Los océanos del mundo están cambiando de color. ¿Cuáles serán las consecuencias?
No solo Groenlandia se está volviendo verde. El océano Ártico se está calentando más rápido que cualquier otro lugar de la Tierra (cuatro veces más) y lo que habitualmente es un océano de aguas cristalinas de color turquesa se está tornando en franjas acuáticas cada vez más verdes. Y el principal culpable podría ser el cambio climático. Así lo atestigua un nuevo estudio de la Universidad de Manitoba y la Universidad de Colorado que recoge la revista Geophysical Research Letters.
Un océano de la Tierra se está volviendo verde por culpa del cambio climático
El hielo marino que una vez cubrió una vasta extensión de océano durante todo el año ahora es estacional, derritiéndose y desapareciendo de grandes áreas durante los meses de verano. La masa de hielo no parra de adelgazar y la profundidad de la nieve ha estado disminuyendo en las últimas décadas. En los últimos tiempos, los satélites han registrado diferencias de color graduales y sutiles en el 56% de los océanos de la Tierra, un área que es más grande que toda la masa terrestre de la Tierra combinada.¿Por qué cambia de color el océano?
El hielo y la nieve más gruesos significan que menos luz puede llegar a las algas debajo del hielo. Así, una consecuencia inesperada del derretimiento del hielo en el Ártico va mucho más allá que las tristes imágenes que hemos visto de osos polares buscando refugio en pequeñas piezas de hielo en medio del océano. El color del océano refleja el crecimiento de organismos vivos en las aguas superficiales de los mares terrestres. Aunque este cambio de color no es visible a simple vista, los estudios satelitales pueden mapear el cambio.
“A medida que el hielo y la nieve se adelgazan, penetra más luz hasta el fondo del hielo marino. Este régimen de luz cambiante tiene el potencial de impactar todo el ecosistema marino, que comienza con las algas”, explica Julienne Stroeve, investigadora de la Universidad de Manitoba y la Universidad de Colorado.
Es como si las algas convirtieran el agua en una especie de césped submarino; este 'césped', son la base de la red alimentaria del Ártico: de él se alimenta el zooplancton, que a su vez alimenta a los peces, las focas y, en última instancia, a los osos polares.
El reciente informe sobre el estado del clima en Europa, publicado en abril de 2024 por el Servicio Climático Copérnico de la Unión Europea descubrió que la clorofila, un pigmento fotosintético que se encuentra en el fitoplancton y las plantas y que les da su tono verde, era entre un 200% y un 500% más alta que el promedio en el mar de Noruega y el océano Atlántico al norte del Reino Unido en abril de 2023, por ejemplo. Una señal, según los científicos, del calentamiento de las temperaturas del océano.
Y tenemos nuevos datos. El satélite Cryosat de la Agencia Espacial Europea ha estado monitoreando el hielo polar de la Tierra durante 14 años. Uniendo esta información a la de Copernicus Sentinel-3 y el ICESat-2 de la NASA, han logrado modelar la penetración de la luz a través del hielo.
El resultado es que el Ártico está experimentando una tendencia al calentamiento, con un hielo más delgado y un derretimiento más temprano que facilita que llegue más luz solar a las aguas del océano debajo del hielo y se produzcan floraciones de algas más tempranas. Si hay menos nieve, influye considerablemente, ya que se produce una mayor penetración de la luz y posibilita floraciones no solo mucho antes sino también más masivas.¿Y por qué es negativo esto?
Las implicaciones son muy significativas para el planeta, ya que esta proliferación temprana y grave de algas puede alterar el delicado equilibrio del ecosistema ártico. Al haber más luz, las algas producirían nutrientes diferentes a los habituales, algo que podría alterar toda la red alimentaria del océano. La riqueza de especies disminuiría en los trópicos y aumentaría dramáticamente en aguas templadas y subpolares, lo que provocará mayores efectos desconocidos en cadena en las redes de comida interconectada y los peces que dependen de estas criaturas.
"Comprender la radiación fotosintéticamente activa que penetra el hielo marino respaldará estudios más amplios para comprender qué le está sucediendo a la vida en el Océano Ártico debido al cambio climático", dice Stroeve.
"Los rápidos cambios que se están produciendo en el Ártico tendrán consecuencias generalizadas que nos afectarán a todos", señala también Tommaso Parrinello, director de la misión de CryoSat.
En esencia, lo importante no es el color en sí del agua, sino que ese cambio de color refleja una transformación profunda en el ecosistema. Y no sabemos el destino que le deparará al Ártico con este empuje imparable del cambio climático impulsado por el hombre.
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