El entrelazamiento cuántico como clave de la conciencia: cómo funciona la "fuente de comunicación" que podría cambiar todo lo que sabemos sobre nosotros mismos
La mielina, una sustancia aislante en el sistema nervioso, podría facilitar el entrelazamiento cuántico de fotones.
La idea de que procesos cuánticos puedan ocurrir en un entorno tan cálido y húmedo como el cerebro ha sido objeto de debate en los últimos 30 años.
En este contexto, científicos de la Universidad de Shanghái emplearon modelos matemáticos para proponer una función desconocida de las estructuras lipídicas que recubren los axones neuronales.
Los científicos sugieren que estas estructuras podrían ser capaces de generar pares de fotones entrelazados cuánticamente, un fenómeno que podría subyacer a los mecanismos de sincronización neuronal.
No obstante, la comunidad científica sostiene que las condiciones termodinámicas del cerebro, caracterizadas por altas temperaturas y un elevado grado de desorden, son incompatibles con la manifestación de fenómenos cuánticos coherentes.
¿El cerebro funciona como una computadora cuántica natural?
En 1990, Roger Penrose y Stuart Hameroff fueron los primeros en proponer la revolucionaria teoría de la "reducción objetiva orquestada", postulando que los procesos cuánticos podrían subyacer al funcionamiento del cerebro.
Si bien la hipótesis sigue siendo objeto de debate, un creciente cuerpo de investigación sugiere que, si bien el cerebro no es una computadora cuántica en sentido estricto, los fenómenos cuánticos podrían estar implicados en algunos de sus procesos.
Ahora, científicos de la Universidad de Shanghái encontraron evidencias de que el cerebro humano podría operar bajo principios similares a aquellos que gobiernan la física cuántica.
Esta investigación sugiere que ciertos procesos cerebrales podrían presentar características similares a las de partículas subatómicas entrelazadas, un concepto que ha desconcertado a científicos durante décadas.
La mielina, una clave para la sincronización neuronal
Un artículo publicado en Physics Review E explora la intersección entre la física cuántica y la neurociencia, sugiriendo que la mielina, una sustancia aislante en el sistema nervioso, podría jugar un papel crucial en el entrelazamiento cuántico de fotones.
Este hallazgo podría ofrecer nuevas perspectivas sobre la complejidad del pensamiento y el aprendizaje humano, ya que el entrelazamiento cuántico podría estar vinculado a la sincronización neuronal, un proceso clave para el procesamiento de información.
Como se menciona en el estudio: "La conciencia dentro del cerebro depende de las actividades sincronizadas de millones de neuronas, pero el mecanismo responsable de orquestar dicha sincronización sigue siendo difícil de alcanzar. Los resultados indican que la cavidad cilíndrica formada por una vaina de mielina puede facilitar la emisión espontánea de fotones desde los modos vibracionales y generar un número significativo de pares de fotones entrelazados".
La idea de que procesos cuánticos puedan ocurrir en un entorno tan cálido y húmedo como el cerebro ha sido objeto de debate en los últimos 30 años.
En este contexto, científicos de la Universidad de Shanghái emplearon modelos matemáticos para proponer una función desconocida de las estructuras lipídicas que recubren los axones neuronales.
Los científicos sugieren que estas estructuras podrían ser capaces de generar pares de fotones entrelazados cuánticamente, un fenómeno que podría subyacer a los mecanismos de sincronización neuronal.
No obstante, la comunidad científica sostiene que las condiciones termodinámicas del cerebro, caracterizadas por altas temperaturas y un elevado grado de desorden, son incompatibles con la manifestación de fenómenos cuánticos coherentes.
¿El cerebro funciona como una computadora cuántica natural?
En 1990, Roger Penrose y Stuart Hameroff fueron los primeros en proponer la revolucionaria teoría de la "reducción objetiva orquestada", postulando que los procesos cuánticos podrían subyacer al funcionamiento del cerebro.
Si bien la hipótesis sigue siendo objeto de debate, un creciente cuerpo de investigación sugiere que, si bien el cerebro no es una computadora cuántica en sentido estricto, los fenómenos cuánticos podrían estar implicados en algunos de sus procesos.
Ahora, científicos de la Universidad de Shanghái encontraron evidencias de que el cerebro humano podría operar bajo principios similares a aquellos que gobiernan la física cuántica.
Esta investigación sugiere que ciertos procesos cerebrales podrían presentar características similares a las de partículas subatómicas entrelazadas, un concepto que ha desconcertado a científicos durante décadas.
La mielina, una clave para la sincronización neuronal
Un artículo publicado en Physics Review E explora la intersección entre la física cuántica y la neurociencia, sugiriendo que la mielina, una sustancia aislante en el sistema nervioso, podría jugar un papel crucial en el entrelazamiento cuántico de fotones.
Este hallazgo podría ofrecer nuevas perspectivas sobre la complejidad del pensamiento y el aprendizaje humano, ya que el entrelazamiento cuántico podría estar vinculado a la sincronización neuronal, un proceso clave para el procesamiento de información.
Como se menciona en el estudio: "La conciencia dentro del cerebro depende de las actividades sincronizadas de millones de neuronas, pero el mecanismo responsable de orquestar dicha sincronización sigue siendo difícil de alcanzar. Los resultados indican que la cavidad cilíndrica formada por una vaina de mielina puede facilitar la emisión espontánea de fotones desde los modos vibracionales y generar un número significativo de pares de fotones entrelazados".
En busca de la mente cuántica
Los investigadores desarrollaron modelos matemáticos para explicar cómo los fotones infrarrojos interactúan con la mielina.
Incidiendo sobre los enlaces carbono-hidrógeno de la mielina, estos fotones podrían transferir energía, estimulando así la producción de pares de fotones entrelazados. De este modo, la mielina actuaría como una especie de "fuente de comunicación cuántica" dentro del sistema nervioso
La idea de que nuestro cerebro podría aprovechar los misteriosos fenómenos de la mecánica cuántica para comunicarse es, sin duda, cautivadora.
Si esta teoría resulta ser correcta, podría cambiar radicalmente nuestra comprensión sobre nosotros mismos.
Fuente EL CRONISTA