Una peculiaridad de la gravedad en nuestra estrella ayudaría a civilizaciones inteligentes a transmitir información a través de una red de comunicación interestelar
Una lupa para “amplificar” señales interestelares
Según un artículo publicado en Live Science, la nueva estrategia de búsqueda de señales tecnológicas extraterrestres se basa en los hallazgos de Albert Einstein: en 1915, el físico alemán demostró que la gravedad deforma el tejido del espacio-tiempo. En otras palabras, esto significa que los objetos masivos, como las estrellas y las galaxias, desvían la luz a su alrededor en un efecto llamado lente gravitacional. Dicho efecto permite a los astrónomos apreciar objetos extremadamente distantes, cuya luz ha sido distorsionada por galaxias o cúmulos galácticos más masivos y ubicados en primer plano.
Pero al igual que sucede cuando empleamos una lupa, la “ampliación” de la lente gravitacional funciona mejor cuando se utiliza un lugar específico conocido como punto focal. Debido a esto, los científicos han especulado sobre civilizaciones extraterrestres expertas en tecnología, que colocan sondas en los puntos focales de las estrellas, convirtiéndolas en puntos o nodos de una gigantesca red de comunicación intergaláctica.
En el caso del Sol, su punto focal gravitacional se ubicaría aproximadamente a 550 unidades astronómicas (AU), o 550 veces la distancia entre la Tierra y el Sol. Como la luz va en ambos sentidos, una sonda ubicada en ese sitio podría magnificar tanto la luz que llega hacia ella como la luz que se aleja: por lo tanto, la lente gravitacional podría utilizarse para enviar señales de manera eficiente a través de distancias interestelares.
¿Un nuevo método para seguir investigando?
De acuerdo a las conclusiones presentadas en la reciente reunión 241 de la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS) por el líder de la investigación, Nicholas Tusay, las seis exploraciones de cinco minutos en busca de señales de radio provenientes del punto focal gravitatorio del Sol, realizadas utilizaron el telescopio Green Bank, en West Virginia, no han dado resultados positivos. Sin embargo, los especialistas sostienen que su enfoque debería seguir explorándose y profundizándose como parte de los estudios relacionados a la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI).
Por ejemplo, Tusay y sus colegas remarcaron que es posible que las sondas extraterrestres colocadas en el punto focal gravitatorio del Sol se enciendan solo esporádicamente. Al mismo tiempo, otras estrellas tienen propiedades que las convierten en posibles nodos de un enorme “Internet espacial”, por lo que también deberían ser objetivos de búsquedas adicionales en el futuro. En definitiva, los investigadores creen que su método podría ser potable a largo plazo, con más tiempo y recursos destinados a las búsquedas.
Para resumir este nuevo enfoque, los astrónomos explicaron que las estrellas proporcionan una enorme ventaja para las comunicaciones interestelares en su foco gravitacional, quizás como parte de una red interestelar. Si el Sol es parte de esa red, debería haber sondas en los focos gravitatorios de las estrellas cercanas. De existir estas sondas dentro del Sistema Solar conectadas a dicha red, podríamos detectarlas interceptando transmisiones en estos focos.
Aunque la búsqueda realizada no dio resultados, la misma se llevó a cabo a través de un ancho de banda amplio más allá del foco gravitatorio interno del Sol: los científicos creen que el mismo método podría aplicarse a otras frecuencias y objetivos.
Mediante un fenómeno conocido como lente gravitacional, los extraterrestres podrían estar transmitiendo señales utilizando el Sol como "punto de acceso" en una gigantesca red intergaláctica similar a Internet. Investigadores estadounidenses están evaluando esta posibilidad como parte de una nueva área de estudios en el campo de la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI). Sin embargo, luego de los primeros análisis no han detectado señales convincentes que fueran de origen extraterrestre.
Científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, sostienen en un estudio publicado en la revista The Astronomical Journal que el Sol podría ser parte de una gigantesca red de comunicaciones intergalácticas: utilizando efectos producidos por el fenómeno de lente gravitacional, civilizaciones extraterrestres transmitirían señales a enormes distancias, empleando a nuestra estrella como un punto clave dentro de una red interestelar.
Científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, sostienen en un estudio publicado en la revista The Astronomical Journal que el Sol podría ser parte de una gigantesca red de comunicaciones intergalácticas: utilizando efectos producidos por el fenómeno de lente gravitacional, civilizaciones extraterrestres transmitirían señales a enormes distancias, empleando a nuestra estrella como un punto clave dentro de una red interestelar.
Una lupa para “amplificar” señales interestelares
Según un artículo publicado en Live Science, la nueva estrategia de búsqueda de señales tecnológicas extraterrestres se basa en los hallazgos de Albert Einstein: en 1915, el físico alemán demostró que la gravedad deforma el tejido del espacio-tiempo. En otras palabras, esto significa que los objetos masivos, como las estrellas y las galaxias, desvían la luz a su alrededor en un efecto llamado lente gravitacional. Dicho efecto permite a los astrónomos apreciar objetos extremadamente distantes, cuya luz ha sido distorsionada por galaxias o cúmulos galácticos más masivos y ubicados en primer plano.
Pero al igual que sucede cuando empleamos una lupa, la “ampliación” de la lente gravitacional funciona mejor cuando se utiliza un lugar específico conocido como punto focal. Debido a esto, los científicos han especulado sobre civilizaciones extraterrestres expertas en tecnología, que colocan sondas en los puntos focales de las estrellas, convirtiéndolas en puntos o nodos de una gigantesca red de comunicación intergaláctica.
En el caso del Sol, su punto focal gravitacional se ubicaría aproximadamente a 550 unidades astronómicas (AU), o 550 veces la distancia entre la Tierra y el Sol. Como la luz va en ambos sentidos, una sonda ubicada en ese sitio podría magnificar tanto la luz que llega hacia ella como la luz que se aleja: por lo tanto, la lente gravitacional podría utilizarse para enviar señales de manera eficiente a través de distancias interestelares.
¿Un nuevo método para seguir investigando?
De acuerdo a las conclusiones presentadas en la reciente reunión 241 de la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS) por el líder de la investigación, Nicholas Tusay, las seis exploraciones de cinco minutos en busca de señales de radio provenientes del punto focal gravitatorio del Sol, realizadas utilizaron el telescopio Green Bank, en West Virginia, no han dado resultados positivos. Sin embargo, los especialistas sostienen que su enfoque debería seguir explorándose y profundizándose como parte de los estudios relacionados a la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI).
Por ejemplo, Tusay y sus colegas remarcaron que es posible que las sondas extraterrestres colocadas en el punto focal gravitatorio del Sol se enciendan solo esporádicamente. Al mismo tiempo, otras estrellas tienen propiedades que las convierten en posibles nodos de un enorme “Internet espacial”, por lo que también deberían ser objetivos de búsquedas adicionales en el futuro. En definitiva, los investigadores creen que su método podría ser potable a largo plazo, con más tiempo y recursos destinados a las búsquedas.
Para resumir este nuevo enfoque, los astrónomos explicaron que las estrellas proporcionan una enorme ventaja para las comunicaciones interestelares en su foco gravitacional, quizás como parte de una red interestelar. Si el Sol es parte de esa red, debería haber sondas en los focos gravitatorios de las estrellas cercanas. De existir estas sondas dentro del Sistema Solar conectadas a dicha red, podríamos detectarlas interceptando transmisiones en estos focos.
Aunque la búsqueda realizada no dio resultados, la misma se llevó a cabo a través de un ancho de banda amplio más allá del foco gravitatorio interno del Sol: los científicos creen que el mismo método podría aplicarse a otras frecuencias y objetivos.
Fuente LEVANTE