Primero fue junio. Ahora el mes de julio está rompiendo récords con los días más calurosos jamás registrados en nuestro planeta. La situación es muy preocupante.
El récord de la temperatura del aire global promedio más alta se rompió tres veces la semana pasada, lo que hace que los últimos días sean los más calurosos desde que comenzaron los registros oficiales en la década de 1850. Estas estimaciones generan una gran alarma acerca de que la Tierra podría estar entrando en un período de varios años de calor sin precedentes. El calor récord incluso ha sorprendido a los científicos del clima, quienes advierten que la tendencia al calentamiento solo empeorará con el paso de los años.
Nuevos récords mundiales
Hay olas de calor por todo el mundo. Los termómetros suben y suben, dejándonos unos días de calor abrasador en los que no parece haber tregua. Ahora, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado que la crisis climática está más allá de la gestión: “La situación que estamos presenciando ahora es la demostración de que el cambio climático está fuera de control. Si persistimos en retrasar las medidas clave que se necesitan, creo quenos estamos moviendo hacia una situación catastrófica, como lo demuestran los dos últimos récords de temperatura”.
Naciones Unidas está presionando a los gobiernos para que tomen medidas inmediatas en respuesta a los efectos acelerados del cambio climático. Los datos no mienten. El Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea confirmó que las temperaturas globales del lunes y martes de la semana pasada también fueron récords en sus datos, que datan de 1940.
Según los científicos, es casi seguro que son los más cálidos que el planeta ha visto durante un período de tiempo mucho más largo. El 6 de julio las temperaturas globales alcanzaron un nuevo récord, con una temperatura global promedio del aire registrada a 2 metros sobre la superficie de la Tierra alcanzando los 17,23 °C, según datos preliminares de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica compilados por la Universidad de Reanalizador climático de Maine. La última vez que la Tierra estuvo tan caliente fue en el período interglacial Eemian, hace unos 120.000 años.
Cambio climáticoMidjourney/Sarah Romero
El planeta está experimentando olas de calor mortales que están abrasando todo el mundo; zonas como Texas, México e India están viviendo días aciagos en cuanto a temperaturas se refiere. Frente a las costas de la Antártida, los niveles de hielo marino este año se han desplomado a mínimos históricos. En algunas partes de China ha continuado una ola de calor persistente, con temperaturas que superan los 35 °C. En España, muchos termómetros alcanzan y superan los 40 ºC. Está pasando en todas partes. El océano también está muy caliente. En el Atlántico Norte, las temperaturas de la superficie en mayo fueron 1,6 grados Celsius, más cálidas de lo normal para esta época del año, rompiendo récords anteriores por un margen inusualmente grande.
Este sorprendente aumento en el calor récord probablemente se deba a dos factores combinados: las continuas emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la quema de petróleo, carbón y gas, y el regreso de El Niño, un patrón climático cíclico que resurgió el mes pasado. De hecho, los científicos pronostican que el evento en curso provoque picos masivos de calor y humedad en los próximos años, así como tormentas e inundaciones extremas en algunas áreas y sequías e incendios masivos en otras. El cambio climático está entrando en territorio desconocido.
Sin embargo, la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica) aún no ha validado los datos "no oficiales", ya que dijeron que los números se generaron utilizando datos de salida del modelo que calificó como sustitutos inadecuados de las temperaturas reales y los registros climáticos. Sea como fuere, esta ola de calor persistente en todo el mundo podría ser un efecto secundario del cambio climático, lo que significaría que tendríamos que acostumbrarnos a estas y peores olas de calor en el futuro. Así, a medida que la crisis climática se intensifica, los científicos tienen claro que las olas de calor sin precedentes se volverán más frecuentes y más severas.
El récord de la temperatura del aire global promedio más alta se rompió tres veces la semana pasada, lo que hace que los últimos días sean los más calurosos desde que comenzaron los registros oficiales en la década de 1850. Estas estimaciones generan una gran alarma acerca de que la Tierra podría estar entrando en un período de varios años de calor sin precedentes. El calor récord incluso ha sorprendido a los científicos del clima, quienes advierten que la tendencia al calentamiento solo empeorará con el paso de los años.
Nuevos récords mundiales
Hay olas de calor por todo el mundo. Los termómetros suben y suben, dejándonos unos días de calor abrasador en los que no parece haber tregua. Ahora, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado que la crisis climática está más allá de la gestión: “La situación que estamos presenciando ahora es la demostración de que el cambio climático está fuera de control. Si persistimos en retrasar las medidas clave que se necesitan, creo quenos estamos moviendo hacia una situación catastrófica, como lo demuestran los dos últimos récords de temperatura”.
Naciones Unidas está presionando a los gobiernos para que tomen medidas inmediatas en respuesta a los efectos acelerados del cambio climático. Los datos no mienten. El Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea confirmó que las temperaturas globales del lunes y martes de la semana pasada también fueron récords en sus datos, que datan de 1940.
Según los científicos, es casi seguro que son los más cálidos que el planeta ha visto durante un período de tiempo mucho más largo. El 6 de julio las temperaturas globales alcanzaron un nuevo récord, con una temperatura global promedio del aire registrada a 2 metros sobre la superficie de la Tierra alcanzando los 17,23 °C, según datos preliminares de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica compilados por la Universidad de Reanalizador climático de Maine. La última vez que la Tierra estuvo tan caliente fue en el período interglacial Eemian, hace unos 120.000 años.
Cambio climáticoMidjourney/Sarah Romero
El planeta está experimentando olas de calor mortales que están abrasando todo el mundo; zonas como Texas, México e India están viviendo días aciagos en cuanto a temperaturas se refiere. Frente a las costas de la Antártida, los niveles de hielo marino este año se han desplomado a mínimos históricos. En algunas partes de China ha continuado una ola de calor persistente, con temperaturas que superan los 35 °C. En España, muchos termómetros alcanzan y superan los 40 ºC. Está pasando en todas partes. El océano también está muy caliente. En el Atlántico Norte, las temperaturas de la superficie en mayo fueron 1,6 grados Celsius, más cálidas de lo normal para esta época del año, rompiendo récords anteriores por un margen inusualmente grande.
Este sorprendente aumento en el calor récord probablemente se deba a dos factores combinados: las continuas emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la quema de petróleo, carbón y gas, y el regreso de El Niño, un patrón climático cíclico que resurgió el mes pasado. De hecho, los científicos pronostican que el evento en curso provoque picos masivos de calor y humedad en los próximos años, así como tormentas e inundaciones extremas en algunas áreas y sequías e incendios masivos en otras. El cambio climático está entrando en territorio desconocido.
Sin embargo, la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica) aún no ha validado los datos "no oficiales", ya que dijeron que los números se generaron utilizando datos de salida del modelo que calificó como sustitutos inadecuados de las temperaturas reales y los registros climáticos. Sea como fuere, esta ola de calor persistente en todo el mundo podría ser un efecto secundario del cambio climático, lo que significaría que tendríamos que acostumbrarnos a estas y peores olas de calor en el futuro. Así, a medida que la crisis climática se intensifica, los científicos tienen claro que las olas de calor sin precedentes se volverán más frecuentes y más severas.
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