Los astrónomos nunca habían visto nada parecido. Las ondas de radio aparecieron tres años después de que la estrella fuese tragada.
¿Qué pasaría si cambiamos el Sol por un agujero negro con su misma masa?
Originalmente predichos por la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, los agujeros negros representan el objeto más extremo del universo conocido. Estos objetos son tan poderosos gravitacionalmente que nada (ni siquiera la luz) puede escapar de su superficie. Eso sí, es un error popular pensar que los agujeros negros se comportan como aspiradoras cósmicas, absorbiendo vorazmente cualquier materia a su alrededor. En realidad, solo las cosas que pasan más allá del horizonte de sucesos son tragadas. Y, de cuando en cuando, un agujero negro devorará tanto estrellas como otros objetos que tenga en su rango de acción y liberará enormes cantidades de luz y radiación en el proceso.
Precisamente en octubre de 2018, los astrónomos presenciaron uno de esos eventos al observar un agujero negro en una galaxia ubicada a 665 millones de años luz de distancia de la Tierra que fagocitaba una pequeña estrella cuando se acercó al agujero negro.
Ahora, casi tres años después del evento cósmico, el mismo agujero negro vuelve a iluminar los cielos y lo curioso es que no se ha tragado nada nuevo,dicen los científicos.
"Esto nos tomó completamente por sorpresa: nadie había visto algo así antes", dice Yvette Cendes, investigadora asociada del Centro de Astrofísica | Harvard & Smithsonian (CfA) y autor principal de un nuevo estudio que analiza el fenómeno.
¿De dónde viene este brillo?
El equipo, que publica sus resultados en la revista The Astrophysical Jorunal,concluye que el agujero negro está expulsando material que viaja a la mitad de la velocidad de la luz, pero no están seguros de por qué la salida se ha retrasado varios años.
El equipo detectó el estallido inusual mientras revisaba los eventos de interrupción de las mareas, cuando las estrellas invasoras son espaguetizadas por agujeros negros, que ocurrieron en los últimos años.
El agujero negro se había reanimado misteriosamente
Cuando se descubrió AT2018hyz por primera vez, los radiotelescopios no detectaron ninguna señal de emisión de material en los primeros meses, pero en junio pasado, los investigadores decidieron volver a verificar varios eventos de estrellas 'espaguetizadas' (o TDE) en los últimos años que no habían mostrado ninguna emisión anteriormente. Cual no fue su sorpresa que AT2018hyz volvía a iluminar los cielos.
“En AT2018hyz hubo silencio de radio durante los primeros tres años, y ahora se iluminó dramáticamente para convertirse en uno de los TDE más luminosos de radio jamás observados”, aclaran los autores.
El equipo concluyó que esto se debió a que el agujero negro expulsó material residual de la estrella a velocidades relativistas (una fracción de la velocidad de la luz).
"Esta es la primera vez que presenciamos un retraso tan largo entre la alimentación y la salida", dicen los expertos. "El siguiente paso es explorar si esto realmente sucede con más frecuencia y simplemente no hemos estado observando los TDE lo suficientemente tarde en su evolución".
Los científicos esperan que sus resultados aumenten la comprensión del comportamiento de alimentación de los agujeros negros, comparable a "eructar" después de una comida. Esto, a su vez, podría dar una idea de cómo crecen y evolucionan con el tiempo y su papel en la evolución galáctica.
¿Qué pasaría si cambiamos el Sol por un agujero negro con su misma masa?
Originalmente predichos por la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, los agujeros negros representan el objeto más extremo del universo conocido. Estos objetos son tan poderosos gravitacionalmente que nada (ni siquiera la luz) puede escapar de su superficie. Eso sí, es un error popular pensar que los agujeros negros se comportan como aspiradoras cósmicas, absorbiendo vorazmente cualquier materia a su alrededor. En realidad, solo las cosas que pasan más allá del horizonte de sucesos son tragadas. Y, de cuando en cuando, un agujero negro devorará tanto estrellas como otros objetos que tenga en su rango de acción y liberará enormes cantidades de luz y radiación en el proceso.
Precisamente en octubre de 2018, los astrónomos presenciaron uno de esos eventos al observar un agujero negro en una galaxia ubicada a 665 millones de años luz de distancia de la Tierra que fagocitaba una pequeña estrella cuando se acercó al agujero negro.
Ahora, casi tres años después del evento cósmico, el mismo agujero negro vuelve a iluminar los cielos y lo curioso es que no se ha tragado nada nuevo,dicen los científicos.
"Esto nos tomó completamente por sorpresa: nadie había visto algo así antes", dice Yvette Cendes, investigadora asociada del Centro de Astrofísica | Harvard & Smithsonian (CfA) y autor principal de un nuevo estudio que analiza el fenómeno.
¿De dónde viene este brillo?
El equipo, que publica sus resultados en la revista The Astrophysical Jorunal,concluye que el agujero negro está expulsando material que viaja a la mitad de la velocidad de la luz, pero no están seguros de por qué la salida se ha retrasado varios años.
El equipo detectó el estallido inusual mientras revisaba los eventos de interrupción de las mareas, cuando las estrellas invasoras son espaguetizadas por agujeros negros, que ocurrieron en los últimos años.
El agujero negro se había reanimado misteriosamente
Cuando se descubrió AT2018hyz por primera vez, los radiotelescopios no detectaron ninguna señal de emisión de material en los primeros meses, pero en junio pasado, los investigadores decidieron volver a verificar varios eventos de estrellas 'espaguetizadas' (o TDE) en los últimos años que no habían mostrado ninguna emisión anteriormente. Cual no fue su sorpresa que AT2018hyz volvía a iluminar los cielos.
“En AT2018hyz hubo silencio de radio durante los primeros tres años, y ahora se iluminó dramáticamente para convertirse en uno de los TDE más luminosos de radio jamás observados”, aclaran los autores.
El equipo concluyó que esto se debió a que el agujero negro expulsó material residual de la estrella a velocidades relativistas (una fracción de la velocidad de la luz).
"Esta es la primera vez que presenciamos un retraso tan largo entre la alimentación y la salida", dicen los expertos. "El siguiente paso es explorar si esto realmente sucede con más frecuencia y simplemente no hemos estado observando los TDE lo suficientemente tarde en su evolución".
Los científicos esperan que sus resultados aumenten la comprensión del comportamiento de alimentación de los agujeros negros, comparable a "eructar" después de una comida. Esto, a su vez, podría dar una idea de cómo crecen y evolucionan con el tiempo y su papel en la evolución galáctica.
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