Nosotros vivimos, y más en este país, en un mundo escéptico. Existe un escepticismo total de lo que es el mundo espiritual. La mayoría de las personas hablan del trabajo espiritual, pero la realidad, es solamente teoría y nada de práctica. Porque trabajar ese mundo espiritual es un trabajo continuo y profundo. Diario, cada día que uno tiene la oportunidad de levantarse, tiene la oportunidad de aprender algo y de trabajar ese mundo interno. El mundo espiritual es un mundo hermosísimo, en donde a veces a uno le toca enseñar y todos los días le toca aprender.
Eso sería tener un criterio de trabajo espiritual profundo. Cuando realmente uno comienza a tener una percepción distinta de la vida y ahí es donde el cuerpo físico llega a una integridad emocional.
El escepticismo del mundo te lleva a cambiar valores, como los valores materiales. El mundo espiritual es un mundo y un trabajo de alta humildad. Pero ocurre que muchos seres que dicen estar en un mundo espiritual, el programa material los lleva a apartarse de ese mundo. Porque puede aparecer el ego espiritual, que te lleva al materialismo.
A muchos les gusta inundarse de alto conocimiento, para demostrar que su conocimiento espiritual es mucho más elevado que el del otro. O meditan todos los días y lo dicen, y se creen campeones de la meditación. Eso también es ego espiritual.
O hacer obras y promulgarlas, o sentirse bien porque ayudé al prójimo, o creerse muy en profundidad que uno tiene el control de las cosas, sabiendo que las cosas se manejan desde otro lugar.
A veces ocurre que cuando uno trabaja el mundo espiritual, el mundo material se acomoda; y no al revés. Cuando uno se confunde, ahí es donde se pega el gran palo.
Por eso estamos en un mundo fuertemente escéptico, en donde a veces el trabajo espiritual es como luminarias. ¡Un ratito y listo!
Mucha gente quiere hacer un trabajo espiritual para ser maestro o profesor y la verdad, aquel que hace un trabajo espiritual profundo, lo que no quiere es ser maestro. Quien tiene un trabajo espiritual profundo, reconoce que siempre es aprendiz.
Todo al revés. ¿no? Mucha gente quiere llegar a un lugar, donde desde arriba tiene mejor visión, mejor elección, todo mejor. Y ese ser no hace un trabajo espiritual, utiliza la espiritualidad quizás, para hacer un buen negocio o para sentir la sensación del ego elevado.
Entonces, ahí está el tema del verdadero trabajo espiritual y del escepticismo del trabajo espiritual. Si uno tuviera que profundizar sobre ese mundo espiritual, uno logra esa postura armónica de alguien.
En la integridad emocional existirían tres emociones íntegras del ser espiritual y que funcionan las tres a la vez:
· La felicidad
· La gratitud
· El amor
De ahí salen todas las demás, por eso estoy hablando de la integridad que me lleva como ser espiritual, a sentir sensaciones distintas.
Con esas tres situaciones o sensaciones emocionales uno sería un ser íntegro espiritual. Cuando uno vibra, se siente todo junto, uno no lo puede desmenuzar. Ese sería el verdadero trabajo espiritual.
La FELICIDAD es esa emoción que nos va a permitir hasta una valoración, una sensación de todo el conjunto de nuestra vida. Si uno mirara la felicidad es hasta una emoción cardinal de la ética. Porque te pone en perspectiva tu vida.
Vamos a ser realistas, la felicidad es lo que busca todo el mundo, todo lo que uno hace, a veces desde una situación de confusión desde el materialismo. Porque uno busca felicidad (quiero esto, quiero el otro, para ser feliz) y ahí está la gran confusión, porque es efímero.
Lo de esta tierra, es de esta tierra y queda en esta tierra. Es tan efímero que dura solamente 100 años, si tuvieras mucha suerte, y cuando lo dejás ¿dónde está? Si vas al revés, vas desde otro lugar.
La realidad que la felicidad parecería que la vamos buscando por adquisición de cosas, y ahí viene la gran confusión y el escepticismo de este mundo. Y la realidad profunda, es que la felicidad es responsabilidad tuya. Y ahí comenzamos con trabajar la felicidad desde ese lado espiritual. Y obviamente que, tenemos que tener un equilibrio emocional.
La GRATITUD es esa emoción basal en un trabajo espiritual, desde donde entramos siempre a un estado de humildad. Fíjense, primero está la felicidad y la gratitud acompaña. Porque cuando uno agradece por ser feliz, la felicidad se retroalimenta.
Uno es feliz y agradece. Uno no es feliz y agradece. Porque sabe que va a venir la felicidad. La realidad que la gratitud, sería como una emoción espiritual por excelencia. Porque te ayuda y te trae a un presente inmediato. Y si uno lo trabaja bien, proyectándose hacia el futuro.
¿Agradecés cuando te levantás porque podés ver, porque podés escuchar, podés sentir, tu organismo anda hermoso, tenés salud? ¡Cuántas cosas no agradecemos! Ese sería un mundo espiritual de humildad.
La gratitud, cuando uno trabaja la espiritualidad profunda, es aquella emoción que te trae al presente.
¿Vos querés venir al presente? Hay que trabajar el vivir el presente. Cada uno tiene su técnica extraña para vivir el presente, pero es más fácil. Para vivir el presente, trabajemos la gratitud que te trae rápidamente al presente y te trae en humildad.
Uno de los mayores obstáculos que nosotros tenemos en la espiritualidad, que tiene que ver con este mundo materialista, es la soberbia, que te lleva a creer que la felicidad es solamente tu mérito. A ¿pero no me la forjé yo?
Es un juego, es un equipo. Porque ahí es donde está el juego de la felicidad y la gratitud. Porque cuando vos agradecés te va a hacer precario y afortunado (es bueno sentirse así).
Hay una realidad y ahí es donde debe estar la humildad. La riqueza de lo que sea, yo hablo de la espiritual, en las situaciones cómodas en el mundo material, siempre hay un trabajo en equipo de dos voluntades, una es la nuestra y la otra son factores externos que no podés manejar. Nunca pudiste manejar esos factores. Y ahí es donde te ponés en una situación espiritual y decís: ¡ahh, todo es fortuito!
Eso que a veces uno llama azar, no es tanto de azar. Pero hay cosas que se manejan desde otro lado, que yo no puedo comprender. Sí voy a poner la voluntad, eso es mi trabajo y mi parte. Pero hay otras partes que no las manejo. Y ahí volvemos: felicidad y humildad.
El agradecer al Cosmos, a Dios, a tu Dios, a quién sea, te pone en ese estado de humildad. Hay cosas que no las vas a manejar, hay cosas que son “azarísticas”.
El que controla, termina siendo controlado por el mismo control. A veces uno, cuando trabaja ese mundo espiritual, tiene que observar con mucha humildad y con mucha gratitud cada instante. Y la observación es permanente, insisto, todos los días cuando abrimos nuestros ojitos y agradecemos por poder abrirlos (miren que simple), empezamos a aprender algo.
Y mucha gente se olvida de agradecer. Antes, en ciertas tradiciones religiosas, te enseñaban a orar al despertar o al dormir. Estamos hablando de muchos años atrás, y muy en lo profundo, es el agradecimiento. Y no es la metodología de oración, es la metodología de cada uno de nosotros que sentimos.
Y ¿a quién agradezco?
Al nombre que vos quieras ponerle. Eso es humildad y es esa parte del trabajo espiritual profundo.
Desde la neurociencia cuando tratan de ver el cerebro humano; observan que las personas que trabajan la gratitud, literalmente transforman el cerebro. Las personas que realmente vibran en gratitud o trabajan la gratitud, comienzan desde la transformación neuronal, a tener un estado positivo y feliz. De alguna manera, la gratitud te genera una transformación orgánica.
Cicerón decía:
“La gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás.”
Uno tendría que trabajar hasta la ciencia de la gratitud. Hace mucho tiempo atrás en una de las charlas hablábamos de la psicología positiva. La neurociencia descubrió que cuando una persona trabaja la gratitud, se observa una disminución en la presión arterial y un mejoramiento del sistema inmunológico.
Desde lo que es emocional, mayor optimismo, mayor resiliencia. También ocurren emociones más positivas y obviamente mejoran las relaciones interpersonales. En una persona que sabe agradecer, la dopamina se incrementa y, en el horario correcto, uno se va a dormir de la mejor manera.
La verdad que la soledad, no sería un limitante. Porque no te sentís, ni solo, ni aislado y cuando uno agradece y lo siente, incrementa esa capacidad compasiva y generosa hacia el otro.
Es muy importante tener exceso de gratitud, porque trabajar la gratitud es un don espiritual, que hace justamente trabajar la espiritualidad.
Nuestro componente psíquico, tiene una característica humana muy interesante: el sesgo de negatividad, que es natural en el ser humano. Tiende a pensar mal. De hecho, un pensamiento negativo o una emoción de tristeza es, si lo tenemos que comparar en capacidad de recuerdo o en potencia de sensaciones, cuatro veces más alta que una sensación de felicidad.
Una sensación de felicidad desaparece rápidamente, una de tristeza permanece. Por el sesgo de negatividad programática en este mundo materialista. En donde no tengo integridad emocional y tengo un mundo que me lleva a una no espiritualidad. O a una espiritualidad mentirosa, que es no espiritualidad.
La buena noticia es que la gratitud es una habilidad que se puede entrenar y no es difícil. Y ayuda a vencer ese sesgo de negatividad natural en el ser humano. Y ahí vas a tener una espiral ascendente de felicidad.
¿Cómo se puede trabajar la gratitud?
Estamos en un momento para trabajar la gratitud, hoy por hoy, en todo lo que estamos vivenciando. Todos los de acá, tenemos salud y estamos vivenciando una etapa especial para aprender. ¡Agradezcamos a nuestro sistema inmunitario!
En otros países en donde se aplicaron situaciones especiales en el plan de vacunación, están sobrando vacunas y la gente puede optar en vacunarse o no vacunarse.
Uno tiene conexión con personas que están afuera y me preguntan: ¿me vacuno o no me vacuno? Y uno humildemente intenta dar lo que siente. Uno diría, si tenés la oportunidad de vacunarte, ¿te vacunarías? Sí o no. Ni idea, dejo fluir y en el mientras tanto, ¿cómo lo manejás? El tema es ¿cómo te llevás vos con tu organismo?
Me llevo muy bien, es todo el respeto que podés darle. El respeto a la alimentación, a la actividad física y a la meditación.
Si vos te llevás bien y sentís que te acompaña y no tenés dudas y estás bárbaro. Hace lo que sientas. Si pactaste bien con este ser interno y este organismo. Fijate y caminá. Todo sirve, pero es lo que vos sientas. Ahí es donde un ser espiritual toma otro tipo de decisiones.
Yo les muestro las enseñanzas de los grandes maestros, Jesús, Krishna, se imaginan a Jesús diciendo, ¿de qué partido político sos? De Roma. Ah, ni te ayudo. Caminamos por el otro lado. No es así.
Pensás distinto? bárbaro! En el mundo espiritual pensamos igual, porque no pensamos, sentimos, ese es el punto. El espíritu no tiene partido político, tiene espíritu.
Y la gratitud es un acto común en nosotros. Porque un ser espiritual agradece.
El ser espiritual vive el día a día, cada vez que me levanto digo: ¿qué tengo que aprender hoy? Algo voy a aprender y cambia todo vertiginoso y ahí es donde está la gratitud.
Cuando terminó ese día dice: ¿cómo terminé el día? Bien, mis querencias bien, mis cosas de la vida bien. ¡Gracias!
Porque insisto, está en nuestra fortaleza, en nuestra propia voluntad. Pero hay otras cosas que están fuera de mi voluntad. Me voy a la trivialidad: uno sale, cruza la calle y tuvo un accidente. Hice todo bien y el auto perdió el control y me atropelló… Bueno así es la vida en todos los sentidos. Fue un accidente. La palabra accidente es esto azarístico, fortuito de aprendizaje.
Reitero, las tres bases emocionales o espirituales de sensaciones en que se genera integridad espiritual eran:
· Felicidad
· Gratitud
· Amor
El AMOR trasciende toda frontera, es un estado del ser. Es una vibración que todo lo puede. Cuando uno vibra en amor, ese impulso construye la vida.
La realidad que, si uno escarba profundamente, cuando uno ama, obviamente va a involucrar la felicidad y la gratitud. Lo desarmamos para trabajarlo, pero esta todo integrado.
El amor es lo que te va a llevar a considerar las posibilidades de trascendencia. Si uno viera el amor como un estado del ser distinto, como algo muy fuerte y va más allá de las relaciones interpersonales, que son una parte del amor.
Si uno tuviera que verlo desde lo más profundo, el amor encarna en este ser.
La realidad que ahí hablamos de gratitud y felicidad. Porque cuando uno siente desde ese mundo espiritual el amor hacia todas las cosas, cuando encarna en este plano, vibra en gratitud y felicidad.
Vamos a ver las relaciones interpersonales, cuando uno se enamora. Enamoramiento no es amor, es un estado similar. Pero ustedes van a ver que aquellos que se enamoran (voy a las relaciones interpersonales porque es lo que más cerca puede tener el ser humano, no es porque así lo sea), sienten gratitud y felicidad hacia el otro ser. Después pasa el tiempo y eso se va. Pero esa sensación de emitir felicidad y ahí aparecen las ganas de hacer regalos, etc. Es parte de eso.
Ahora corro las situaciones interpersonales, uno lo vivencia en otras situaciones también. Cuando uno ama a una mascota, también siente lo mismo.
El amor todo lo puede, porque justamente, aparecen la gratitud y la felicidad. Y el amor todo lo puede porque es una frecuencia, es una vibración y todo lo puede y lo perdona y lo disculpa y todo lo comprende. Porque, en definitiva, cada ser espiritual, cada alma que tenemos, el diseño primogénito del alma, es desde el amor.
Llamale Dios, Universo, Cosmos, el nombre que quieras. La creación del alma es desde el amor. Y esto es un concepto que se han encargado, en este escepticismo espiritual, en borrarlo.
Uno comprende que tu diseño fue desde amor, y no es el cuerpo físico, porque es lo que continúa. Tu alma es sagrada, todas las almas son sagradas.
Pero el alma que se confunde? el malvado? el asesino? Hay que tener amor para comprender que también se confunde. Porque el alma está confundida con esa mente que le tocó vivenciar. A veces cuesta y más, si uno ha vivenciado cosas no correctas. Pero desde la objetividad, es lo que está ocurriendo.
Cuando uno trabaja la espiritualidad en serio, te da una responsabilidad con la vida misma. Es ahí que un ser espiritual, trabaja fuertemente la comprensión.
Cuanto más amor sentís, menos miedo tenés. Porque sabés que las cosas que ocurren van más allá de vos y son para aprender. Y cuando uno ama, el miedo desaparece, y eso está bien así. Voy a hacer lo que yo tenga que hacer. Y si dos nos ponemos de acuerdo, vemos. Dos es el ser que está encarnado en este momento con Dios.
¿Qué relación uno tiene con Dios? ¿Cómo se llevan con Dios? Y dejé de llamarle cosmos porque le quiero poner nombre y apellido. ¿Tienen relación con él?
Quizás se den cuenta que no tanta y ahí está el primer problema. Porque después nos vamos a dar cuenta que la gratitud tampoco está en mí. Y ahí aparece el otro problema.
¿Cómo es mi relación con Dios?
Como ser espiritual, trabajo espiritual, mundo espiritual. Entonces hay gente que no tiene relación y lo más interesante es que él es el verdadero padre. Entendiendo desde esta dimensión, la palabra padre, que nos dio la vida. Porque la vida es álmica, no es física. Y cómo es la relación con tu Papá, Mamá? Cómo es tu relación con él?
Cada uno acá que es Papá o Mamá, piense: ¿Qué pasaría si un hijo no tiene conexión contigo, qué sentirías? Igual es una sensación humana y trasciende también esto, pero para que se comprenda.
Cuando al gran maestro de los cristianos, Jesús, le preguntaron sobre los mandamientos, ¿hay que respetarlos maestro?
Él no quería ser maestro, maldijo mucho el ser maestro. Él dijo:
No, estos 10 mandamientos córranlos a un costado, no hacen falta. Solamente dos mandamientos deben seguir:
· Amar a Dios por sobre todas las cosas
· Amar al prójimo como a ti mismo
Amar. Si yo vibro en amor, ya estoy con Dios.
Entonces, ahí es donde el ser espiritual no entra en los programas de este plano y tampoco le agarra el ego espiritual. Porque mucha gente que hace el trabajo espiritual, tiene el gran engaño, que el mismo mundo espiritual te puede llevar a tener un ego espiritual.
Y ahí es donde uno tiene que estar alerta. Por eso: uno siempre es aprendiz y aquel que se creyó maestro, tiene un pequeño problema. No hay nadie que pueda señalarte que tuviste un ego espiritual.
La soberbia espiritual es este escepticismo de espiritualidad. Mucha gente que tiene ese don de la soberbia, dice ser autodidactas. Es lindo que nadie te diga que estás haciendo las cosas mal. A veces uno se enoja cuando un aprendiz, puede estar señalándote cositas y decir: por acá no va. Entonces me enojo y tengo ego espiritual. Ahí es donde me hago autodidacta.
Y, cuando dejemos la soberbia espiritual ¿qué hacemos?
Vamos a trabajar en serio y vemos que todos tenemos que seguir aprendiendo cada día. Y ahí sí estamos en un mundo espiritual de agradecer y agradecer.
Uno no se tiene que avergonzar por los errores, porque es parte del crecimiento. ¿por qué tendrías que tener vergüenza? Estás aprendiendo!
Uno puede trabajar el don de la espiritualidad, aquí en este plano. Cómo puedo reconectar? Estoy en un mundo espiritual, pero la verdad algunas cositas las fui dejando, me fui olvidando.
Dios siempre está. Eso tenés una hermosa ventaja siempre. Él y otras cosas también. A veces, hay un mundo de energías hermosas que están al lado nuestro. Pero él siempre está.
Cuando uno está aquí y quiere trabajar algo que podemos, es la gratitud. Porque ahí comenzamos a trabajar ese mundo espiritual en serio, día a día.
¿Cómo practicar el agradecer?
Les doy algunas ideas, cada uno lo hace como puede.
Te levantás y ya agradecés. Rápido, es un segundo. Agradecés porque te levantaste, respirá profundo, sentí que estás haciendo ese agradecimiento desde la conciencia plena y sentí. Agradezco todo, rápido o algo puntual de ese día.
Después cuando te vas a dormir también agradecé. Elegí tres cosas y agradecé.
Si querés profundizar el trabajo del agradecimiento, agradecé a una persona especialmente por haberte ayudado, por haberte influido positivamente. Aunque te hayan hecho el mal, porque te influyeron positivamente.
Porque el mal es error. Cuando reencarna en este plano viene a trabjar el error. Fíjense que profundo, el error te puede llevar al mal. Mis vivencias tienen que ver con el aprendizaje que me toca experimentar en esta etapa y en este momento. Eso se llama karma. Cuando uno viene a trabajar el karma, en definitiva, lo que viene a trabajar es lo que no aprendió en las reencarnaciones anteriores.
¿Qué es lo que no aprendiste? Algo en que te equivocaste, un error. Cuando venís acá, venís a trabajar el error. En definitiva, nuestra lucha increíble en este plano, es trabajar el error.
Hay un libro en internet, para leer con cuidado, que se ve en kabalah. Son tres libros: es “el libro de Maat”. Léanlo con tranquilidad, no se obnubilen. Tiene que ver con la espiritualidad. Muchos libros son importantes, éste es uno de ellos.
Debemos trabajar la gratitud, para ser un ser espiritual. La gratitud me va a ayudar a tener espiritualidad consciente.
Elogiar a personas ayuda en una acción de humildad, si lo sentís. Estamos hablando del mundo espiritual, donde la mentira no está en este camino.
Si queremos afinar un poquitito más, cuando uno ve un hermoso paisaje, un hermoso árbol, agradecer ese momento que te toca, estar delante de ese árbol, esa plaza o en ese lugar, para vivir cosas lindas.
¿Existen los guías espirituales y maestros?
Es interesante el tema. Sí y No. Porque algunos terminan siendo guías espirituales o maestros. Los de en serio, no los paparruchos. Y ¿cómo te das cuenta?
Porque no quieren ser maestros. Porque justamente, aparecieron ahí y quieren ser aprendices. Al maestro que le toca ser maestro, extraña ser aprendiz, porque siempre está aprendiendo de su gran maestro. Por eso, los verdaderos maestros están en silencio haciendo su trabajo. Los ponen como maestros y terminan no queriendo serlo.
¿Existen los guías no terrenales?
Mucho cuidado con la soberbia espiritual. Sí, claro que existen. Pero son contados con los dedos las personas que se conectan. Y el que se conecta no te va a decir absolutamente nada. Y aun más, a veces hay que ser cuidadosos que uno no crea que se está conectando y quizás sea una situación psicológica.
Hay maestros que desencarnaron, que siguen siendo maestros y aprendices.
Estamos trabajando el agradecimiento, que no es poca cosa, para elevar nuestro mundo espiritual.
También trabajemos el ayudar al prójimo. Porque no solo debo agradecer. Tiene que ser un ida y vuelta. Quizás descubra la gratitud en esa ayuda. Cuando algo te agradece a vos, es una bendición y siempre es un ida y vuelta. Uno tiene que agradecer, por permitirte haberlo ayudado. Te agradezco a vos, porque me dejaste que te ayudara.
La realidad, que también uno mismo debe verse ante el espejo y ser agradecido por esa instancia.
El mundo espiritual es un mundo de integridad plena. Dios sigue estando en el mismo lugar que lo dejamos, pero a veces nos olvidamos de comunicarnos con él.
Albert Einstein decía que solo había dos formas de vivir la vida, una es pensando que nada es un milagro (y este mundo material me va llevando). La otra es pensar que todo lo es.
Obviamente, que el ser espiritual siente que todo es un milagro. Nosotros en este momento, estamos todos conectados y teniendo vivencias materiales. Porque cada uno está programando su día, por un motivo y otro, de una manera y otra. Hay planificaciones materiales que te hacen olvidar que estás dentro de un mundo espiritual, y que sos un ser espiritual.
En este mundo escéptico en donde tenés situaciones materiales, tu espiritualidad se diluye.
Un ser espiritual es agradecido. Como entraría el agradecimiento cuando yo me enojo? Porque no piensan como que yo pienso? Qué es lo que ocurre? Hay personas idealistas y eso hay que ser cuidadoso. Porque una cosa es ser ideal con gratitud y otra cosa es el ideal sin gratitud.
A veces observo que mucha gente se enoja con otros, por tener ideales distintos. Se pelean y toman partido. Ahí es donde entra el tema de la gratitud. No puede ser que todo el mundo haga todo mal. Algo bueno, una vez, pudo haber ocurrido.
Si no lo podés ver, estás con tu soberbia espiritual alta, porque creés que vos tenés la verdad. Insisto, no existen personas que hayan hecho todo mal. Sino dónde estaría tu espiritualidad?
Podés estar enojado, ofuscado, reconocelo. Me agarró el ego, me secuestró y me enojé. Busquemos la unión primero, la unión de mi ser. Mí ser, soy alma, con este cuerpo físico. Esa es la primera unión. Y después, mi ser – el cuerpo físico – con el otro ser.
Para poder tener claridad en este plano, que no es poca cosa, debemos ser conscientes. Como ser espiritual, este organismo en el cual debo trabajar la gratitud inmaterial, la felicidad inmaterial. Estamos hablando de cosas que no se tocan, el amor inmaterial, debemos tener claro cuáles son nuestras emociones básicas, que hacen que pierda integridad emocional.
Cuales son las emociones básicas, que me hacen perder integridad y me enganchan con este mundo material?
Son cuatro emociones básicas. Han evolucionado, acorde a nuestro plano mental, a emociones más complejas, pero hay cuatro básicas:
· Enfado o enojo
· Miedo
· Tristeza
· Alegría
Es importante comprender cómo son nuestras emociones, como ser espiritual y saber que, nuestro estuche, nuestro cuerpo, tiene esto.
Las emociones más duraderas son la tristeza, el miedo y el enfado. La menos duradera es la alegría. A tal punto, que estas 3 que tienen ese tilde no positivo, duran cuatro veces más que la emoción de la alegría. O sea, el ser humano tiene una tendencia sobre las emociones negativas. Duran más y son más. De las cuatro, tres de ellas son negativas.
Ante eso, el ser espiritual, el alma que ingresa a ese cuerpo, tiene que reconstruir la integridad emocional y obviamente, utilizando fuertemente el agradecimiento y la felicidad.
¿Cómo puedo trabajar esto para conseguir la integridad?
La espiritualidad es un trabajo continuo, diario. Para aplacar esas emociones negativas, mi alma tiene que controlar el cuerpo físico y mis pensamientos y ¿cómo puedo hacer eso?
Primero no dejar mucho tiempo mi pensamiento en lo que me preocupa. Y para ello, debo buscar la manera de quitar el pensamiento de ahí. Uno cree que negando el pensamiento lo logra, pero no es así. Traten de buscar otras situaciones.
Después ¿qué hacer?
Relajate y respirá hondo. Porque ese el componente fisiológico te va a ayudar mucho, te va a aquietar. Ya lo hemos visto en técnicas de meditación, de respiración y exhalación.
Después hay que liberar las tensiones. El error más común es querer romper, hacer catarsis, gritar, llorar. No va por ahí, no se liberan las tensiones de esa manera. Libero la tensión desde una visión correcta de mí y desde el distraer con una acción, la atención y una acción es un asunto concreto de este plano, pero que me lleve a esa situación de sacar ese pensamiento.
La clave no es, me presiono a tener pensamiento positivo. Ayuda, pero tengo que colaborar con el pensamiento de la gratitud.
Un ser espiritual va a recorrer lo que debemos trabajar. Pero también va a recorrer las virtudes de uno, con humildad y agradeciendo.
El ejercicio físico ayuda y mucho para desfocalizar el pensamiento negativo, eso sería una acción concreta.
Pensar en un futuro inmediato, que puede ser mejor que el de ahora. En este plano material, que te confunde la espiritualidad, date permiso para preocuparte más tarde. Y la verdad, no te preocupes. Dejalo a quién sabe cómo solucionar las cosas. Vos y él que está en algún lado.
Siempre puede haber algo peor. Siempre hay algo peor. Pero todo es relativo. Que estoy bien ahora o estoy bien antes o estoy bien después.
Recuerden el año pasado a esta altura, parecía el fin del mundo. Y hoy me doy cuenta que el año pasado estaba en Disneylandia.
Cómo pienso? Cómo quiero pensar? Un ser espiritual lo único que ve es aprendizaje y agradecimiento. Muchos de los que están acá, siguen estando acá para seguir aprendiendo y eso hay que agradecer. Cuando uno agradece, todo pasa más rápido. Porque cada día tiene algo hermoso.
Lo que no debemos hacer es reprimir la emoción. Porque cuando vuelve, vuelve más fuerte y te saca de cualquier camino.
Utilizando el poder de la integridad emocional, que es la gratitud que va a generar la felicidad, te va a conectar con el amor. Vas a ver que, esa situación emocional entra en un verdadero equilibrio. Porque cuando ves que estás en un mundo de aprendizaje, es aprendizaje. El pensamiento negativo aparece, porque de las cuatro emociones básicas, tres son las que nos llevan a los peores lugares. Solo la alegría tenemos como fortaleza y tiene una fuerza, cuatro veces menor.
El mundo espiritual que acopla esa energía de más y eso se cae.
Entones no hay que reprimir, hay que mirarlo: esto no me gusta, pensamiento negativo. Estoy aprendiendo a sentir un montón de cosas, agradezco esto que estoy sintiendo. Porque mi ser algo está aprendiendo de esto. Y una vez que agradeciste, ahí liberás. Porque el enojo se cae, el miedo va desapareciendo con la tristeza que genera todo esto, y la felicidad y la gratitud, toman el control con la alegría.
Ahí está el místico mensaje. Cuando apóstoles y creyentes cristianos iban a enfrentarse a los leones en el famoso circo romano; eran atacados y destruidos. Lo que al emperador lo enojaba, era ver que estaban alegres y morían con una sonrisa. ¿qué paso?
Desde la visión hinduista dirían que estaban en nirvana. Porque bajaron con mucha fortaleza, la gratitud, la felicidad y activaron otras cosas. Donde había plena sensación espiritual que esa no era la vida y que este no es el plano de vida; y era un momento de aprender. Y era el último aprendizaje en este plano. Obviamente, muchos de esos seres, nuevamente reencarnaron vaya a saber cuántas veces. Por ahí va el esquema.
Pasa en este plano de seudo espiritualismo que tenemos que continuamente recordar que somos seres espirituales. Porque nuestra mente nos engaña.
Es ahí que dedicarse a un mundo espiritual, es darle tiempo a ese mundo. Y volvemos con la palabra gratitud y el espacio que tenés que abrir en ese mundo espiritual. Tenés que darle garantía de continuidad a ese mundo espiritual. Recordar que sos un ser espiritual, que vino a este plano a aprender.
A veces hay distintas técnicas para recordarte que sos un ser espiritual, las religiones y muchas de ellas, utilizaron la oración, la conexión con Dios, armar un altar. Cada uno utilizó una técnica. Yo para meditar utilizo tal o cual cosa. A veces, es necesario para traerte a esa conexión, utilizar algún ritual. ¿Son válidos los rituales?
Cuando uno va elaborando, los rituales los vas largando. Pero al principio no es mala, porque te ordena y te organiza.
Hacé lo que sientas, pero que tengas cotidianeidad con eso que sentís en ese mundo y vas a vibrar en ese mundo y no es poca cosa.
La realidad que cuando uno abre ese espacio, deben permitirse la manera de darse ese pequeño tiempo de conectarse con la naturaleza. ¿De qué manera? Si estamos ahora encerrados, cómo me conecto con la naturaleza?
Tenés un pedacito de ventana para ver el cielo, eso es naturaleza. Si podés ver árboles, si tenés un jardín, si tenés una maceta, si tenés una planta, eso es naturaleza. Asómbrate con la belleza de ese ser vegetal que te acompaña y es parte de este hogar.
Cuando uno es un ser espiritual, hasta los insectos te dan alegría. Ni hablemos de otros reinos.
La realidad que cuando empieza a manejar ese mundo real (mundo espiritual) y no el engaño (mundo material); uno empieza a sentir que fluye más la energía de la intuición. Pero un verdadero intuitivo es humilde. Y cuando uno empieza a intuir, empieza a dejar de lado esa mente racional, para entrar a una mente elevada.
Cuesta mucho conectarse con ese mundo espiritual, pero tenemos herramientas en el plano físico que te pueden ayudar en ese mundo.
Hay gente que lo inmaterial le cuesta, y justamente hablamos de cosas inmateriales.
Algo material que te va a llevar a lo inmaterial es el arte, cualquiera. Conectate con eso y vas a ver que sentís algo raro dentro tuyo, eso es conexión espiritual. Te cuesta, utilizá esa herramienta, vas a ver como vas a levantar tu frecuencia.
Ser espiritual no es ser religioso, quiero aclararlo. No decidir dedicarse al Budismo Tibetano. No, no va por ahí. Puede ser una herramienta, pero no necesariamente la herramienta. Reconocer que uno puede utilizar una herramienta, pero no es que tengo que ser super católico, super budista, super lo que sea.
Un ser espiritual trasciende todo eso, sabe que es un método, una herramienta, pero no es la única herramienta.
La actividad artística también te conecta, porque te permite crear, o te transporta. El ser espiritual juega mucho con todo eso y lo usa.
A veces ocurre, que uno necesita aferrarse a cosas materiales de acá ¿está mal o está bien?
Si querés algo material, adéntrate a alguna tradición, usá el materialismo. Hay tradiciones comunitarias, ambientes especiales que se hacen desde alguna religiosidad, alguna ceremonia, la que sea. Pero sabiendo que te lleva a ese momento de gente linda que quiere conectarse con eso sagrado.
Utiliza eso material para la conexión, no otra cosa material, que es el engaño. Porque en lo profundo, el orientarnos en un mundo de meditación, nos va a llevar siempre al origen.
¿Qué sería el origen?
Hablamos de la felicidad, hablamos de la gratitud, del amor, eso es integridad emocional.
Ahora estamos hablando de cosas inmateriales, no llegables, no tocables. Si yo me quiero conectar y profundizar el mundo inmaterial, la meditación me lleva a la conexión del mundo inmaterial.
Obviamente hay algo parecido, que es el manejo de los sueños. Cuando uno va a dormir, hay distintos niveles de sueños que uno puede acceder. Hay nueve niveles de sueños. De los cuales un ser espiritual, intenta trabajar por lo menos los dos primeros.
El primero es el nivel de los sueños que genera mi inconsciente, es lo que ustedes sueñan todos los días, a cada minuto, a cada segundo. Cada momento, cada emoción, y que tienen explicaciones psicológicas.
El segundo nivel de sueño, es más elaborado, en donde los soñadores lúcidos se conectan. Para ello, debo trabajar fuertemente la meditación.
Un ser espiritual, tiene la mejor herramienta, que es transitar el camino y no conocer el camino.
En esta espiritualidad escéptica, con la soberbia espiritual, mucha gente decide conocer, adquirir mucho conocimiento. Ese conocimiento quizás te lleve al cono-ci-miento, o sea, todo mentira. No porque el con conocimiento esté mal, sino porque el camino se transita, no se conoce. Es lindo tener alguna idea de algo. Pero no nos emborrachemos con él, porque el camino se transita.
Y ese es un ser espiritual y cuando se transita se agradece. Ahí es donde uno pierde el miedo. Cuando uno agarra una ruta, cree que el camino es de una manera, pero se encuentra distintos tipos de situaciones nuevas.
Es tan simple como esto. Si alguno viaja, maneja o va en micro a algún lugar, imaginan como va a ser el viaje, acá en este momento. Una vez que ha hecho el viaje, ¿todo esto que vos te imaginaste pasó?, no. Llegué a ese lugar, pero todo en el medio me fue cambiando.
En esto pequeño que viviste, consta la vida. Ya tenés una idea de dónde querés llegar, pero en el medio, prepárate que va a ser todo distinto. Eso es lo lindo y ahí esta el verdadero aprender. Bienvenido a lo distinto. ¿Cómo aprendo?
Si tengo todo armado, no aprendí nada. Si tengo todo distinto; y eso se llama impermanencia, estoy bien ubicado.
Una persona que es espiritual, sabe que su primera decisión álmica fue no conocer piedra a piedra del camino. Por eso, el ser espiritual transita el camino agradeciendo.
Yo les pregunto, si ustedes supieran 100% de lo que van a vivir en su vida. ¿La vida merece ser vivida?
Hasta sería aburrido y doloroso también. ¿qué aprenderías si sabés de que se trata? Bueno por ahí va.
El dolor que puede generar la partida de seres queridos, o un accidente propio o ajeno, diez mil cosas. No, no quiero saber. Es lo que eligieron. En realidad están recordando una elección espiritual.
Lo único claro, es que la incertidumbre está en cada uno de nosotros, nadie puede tener certeza de lo que va a pasar mañana. Aquel que cree, más o menos por tendencias, podrá llegar a conclusiones. Pero muy en lo profundo, nadie sabe lo que va a pasar mañana. ¡Así en la vida!
En este momento humano, estamos aprendiendo a trabajar la gratitud, la felicidad (aunque pareciera lejana), el ayudar al prójimo (como pueda y de cualquier lugar), la gratuidad (porque si yo trabajo lo gratuito, también estoy agradeciendo y ese trabajo gratis hace que mi ser vibre en amor).
Cuando te agarra alguna de esas emociones negativas, no nos olvidemos que la meditación nos va a sacar de ese lugar. No tenés tiempo para meditar? Respirá, conectate con tu respiración.
Si no sabés meditar, o te olvidaste, porque todos de alguna manera aprendimos a meditar, lo más importante es tratar de conectarte con tu cuerpo, vos alma y sentir cada situación de tu cuerpo. Agradecer ese momento que tenés para conectarte.
¿Querés ser un ser espiritual que medita? Trabajá tu mente. Sabiendo que cuando meditás, viene la humildad. Cuando meditás, vos no meditas. Confusión, no. Porque el verdadero meditador no tiene yo. Yo no medito, el ego no va por ahí. Y si yo no medito, ¿quién medita?
Esto es darle una vuelta más al mundo espiritual.
Uno lo deja abierto para trabajarlo más profundamente en otra ocasión. Pero cuando yo medito, en realidad no medito, porque al ego lo dejo de un costado.
Mucha gente dice ser maestro espiritual y gran meditador. Pero, por que no trabajamos primero la soberbia espiritual? (ojo que nos agarra a todos, nos puede engañar) para después poder meditar.
El alma es la que medita y ahí es donde está el gran tema. Y las sensaciones de cada meditación son todas sagradas, respetables, hermosas.
El ego engaña, genera distracción, fábula y uno no tiene que sentirse mal por eso. Obviamente que quizás es un primer eslabón, muy necesario trabajarlo, liberarlo, para después ser alma.
Un ser espiritual ama y medita. Todos los días, aunque sea tres minutos, cinco, lo que se pueda. Porque es una necesidad hermosa de conectarse con mi verdadero origen.
Cuánto tiempo le dedican a la meditación? Cuánto tiempo le dedican a agradecer? Cuánto tiempo le dedican, por lo tanto, a ser felices? Cuánto tiempo? Ahí está la clave.
Cuando uno entiende todo eso, uno empieza a ser espiritual en un mundo escéptico. Porque este escepticismo te va a llevar a que seas cada vez más escéptico. Está diseñado adrede.
Nosotros somos seres espirituales, tenemos que traerlo acá. Ahora imagínense que todo esto empieza a vibrar en ese lugar.
Me ha ocurrido, cuando hablo de esto en otros lugares que me dicen: la verdad sos el único que pensás así, no conozco mucha gente. Yo les digo: no te confundas, no soy el único, solamente que estamos dispersos y ya nos vamos a encontrar muchos.
Cada uno de nosotros estamos aprendiendo diariamente la gran lección. Todos tenemos la gran lección. Cada uno, en cada lugar y en cada región. Todos tenemos una misión.
No yo ya estoy en esta etapa de la vida, creo que ya pasó mi momento. ¿En serio?
Voy a hablar de Jesús porque es el que más conocen. Puedo hablar de cualquier otro y no porque sea el más importante. Sino porque es uno más de los maestros que nos han dado sus enseñanzas. Uno puede ver que es tan importante Jesús que, desde la mística fue crucificado, como la persona que le alcanzó agua para beber cuando llevaba su cruz. Y quizás toda la vida de esa persona, vivió, aprendió y su misión era alcanzarle un vaso de agua a Jesús. Su misión fue completa. Si no le hubiera dado el agua, quizás se moría en el camino y no cumplía su misión.
Todos en cualquier etapa, momento, edad, somos importantes para la creación. Porque, volvemos en ese don de humildad, para Dios (amor que nos creó por amor), cada uno de los seres son importantes y eso es espiritualidad consciente.
Cuando miramos los dedos de nuestra mano, les pregunto a cuál dedo quieren más? La verdad a todos. Así funciona y son importantes todos.
Entonces, como un ser espiritual, como no voy a agradecer al hermano, inclusive confundido, por lo que debo aprender? Insisto, hay seres que te han hecho quizás muchísimo daño desde este plano. Pero, posiblemente fueron instrumentos de aprendizaje para tu evolución. Hay seres que han vivido cosas y que desde nuestro ser orgánico son impensables y hasta diría imperdonables. Pero desde el ser espiritual tenemos maestros conocidos. Jesús cuando lo crucificaron, ¿les tomó bronca?
En algunos trabajos o momentos, me dicen: ¡qué difícil! Si claro, por estamos en este plano.
¿Cómo hago? a veces me confundo, no sé como reaccionar ante eventos injustos de la vida.
Si sos cristiano por ejemplo, ante un evento que vos sufrieras y no sabés accionar, yo te preguntaría: ¿qué haría Jesús si viviera esto?
Y vos que sos budista, ¿Qué haría Buda si le estuviera pasando esto?
A veces te confundís, porque tu ego no te deja ver, mirá a aquellos que vos considerás un ser que sí ha manejado ese mundo espiritual desde otro lugar y fijate que es lo que hubiera hecho y ahí vas a ver qué hacer.
Vas a dejar tu ego en un costado y vas a dejar que, posiblemente el ejemplo de ese ser, te toque. Porque no es casualidad que en este plano, hemos tenido pro hombres y digo pro hombres, porque son seres que han venido de una evolución distinta para darte una enseñanza. Y si vos sos un ser espiritual, que has acoplado a todos ellos, te diría: ¿qué harían todos ellos en esta situación? y hasta encontraríamos una respuesta similar de acción.
En esta etapa, este momento especial para la humanidad, especialmente para lo que nos toca trabajar con mucha humildad, en esta región situaciones complejas. Conéctense fuertemente con la espiritualidad, pacten con este ser orgánico. Eso significa que mi sistema inmunitario pacta con mí alma y dice, confío en vos vamos para adelante.
Respeto, me cuido, cuido a los demás, eso es pactar. Cuidémonos, respetémonos, no tengamos soberbia y no tengamos miedo.
Cuídense, porque realmente nos pasó tristemente haber ocupado el primer país del mundo en tener más muertos por millón. Ahora estamos cabeza a cabeza con otros países. Pero llegamos un día a tener el primer puesto. Eso quiere decir que la cosa está complicada. Ante eso, cada uno con mucho respeto, tome los recaudos.
Pacten con su ser espiritual, en este mundo material. Confíen en ustedes. Confíen en su aparato inmunitario. Denle gracias cada mañana a su aparato inmunitario. Reconózcanlo.
Nunca nos olvidemos que nosotros tenemos una microbiota, todo el sistema de bacterias dentro de nuestro organismo, que en el peor de los casos tenemos la misma cantidad de bacterias que células humanas, de ahí sale el 80% del aparato inmunológico.
Cuidarse es pactar con toda esa microbiota, que es conectarnos bien.
La profilapsis es meditación, meditación, meditación. Alimentación equilibrada y correcta y actividad física.
Alimentación correcta no es me como tres kilos de chocolate. En la tendencia filosófica que uno tenga, vegano, vegetariano, carnívoro, etc.
Eso es ayudar a cuidarse. Obviamente que más allá de eso, la voluntad del de arriba, también decide tu aprendizaje. Hay muchas personas que se contagiaron y no saben de dónde. Y hay otras personas que no se contagiaron, estando expuestas.
El aprendizaje fuerte es lo inesperado. Y no quiere decir, que las personas que están en todo esto que se contagiaron sean seres involutivos espiritualmente. No va por ahí tampoco, porque nadie sabe cuál es el aprendizaje de cada ser. Y ahí está el respeto. Uno podría decir: él se contagió porque no se cuidó mentalmente. No lo sé y es lo menos importante. Yo, lo que puedo ver es lo que puedo hacer. Más allá de ver lo que están haciendo otros.
Y este es el gran ejemplo y ayudar al prójimo. Ayudar, ayudar, ayudar, agradecer, agradecer, agradecer a Dios, agradecer al prójimo, agradecer cada momento.
Taller: "Integridad Espiritual. Como ser espiritual en un mundo escéptico"
Sábado 22 de Mayo 2021
A cargo del Profesor Claudio M.
Eso sería tener un criterio de trabajo espiritual profundo. Cuando realmente uno comienza a tener una percepción distinta de la vida y ahí es donde el cuerpo físico llega a una integridad emocional.
El escepticismo del mundo te lleva a cambiar valores, como los valores materiales. El mundo espiritual es un mundo y un trabajo de alta humildad. Pero ocurre que muchos seres que dicen estar en un mundo espiritual, el programa material los lleva a apartarse de ese mundo. Porque puede aparecer el ego espiritual, que te lleva al materialismo.
A muchos les gusta inundarse de alto conocimiento, para demostrar que su conocimiento espiritual es mucho más elevado que el del otro. O meditan todos los días y lo dicen, y se creen campeones de la meditación. Eso también es ego espiritual.
O hacer obras y promulgarlas, o sentirse bien porque ayudé al prójimo, o creerse muy en profundidad que uno tiene el control de las cosas, sabiendo que las cosas se manejan desde otro lugar.
A veces ocurre que cuando uno trabaja el mundo espiritual, el mundo material se acomoda; y no al revés. Cuando uno se confunde, ahí es donde se pega el gran palo.
Por eso estamos en un mundo fuertemente escéptico, en donde a veces el trabajo espiritual es como luminarias. ¡Un ratito y listo!
Mucha gente quiere hacer un trabajo espiritual para ser maestro o profesor y la verdad, aquel que hace un trabajo espiritual profundo, lo que no quiere es ser maestro. Quien tiene un trabajo espiritual profundo, reconoce que siempre es aprendiz.
Todo al revés. ¿no? Mucha gente quiere llegar a un lugar, donde desde arriba tiene mejor visión, mejor elección, todo mejor. Y ese ser no hace un trabajo espiritual, utiliza la espiritualidad quizás, para hacer un buen negocio o para sentir la sensación del ego elevado.
Entonces, ahí está el tema del verdadero trabajo espiritual y del escepticismo del trabajo espiritual. Si uno tuviera que profundizar sobre ese mundo espiritual, uno logra esa postura armónica de alguien.
En la integridad emocional existirían tres emociones íntegras del ser espiritual y que funcionan las tres a la vez:
· La felicidad
· La gratitud
· El amor
De ahí salen todas las demás, por eso estoy hablando de la integridad que me lleva como ser espiritual, a sentir sensaciones distintas.
Con esas tres situaciones o sensaciones emocionales uno sería un ser íntegro espiritual. Cuando uno vibra, se siente todo junto, uno no lo puede desmenuzar. Ese sería el verdadero trabajo espiritual.
La FELICIDAD es esa emoción que nos va a permitir hasta una valoración, una sensación de todo el conjunto de nuestra vida. Si uno mirara la felicidad es hasta una emoción cardinal de la ética. Porque te pone en perspectiva tu vida.
Vamos a ser realistas, la felicidad es lo que busca todo el mundo, todo lo que uno hace, a veces desde una situación de confusión desde el materialismo. Porque uno busca felicidad (quiero esto, quiero el otro, para ser feliz) y ahí está la gran confusión, porque es efímero.
Lo de esta tierra, es de esta tierra y queda en esta tierra. Es tan efímero que dura solamente 100 años, si tuvieras mucha suerte, y cuando lo dejás ¿dónde está? Si vas al revés, vas desde otro lugar.
La realidad que la felicidad parecería que la vamos buscando por adquisición de cosas, y ahí viene la gran confusión y el escepticismo de este mundo. Y la realidad profunda, es que la felicidad es responsabilidad tuya. Y ahí comenzamos con trabajar la felicidad desde ese lado espiritual. Y obviamente que, tenemos que tener un equilibrio emocional.
La GRATITUD es esa emoción basal en un trabajo espiritual, desde donde entramos siempre a un estado de humildad. Fíjense, primero está la felicidad y la gratitud acompaña. Porque cuando uno agradece por ser feliz, la felicidad se retroalimenta.
Uno es feliz y agradece. Uno no es feliz y agradece. Porque sabe que va a venir la felicidad. La realidad que la gratitud, sería como una emoción espiritual por excelencia. Porque te ayuda y te trae a un presente inmediato. Y si uno lo trabaja bien, proyectándose hacia el futuro.
¿Agradecés cuando te levantás porque podés ver, porque podés escuchar, podés sentir, tu organismo anda hermoso, tenés salud? ¡Cuántas cosas no agradecemos! Ese sería un mundo espiritual de humildad.
La gratitud, cuando uno trabaja la espiritualidad profunda, es aquella emoción que te trae al presente.
¿Vos querés venir al presente? Hay que trabajar el vivir el presente. Cada uno tiene su técnica extraña para vivir el presente, pero es más fácil. Para vivir el presente, trabajemos la gratitud que te trae rápidamente al presente y te trae en humildad.
Uno de los mayores obstáculos que nosotros tenemos en la espiritualidad, que tiene que ver con este mundo materialista, es la soberbia, que te lleva a creer que la felicidad es solamente tu mérito. A ¿pero no me la forjé yo?
Es un juego, es un equipo. Porque ahí es donde está el juego de la felicidad y la gratitud. Porque cuando vos agradecés te va a hacer precario y afortunado (es bueno sentirse así).
Hay una realidad y ahí es donde debe estar la humildad. La riqueza de lo que sea, yo hablo de la espiritual, en las situaciones cómodas en el mundo material, siempre hay un trabajo en equipo de dos voluntades, una es la nuestra y la otra son factores externos que no podés manejar. Nunca pudiste manejar esos factores. Y ahí es donde te ponés en una situación espiritual y decís: ¡ahh, todo es fortuito!
Eso que a veces uno llama azar, no es tanto de azar. Pero hay cosas que se manejan desde otro lado, que yo no puedo comprender. Sí voy a poner la voluntad, eso es mi trabajo y mi parte. Pero hay otras partes que no las manejo. Y ahí volvemos: felicidad y humildad.
El agradecer al Cosmos, a Dios, a tu Dios, a quién sea, te pone en ese estado de humildad. Hay cosas que no las vas a manejar, hay cosas que son “azarísticas”.
El que controla, termina siendo controlado por el mismo control. A veces uno, cuando trabaja ese mundo espiritual, tiene que observar con mucha humildad y con mucha gratitud cada instante. Y la observación es permanente, insisto, todos los días cuando abrimos nuestros ojitos y agradecemos por poder abrirlos (miren que simple), empezamos a aprender algo.
Y mucha gente se olvida de agradecer. Antes, en ciertas tradiciones religiosas, te enseñaban a orar al despertar o al dormir. Estamos hablando de muchos años atrás, y muy en lo profundo, es el agradecimiento. Y no es la metodología de oración, es la metodología de cada uno de nosotros que sentimos.
Y ¿a quién agradezco?
Al nombre que vos quieras ponerle. Eso es humildad y es esa parte del trabajo espiritual profundo.
Desde la neurociencia cuando tratan de ver el cerebro humano; observan que las personas que trabajan la gratitud, literalmente transforman el cerebro. Las personas que realmente vibran en gratitud o trabajan la gratitud, comienzan desde la transformación neuronal, a tener un estado positivo y feliz. De alguna manera, la gratitud te genera una transformación orgánica.
Cicerón decía:
“La gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás.”
Uno tendría que trabajar hasta la ciencia de la gratitud. Hace mucho tiempo atrás en una de las charlas hablábamos de la psicología positiva. La neurociencia descubrió que cuando una persona trabaja la gratitud, se observa una disminución en la presión arterial y un mejoramiento del sistema inmunológico.
Desde lo que es emocional, mayor optimismo, mayor resiliencia. También ocurren emociones más positivas y obviamente mejoran las relaciones interpersonales. En una persona que sabe agradecer, la dopamina se incrementa y, en el horario correcto, uno se va a dormir de la mejor manera.
La verdad que la soledad, no sería un limitante. Porque no te sentís, ni solo, ni aislado y cuando uno agradece y lo siente, incrementa esa capacidad compasiva y generosa hacia el otro.
Es muy importante tener exceso de gratitud, porque trabajar la gratitud es un don espiritual, que hace justamente trabajar la espiritualidad.
Nuestro componente psíquico, tiene una característica humana muy interesante: el sesgo de negatividad, que es natural en el ser humano. Tiende a pensar mal. De hecho, un pensamiento negativo o una emoción de tristeza es, si lo tenemos que comparar en capacidad de recuerdo o en potencia de sensaciones, cuatro veces más alta que una sensación de felicidad.
Una sensación de felicidad desaparece rápidamente, una de tristeza permanece. Por el sesgo de negatividad programática en este mundo materialista. En donde no tengo integridad emocional y tengo un mundo que me lleva a una no espiritualidad. O a una espiritualidad mentirosa, que es no espiritualidad.
La buena noticia es que la gratitud es una habilidad que se puede entrenar y no es difícil. Y ayuda a vencer ese sesgo de negatividad natural en el ser humano. Y ahí vas a tener una espiral ascendente de felicidad.
¿Cómo se puede trabajar la gratitud?
Estamos en un momento para trabajar la gratitud, hoy por hoy, en todo lo que estamos vivenciando. Todos los de acá, tenemos salud y estamos vivenciando una etapa especial para aprender. ¡Agradezcamos a nuestro sistema inmunitario!
En otros países en donde se aplicaron situaciones especiales en el plan de vacunación, están sobrando vacunas y la gente puede optar en vacunarse o no vacunarse.
Uno tiene conexión con personas que están afuera y me preguntan: ¿me vacuno o no me vacuno? Y uno humildemente intenta dar lo que siente. Uno diría, si tenés la oportunidad de vacunarte, ¿te vacunarías? Sí o no. Ni idea, dejo fluir y en el mientras tanto, ¿cómo lo manejás? El tema es ¿cómo te llevás vos con tu organismo?
Me llevo muy bien, es todo el respeto que podés darle. El respeto a la alimentación, a la actividad física y a la meditación.
Si vos te llevás bien y sentís que te acompaña y no tenés dudas y estás bárbaro. Hace lo que sientas. Si pactaste bien con este ser interno y este organismo. Fijate y caminá. Todo sirve, pero es lo que vos sientas. Ahí es donde un ser espiritual toma otro tipo de decisiones.
Yo les muestro las enseñanzas de los grandes maestros, Jesús, Krishna, se imaginan a Jesús diciendo, ¿de qué partido político sos? De Roma. Ah, ni te ayudo. Caminamos por el otro lado. No es así.
Pensás distinto? bárbaro! En el mundo espiritual pensamos igual, porque no pensamos, sentimos, ese es el punto. El espíritu no tiene partido político, tiene espíritu.
Y la gratitud es un acto común en nosotros. Porque un ser espiritual agradece.
El ser espiritual vive el día a día, cada vez que me levanto digo: ¿qué tengo que aprender hoy? Algo voy a aprender y cambia todo vertiginoso y ahí es donde está la gratitud.
Cuando terminó ese día dice: ¿cómo terminé el día? Bien, mis querencias bien, mis cosas de la vida bien. ¡Gracias!
Porque insisto, está en nuestra fortaleza, en nuestra propia voluntad. Pero hay otras cosas que están fuera de mi voluntad. Me voy a la trivialidad: uno sale, cruza la calle y tuvo un accidente. Hice todo bien y el auto perdió el control y me atropelló… Bueno así es la vida en todos los sentidos. Fue un accidente. La palabra accidente es esto azarístico, fortuito de aprendizaje.
Reitero, las tres bases emocionales o espirituales de sensaciones en que se genera integridad espiritual eran:
· Felicidad
· Gratitud
· Amor
El AMOR trasciende toda frontera, es un estado del ser. Es una vibración que todo lo puede. Cuando uno vibra en amor, ese impulso construye la vida.
La realidad que, si uno escarba profundamente, cuando uno ama, obviamente va a involucrar la felicidad y la gratitud. Lo desarmamos para trabajarlo, pero esta todo integrado.
El amor es lo que te va a llevar a considerar las posibilidades de trascendencia. Si uno viera el amor como un estado del ser distinto, como algo muy fuerte y va más allá de las relaciones interpersonales, que son una parte del amor.
Si uno tuviera que verlo desde lo más profundo, el amor encarna en este ser.
La realidad que ahí hablamos de gratitud y felicidad. Porque cuando uno siente desde ese mundo espiritual el amor hacia todas las cosas, cuando encarna en este plano, vibra en gratitud y felicidad.
Vamos a ver las relaciones interpersonales, cuando uno se enamora. Enamoramiento no es amor, es un estado similar. Pero ustedes van a ver que aquellos que se enamoran (voy a las relaciones interpersonales porque es lo que más cerca puede tener el ser humano, no es porque así lo sea), sienten gratitud y felicidad hacia el otro ser. Después pasa el tiempo y eso se va. Pero esa sensación de emitir felicidad y ahí aparecen las ganas de hacer regalos, etc. Es parte de eso.
Ahora corro las situaciones interpersonales, uno lo vivencia en otras situaciones también. Cuando uno ama a una mascota, también siente lo mismo.
El amor todo lo puede, porque justamente, aparecen la gratitud y la felicidad. Y el amor todo lo puede porque es una frecuencia, es una vibración y todo lo puede y lo perdona y lo disculpa y todo lo comprende. Porque, en definitiva, cada ser espiritual, cada alma que tenemos, el diseño primogénito del alma, es desde el amor.
Llamale Dios, Universo, Cosmos, el nombre que quieras. La creación del alma es desde el amor. Y esto es un concepto que se han encargado, en este escepticismo espiritual, en borrarlo.
Uno comprende que tu diseño fue desde amor, y no es el cuerpo físico, porque es lo que continúa. Tu alma es sagrada, todas las almas son sagradas.
Pero el alma que se confunde? el malvado? el asesino? Hay que tener amor para comprender que también se confunde. Porque el alma está confundida con esa mente que le tocó vivenciar. A veces cuesta y más, si uno ha vivenciado cosas no correctas. Pero desde la objetividad, es lo que está ocurriendo.
Cuando uno trabaja la espiritualidad en serio, te da una responsabilidad con la vida misma. Es ahí que un ser espiritual, trabaja fuertemente la comprensión.
Cuanto más amor sentís, menos miedo tenés. Porque sabés que las cosas que ocurren van más allá de vos y son para aprender. Y cuando uno ama, el miedo desaparece, y eso está bien así. Voy a hacer lo que yo tenga que hacer. Y si dos nos ponemos de acuerdo, vemos. Dos es el ser que está encarnado en este momento con Dios.
¿Qué relación uno tiene con Dios? ¿Cómo se llevan con Dios? Y dejé de llamarle cosmos porque le quiero poner nombre y apellido. ¿Tienen relación con él?
Quizás se den cuenta que no tanta y ahí está el primer problema. Porque después nos vamos a dar cuenta que la gratitud tampoco está en mí. Y ahí aparece el otro problema.
¿Cómo es mi relación con Dios?
Como ser espiritual, trabajo espiritual, mundo espiritual. Entonces hay gente que no tiene relación y lo más interesante es que él es el verdadero padre. Entendiendo desde esta dimensión, la palabra padre, que nos dio la vida. Porque la vida es álmica, no es física. Y cómo es la relación con tu Papá, Mamá? Cómo es tu relación con él?
Cada uno acá que es Papá o Mamá, piense: ¿Qué pasaría si un hijo no tiene conexión contigo, qué sentirías? Igual es una sensación humana y trasciende también esto, pero para que se comprenda.
Cuando al gran maestro de los cristianos, Jesús, le preguntaron sobre los mandamientos, ¿hay que respetarlos maestro?
Él no quería ser maestro, maldijo mucho el ser maestro. Él dijo:
No, estos 10 mandamientos córranlos a un costado, no hacen falta. Solamente dos mandamientos deben seguir:
· Amar a Dios por sobre todas las cosas
· Amar al prójimo como a ti mismo
Amar. Si yo vibro en amor, ya estoy con Dios.
Entonces, ahí es donde el ser espiritual no entra en los programas de este plano y tampoco le agarra el ego espiritual. Porque mucha gente que hace el trabajo espiritual, tiene el gran engaño, que el mismo mundo espiritual te puede llevar a tener un ego espiritual.
Y ahí es donde uno tiene que estar alerta. Por eso: uno siempre es aprendiz y aquel que se creyó maestro, tiene un pequeño problema. No hay nadie que pueda señalarte que tuviste un ego espiritual.
La soberbia espiritual es este escepticismo de espiritualidad. Mucha gente que tiene ese don de la soberbia, dice ser autodidactas. Es lindo que nadie te diga que estás haciendo las cosas mal. A veces uno se enoja cuando un aprendiz, puede estar señalándote cositas y decir: por acá no va. Entonces me enojo y tengo ego espiritual. Ahí es donde me hago autodidacta.
Y, cuando dejemos la soberbia espiritual ¿qué hacemos?
Vamos a trabajar en serio y vemos que todos tenemos que seguir aprendiendo cada día. Y ahí sí estamos en un mundo espiritual de agradecer y agradecer.
Uno no se tiene que avergonzar por los errores, porque es parte del crecimiento. ¿por qué tendrías que tener vergüenza? Estás aprendiendo!
Uno puede trabajar el don de la espiritualidad, aquí en este plano. Cómo puedo reconectar? Estoy en un mundo espiritual, pero la verdad algunas cositas las fui dejando, me fui olvidando.
Dios siempre está. Eso tenés una hermosa ventaja siempre. Él y otras cosas también. A veces, hay un mundo de energías hermosas que están al lado nuestro. Pero él siempre está.
Cuando uno está aquí y quiere trabajar algo que podemos, es la gratitud. Porque ahí comenzamos a trabajar ese mundo espiritual en serio, día a día.
¿Cómo practicar el agradecer?
Les doy algunas ideas, cada uno lo hace como puede.
Te levantás y ya agradecés. Rápido, es un segundo. Agradecés porque te levantaste, respirá profundo, sentí que estás haciendo ese agradecimiento desde la conciencia plena y sentí. Agradezco todo, rápido o algo puntual de ese día.
Después cuando te vas a dormir también agradecé. Elegí tres cosas y agradecé.
Si querés profundizar el trabajo del agradecimiento, agradecé a una persona especialmente por haberte ayudado, por haberte influido positivamente. Aunque te hayan hecho el mal, porque te influyeron positivamente.
Porque el mal es error. Cuando reencarna en este plano viene a trabjar el error. Fíjense que profundo, el error te puede llevar al mal. Mis vivencias tienen que ver con el aprendizaje que me toca experimentar en esta etapa y en este momento. Eso se llama karma. Cuando uno viene a trabajar el karma, en definitiva, lo que viene a trabajar es lo que no aprendió en las reencarnaciones anteriores.
¿Qué es lo que no aprendiste? Algo en que te equivocaste, un error. Cuando venís acá, venís a trabajar el error. En definitiva, nuestra lucha increíble en este plano, es trabajar el error.
Hay un libro en internet, para leer con cuidado, que se ve en kabalah. Son tres libros: es “el libro de Maat”. Léanlo con tranquilidad, no se obnubilen. Tiene que ver con la espiritualidad. Muchos libros son importantes, éste es uno de ellos.
Debemos trabajar la gratitud, para ser un ser espiritual. La gratitud me va a ayudar a tener espiritualidad consciente.
Elogiar a personas ayuda en una acción de humildad, si lo sentís. Estamos hablando del mundo espiritual, donde la mentira no está en este camino.
Si queremos afinar un poquitito más, cuando uno ve un hermoso paisaje, un hermoso árbol, agradecer ese momento que te toca, estar delante de ese árbol, esa plaza o en ese lugar, para vivir cosas lindas.
¿Existen los guías espirituales y maestros?
Es interesante el tema. Sí y No. Porque algunos terminan siendo guías espirituales o maestros. Los de en serio, no los paparruchos. Y ¿cómo te das cuenta?
Porque no quieren ser maestros. Porque justamente, aparecieron ahí y quieren ser aprendices. Al maestro que le toca ser maestro, extraña ser aprendiz, porque siempre está aprendiendo de su gran maestro. Por eso, los verdaderos maestros están en silencio haciendo su trabajo. Los ponen como maestros y terminan no queriendo serlo.
¿Existen los guías no terrenales?
Mucho cuidado con la soberbia espiritual. Sí, claro que existen. Pero son contados con los dedos las personas que se conectan. Y el que se conecta no te va a decir absolutamente nada. Y aun más, a veces hay que ser cuidadosos que uno no crea que se está conectando y quizás sea una situación psicológica.
Hay maestros que desencarnaron, que siguen siendo maestros y aprendices.
Estamos trabajando el agradecimiento, que no es poca cosa, para elevar nuestro mundo espiritual.
También trabajemos el ayudar al prójimo. Porque no solo debo agradecer. Tiene que ser un ida y vuelta. Quizás descubra la gratitud en esa ayuda. Cuando algo te agradece a vos, es una bendición y siempre es un ida y vuelta. Uno tiene que agradecer, por permitirte haberlo ayudado. Te agradezco a vos, porque me dejaste que te ayudara.
La realidad, que también uno mismo debe verse ante el espejo y ser agradecido por esa instancia.
El mundo espiritual es un mundo de integridad plena. Dios sigue estando en el mismo lugar que lo dejamos, pero a veces nos olvidamos de comunicarnos con él.
Albert Einstein decía que solo había dos formas de vivir la vida, una es pensando que nada es un milagro (y este mundo material me va llevando). La otra es pensar que todo lo es.
Obviamente, que el ser espiritual siente que todo es un milagro. Nosotros en este momento, estamos todos conectados y teniendo vivencias materiales. Porque cada uno está programando su día, por un motivo y otro, de una manera y otra. Hay planificaciones materiales que te hacen olvidar que estás dentro de un mundo espiritual, y que sos un ser espiritual.
En este mundo escéptico en donde tenés situaciones materiales, tu espiritualidad se diluye.
Un ser espiritual es agradecido. Como entraría el agradecimiento cuando yo me enojo? Porque no piensan como que yo pienso? Qué es lo que ocurre? Hay personas idealistas y eso hay que ser cuidadoso. Porque una cosa es ser ideal con gratitud y otra cosa es el ideal sin gratitud.
A veces observo que mucha gente se enoja con otros, por tener ideales distintos. Se pelean y toman partido. Ahí es donde entra el tema de la gratitud. No puede ser que todo el mundo haga todo mal. Algo bueno, una vez, pudo haber ocurrido.
Si no lo podés ver, estás con tu soberbia espiritual alta, porque creés que vos tenés la verdad. Insisto, no existen personas que hayan hecho todo mal. Sino dónde estaría tu espiritualidad?
Podés estar enojado, ofuscado, reconocelo. Me agarró el ego, me secuestró y me enojé. Busquemos la unión primero, la unión de mi ser. Mí ser, soy alma, con este cuerpo físico. Esa es la primera unión. Y después, mi ser – el cuerpo físico – con el otro ser.
Para poder tener claridad en este plano, que no es poca cosa, debemos ser conscientes. Como ser espiritual, este organismo en el cual debo trabajar la gratitud inmaterial, la felicidad inmaterial. Estamos hablando de cosas que no se tocan, el amor inmaterial, debemos tener claro cuáles son nuestras emociones básicas, que hacen que pierda integridad emocional.
Cuales son las emociones básicas, que me hacen perder integridad y me enganchan con este mundo material?
Son cuatro emociones básicas. Han evolucionado, acorde a nuestro plano mental, a emociones más complejas, pero hay cuatro básicas:
· Enfado o enojo
· Miedo
· Tristeza
· Alegría
Es importante comprender cómo son nuestras emociones, como ser espiritual y saber que, nuestro estuche, nuestro cuerpo, tiene esto.
Las emociones más duraderas son la tristeza, el miedo y el enfado. La menos duradera es la alegría. A tal punto, que estas 3 que tienen ese tilde no positivo, duran cuatro veces más que la emoción de la alegría. O sea, el ser humano tiene una tendencia sobre las emociones negativas. Duran más y son más. De las cuatro, tres de ellas son negativas.
Ante eso, el ser espiritual, el alma que ingresa a ese cuerpo, tiene que reconstruir la integridad emocional y obviamente, utilizando fuertemente el agradecimiento y la felicidad.
¿Cómo puedo trabajar esto para conseguir la integridad?
La espiritualidad es un trabajo continuo, diario. Para aplacar esas emociones negativas, mi alma tiene que controlar el cuerpo físico y mis pensamientos y ¿cómo puedo hacer eso?
Primero no dejar mucho tiempo mi pensamiento en lo que me preocupa. Y para ello, debo buscar la manera de quitar el pensamiento de ahí. Uno cree que negando el pensamiento lo logra, pero no es así. Traten de buscar otras situaciones.
Después ¿qué hacer?
Relajate y respirá hondo. Porque ese el componente fisiológico te va a ayudar mucho, te va a aquietar. Ya lo hemos visto en técnicas de meditación, de respiración y exhalación.
Después hay que liberar las tensiones. El error más común es querer romper, hacer catarsis, gritar, llorar. No va por ahí, no se liberan las tensiones de esa manera. Libero la tensión desde una visión correcta de mí y desde el distraer con una acción, la atención y una acción es un asunto concreto de este plano, pero que me lleve a esa situación de sacar ese pensamiento.
La clave no es, me presiono a tener pensamiento positivo. Ayuda, pero tengo que colaborar con el pensamiento de la gratitud.
Un ser espiritual va a recorrer lo que debemos trabajar. Pero también va a recorrer las virtudes de uno, con humildad y agradeciendo.
El ejercicio físico ayuda y mucho para desfocalizar el pensamiento negativo, eso sería una acción concreta.
Pensar en un futuro inmediato, que puede ser mejor que el de ahora. En este plano material, que te confunde la espiritualidad, date permiso para preocuparte más tarde. Y la verdad, no te preocupes. Dejalo a quién sabe cómo solucionar las cosas. Vos y él que está en algún lado.
Siempre puede haber algo peor. Siempre hay algo peor. Pero todo es relativo. Que estoy bien ahora o estoy bien antes o estoy bien después.
Recuerden el año pasado a esta altura, parecía el fin del mundo. Y hoy me doy cuenta que el año pasado estaba en Disneylandia.
Cómo pienso? Cómo quiero pensar? Un ser espiritual lo único que ve es aprendizaje y agradecimiento. Muchos de los que están acá, siguen estando acá para seguir aprendiendo y eso hay que agradecer. Cuando uno agradece, todo pasa más rápido. Porque cada día tiene algo hermoso.
Lo que no debemos hacer es reprimir la emoción. Porque cuando vuelve, vuelve más fuerte y te saca de cualquier camino.
Utilizando el poder de la integridad emocional, que es la gratitud que va a generar la felicidad, te va a conectar con el amor. Vas a ver que, esa situación emocional entra en un verdadero equilibrio. Porque cuando ves que estás en un mundo de aprendizaje, es aprendizaje. El pensamiento negativo aparece, porque de las cuatro emociones básicas, tres son las que nos llevan a los peores lugares. Solo la alegría tenemos como fortaleza y tiene una fuerza, cuatro veces menor.
El mundo espiritual que acopla esa energía de más y eso se cae.
Entones no hay que reprimir, hay que mirarlo: esto no me gusta, pensamiento negativo. Estoy aprendiendo a sentir un montón de cosas, agradezco esto que estoy sintiendo. Porque mi ser algo está aprendiendo de esto. Y una vez que agradeciste, ahí liberás. Porque el enojo se cae, el miedo va desapareciendo con la tristeza que genera todo esto, y la felicidad y la gratitud, toman el control con la alegría.
Ahí está el místico mensaje. Cuando apóstoles y creyentes cristianos iban a enfrentarse a los leones en el famoso circo romano; eran atacados y destruidos. Lo que al emperador lo enojaba, era ver que estaban alegres y morían con una sonrisa. ¿qué paso?
Desde la visión hinduista dirían que estaban en nirvana. Porque bajaron con mucha fortaleza, la gratitud, la felicidad y activaron otras cosas. Donde había plena sensación espiritual que esa no era la vida y que este no es el plano de vida; y era un momento de aprender. Y era el último aprendizaje en este plano. Obviamente, muchos de esos seres, nuevamente reencarnaron vaya a saber cuántas veces. Por ahí va el esquema.
Pasa en este plano de seudo espiritualismo que tenemos que continuamente recordar que somos seres espirituales. Porque nuestra mente nos engaña.
Es ahí que dedicarse a un mundo espiritual, es darle tiempo a ese mundo. Y volvemos con la palabra gratitud y el espacio que tenés que abrir en ese mundo espiritual. Tenés que darle garantía de continuidad a ese mundo espiritual. Recordar que sos un ser espiritual, que vino a este plano a aprender.
A veces hay distintas técnicas para recordarte que sos un ser espiritual, las religiones y muchas de ellas, utilizaron la oración, la conexión con Dios, armar un altar. Cada uno utilizó una técnica. Yo para meditar utilizo tal o cual cosa. A veces, es necesario para traerte a esa conexión, utilizar algún ritual. ¿Son válidos los rituales?
Cuando uno va elaborando, los rituales los vas largando. Pero al principio no es mala, porque te ordena y te organiza.
Hacé lo que sientas, pero que tengas cotidianeidad con eso que sentís en ese mundo y vas a vibrar en ese mundo y no es poca cosa.
La realidad que cuando uno abre ese espacio, deben permitirse la manera de darse ese pequeño tiempo de conectarse con la naturaleza. ¿De qué manera? Si estamos ahora encerrados, cómo me conecto con la naturaleza?
Tenés un pedacito de ventana para ver el cielo, eso es naturaleza. Si podés ver árboles, si tenés un jardín, si tenés una maceta, si tenés una planta, eso es naturaleza. Asómbrate con la belleza de ese ser vegetal que te acompaña y es parte de este hogar.
Cuando uno es un ser espiritual, hasta los insectos te dan alegría. Ni hablemos de otros reinos.
La realidad que cuando empieza a manejar ese mundo real (mundo espiritual) y no el engaño (mundo material); uno empieza a sentir que fluye más la energía de la intuición. Pero un verdadero intuitivo es humilde. Y cuando uno empieza a intuir, empieza a dejar de lado esa mente racional, para entrar a una mente elevada.
Cuesta mucho conectarse con ese mundo espiritual, pero tenemos herramientas en el plano físico que te pueden ayudar en ese mundo.
Hay gente que lo inmaterial le cuesta, y justamente hablamos de cosas inmateriales.
Algo material que te va a llevar a lo inmaterial es el arte, cualquiera. Conectate con eso y vas a ver que sentís algo raro dentro tuyo, eso es conexión espiritual. Te cuesta, utilizá esa herramienta, vas a ver como vas a levantar tu frecuencia.
Ser espiritual no es ser religioso, quiero aclararlo. No decidir dedicarse al Budismo Tibetano. No, no va por ahí. Puede ser una herramienta, pero no necesariamente la herramienta. Reconocer que uno puede utilizar una herramienta, pero no es que tengo que ser super católico, super budista, super lo que sea.
Un ser espiritual trasciende todo eso, sabe que es un método, una herramienta, pero no es la única herramienta.
La actividad artística también te conecta, porque te permite crear, o te transporta. El ser espiritual juega mucho con todo eso y lo usa.
A veces ocurre, que uno necesita aferrarse a cosas materiales de acá ¿está mal o está bien?
Si querés algo material, adéntrate a alguna tradición, usá el materialismo. Hay tradiciones comunitarias, ambientes especiales que se hacen desde alguna religiosidad, alguna ceremonia, la que sea. Pero sabiendo que te lleva a ese momento de gente linda que quiere conectarse con eso sagrado.
Utiliza eso material para la conexión, no otra cosa material, que es el engaño. Porque en lo profundo, el orientarnos en un mundo de meditación, nos va a llevar siempre al origen.
¿Qué sería el origen?
Hablamos de la felicidad, hablamos de la gratitud, del amor, eso es integridad emocional.
Ahora estamos hablando de cosas inmateriales, no llegables, no tocables. Si yo me quiero conectar y profundizar el mundo inmaterial, la meditación me lleva a la conexión del mundo inmaterial.
Obviamente hay algo parecido, que es el manejo de los sueños. Cuando uno va a dormir, hay distintos niveles de sueños que uno puede acceder. Hay nueve niveles de sueños. De los cuales un ser espiritual, intenta trabajar por lo menos los dos primeros.
El primero es el nivel de los sueños que genera mi inconsciente, es lo que ustedes sueñan todos los días, a cada minuto, a cada segundo. Cada momento, cada emoción, y que tienen explicaciones psicológicas.
El segundo nivel de sueño, es más elaborado, en donde los soñadores lúcidos se conectan. Para ello, debo trabajar fuertemente la meditación.
Un ser espiritual, tiene la mejor herramienta, que es transitar el camino y no conocer el camino.
En esta espiritualidad escéptica, con la soberbia espiritual, mucha gente decide conocer, adquirir mucho conocimiento. Ese conocimiento quizás te lleve al cono-ci-miento, o sea, todo mentira. No porque el con conocimiento esté mal, sino porque el camino se transita, no se conoce. Es lindo tener alguna idea de algo. Pero no nos emborrachemos con él, porque el camino se transita.
Y ese es un ser espiritual y cuando se transita se agradece. Ahí es donde uno pierde el miedo. Cuando uno agarra una ruta, cree que el camino es de una manera, pero se encuentra distintos tipos de situaciones nuevas.
Es tan simple como esto. Si alguno viaja, maneja o va en micro a algún lugar, imaginan como va a ser el viaje, acá en este momento. Una vez que ha hecho el viaje, ¿todo esto que vos te imaginaste pasó?, no. Llegué a ese lugar, pero todo en el medio me fue cambiando.
En esto pequeño que viviste, consta la vida. Ya tenés una idea de dónde querés llegar, pero en el medio, prepárate que va a ser todo distinto. Eso es lo lindo y ahí esta el verdadero aprender. Bienvenido a lo distinto. ¿Cómo aprendo?
Si tengo todo armado, no aprendí nada. Si tengo todo distinto; y eso se llama impermanencia, estoy bien ubicado.
Una persona que es espiritual, sabe que su primera decisión álmica fue no conocer piedra a piedra del camino. Por eso, el ser espiritual transita el camino agradeciendo.
Yo les pregunto, si ustedes supieran 100% de lo que van a vivir en su vida. ¿La vida merece ser vivida?
Hasta sería aburrido y doloroso también. ¿qué aprenderías si sabés de que se trata? Bueno por ahí va.
El dolor que puede generar la partida de seres queridos, o un accidente propio o ajeno, diez mil cosas. No, no quiero saber. Es lo que eligieron. En realidad están recordando una elección espiritual.
Lo único claro, es que la incertidumbre está en cada uno de nosotros, nadie puede tener certeza de lo que va a pasar mañana. Aquel que cree, más o menos por tendencias, podrá llegar a conclusiones. Pero muy en lo profundo, nadie sabe lo que va a pasar mañana. ¡Así en la vida!
En este momento humano, estamos aprendiendo a trabajar la gratitud, la felicidad (aunque pareciera lejana), el ayudar al prójimo (como pueda y de cualquier lugar), la gratuidad (porque si yo trabajo lo gratuito, también estoy agradeciendo y ese trabajo gratis hace que mi ser vibre en amor).
Cuando te agarra alguna de esas emociones negativas, no nos olvidemos que la meditación nos va a sacar de ese lugar. No tenés tiempo para meditar? Respirá, conectate con tu respiración.
Si no sabés meditar, o te olvidaste, porque todos de alguna manera aprendimos a meditar, lo más importante es tratar de conectarte con tu cuerpo, vos alma y sentir cada situación de tu cuerpo. Agradecer ese momento que tenés para conectarte.
¿Querés ser un ser espiritual que medita? Trabajá tu mente. Sabiendo que cuando meditás, viene la humildad. Cuando meditás, vos no meditas. Confusión, no. Porque el verdadero meditador no tiene yo. Yo no medito, el ego no va por ahí. Y si yo no medito, ¿quién medita?
Esto es darle una vuelta más al mundo espiritual.
Uno lo deja abierto para trabajarlo más profundamente en otra ocasión. Pero cuando yo medito, en realidad no medito, porque al ego lo dejo de un costado.
Mucha gente dice ser maestro espiritual y gran meditador. Pero, por que no trabajamos primero la soberbia espiritual? (ojo que nos agarra a todos, nos puede engañar) para después poder meditar.
El alma es la que medita y ahí es donde está el gran tema. Y las sensaciones de cada meditación son todas sagradas, respetables, hermosas.
El ego engaña, genera distracción, fábula y uno no tiene que sentirse mal por eso. Obviamente que quizás es un primer eslabón, muy necesario trabajarlo, liberarlo, para después ser alma.
Un ser espiritual ama y medita. Todos los días, aunque sea tres minutos, cinco, lo que se pueda. Porque es una necesidad hermosa de conectarse con mi verdadero origen.
Cuánto tiempo le dedican a la meditación? Cuánto tiempo le dedican a agradecer? Cuánto tiempo le dedican, por lo tanto, a ser felices? Cuánto tiempo? Ahí está la clave.
Cuando uno entiende todo eso, uno empieza a ser espiritual en un mundo escéptico. Porque este escepticismo te va a llevar a que seas cada vez más escéptico. Está diseñado adrede.
Nosotros somos seres espirituales, tenemos que traerlo acá. Ahora imagínense que todo esto empieza a vibrar en ese lugar.
Me ha ocurrido, cuando hablo de esto en otros lugares que me dicen: la verdad sos el único que pensás así, no conozco mucha gente. Yo les digo: no te confundas, no soy el único, solamente que estamos dispersos y ya nos vamos a encontrar muchos.
Cada uno de nosotros estamos aprendiendo diariamente la gran lección. Todos tenemos la gran lección. Cada uno, en cada lugar y en cada región. Todos tenemos una misión.
No yo ya estoy en esta etapa de la vida, creo que ya pasó mi momento. ¿En serio?
Voy a hablar de Jesús porque es el que más conocen. Puedo hablar de cualquier otro y no porque sea el más importante. Sino porque es uno más de los maestros que nos han dado sus enseñanzas. Uno puede ver que es tan importante Jesús que, desde la mística fue crucificado, como la persona que le alcanzó agua para beber cuando llevaba su cruz. Y quizás toda la vida de esa persona, vivió, aprendió y su misión era alcanzarle un vaso de agua a Jesús. Su misión fue completa. Si no le hubiera dado el agua, quizás se moría en el camino y no cumplía su misión.
Todos en cualquier etapa, momento, edad, somos importantes para la creación. Porque, volvemos en ese don de humildad, para Dios (amor que nos creó por amor), cada uno de los seres son importantes y eso es espiritualidad consciente.
Cuando miramos los dedos de nuestra mano, les pregunto a cuál dedo quieren más? La verdad a todos. Así funciona y son importantes todos.
Entonces, como un ser espiritual, como no voy a agradecer al hermano, inclusive confundido, por lo que debo aprender? Insisto, hay seres que te han hecho quizás muchísimo daño desde este plano. Pero, posiblemente fueron instrumentos de aprendizaje para tu evolución. Hay seres que han vivido cosas y que desde nuestro ser orgánico son impensables y hasta diría imperdonables. Pero desde el ser espiritual tenemos maestros conocidos. Jesús cuando lo crucificaron, ¿les tomó bronca?
En algunos trabajos o momentos, me dicen: ¡qué difícil! Si claro, por estamos en este plano.
¿Cómo hago? a veces me confundo, no sé como reaccionar ante eventos injustos de la vida.
Si sos cristiano por ejemplo, ante un evento que vos sufrieras y no sabés accionar, yo te preguntaría: ¿qué haría Jesús si viviera esto?
Y vos que sos budista, ¿Qué haría Buda si le estuviera pasando esto?
A veces te confundís, porque tu ego no te deja ver, mirá a aquellos que vos considerás un ser que sí ha manejado ese mundo espiritual desde otro lugar y fijate que es lo que hubiera hecho y ahí vas a ver qué hacer.
Vas a dejar tu ego en un costado y vas a dejar que, posiblemente el ejemplo de ese ser, te toque. Porque no es casualidad que en este plano, hemos tenido pro hombres y digo pro hombres, porque son seres que han venido de una evolución distinta para darte una enseñanza. Y si vos sos un ser espiritual, que has acoplado a todos ellos, te diría: ¿qué harían todos ellos en esta situación? y hasta encontraríamos una respuesta similar de acción.
En esta etapa, este momento especial para la humanidad, especialmente para lo que nos toca trabajar con mucha humildad, en esta región situaciones complejas. Conéctense fuertemente con la espiritualidad, pacten con este ser orgánico. Eso significa que mi sistema inmunitario pacta con mí alma y dice, confío en vos vamos para adelante.
Respeto, me cuido, cuido a los demás, eso es pactar. Cuidémonos, respetémonos, no tengamos soberbia y no tengamos miedo.
Cuídense, porque realmente nos pasó tristemente haber ocupado el primer país del mundo en tener más muertos por millón. Ahora estamos cabeza a cabeza con otros países. Pero llegamos un día a tener el primer puesto. Eso quiere decir que la cosa está complicada. Ante eso, cada uno con mucho respeto, tome los recaudos.
Pacten con su ser espiritual, en este mundo material. Confíen en ustedes. Confíen en su aparato inmunitario. Denle gracias cada mañana a su aparato inmunitario. Reconózcanlo.
Nunca nos olvidemos que nosotros tenemos una microbiota, todo el sistema de bacterias dentro de nuestro organismo, que en el peor de los casos tenemos la misma cantidad de bacterias que células humanas, de ahí sale el 80% del aparato inmunológico.
Cuidarse es pactar con toda esa microbiota, que es conectarnos bien.
La profilapsis es meditación, meditación, meditación. Alimentación equilibrada y correcta y actividad física.
Alimentación correcta no es me como tres kilos de chocolate. En la tendencia filosófica que uno tenga, vegano, vegetariano, carnívoro, etc.
Eso es ayudar a cuidarse. Obviamente que más allá de eso, la voluntad del de arriba, también decide tu aprendizaje. Hay muchas personas que se contagiaron y no saben de dónde. Y hay otras personas que no se contagiaron, estando expuestas.
El aprendizaje fuerte es lo inesperado. Y no quiere decir, que las personas que están en todo esto que se contagiaron sean seres involutivos espiritualmente. No va por ahí tampoco, porque nadie sabe cuál es el aprendizaje de cada ser. Y ahí está el respeto. Uno podría decir: él se contagió porque no se cuidó mentalmente. No lo sé y es lo menos importante. Yo, lo que puedo ver es lo que puedo hacer. Más allá de ver lo que están haciendo otros.
Y este es el gran ejemplo y ayudar al prójimo. Ayudar, ayudar, ayudar, agradecer, agradecer, agradecer a Dios, agradecer al prójimo, agradecer cada momento.
Taller: "Integridad Espiritual. Como ser espiritual en un mundo escéptico"
Sábado 22 de Mayo 2021
A cargo del Profesor Claudio M.