentración de otros gases. Inmediatamente nos llama la atención su superficie, que presenta notables grietas y rayas, a modo de estrías que la recorren en toda su extensión.

Al disponer de la superficie más lisa que se haya encontrado en cualquier objeto conocido del Sistema Solar, parece un cuerpo joven y amigable. Dadas sus condiciones, podría ser apto para la vida, principalmente en el océano que se encuentra debajo de su superficie. Según los científicos, la nieve submarina es mucho más pura que otras variedades de hielo, indicando que la capa de hielo de Europa podría ser mucho menos salada de lo pensado previamente.

El dato no es menor: los investigadores de la misión Europa Clipper de la NASAutilizarán un radar para mirar debajo de la capa de hielo y ver si el océano de Europa podría ser hospitalario para la vida. La información aportada por el nuevo estudio y la comprobación de la nieve submarina será fundamental, porque la sal atrapada en el hielo puede afectar la capacidad de observación del radar. A su vez, esto impactará en las posibilidades de poder definir la composición del océano subterráneo de Europa.

La nieve submarina y la vida en Europa

Según la líder del grupo de investigadores, Natalie Wolfenbarger, al explorar Europa será vital confirmar la salinidad y la composición del océano bajo la capa de hielo, porque es uno de los aspectos que determinará su habitabilidad potencial o, incluso, el tipo de vida que podría desarrollarse en ese punto del Sistema Solar.

Aunque estudios previos sugieren que la temperatura, la presión y la salinidad del océano de Europa, en las zonas más cercanas al hielo superficial, sería similar a las condiciones existentes debajo de una plataforma de hielo en la Antártida, los científicos profundizaron en los datos existentes sobre Europa y concluyeron que las zonas de nieve submarina (también conocida como hielo frazil) presentarían una proporción de sal mucho menor a la que puede encontrarse en el agua de mar en la Tierra.

Esto abre nuevas posibilidades para el estudio del océano ubicado bajo la capa helada de Europa, que podría enriquecerse utilizando los modelos terrestres. Los científicos concluyeron que los ambientes similares de nuestro planeta permitirán comprender la posible habitabilidad de Europa, usándolos para medir el intercambio de impurezas entre el hielo y el océano o para averiguar dónde se encuentra el agua en el hielo, entre otras cuestiones a investigar.

Fuente LEVANTE



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