Habría túneles en el espacio-tiempo que permitirían a una partícula regresar al mismo estado del que partió en el tiempo
Un equipo de científicos ha demostrado que los bucles de tiempo permiten un salto al pasado, por lo que han diseñado un experimento para hacer retroceder una partícula a través del tiempo cuántico y tal vez influir en su propio pasado.
Los físicos están cerca de realizar un experimento que permitirá enviar un partícula elemental al pasado través del tiempo cuántico, informa el semanario británico New Scientist.
La idea se basa en los trabajos del físico Seth Lloyd, de la Universidad de Massachusetts, que ha desarrollado teorías sobre bucles de tiempo cuánticos, aunque sin considerar las implicaciones prácticas.
Sin embargo, Lloyd y otros físicos han revisado estos conceptos con nuevos conocimientos y comprensión del reino cuántico, lo que los ha llevado al diseño de un experimento que, por primera vez, podría enviar un partícula al pasado.
Un equipo de científicos ha demostrado que los bucles de tiempo permiten un salto al pasado, por lo que han diseñado un experimento para hacer retroceder una partícula a través del tiempo cuántico y tal vez influir en su propio pasado.
Los físicos están cerca de realizar un experimento que permitirá enviar un partícula elemental al pasado través del tiempo cuántico, informa el semanario británico New Scientist.
La idea se basa en los trabajos del físico Seth Lloyd, de la Universidad de Massachusetts, que ha desarrollado teorías sobre bucles de tiempo cuánticos, aunque sin considerar las implicaciones prácticas.
Sin embargo, Lloyd y otros físicos han revisado estos conceptos con nuevos conocimientos y comprensión del reino cuántico, lo que los ha llevado al diseño de un experimento que, por primera vez, podría enviar un partícula al pasado.
Curvas de tiempo cerradas
Los físicos consideran que esos bucles de tiempo son como curvas de tiempo cerradas (CTCs), surgidas de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein: son trayectorias hipotéticas en el espacio-tiempo que permitirían a una partícula regresar al mismo estado del que partió en el tiempo.
Inicialmente, las CTCs se consideraron imposibles debido a su naturaleza paradójica. Sin embargo, Lloyd y otros físicos barajan la posibilidad de utilizar las CTCs para enviar partículas al pasado, lo que abriría la puerta a la exploración de viajes en el tiempo.
Los físicos consideran que esos bucles de tiempo son como curvas de tiempo cerradas (CTCs), surgidas de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein: son trayectorias hipotéticas en el espacio-tiempo que permitirían a una partícula regresar al mismo estado del que partió en el tiempo.
Inicialmente, las CTCs se consideraron imposibles debido a su naturaleza paradójica. Sin embargo, Lloyd y otros físicos barajan la posibilidad de utilizar las CTCs para enviar partículas al pasado, lo que abriría la puerta a la exploración de viajes en el tiempo.
Entorno cuántico
Según las teorías de Lloyd y su equipo, se podría utilizar la estructura de las CTCs para crear un entorno en el que una partícula pueda regresar a un punto anterior en el tiempo valiéndose del entrelazamiento cuántico entre partículas: en ese estado, cualquier variación que experimente una de ellas se reflejará instantáneamente en la otra, incluso si están separadas entre sí por grandes distancias (incluso temporales, no solo físicas).
Esto implica la manipulación de la geometría del espacio-tiempo de manera que se genere una trayectoria cerrada a través de la cual una partícula pueda volver a su estado inicial en el pasado.
Estos físicos “comenzaron a demostrar que, en el dominio cuántico, los bucles de tiempo que permitían un salto al pasado no sólo son posibles, sino también demostrables experimentalmente”. Eso significa que pronto intentarán enviar una partícula al pasado.
Como un hámster atrapado en la rueda del tiempo
Esa partícula que salta al pasado se comportaría como un hámster que da vueltas en torno a una rueda, regresando una y otra vez al punto de partida, aunque con una diferencia importante: la partícula no vuelve a pasar por el punto de partida, sino que vuelve al pasado. Si controlamos el tiempo que tarda en dar una vuelta, veríamos que el cronómetro se vuelve a poner a cero cada vez que la partícula regresa al punto de partida, como si no hubiera dado una vuelta ni transcurrido el tiempo invertido en su recorrido. Sencillamente, habría vuelto al momento anterior a su partida, como la marmota de la famosa película.
Lloyd y su equipo especulan con que se podrían crear condiciones controladas en las que una partícula cuántica siga una trayectoria a lo largo de una CTC, lo que teóricamente le permitiría regresar al pasado. Esto desafía la noción tradicional de causalidad y la linealidad del tiempo, ya que la partícula podría influir en su propio pasado.
Según las teorías de Lloyd y su equipo, se podría utilizar la estructura de las CTCs para crear un entorno en el que una partícula pueda regresar a un punto anterior en el tiempo valiéndose del entrelazamiento cuántico entre partículas: en ese estado, cualquier variación que experimente una de ellas se reflejará instantáneamente en la otra, incluso si están separadas entre sí por grandes distancias (incluso temporales, no solo físicas).
Esto implica la manipulación de la geometría del espacio-tiempo de manera que se genere una trayectoria cerrada a través de la cual una partícula pueda volver a su estado inicial en el pasado.
Estos físicos “comenzaron a demostrar que, en el dominio cuántico, los bucles de tiempo que permitían un salto al pasado no sólo son posibles, sino también demostrables experimentalmente”. Eso significa que pronto intentarán enviar una partícula al pasado.
Como un hámster atrapado en la rueda del tiempo
Esa partícula que salta al pasado se comportaría como un hámster que da vueltas en torno a una rueda, regresando una y otra vez al punto de partida, aunque con una diferencia importante: la partícula no vuelve a pasar por el punto de partida, sino que vuelve al pasado. Si controlamos el tiempo que tarda en dar una vuelta, veríamos que el cronómetro se vuelve a poner a cero cada vez que la partícula regresa al punto de partida, como si no hubiera dado una vuelta ni transcurrido el tiempo invertido en su recorrido. Sencillamente, habría vuelto al momento anterior a su partida, como la marmota de la famosa película.
Lloyd y su equipo especulan con que se podrían crear condiciones controladas en las que una partícula cuántica siga una trayectoria a lo largo de una CTC, lo que teóricamente le permitiría regresar al pasado. Esto desafía la noción tradicional de causalidad y la linealidad del tiempo, ya que la partícula podría influir en su propio pasado.
Hay antecedentes
Aunque las CTCs son teóricamente posibles, no se han observado directamente. Sin embargo, se han propuesto varios experimentos y mecanismos para crear CTCs, como el Giroscopio Láser de Anillo, creado mediante campos gravitacionales fuertes y débiles producidos por una circulación unidireccional de un haz de luz. Otra posibilidad sería el Cilindro de Tipler (o máquina del tiempo de Tipler), de longitud infinita, que gira a velocidades cercanas a la velocidad de la luz, lo que podría generar CTCs.
Pero nada de esto confirma que el experimento propuesto por Lloyd y su equipo pueda crear CTCs en laboratorio que permitan enviar partículas al pasado. Todavia está por ver.
Aunque las CTCs son teóricamente posibles, no se han observado directamente. Sin embargo, se han propuesto varios experimentos y mecanismos para crear CTCs, como el Giroscopio Láser de Anillo, creado mediante campos gravitacionales fuertes y débiles producidos por una circulación unidireccional de un haz de luz. Otra posibilidad sería el Cilindro de Tipler (o máquina del tiempo de Tipler), de longitud infinita, que gira a velocidades cercanas a la velocidad de la luz, lo que podría generar CTCs.
Pero nada de esto confirma que el experimento propuesto por Lloyd y su equipo pueda crear CTCs en laboratorio que permitan enviar partículas al pasado. Todavia está por ver.
Implicaciones
Los científicos consideran que, si el experimento resulta exitoso, podría abrir el camino para enviar señales cuánticas o mensajes al pasado.
Además, el estudio de este fenómeno podría aportar luz sobre la naturaleza fundamental de la causalidad y el significado de la teoría cuántica. Eventualmente, podría contribuir asimismo al desarrollo de una teoría más completa que abarque mejor la esencia de la realidad.
En un sentido más práctico, el envío de señales cuánticas al pasado podría tener implicaciones en criptografía y computación cuánticas, lo que permitiría la creación de sistemas más seguros y eficientes para la transmisión de información.
Los científicos consideran que, si el experimento resulta exitoso, podría abrir el camino para enviar señales cuánticas o mensajes al pasado.
Además, el estudio de este fenómeno podría aportar luz sobre la naturaleza fundamental de la causalidad y el significado de la teoría cuántica. Eventualmente, podría contribuir asimismo al desarrollo de una teoría más completa que abarque mejor la esencia de la realidad.
En un sentido más práctico, el envío de señales cuánticas al pasado podría tener implicaciones en criptografía y computación cuánticas, lo que permitiría la creación de sistemas más seguros y eficientes para la transmisión de información.
¿Cambiar el pasado?
Sin embargo, el envío de señales cuánticas al pasado también podría generar paradojas y problemas, como la posibilidad de crear bucles de tiempo cerrados (CTCs) que permitirían cambiar el pasado.
En un artículo anterior, expliqué que se ha comprobado que el orden temporal de los eventos puede ser alterado mediante el entrelazamiento cuántico, por lo que el futuro puede influir en el pasado. Esta constatación ha estado presente en el diseño del experimento de Lloyd y su equipo.
Sin embargo, aunque ese experimento salga bien, no significaría que sea posible viajar al pasado en la realidad, sino que solo demostraría que es posible simular este proceso imposible en un entorno cuántico.
En cualquier caso, el mero anuncio del experimento aumenta la fantasiosa promesa de un viaje en el tiempo.
Sin embargo, el envío de señales cuánticas al pasado también podría generar paradojas y problemas, como la posibilidad de crear bucles de tiempo cerrados (CTCs) que permitirían cambiar el pasado.
En un artículo anterior, expliqué que se ha comprobado que el orden temporal de los eventos puede ser alterado mediante el entrelazamiento cuántico, por lo que el futuro puede influir en el pasado. Esta constatación ha estado presente en el diseño del experimento de Lloyd y su equipo.
Sin embargo, aunque ese experimento salga bien, no significaría que sea posible viajar al pasado en la realidad, sino que solo demostraría que es posible simular este proceso imposible en un entorno cuántico.
En cualquier caso, el mero anuncio del experimento aumenta la fantasiosa promesa de un viaje en el tiempo.
Fuente LEVANTE