La Tierra está bien escondida a los ojos de los extraterrestres

Una investigación concluye que es muy dudoso que alguien en el universo haya dado con nosotros

La Tierra ocupa un punto ciego en la Vía Láctea que la hace ilocalizable por una civilización alienígena que usara la misma técnica que usamos los humanos para descubrir planetas lejanos habitados. Nuestra posición, a 27.000 años luz del centro galáctico, nos convierte en un planeta oscuro que pasa desapercibido.

La Tierra está "bien escondida" a ojos de observadores extraterrestres que utilizaran microlentes fotométricas para buscar en la Vía Láctea planetas habitables que puedan albergar vida, ha establecido una investigación liderada por la Universidad de Manchester.

Para llegar a esta conclusión, cuyos resultados se publican en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, los autores de esta investigación, de la que es primer autor S. Suphapolthaworn, han averiguado qué probabilidad tendría una civilización alienígena de detectar a la Tierra usando una determinada técnica.

Su conclusión es que la Tierra es difícil de encontrar para las civilizaciones extraterrestres. Se basa en las técnicas conocidas de las que disponen los astrónomos para detectar planetas habitados más allá del sistema solar.

La técnica más corriente que usan los astrónomos se llama de tránsito, que hasta ahora ha localizado a alrededor del 75% de todos los exoplanetas conocidos hasta el momento.

Tránsito astronómico

Este método se basa en el tránsito astronómico, que ocurre cuando un astro pasa por delante de otro más grande, bloqueando en cierta medida su visión.

El método de tránsito se puede usar para rastrear planetas previamente desconocidos: cuando pasan frente a su estrella, su luz se atenúa un poco. Midiendo cómo cambia la luz de la estrella a lo largo del tiempo, los astrónomos pueden saber si hay un planeta en su entorno y cuánto tiempo tarda en completar una órbita.

Para asegurarse de que existe realmente en el entorno de una estrella un planeta que no podemos ver, los astrónomos necesitan observar al menos tres tránsitos, es decir, que ese planeta invisible para nosotros pase al menos tres veces delante de su estrella.

Este sistema funciona muy bien cuando las órbitas de esos planetas invisibles ocurren en pocos días o meses, pero si las órbitas son muy largas, la confirmación de la existencia de ese planeta puede prolongarse durante décadas.

Técnica alternativa

Un enfoque alternativo radica en la microlente fotométrica, que utiliza el efecto de lente gravitacional: ocurre cuando una estrella pasa frente a otra, magnificando temporalmente la luz de la estrella "fuente" más distante. Esa pista delata que hay algo más en el sistema observado.

Este método tiene una significativa ventaja respecto a otros: permite detectar exoplanetas que están mucho más lejos de lo que pueden alcanzar otros sistemas, que no llegan a ver más allá de los 3.200 años luz. La microlente puede multiplicar hasta siete veces esa distancia.

Dado que la Vía Láctea tiene 100 mil años luz de diámetro, los autores de la nueva investigación piensan que una eventual civilización alienígena usaría esta técnica de microlente para averiguar si en cualquier extremo de la Vía Láctea hay un planeta, como la Tierra, habitado por vida inteligente.

Entonces calcularon cómo podría verse la Tierra en el caso de que una remota civilización alienígena utilizara la microlente fotométrica para buscar vida inteligente en la Vía Láctea.

Mapa especial

El equipo utilizó datos del telescopio Gaia de la Agencia Espacial Europea, que incluye información sobre más de 1.800 millones de estrellas. Dividió el cielo en áreas pequeñas y dibujó un mapa que refleja desde donde sería visible la firma de microlente de la Tierra.

Incluso si las civilizaciones extraterrestres tecnológicamente avanzadas se ubicaran alrededor de cada estrella que estudiaron, el equipo descubrió que la tasa total de descubrimiento de la Tierra es de solo 14,7 observadores por año en todo el cielo, lo que significa que, suponiendo que la vida tecnológica es realmente rara, es "muy dudoso" que alguien nos haya visto usando microlentes, explica al respecto PhysicsWorld.

Añade que, para tener una buena oportunidad de detectarnos, una civilización alienígena tendría que estar posicionada de tal manera que hubiera muchas estrellas de fondo detrás de nosotros, para darle a la Tierra una buena oportunidad de desviar la luz de una de ellas, algo que en realidad no ocurre.

Además, nuestra ubicación, a 27.000 años luz del centro galáctico de la Vía Láctea, es una especie de punto ciego para cualquier observador que utilice microlentes, concluye la citada revista.

Los autores de esta investigación escriben al respecto en su artículo que la Tierra es muy oscura para el descubrimiento de microlentes fotométricos por parte de otros observadores, a menos que tengan una sensibilidad mucho más allá de nuestras propias capacidades actuales.

Fuente LEVANTE



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