La emoción tiene una influencia particularmente fuerte en la atención, modulando su selectividad y motivando acciones y comportamientos.
Este control atencional y ejecutivo está estrechamente relacionado con los procesos de aprendizaje, ya que las capacidades de atención intrínsecamente limitadas se centran más en la información relevante.
La emoción también hace más fácil la codificación y le ayuda a recuperar la información de manera eficiente.
Fuente ALFAOMEGA MC
