¿Cuál es el verdadero mal, como bien indica el título de la charla de hoy, de la humanidad en la actualidad? Justamente la gran falta de espiritualidad, la pobreza espiritual, que hace difícil tomar contacto con lo trascendente. Y en todos los casos provoca angustia y un sabor de sinsentido de la vida. Tal es así, que la confusión de gran parte de la humanidad es invertir para un plano material, y se olvidan de invertir en nuestro mayor capital, que es lo espiritual.
Pero la inversión no tiene que ser económica, la inversión es de tiempo o de cambio de visión de la vida.
Si uno tuviera que ver a la humanidad de diversos ángulos, tiene etapas de riqueza espiritual y pobreza espiritual. No estaríamos en la mejor etapa ahora, claramente, con la espiritualidad. Ahora estamos en la etapa de mayor pobreza espiritual. Porque los grandes distractores que tenemos, que es todo el sistema material externo, nos lleva a una búsqueda desenfrenada sobre ese mundo material sin sentido; tener la mejor casa, el mejor auto, el mejor celular, el mejor…
Sin contar que también aparece el otro sostén del mundo material, que es: ¡tenés que rendir más! ¡No tenés tiempo!
Te aleja en lo profundo, de este hermoso mundo espiritual, ese mundo sagrado. Por eso, el sinsentido de esta humanidad te lleva a una distorsión de visión. Mucha gente tiene proyectos materiales y un mundo de una vida material; eso dura un tiempo. Si uno no tiene un sostén espiritual, hay una etapa de la vida que llega siempre, un sinsentido. Solamente hay que esperar a Kronos (el tiempo) para que ese momento llegue. Y te llega esa sensación de vacío espiritual.
Hoy todos nos encontramos y eso es cuestión de observar, en un mundo casi sin sentido y de poca sensación de lo que es ese mundo interno.
Hablar de un mundo espiritual no significa hablar de religiones. Se puede confundir el mundo espiritual con el mundo religioso. El mundo religioso a veces puede ser un instrumento de conexión espiritual, pero puede llegar a confundirse. De hecho, si uno profundiza, hay un solo mundo de espiritualidad y es interno.
Ahora hay cientos de religiones y cada una te lleva a esa conexión, que es única para cada ser. Esa sensación es común.
Primera gran diferencia, si uno quisiera observar religión vs espiritualidad: La religión en la mayoría de los casos, tiene rituales y formalidades. Ustedes pueden ser cristianos o judíos, tienen un ritual. Se hace tal cosa, se reza de tal manera, etc.
Y la espiritualidad para aquellos que quieren llegar a esa conexión con ese mundo profundo, es un dogma. Puedo elegir el dogma como instrumento y puedo ser consciente de ese dogma. Pero la espiritualidad es un dogma.
Ese mundo espiritual, ese trabajo de espiritualidad, es donde uno empieza a trabajar esa apertura de ojo, estar despierto.
Y estamos en un mundo de pobreza espiritual, porque todos estamos dormidos. Estamos viviendo el gran sueño del gran manejo de vaya a saber qué o quiénes. Estamos en una humanidad inserta en situaciones, hasta de información, que nos lleva a sentir de tal o cual manera. En Argentina, es corriente esa situación acorde a la información, acorde a lo que sentís y acorde a lo que vivís.
Si tengo riqueza espiritual justamente, no sería manipulado por el mundo material.
Por eso, la espiritualidad es comenzar a trabajar los oídos internos y desde ese inicio (como es adentro es afuera), puedo emitirlo hacia afuera y generar lentamente una capitalización espiritual.
Es ahí que, en la espiritualidad y el trabajo espiritual, uno pretende vivir el presente. En la pobreza espiritual nunca vivís en el presente. Vivís en el pasado por lo que ocurrió y vivís proyectando el futuro por lo que va a pasar y estás atrapado en una situación temporal, en donde uno deja de conectarse con lo más sagrado, que es su interno.
Dentro de mi mente, se trabajan un montón de niveles de conceptos. Si yo no practico el ser plenamente consciente, mi mente se dispara continuamente. Pasado, futuro, pasado, futuro; y está programada para que eso ocurra, y para que tenga pobreza espiritual.
Por ejemplo: si estoy tomando un café, lo estoy tomando, pero no estoy proyectándome hacia atrás, o hacia adelante.
Mientras que uno está haciendo algo, se va partiendo en dos sectores, eso es pobreza espiritual. Una persona que tiene riqueza espiritual, trata continuamente de experimentar el presente.
En esto de vivir una situación bi-temporal, pasado-futuro, pasado-futuro, me aleja de vivenciar el presente. Nos enseñaron sin querer a vivir en un mundo material. Nuestro inconsciente está preparado para eso, inclusive más, en muchos lugares que se sigue trabajando en la educación, ae trabaja sin ese toquecito espiritual. En esta sociedad siglo 21, en donde la ciencia y la técnica son importantísimas, el rubro de espiritualidad quedaría desdibujado.
Pero lo interesante que hoy la pandemia nos está demostrando, que aquellas personas que han tenido riqueza espiritual, han llevado la pandemia de una manera, mientras que aquellos que no han tenido riqueza espiritual han colapsado.
Hoy por hoy, el gran dilema a venir es el tema psicológico y psiquiátrico, me voy a distintos niveles, de la post pandemia. Por temas de salud, laborales o existenciales, en definitiva. Y el verdadero remedio de un tema existencial, viene de un trabajo espiritual. La psicología puede ayudar, el trabajo espiritual puede llegar a sanar.
El trabajo espiritual es el renacer desde el alma, es crearse y recrearse desde el alma. Este es el punto inicial como concepto, va contrario al punto más complejo que tiene la humanidad hoy: El consumismo.
Y lamentablemente el consumismo te lleva a un sinsentido de la vida. Muy en lo profundo, te va a impedir que puedas levantar vuelo, porque el consumismo te lleva a recreaciones momentáneas.
Es más fácil trabajar la espiritualidad, empezar a tener riqueza espiritual, cerca de un arroyo y de un bosque, que en las grandes ciudades, que te distraen, es un entorno, no inicialmente humano. Es cómodo, es lindo, pero en realidad, para la espiritualidad puede ser hasta un entorno hostil, porque te distrae. La naturaleza, el campo, el curso del agua que uno puede escuchar, el cielo, la vegetación, todas esas cosas que te da la naturaleza te conectan.
Obviamente que un ser espiritual se conecta en cualquier lado, pero si no tenés despierto ese momento espiritual o esa riqueza espiritual, necesitamos la naturaleza para conectarnos.
Debemos recordar que el consumismo es un sistema adictivo, uno puede consumir celulares, televisiones, o puede consumir drogas. Pero el sistema adictivo es el que te aleja del mundo espiritual. Porque necesitás algo de afuera, y cuando yo busco afuera, algo me está faltando adentro. Este es el punto de la pobreza y la riqueza espiritual.
Cuando uno pone mucho afuera y espera que las cosas se solucionen desde afuera, te falta riqueza espiritual en todos los sentidos. A veces, uno pone mucho para que me solucione el problema Yahvé, trabajá tu interno a ver qué podemos hacer. O, qué vengan seres extraterrestres y cambien todo esto.
Estamos poniendo afuera y ¿tu riqueza espiritual, lo que podés hacer vos con vos?
En esta sociedad siglo 21, los objetos te definen. Eso es pobreza espiritual. No creo que mucha gente pueda tener un equilibrio con eso. Y es cuestión de observar lo que uno siente cuando ve una persona en cierta situación social o económica, si puede conectarse con él de alguna manera. No es tan fácil, porque la gente no lo hace. Y ahí está el gran problema y ahí es donde aparecen las diferenciaciones y eso es pobreza espiritual.
Voy a utilizar un sistema religioso, el cristianismo con Jesús, siendo él una persona humilde y no pobre, él ayudaba a los pobres. No solo a los pobres de espíritu sino también a los pobres en lo que pertenece a este plano material. Y eso, es tener riqueza espiritual.
Es cultural y natural que el ser humano tenga ambiciones, aquel que dice que no las tiene, no estaría generando una autoobservación correcta. Cada uno ambiciona algo, tener un crecimiento interno, ambiciono tener un auto, tener una casa, tener un esposo/a, ambiciono…
¿Se puede trabajar la ambición? Es todo un trabajo espiritual y empezar a generar riqueza.
Cuantas más ambiciones desmedidas tengo, más pobreza espiritual tengo. El consumismo me lleva a la ambición desmedida. Si no alcanzo lo que deseo, no estoy completo, esa es una ambición desmedida. Ese objeto me completa, yo tengo una conexión material interna, directa. Y te desmedís, porque después que tenés el objeto, seguís incompleto y vas a buscar otro objeto más. Y ahí viene la ambición desmedida del humano. Porque siempre te sentís incompleto. Y ahí está el ser que tiene riqueza espiritual, ya es completo por naturaleza y todo viene por añadidura. Eso no significa que no haga (accione). Porque a veces, uno confunde que el ser espiritual se queda quieto y espera que venga. No es así.
Es normal y natural tener ambiciones medidas o deseos medidos. Porque eso es motivación y el motor de todo ser humano, es estar motivado. Si no tiene motivación, pierde el sentido.
Tener una vida espiritual es una filosofía de vida, es un sentimiento muy profundo, sos un ser espiritual, vivís de esa manera. El verdadero ser espiritual, no hay manera, todo lo vas a pasar por eso hermoso que te permite la trascendencia. Porque un ser espiritual siempre, siempre, como tiene una visión correcta de trascendencia, tiene felicidad y siempre va a tener una visión positiva, por más que viva momentos de angustia o terribles. Pero después, la visión de trascendencia lo hace vibrar en esa situación de alegría y felicidad.
Hay distintas maneras de conectarse con ese mundo espiritual. Los indígenas, originarios de la tierra (el indio es de la india), tenían distintos trabajos en su mundo espiritual que, acorde a sus culturas ancestrales, viene de los Toltecas, que derivó hacia el norte y hacia el sur, existían distintos caminos de conexión espiritual y ese mundo era importantísimo para el indígena.
Es muy importante el tema de la conexión. Es una lástima que toda nuestra hermosa cultura haya sido destrozada por un motivo u otro. Toda la cultura indígena es extraordinaria, riquísima, que se extendió desde el norte y desde el sur de nuestro continente.
Había un trabajo espiritual que se llamaba el camino rojo de los abuelos. Tenía que ver con el respeto de mi ser, que es el alma. Ellos lo veían así, esa energía, con este cuerpo y la sangre que lo representa. Estoy hablando que es una visión indígena, muy del norte, muy del sur, salida de los Toltecas.
Y ¿qué es lo que ellos veían? obviamente observaban con mucho respeto el cuerpo y observaban con mucho respeto la vida de todos los seres existentes. Ellos hablaban del padre cielo y la madre tierra que es la conexión continua y que el ser que estaba aquí, vivía en una conexión con el padre cielo y la madre tierra; y el uno con el otro. No hay uno, no hay otro, no hay alguien más importante que el otro. Es una visión muy linda, porque trasciende toda la visión machista religiosa como la de occidente.
El padre cielo no tendría existencia, si no estuviera la madre tierra y vice versa; y yo estoy en el medio. Es una visión espiritual que te da riqueza espiritual. Los cristianos lo hicieron mucho. Así en el cielo como en la tierra, recuerdan esa frase?
La visión de nuestros indígenas directamente era: padre, madre, conexión, el cuerpo conectado.
Empezar a comprender la riqueza espiritual, para salir de la pobreza espiritual, es comprender que nosotros somos seres espirituales álmicos que tenemos esta vivencia humana. Y comprender eso, es respetar a cada uno de los serse que nos rodea. Porque también están teniendo sus vivencias. Desde la visión judeo-cristiana, cada ser lleva su cruz.
Cuando uno empieza a tener alimento espiritual, ese soplo de conexión, empieza un despertar. Cuando uno empieza a conectarse con ese mundo espiritual, empieza a tener paz y la verdad, uno no se siente perdido y no está el vacío existencial. Que este es el punto, cuando uno está muy inserto en el materialismo, aparece el vacío existencial.
Te puede ir muy bien, podés estar con mucha alegría y complacido en lo que vos querés, pero estás viendo que el tiempo te corre y que te vas a morir. (les cuento, todos nos vamos a morir)
Y lo más triste de todo eso, para aquellos que no se dan cuenta que se van a morir, es que las cosas de la tierra, quedan en la tierra. Y las cosas de la tierra son: el auto, el estatus social, todas tus posesiones, se quedan acá. Si querés estar más tiempo acá, porque te va muy bien para irte ahora… Lamento, también llegó tu hora.
Un ser con riqueza espiritual, espera su hora. Un ser con pobreza espiritual, teme su hora.
Lo que tenemos que comprender acá es, ¿qué es el despertar? Que ahí, es donde comenzamos a trabajar la riqueza espiritual.
Trabajar la riqueza espiritual lleva pasos. En este plano sería lindo que el alma tomara el control de todo, pero cuesta un poquito. Porque tenemos un plano mental, una mente que tiene consciente e inconsciente. Esta mente está relacionada también con nuestro cuerpo físico y con todos nuestros elementos neuroquímicos.
Ahora, ¿qué herramienta tengo yo (me refiero el alma, al espíritu) para despertar acá? si vivo en este plano. Y la realidad que el paso previo, es un despertar de consciencia. Ser consciente.
Cuando empieza a trabajar el ser consciente, el primer paso del despertar de la riqueza espiritual, arranca con algunas preguntas trascendentales o existenciales como:
Segundas preguntas del ser consciente que te van llevando
Y ahí es donde empezamos a caminar en forma consciente la trascendencia. Pero que no sean palabras vanas. Me hice todas esas preguntas y ahora me voy a ir a chupar un buen trago. ¡No, no es así!
El alma tiene la gran tarea en este plano para generar riqueza espiritual, buscar disciplinar al ego. No nos olvidemos que es una construcción mental, el cual me genera identificación. Yo me identifico con esa situación co-creada llamada ego.
¿Cómo te definís como ser?
Tus creencias, tus miedos, tus conceptos, tus paradigmas, todo eso define quien sos. En definitiva, vas a ser parte de tu personalidad. Sos así. Lo interesante de todo esto, es que mi ser se identifica con los otros seres.
Salvo que tengan un espejo, ustedes no pueden verse. Cuando miran, miran a sus iguales, pero ustedes no se pueden ver y acorde a como esos iguales interactúan con ustedes, también los están definiendo. Así se conforma la personalidad y el ego, es un ida y vuelta. Pero eso, a nivel inconsciente funciona también.
El concepto de soy el que soy, tiene que ver con ese redescubrirse. Soy el que soy tiene que ver no solo porque Jesús era completamente alma, sino también con el tema de la acción.
Hay inclusive filosofías, como la filosofía del yo soy, la llama violeta, lo tomaron de aquí. No va por este lado.
Soy el que soy, tiene que ver con un mantra. Jesús era esenio y como esenio tenía mantras, estos mantras eran co-formadores de situaciones.
Existen dentro de lo que es el mundo interno o el trabajo interno, ciertas palabras mántricas esenias que utilizaban. Eso tiene un nombre: “Dabraká”, son palabras especiales para estimulación de centros de energías, en grandes rasgos. Y soy el que soy tiene que ver con mucho de eso, más allá del tema filosófico que acabo de decir.
Dijimos que el gran problema es nuestro ego, que el ego es el que me lleva a la pobreza espiritual. Porque nosotros, nuestro ego, necesita sensaciones de alimento; y se alimenta, porque el ego siempre es incompleto. Porque es la falsa identidad. Y en realidad el ego, es el que no te hace sentir en serio.
No es tu yo verdadero, es un yo creado. Entonces te sentís campeón, todos roles y engaños que te hace el ego. Me siento frustrado, la vida me engaño, la vida no es justa... Todas cosas del ego.
El verdadero yo espiritual, el trabajo espiritual, riqueza espiritual, te lleva a tu yo verdadero. Y ahí está el punto. Pobreza espiritual, el yo egoíco. Por eso la gente sufre, porque está encerrada, le falta esto, y lo otro; y no buscan esa trascendencia espiritual para comprender ¿qué es lo que está pasando? Y ¿por qué está viviendo eso? ¿por qué he perdido un familiar? ¿por qué me he quedado sin trabajo? ¿por qué tengo más trabajo?
¡El por qué profundo! No, el por qué egoíco.
En esta etapa evolutiva humana especial, nunca ocurrida en la humanidad, hubo otras pandemias, pero como ésta ninguna, te está mostrando, te está sacando la careta de cómo estás internamente.
Las estadísticas están mostrando que toda persona que no tuvo o no tiene un mundo espiritual, está sufriendo. Depresiones, los salones de terapia se llenan, no dan abasto los terapeutas, porque están todos volados. Sin contar, que aquellos que tuvieron covid-19, tienen o van a tener un tsunami mental. Ya demostrado por la neurociencia. Uno de cada tres, va a tener un tsunami mental, que tiene que ver con un problema psicológico, ansiedades, etc.
Este es el momento de practicar espiritualidad, para empezar a enriquecernos. Y lo primero que podemos hacer, es no dejarnos atrapar por el ego, que siempre está dormido. Por eso, debemos controlar el ego.
Miren las cosas del ego, el humano llega a una etapa, por ejemplo cumple años, va creciendo y se amarga. Hay gente que se amarga, se pone triste. Ya tengo 60, tengo 70, se me está pasando el tiempo. Y ¿cuál es el problema? Una persona que es rica espiritualmente, no sufre por eso.
Y uno puede decir: cronológicamente tengo etapas. Por eso, vos te creés el cuerpo. Este es el problema. Sufrís porque te creés que sos el cuerpo.
El gran problema humano es que justamente, al no tener riqueza espiritual, le tiene miedo a la muerte. Algunos dicen: no, yo tengo al sufrimiento. No, vos le tenés miedo a la muerte, no solo a tu muerte, sino a la muerte de tus seres queridos. Por lo tanto, no creés que hay un mundo espiritual, dale la forma que quieras. El gran dilema es ¿seguiré existiendo una vez muerto? Ese es el gran dilema trascendental de todo mundo espiritual.
Entonces, ¿Cómo puedo controlar mi ego? ¿qué hago con ello? ¿cómo practicar una espiritualidad consciente? Que eso significa riqueza espiritual.
Habíamos visto que parte de la pobreza espiritual, tenía que ver con esa identificación que nosotros tenemos con el ego. Para trabajarlo, debemos desidentificarnos del ego y ¿qué sería desidentificarse del ego?
Justamente, sacar la identificación de tus pensamientos. El ejercicio que se hace es: entender que uno no es los pensamientos, uno no tiene nada que ver con lo que estoy pensando.
Los pensamientos tienen un origen y ese origen tiene que ver con mi psiquismo. Pero yo no sería lo que pienso. Porque ahí es donde uno trabajaría el darse cuenta que, yo no soy mi mente. Y no dejar que esos pensamientos me enganchen.
¿Cómo hago eso? ¡Muchas técnicas!
Para comenzar la riqueza espiritual, primero tengo que hacer estos planteos que estuvimos hablando. Trabajar la humildad con profundidad y empezar a confiar en la existencia de otras cosas.
¿Cómo puedo confiar en eso? Lo primero que tenés que trabajar, es la confianza en este plano. Yo desconfío de todo. Ahí arrancamos mal. Porque si vos trabajas la confianza, la confianza empieza a ser un atributo tuyo. Por lo tanto, no vas a entrar en ningún dilema existencial. La confianza hay que trabajarla.
Y uno podría decir: pero me defraudaron tantas veces… y eso no quiere decir nada. Tenés que seguir confiando.
Si te resulta complicado tratar de serenar tu ego y el pensamiento te domina, usá la meditación.
Un ser espiritual, es un ser libre, ama todo y confía en todo. Un ser que desconfía de los demás o en lo que ocurre, también desconfía de todo.
A veces, suelo observar mucho a aquel que desconfía en demasía; y me pregunto: ¿cómo es tu interno para que desconfíes de cada acción o de cada ser? ¿cómo debes ser vos? porque eso también te identifica.
En un ser espiritual, el alma trabaja mucho el auto conocerse. Es comprender ¿por qué pienso de tal o cual manera? y también comprender al prójimo, por qué piensa de tal o cual manera.
El auto conocerse, para aquel que empieza a trabajar su mundo espiritual, es una obligación. Lamentablemente nadie trabaja esto en los colegios, en las universidades, esto hay que adquirirlo aparte del sistema educativo formal. Porque cuando uno se auto conoce, profundiza el revisar sus creencias, sus necesidades, sus valores, sus acciones. Que no tiene nada que ver esa revisión, con el ego ni con miedos. Sino nada más, ni nada menos, que con tu verdadero yo, que es el alma y siempre de esa visión amorosa.
Cuando uno tiene eso, que es trabajar el auto conocerse y ver al prójimo desde otro lugar, uno no va a ver personas malas, sino simplemente personas equivocadas. Y desde ese lugar tu vida tiene otra perspectiva y ahí es donde sale la autoconfianza.
Cuando uno trabaja fuertemente esta visión, empezás a apreciar la totalidad de la vida, el respeto a la vida. Mas aún, va a pasar que vas a ver insectos y no vas a querer matarlos. Vas a ver que te va a salir sacarlo y tirarlo a otro lado en último de los casos. Porque la verdad, si a esto le llamamos vida, uno de los propósitos más importantes, es entender la vida, todo este juego.
Para un ser espiritual lo que vos estás observando ahora, es un curso acelerado de algo, que la vida me está enseñando.
¿Profundizamos la vida?
Ustedes están rodeados de gente, familia, amigos, parejas, etc, toda esa gente junto con uds están construyendo un futuro y van a compartir ese futuro con uds. O sea, todos nosotros dentro de unos años, el accionar, el interactuar, estamos ya proyectando un futuro, que vamos a vivenciar.
La neurociencia dice: todo lo que armás ahora, te estás proyectando de acá a 5 años. Las acciones de hoy interactivas van a tener una vigencia dentro de 5 años.
Entonces eso es espiritualidad, enriquecerse es la virtuosidad. ¿Cómo te estás llenando la cabeza? ¿Con qué alimento? ¿Cuál es tu alimento espiritual?
Si son los problemas de la diaria, vas a tener un empacho espiritual. Estás comiendo comida no sana y con todo el ruido que eso genera.
Por eso vamos construyendo; y ahí tenemos una visión de un mundo espiritual. Lo que ustedes están proyectando que está bueno, si son proyectos materiales, no van a durar para siempre; mientras que las cosas espirituales sí.
Ustedes van a ver, quizás alguna vez tuvieron esa vivencia, mucha gente en este plano, con este ego, va acumulando y guardando cosas. Comprás y lo guardás o esta ropa que tanto te gusta, la voy a usar de vez en cuando, o el mantelito, el vasito que lo uso solamente en las reuniones, o esto me lo guardo para…
Cuando va pasando el tiempo, todo eso que ustedes no están usando y que lo cuidan con tanto tesón, con tanto aprecio (que no se me rompa), cuando ustedes dejen el cuerpo físico, se mueran, al que le sigue no le va a importar. Lo va a usar y hasta lo va a romper, sin contar que hasta lo puede tirar.
Las cosas de la tierra quedan en la tierra.
Usalo vos, eso sería ser consciente. Cuanta gente guarda ropa para no sé que evento, porque es de gala.
Esta es la relatividad de la vida, cuando uno lo mira del mundo material. Si lo miro del mundo espiritual; ¡suelto todo!
Las cosas de la tierra quedan en la tierra y todo es de la tierra.
Cuando empieza a tener esa riqueza espiritual, uno confía plenamente. Porque aparece la confianza más fuerte, que es la confianza en el ritmo del universo, uno tiene paciencia y no se centra en acelerar nada, en gastar nada de energía. Porque sabe que las cosas van a venir. Y ahí es donde uno entra en ese estado de humildad. Porque las cosas que uno quiere materializar, no se materializan a voluntad, se materializan a voluntad del universo. Y uno es respetuoso de eso; y cuando uno es respetuoso, vas a ver que se te materializan más rápido de lo que vos creés. Porque no tenés la necesidad o el deseo que sea ya.
Cuando uno empieza a entender eso, dice: el aquí, el ahora y tu deseo no están vibrando en plena armonía, entonces esperá un poquito.
Por eso, en lo que yo me debo centrar fuertemente es en cultivarme, en crecer, en evolucionar; y la realidad, revalorizarme.
Uno podría decir: pero quiero algo que sea rápido. Rápido no hay nada, porque el crecimiento interno merece sus tiempos. Pero si querés empezar por algún lado, la práctica del agradecimiento es una hermosa práctica inicial. Porque te lleva a la humildad.
Y si lo miramos desde la vibración, estás generando buena vibración y vos vas a ver que cada vez vas a tener más y vas a agradecer más.
Practicar el agradecimiento es hermoso. y el agradecimiento es activo. Porque a veces uno, más allá de que las cosas que se agradecen al Cosmos, a Dios, se tiene que sentir profundamente. También agradecer a los que están cerca de ti, es otra manera. Y a veces, no es solamente decir: ¡Gracias! Gracias y ¿con qué acción? Gracias…. con eso ya me liberé. No. Gracias ¿y cómo lo ayudás y en qué lo ayudás?
A veces la palabra agradecimiento se mal interpreta. El agradecimiento es acción. Ahí vos vas a comenzar fuertemente con esa práctica de humildad.
La realidad es que, hablar de esta espiritualidad, es integrar la espiritualidad en la vida, es realmente decir: yo soy un ser espiritual con una vida terrenal, pero yo vibro en ese lugar. Entonces, respetás a la naturaleza, respetás a tus seres queridos, respetás las emociones ajenas.
La realidad, lo primero que uno tiene que trabajar y ahí volvemos a esa riqueza espiritual es, vas a empezar a trascender las emociones; y es reconocer que las emociones tienen un montón de capas; y cada capa se conecta con otra capa; y cada capa es más profunda a la anterior. Entonces hay seres que tienen un accionar, que tienen una emoción y uno a veces hace diagnósticos rápidos de una situación emocional. Ese es nuestro ego que caracteriza u observa al otro ego.
Si tenemos una visión álmica de ese otro ego, vas a ver que todo es más profundo de esa lógica psicológica que uno puede poner.
Como cuando los distintos profetas decían: venid como niños. Es toda esa situación emocional que tiene un niño ante los eventos y esa pureza inicial. Algunos tienen un poquito más años que otros y ya dejaron de ser niños, y eso es lo que hay que trabajar. Volver a ser niños. Por ejemplo: Cuando ustedes eran niños, les encantaba meter los piecitos en el agua y hacer chapa chapa, quién no ha vivido eso? Y la emoción y la sensación era tan linda. Háganlo ahora, si son grandes y pueden decidir por ustedes. Pero no todos lo hacen.
La verdad cuando uno ve la simpleza de todo, todo es más fácil. Ahora, ¿qué pasa con la mente enchastrada? Y sojuzgás todo, un niño no sojuzga. Cuando un niño ve a otro niño, no dice: este malvado quiere…, ni piensa. Disfruta, se conecta, no hay malvados.
¿Hoy qué pasa? se reúne la gente y habla del otro. Todos piensan mal porque tienen el programa de la desconfianza. Un niño no habla mal de otro niño. Al revés, quiere que juegue el otro niño, después se van enchastrando las mentes. Van creciendo y le van poniendo los papis los programitas y ya ahí empezamos con los problemas.
¡Venid como niños! Por ahí va. Y ¿por qué pasaba eso? porque el ego de los niños es pequeñito. Después nos pusieron cada cosa y eso nos quita riqueza espiritual y nos empobrecemos.
Y la realidad, que todos formamos como una mamushka. O sea, somos parte de todo. Los problemas, experiencias locales, después terminan siendo problemas y experiencias mundiales o universales, que pueden ser más graves o menos graves. Todo lo que es local, termina siendo universal.
Todo lo que vive una pequeña estructura familiar, lo vive la comunidad, lo vive el país, lo vive el planeta, en distintas escalas.
Un ser rico espiritualmente, eso lo trasciende. Cuando el alma toma control, lo primero que mira son las relaciones que uno tiene.
La primera relación es la personal, me tengo que llevar bien conmigo, respetar mi ser. Si yo respeto este ser, respeto a los demás. Si yo no me respeto, no respeto a los demás. Si yo no me cuido, cómo puedo cuidar a los demás?
Mejora la relación para conmigo, mejora la relación para con los demás.
La realidad profunda, sale del trabajo interno profundo. Yo quiero tener riqueza espiritual, tengo que practicar la transdisciplina. Es la disciplina de lo trascendental y te lleva a la recuperación con el todo, con la unidad. La meditación es un método de la transdisciplina.
Primero obviamente, tenemos que ser disciplinados. Si no tengo disciplina normal, no puedo trabajar la transdisciplina. Primero trabaja la disciplina normal. Si en lo material, que el alma debería dominarla tranquilamente, no tenemos disciplina, no hablemos de lo inmaterial.
Otro método de la transdisciplina son los sueños lúcidos. La transdisciplina religa todo con todo. Y la realidad, que lo roto de la humanidad también lo religa. Porque la humanidad está un poquito rota, no creo que nos demos cuenta. La humanidad tiene pobreza espiritual, por eso está rota, y porque hay mucho egocentrismo. Mucho yo. Mucho ego.
“Mirá lo que me hizo”, “mirá lo que me dice”, la culpa es de afuera. Y adentro ¿cuándo? Tú transformación real ¿Cuándo? ¿Cuándo despertás?
La clave de trabajar el interno, la transdisciplina, esto que estoy hablando, que es la reconexión con el mundo espiritual, hace que yo sea mi propio faro:
Amor, conexión, iluminación.
Y si soy un faro, el faro hace que los barcos no encallen, sino que sepan por dónde navegar. Entonces un ser que es propio faro, en realidad, ayuda al prójimo.
Todo esto arranca desde un lugar. El ego juzga y generalmente el juzgar, viene con algún tipo de descalificación hacia el otro. Y lo descalificás porque hacen las cosas diferentes a vos. Porque uno cree que la única manera de hacer las cosas es la de uno, esto es una persona con pobreza espiritual. Esto es así y no es la manera, porque se hace así y así.
Pero quédense tranquilos que aquel que juzga, la verdad, es tan hermoso para aquel que tiene riqueza espiritual. Porque lo que hacen es descalificarse a sí mismos, los conocés. Pero no uses ese conocimiento sino justamente, un ser rico espiritualmente comprende realmente por qué juzgan y cuál es la metología de juicio.
Generalmente la personas que juzgan no son coherentes. Hacen las cosas de tal manera, que vibran en ese nivel. No viven como piensan. ¡Terrible! Verán mucha gente, piensan de una manera y viven de otra. ¡Sean coherentes! ¡Si vos pensás así, viví así!
Tenemos muchos casos en Argentina, que nos enseña cada minuto. Nosotros tenemos un curso acelerado. Viví como pensás. Lo que vos decís, es lo que vos sos. Un ser rico espiritualmente trata de no juzgar, sino de comprender.
El ego no ama, el ego juzga continuamente y necesita entrar en juicio para seguir vivo. Porque el ego no quiere morir.
Para seguir elaborando y alejándonos de la pobreza espiritual, seamos cuidadosos con eso que nos sale natural, que es jugar al prójimo.
Hay que estar en esos zapatos, para poder hacer una definición. Generalmente, lo más lindo que hay, es escuchar a una persona cuando juzga a otra. Porque no habla de la persona que está juzgando, sino habla de sí mismo. Recuerden este concepto, es muy importante.
La realidad que lo más lindo en todo esto y eso es riqueza espiritual, es lo extraordinario de ser sencillo. Las cosas son simples, la gente que está con problemas psíquicos, la complica. Todo es muy simple. La vida de todos los días, es simple.
Cuando te levantás en la mañana, te lavas la cara, te lavas los dientes, te bañas, simple. Y después tiene que seguir siendo simple. No vienen las ideas complicadas…. ¡Alto aquí! Estás un poco complicado, ¡te amo!
Entonces, a dónde tenemos que ir para tener riqueza espiritual, al verdadero trabajo interno, es el silencio. Pero el silencio no es ausencia de palabras, sino el silencio del ego. Ese es el verdadero silencio, el verdadero trabajo de lo que es mi parte espiritual.
Cuando uno tiene silencio de ego, ahí siente la voluntad del Cosmos, del Universo, de Dios y podemos ser muy grandes internamente; y deleitarnos de este mundo espiritual. El Cosmos, el Universo, Dios, no necesita seres tristes. Uno decide ser triste por la manera de juzgar, por el ego.
Nuestra conciencia individual manejada desde el alma, debe expandirse. Y se expande comprendiendo al prójimo, no criticando, no entrando en batalla, hay gente que le gusta pelearse, entran en batalla. ¿Juzgás porque golpearon a tu ego? estás en un gran problema. Te falta espiritualidad.
Si golpearon a tu ego, es el mejor momento de trabajarlo, tené pensamientos espirituales.
Entonces, ahí es donde uno propone fuertemente trabajar la meditación. Cuando están así alterados, mediten. Pongan en silencio el ruido de los pajaritos, que hablan dentro de su mente.
La meditación, es un regalo divino. Muchos de nosotros lo estamos trabajando. ¡Que lindo es meditar!
Y aquel que no lo hace, trate de hacerlo. Porque es el regalo que el Cosmos, Dios, te dió y no lo usamos. Es eso que te va a aquietar, es eso que te hace ser un ser individual, pero conectado con lo divino. Cuando vos meditás, el ego desaparece.
Les cuento, claro cuando uno medita aparece el ruido mental, pensamientos, reacciones, acciones, juzgás, me siento mal, me siento bien… Relajate, igual no te pongas mal, porque si después agregamos un no medito, tengo un ruido más.
La realidad concreta, para comenzar a vivenciar esa riqueza espiritual, es mirar en nuestro interior.
Y cuando uno mira su interior, empieza a conocer lo hermoso, lo rico, que es vivir en la senda. Porque el camino espiritual es una senda continua. Y cuánto uno más tiempo está en la senda, más le gusta transitar la senda. Porque es parte de su vida. Y cuando uno transita la senda, tiene que ser muy consciente, que la senda es individual y colectiva; y en ese orden.
La senda, respeta mucho cada momento de cada ser. Porque no todo el mundo puede seguir la senda, porque cada ser tiene su evolución y su momento.
A veces, muchos arrancan en una misma largada y muchos también se van quedando y eso no es ni bueno, ni malo, es lo que ocurre.
En esta etapa evolutiva, en donde se separa la paja del heno, uno estará viendo que eso está ocurriendo. Y no es casualidad, porque justamente, mucha gente que creía estar en un camino espiritual, estaba haciendo un paseo espiritual. Pero no estaba en el camino.
Y aquel que estaba en un camino espiritual, se fortalece desde el camino espiritual y por ahí está el dónde estoy yo, ser verdadero, transitando la vida.
Taller: "Pobreza Espiritual. El verdadero mal de estos tiempos. Como encontrar la riqueza"
Sábado 12 de Junio 2021
A cargo del Profesor Claudio Marzan.
Pero la inversión no tiene que ser económica, la inversión es de tiempo o de cambio de visión de la vida.
Si uno tuviera que ver a la humanidad de diversos ángulos, tiene etapas de riqueza espiritual y pobreza espiritual. No estaríamos en la mejor etapa ahora, claramente, con la espiritualidad. Ahora estamos en la etapa de mayor pobreza espiritual. Porque los grandes distractores que tenemos, que es todo el sistema material externo, nos lleva a una búsqueda desenfrenada sobre ese mundo material sin sentido; tener la mejor casa, el mejor auto, el mejor celular, el mejor…
Sin contar que también aparece el otro sostén del mundo material, que es: ¡tenés que rendir más! ¡No tenés tiempo!
Te aleja en lo profundo, de este hermoso mundo espiritual, ese mundo sagrado. Por eso, el sinsentido de esta humanidad te lleva a una distorsión de visión. Mucha gente tiene proyectos materiales y un mundo de una vida material; eso dura un tiempo. Si uno no tiene un sostén espiritual, hay una etapa de la vida que llega siempre, un sinsentido. Solamente hay que esperar a Kronos (el tiempo) para que ese momento llegue. Y te llega esa sensación de vacío espiritual.
Hoy todos nos encontramos y eso es cuestión de observar, en un mundo casi sin sentido y de poca sensación de lo que es ese mundo interno.
Hablar de un mundo espiritual no significa hablar de religiones. Se puede confundir el mundo espiritual con el mundo religioso. El mundo religioso a veces puede ser un instrumento de conexión espiritual, pero puede llegar a confundirse. De hecho, si uno profundiza, hay un solo mundo de espiritualidad y es interno.
Ahora hay cientos de religiones y cada una te lleva a esa conexión, que es única para cada ser. Esa sensación es común.
Primera gran diferencia, si uno quisiera observar religión vs espiritualidad: La religión en la mayoría de los casos, tiene rituales y formalidades. Ustedes pueden ser cristianos o judíos, tienen un ritual. Se hace tal cosa, se reza de tal manera, etc.
Y la espiritualidad para aquellos que quieren llegar a esa conexión con ese mundo profundo, es un dogma. Puedo elegir el dogma como instrumento y puedo ser consciente de ese dogma. Pero la espiritualidad es un dogma.
Ese mundo espiritual, ese trabajo de espiritualidad, es donde uno empieza a trabajar esa apertura de ojo, estar despierto.
Y estamos en un mundo de pobreza espiritual, porque todos estamos dormidos. Estamos viviendo el gran sueño del gran manejo de vaya a saber qué o quiénes. Estamos en una humanidad inserta en situaciones, hasta de información, que nos lleva a sentir de tal o cual manera. En Argentina, es corriente esa situación acorde a la información, acorde a lo que sentís y acorde a lo que vivís.
Si tengo riqueza espiritual justamente, no sería manipulado por el mundo material.
Por eso, la espiritualidad es comenzar a trabajar los oídos internos y desde ese inicio (como es adentro es afuera), puedo emitirlo hacia afuera y generar lentamente una capitalización espiritual.
Es ahí que, en la espiritualidad y el trabajo espiritual, uno pretende vivir el presente. En la pobreza espiritual nunca vivís en el presente. Vivís en el pasado por lo que ocurrió y vivís proyectando el futuro por lo que va a pasar y estás atrapado en una situación temporal, en donde uno deja de conectarse con lo más sagrado, que es su interno.
Dentro de mi mente, se trabajan un montón de niveles de conceptos. Si yo no practico el ser plenamente consciente, mi mente se dispara continuamente. Pasado, futuro, pasado, futuro; y está programada para que eso ocurra, y para que tenga pobreza espiritual.
Por ejemplo: si estoy tomando un café, lo estoy tomando, pero no estoy proyectándome hacia atrás, o hacia adelante.
Mientras que uno está haciendo algo, se va partiendo en dos sectores, eso es pobreza espiritual. Una persona que tiene riqueza espiritual, trata continuamente de experimentar el presente.
En esto de vivir una situación bi-temporal, pasado-futuro, pasado-futuro, me aleja de vivenciar el presente. Nos enseñaron sin querer a vivir en un mundo material. Nuestro inconsciente está preparado para eso, inclusive más, en muchos lugares que se sigue trabajando en la educación, ae trabaja sin ese toquecito espiritual. En esta sociedad siglo 21, en donde la ciencia y la técnica son importantísimas, el rubro de espiritualidad quedaría desdibujado.
Pero lo interesante que hoy la pandemia nos está demostrando, que aquellas personas que han tenido riqueza espiritual, han llevado la pandemia de una manera, mientras que aquellos que no han tenido riqueza espiritual han colapsado.
Hoy por hoy, el gran dilema a venir es el tema psicológico y psiquiátrico, me voy a distintos niveles, de la post pandemia. Por temas de salud, laborales o existenciales, en definitiva. Y el verdadero remedio de un tema existencial, viene de un trabajo espiritual. La psicología puede ayudar, el trabajo espiritual puede llegar a sanar.
El trabajo espiritual es el renacer desde el alma, es crearse y recrearse desde el alma. Este es el punto inicial como concepto, va contrario al punto más complejo que tiene la humanidad hoy: El consumismo.
Y lamentablemente el consumismo te lleva a un sinsentido de la vida. Muy en lo profundo, te va a impedir que puedas levantar vuelo, porque el consumismo te lleva a recreaciones momentáneas.
Es más fácil trabajar la espiritualidad, empezar a tener riqueza espiritual, cerca de un arroyo y de un bosque, que en las grandes ciudades, que te distraen, es un entorno, no inicialmente humano. Es cómodo, es lindo, pero en realidad, para la espiritualidad puede ser hasta un entorno hostil, porque te distrae. La naturaleza, el campo, el curso del agua que uno puede escuchar, el cielo, la vegetación, todas esas cosas que te da la naturaleza te conectan.
Obviamente que un ser espiritual se conecta en cualquier lado, pero si no tenés despierto ese momento espiritual o esa riqueza espiritual, necesitamos la naturaleza para conectarnos.
Debemos recordar que el consumismo es un sistema adictivo, uno puede consumir celulares, televisiones, o puede consumir drogas. Pero el sistema adictivo es el que te aleja del mundo espiritual. Porque necesitás algo de afuera, y cuando yo busco afuera, algo me está faltando adentro. Este es el punto de la pobreza y la riqueza espiritual.
Cuando uno pone mucho afuera y espera que las cosas se solucionen desde afuera, te falta riqueza espiritual en todos los sentidos. A veces, uno pone mucho para que me solucione el problema Yahvé, trabajá tu interno a ver qué podemos hacer. O, qué vengan seres extraterrestres y cambien todo esto.
Estamos poniendo afuera y ¿tu riqueza espiritual, lo que podés hacer vos con vos?
En esta sociedad siglo 21, los objetos te definen. Eso es pobreza espiritual. No creo que mucha gente pueda tener un equilibrio con eso. Y es cuestión de observar lo que uno siente cuando ve una persona en cierta situación social o económica, si puede conectarse con él de alguna manera. No es tan fácil, porque la gente no lo hace. Y ahí está el gran problema y ahí es donde aparecen las diferenciaciones y eso es pobreza espiritual.
Voy a utilizar un sistema religioso, el cristianismo con Jesús, siendo él una persona humilde y no pobre, él ayudaba a los pobres. No solo a los pobres de espíritu sino también a los pobres en lo que pertenece a este plano material. Y eso, es tener riqueza espiritual.
Es cultural y natural que el ser humano tenga ambiciones, aquel que dice que no las tiene, no estaría generando una autoobservación correcta. Cada uno ambiciona algo, tener un crecimiento interno, ambiciono tener un auto, tener una casa, tener un esposo/a, ambiciono…
¿Se puede trabajar la ambición? Es todo un trabajo espiritual y empezar a generar riqueza.
Cuantas más ambiciones desmedidas tengo, más pobreza espiritual tengo. El consumismo me lleva a la ambición desmedida. Si no alcanzo lo que deseo, no estoy completo, esa es una ambición desmedida. Ese objeto me completa, yo tengo una conexión material interna, directa. Y te desmedís, porque después que tenés el objeto, seguís incompleto y vas a buscar otro objeto más. Y ahí viene la ambición desmedida del humano. Porque siempre te sentís incompleto. Y ahí está el ser que tiene riqueza espiritual, ya es completo por naturaleza y todo viene por añadidura. Eso no significa que no haga (accione). Porque a veces, uno confunde que el ser espiritual se queda quieto y espera que venga. No es así.
Es normal y natural tener ambiciones medidas o deseos medidos. Porque eso es motivación y el motor de todo ser humano, es estar motivado. Si no tiene motivación, pierde el sentido.
Tener una vida espiritual es una filosofía de vida, es un sentimiento muy profundo, sos un ser espiritual, vivís de esa manera. El verdadero ser espiritual, no hay manera, todo lo vas a pasar por eso hermoso que te permite la trascendencia. Porque un ser espiritual siempre, siempre, como tiene una visión correcta de trascendencia, tiene felicidad y siempre va a tener una visión positiva, por más que viva momentos de angustia o terribles. Pero después, la visión de trascendencia lo hace vibrar en esa situación de alegría y felicidad.
Hay distintas maneras de conectarse con ese mundo espiritual. Los indígenas, originarios de la tierra (el indio es de la india), tenían distintos trabajos en su mundo espiritual que, acorde a sus culturas ancestrales, viene de los Toltecas, que derivó hacia el norte y hacia el sur, existían distintos caminos de conexión espiritual y ese mundo era importantísimo para el indígena.
Es muy importante el tema de la conexión. Es una lástima que toda nuestra hermosa cultura haya sido destrozada por un motivo u otro. Toda la cultura indígena es extraordinaria, riquísima, que se extendió desde el norte y desde el sur de nuestro continente.
Había un trabajo espiritual que se llamaba el camino rojo de los abuelos. Tenía que ver con el respeto de mi ser, que es el alma. Ellos lo veían así, esa energía, con este cuerpo y la sangre que lo representa. Estoy hablando que es una visión indígena, muy del norte, muy del sur, salida de los Toltecas.
Y ¿qué es lo que ellos veían? obviamente observaban con mucho respeto el cuerpo y observaban con mucho respeto la vida de todos los seres existentes. Ellos hablaban del padre cielo y la madre tierra que es la conexión continua y que el ser que estaba aquí, vivía en una conexión con el padre cielo y la madre tierra; y el uno con el otro. No hay uno, no hay otro, no hay alguien más importante que el otro. Es una visión muy linda, porque trasciende toda la visión machista religiosa como la de occidente.
El padre cielo no tendría existencia, si no estuviera la madre tierra y vice versa; y yo estoy en el medio. Es una visión espiritual que te da riqueza espiritual. Los cristianos lo hicieron mucho. Así en el cielo como en la tierra, recuerdan esa frase?
La visión de nuestros indígenas directamente era: padre, madre, conexión, el cuerpo conectado.
Empezar a comprender la riqueza espiritual, para salir de la pobreza espiritual, es comprender que nosotros somos seres espirituales álmicos que tenemos esta vivencia humana. Y comprender eso, es respetar a cada uno de los serse que nos rodea. Porque también están teniendo sus vivencias. Desde la visión judeo-cristiana, cada ser lleva su cruz.
Cuando uno empieza a tener alimento espiritual, ese soplo de conexión, empieza un despertar. Cuando uno empieza a conectarse con ese mundo espiritual, empieza a tener paz y la verdad, uno no se siente perdido y no está el vacío existencial. Que este es el punto, cuando uno está muy inserto en el materialismo, aparece el vacío existencial.
Te puede ir muy bien, podés estar con mucha alegría y complacido en lo que vos querés, pero estás viendo que el tiempo te corre y que te vas a morir. (les cuento, todos nos vamos a morir)
Y lo más triste de todo eso, para aquellos que no se dan cuenta que se van a morir, es que las cosas de la tierra, quedan en la tierra. Y las cosas de la tierra son: el auto, el estatus social, todas tus posesiones, se quedan acá. Si querés estar más tiempo acá, porque te va muy bien para irte ahora… Lamento, también llegó tu hora.
Un ser con riqueza espiritual, espera su hora. Un ser con pobreza espiritual, teme su hora.
Lo que tenemos que comprender acá es, ¿qué es el despertar? Que ahí, es donde comenzamos a trabajar la riqueza espiritual.
Trabajar la riqueza espiritual lleva pasos. En este plano sería lindo que el alma tomara el control de todo, pero cuesta un poquito. Porque tenemos un plano mental, una mente que tiene consciente e inconsciente. Esta mente está relacionada también con nuestro cuerpo físico y con todos nuestros elementos neuroquímicos.
Ahora, ¿qué herramienta tengo yo (me refiero el alma, al espíritu) para despertar acá? si vivo en este plano. Y la realidad que el paso previo, es un despertar de consciencia. Ser consciente.
Cuando empieza a trabajar el ser consciente, el primer paso del despertar de la riqueza espiritual, arranca con algunas preguntas trascendentales o existenciales como:
- ¿Quién soy de verdad?
- ¿Soy este cuerpo?
- ¿Soy mi profesión? Carpintero, albañil, plomero, ¿eso soy yo?
- O ¿soy mi auto, mi casa? ¿quién soy?
- ¿Cuál es el propósito de estar acá?
Segundas preguntas del ser consciente que te van llevando
- ¿cuál es el propósito de estar acá?
- ¿Qué hay más allá de esto, que algunos le llaman vida?
- ¿Cómo puede mi alma conectarse fuertemente para ver otra realidad?
- ¿Esto es un gran engaño, es una ilusión?
Y ahí es donde empezamos a caminar en forma consciente la trascendencia. Pero que no sean palabras vanas. Me hice todas esas preguntas y ahora me voy a ir a chupar un buen trago. ¡No, no es así!
El alma tiene la gran tarea en este plano para generar riqueza espiritual, buscar disciplinar al ego. No nos olvidemos que es una construcción mental, el cual me genera identificación. Yo me identifico con esa situación co-creada llamada ego.
¿Cómo te definís como ser?
Tus creencias, tus miedos, tus conceptos, tus paradigmas, todo eso define quien sos. En definitiva, vas a ser parte de tu personalidad. Sos así. Lo interesante de todo esto, es que mi ser se identifica con los otros seres.
Salvo que tengan un espejo, ustedes no pueden verse. Cuando miran, miran a sus iguales, pero ustedes no se pueden ver y acorde a como esos iguales interactúan con ustedes, también los están definiendo. Así se conforma la personalidad y el ego, es un ida y vuelta. Pero eso, a nivel inconsciente funciona también.
El concepto de soy el que soy, tiene que ver con ese redescubrirse. Soy el que soy tiene que ver no solo porque Jesús era completamente alma, sino también con el tema de la acción.
Hay inclusive filosofías, como la filosofía del yo soy, la llama violeta, lo tomaron de aquí. No va por este lado.
Soy el que soy, tiene que ver con un mantra. Jesús era esenio y como esenio tenía mantras, estos mantras eran co-formadores de situaciones.
Existen dentro de lo que es el mundo interno o el trabajo interno, ciertas palabras mántricas esenias que utilizaban. Eso tiene un nombre: “Dabraká”, son palabras especiales para estimulación de centros de energías, en grandes rasgos. Y soy el que soy tiene que ver con mucho de eso, más allá del tema filosófico que acabo de decir.
Dijimos que el gran problema es nuestro ego, que el ego es el que me lleva a la pobreza espiritual. Porque nosotros, nuestro ego, necesita sensaciones de alimento; y se alimenta, porque el ego siempre es incompleto. Porque es la falsa identidad. Y en realidad el ego, es el que no te hace sentir en serio.
No es tu yo verdadero, es un yo creado. Entonces te sentís campeón, todos roles y engaños que te hace el ego. Me siento frustrado, la vida me engaño, la vida no es justa... Todas cosas del ego.
El verdadero yo espiritual, el trabajo espiritual, riqueza espiritual, te lleva a tu yo verdadero. Y ahí está el punto. Pobreza espiritual, el yo egoíco. Por eso la gente sufre, porque está encerrada, le falta esto, y lo otro; y no buscan esa trascendencia espiritual para comprender ¿qué es lo que está pasando? Y ¿por qué está viviendo eso? ¿por qué he perdido un familiar? ¿por qué me he quedado sin trabajo? ¿por qué tengo más trabajo?
¡El por qué profundo! No, el por qué egoíco.
En esta etapa evolutiva humana especial, nunca ocurrida en la humanidad, hubo otras pandemias, pero como ésta ninguna, te está mostrando, te está sacando la careta de cómo estás internamente.
Las estadísticas están mostrando que toda persona que no tuvo o no tiene un mundo espiritual, está sufriendo. Depresiones, los salones de terapia se llenan, no dan abasto los terapeutas, porque están todos volados. Sin contar, que aquellos que tuvieron covid-19, tienen o van a tener un tsunami mental. Ya demostrado por la neurociencia. Uno de cada tres, va a tener un tsunami mental, que tiene que ver con un problema psicológico, ansiedades, etc.
Este es el momento de practicar espiritualidad, para empezar a enriquecernos. Y lo primero que podemos hacer, es no dejarnos atrapar por el ego, que siempre está dormido. Por eso, debemos controlar el ego.
Miren las cosas del ego, el humano llega a una etapa, por ejemplo cumple años, va creciendo y se amarga. Hay gente que se amarga, se pone triste. Ya tengo 60, tengo 70, se me está pasando el tiempo. Y ¿cuál es el problema? Una persona que es rica espiritualmente, no sufre por eso.
Y uno puede decir: cronológicamente tengo etapas. Por eso, vos te creés el cuerpo. Este es el problema. Sufrís porque te creés que sos el cuerpo.
El gran problema humano es que justamente, al no tener riqueza espiritual, le tiene miedo a la muerte. Algunos dicen: no, yo tengo al sufrimiento. No, vos le tenés miedo a la muerte, no solo a tu muerte, sino a la muerte de tus seres queridos. Por lo tanto, no creés que hay un mundo espiritual, dale la forma que quieras. El gran dilema es ¿seguiré existiendo una vez muerto? Ese es el gran dilema trascendental de todo mundo espiritual.
Entonces, ¿Cómo puedo controlar mi ego? ¿qué hago con ello? ¿cómo practicar una espiritualidad consciente? Que eso significa riqueza espiritual.
Habíamos visto que parte de la pobreza espiritual, tenía que ver con esa identificación que nosotros tenemos con el ego. Para trabajarlo, debemos desidentificarnos del ego y ¿qué sería desidentificarse del ego?
Justamente, sacar la identificación de tus pensamientos. El ejercicio que se hace es: entender que uno no es los pensamientos, uno no tiene nada que ver con lo que estoy pensando.
Los pensamientos tienen un origen y ese origen tiene que ver con mi psiquismo. Pero yo no sería lo que pienso. Porque ahí es donde uno trabajaría el darse cuenta que, yo no soy mi mente. Y no dejar que esos pensamientos me enganchen.
¿Cómo hago eso? ¡Muchas técnicas!
Para comenzar la riqueza espiritual, primero tengo que hacer estos planteos que estuvimos hablando. Trabajar la humildad con profundidad y empezar a confiar en la existencia de otras cosas.
¿Cómo puedo confiar en eso? Lo primero que tenés que trabajar, es la confianza en este plano. Yo desconfío de todo. Ahí arrancamos mal. Porque si vos trabajas la confianza, la confianza empieza a ser un atributo tuyo. Por lo tanto, no vas a entrar en ningún dilema existencial. La confianza hay que trabajarla.
Y uno podría decir: pero me defraudaron tantas veces… y eso no quiere decir nada. Tenés que seguir confiando.
Si te resulta complicado tratar de serenar tu ego y el pensamiento te domina, usá la meditación.
Un ser espiritual, es un ser libre, ama todo y confía en todo. Un ser que desconfía de los demás o en lo que ocurre, también desconfía de todo.
A veces, suelo observar mucho a aquel que desconfía en demasía; y me pregunto: ¿cómo es tu interno para que desconfíes de cada acción o de cada ser? ¿cómo debes ser vos? porque eso también te identifica.
En un ser espiritual, el alma trabaja mucho el auto conocerse. Es comprender ¿por qué pienso de tal o cual manera? y también comprender al prójimo, por qué piensa de tal o cual manera.
El auto conocerse, para aquel que empieza a trabajar su mundo espiritual, es una obligación. Lamentablemente nadie trabaja esto en los colegios, en las universidades, esto hay que adquirirlo aparte del sistema educativo formal. Porque cuando uno se auto conoce, profundiza el revisar sus creencias, sus necesidades, sus valores, sus acciones. Que no tiene nada que ver esa revisión, con el ego ni con miedos. Sino nada más, ni nada menos, que con tu verdadero yo, que es el alma y siempre de esa visión amorosa.
Cuando uno tiene eso, que es trabajar el auto conocerse y ver al prójimo desde otro lugar, uno no va a ver personas malas, sino simplemente personas equivocadas. Y desde ese lugar tu vida tiene otra perspectiva y ahí es donde sale la autoconfianza.
Cuando uno trabaja fuertemente esta visión, empezás a apreciar la totalidad de la vida, el respeto a la vida. Mas aún, va a pasar que vas a ver insectos y no vas a querer matarlos. Vas a ver que te va a salir sacarlo y tirarlo a otro lado en último de los casos. Porque la verdad, si a esto le llamamos vida, uno de los propósitos más importantes, es entender la vida, todo este juego.
Para un ser espiritual lo que vos estás observando ahora, es un curso acelerado de algo, que la vida me está enseñando.
¿Profundizamos la vida?
Ustedes están rodeados de gente, familia, amigos, parejas, etc, toda esa gente junto con uds están construyendo un futuro y van a compartir ese futuro con uds. O sea, todos nosotros dentro de unos años, el accionar, el interactuar, estamos ya proyectando un futuro, que vamos a vivenciar.
La neurociencia dice: todo lo que armás ahora, te estás proyectando de acá a 5 años. Las acciones de hoy interactivas van a tener una vigencia dentro de 5 años.
Entonces eso es espiritualidad, enriquecerse es la virtuosidad. ¿Cómo te estás llenando la cabeza? ¿Con qué alimento? ¿Cuál es tu alimento espiritual?
Si son los problemas de la diaria, vas a tener un empacho espiritual. Estás comiendo comida no sana y con todo el ruido que eso genera.
Por eso vamos construyendo; y ahí tenemos una visión de un mundo espiritual. Lo que ustedes están proyectando que está bueno, si son proyectos materiales, no van a durar para siempre; mientras que las cosas espirituales sí.
Ustedes van a ver, quizás alguna vez tuvieron esa vivencia, mucha gente en este plano, con este ego, va acumulando y guardando cosas. Comprás y lo guardás o esta ropa que tanto te gusta, la voy a usar de vez en cuando, o el mantelito, el vasito que lo uso solamente en las reuniones, o esto me lo guardo para…
Cuando va pasando el tiempo, todo eso que ustedes no están usando y que lo cuidan con tanto tesón, con tanto aprecio (que no se me rompa), cuando ustedes dejen el cuerpo físico, se mueran, al que le sigue no le va a importar. Lo va a usar y hasta lo va a romper, sin contar que hasta lo puede tirar.
Las cosas de la tierra quedan en la tierra.
Usalo vos, eso sería ser consciente. Cuanta gente guarda ropa para no sé que evento, porque es de gala.
Esta es la relatividad de la vida, cuando uno lo mira del mundo material. Si lo miro del mundo espiritual; ¡suelto todo!
Las cosas de la tierra quedan en la tierra y todo es de la tierra.
Cuando empieza a tener esa riqueza espiritual, uno confía plenamente. Porque aparece la confianza más fuerte, que es la confianza en el ritmo del universo, uno tiene paciencia y no se centra en acelerar nada, en gastar nada de energía. Porque sabe que las cosas van a venir. Y ahí es donde uno entra en ese estado de humildad. Porque las cosas que uno quiere materializar, no se materializan a voluntad, se materializan a voluntad del universo. Y uno es respetuoso de eso; y cuando uno es respetuoso, vas a ver que se te materializan más rápido de lo que vos creés. Porque no tenés la necesidad o el deseo que sea ya.
Cuando uno empieza a entender eso, dice: el aquí, el ahora y tu deseo no están vibrando en plena armonía, entonces esperá un poquito.
Por eso, en lo que yo me debo centrar fuertemente es en cultivarme, en crecer, en evolucionar; y la realidad, revalorizarme.
Uno podría decir: pero quiero algo que sea rápido. Rápido no hay nada, porque el crecimiento interno merece sus tiempos. Pero si querés empezar por algún lado, la práctica del agradecimiento es una hermosa práctica inicial. Porque te lleva a la humildad.
Y si lo miramos desde la vibración, estás generando buena vibración y vos vas a ver que cada vez vas a tener más y vas a agradecer más.
Practicar el agradecimiento es hermoso. y el agradecimiento es activo. Porque a veces uno, más allá de que las cosas que se agradecen al Cosmos, a Dios, se tiene que sentir profundamente. También agradecer a los que están cerca de ti, es otra manera. Y a veces, no es solamente decir: ¡Gracias! Gracias y ¿con qué acción? Gracias…. con eso ya me liberé. No. Gracias ¿y cómo lo ayudás y en qué lo ayudás?
A veces la palabra agradecimiento se mal interpreta. El agradecimiento es acción. Ahí vos vas a comenzar fuertemente con esa práctica de humildad.
La realidad es que, hablar de esta espiritualidad, es integrar la espiritualidad en la vida, es realmente decir: yo soy un ser espiritual con una vida terrenal, pero yo vibro en ese lugar. Entonces, respetás a la naturaleza, respetás a tus seres queridos, respetás las emociones ajenas.
La realidad, lo primero que uno tiene que trabajar y ahí volvemos a esa riqueza espiritual es, vas a empezar a trascender las emociones; y es reconocer que las emociones tienen un montón de capas; y cada capa se conecta con otra capa; y cada capa es más profunda a la anterior. Entonces hay seres que tienen un accionar, que tienen una emoción y uno a veces hace diagnósticos rápidos de una situación emocional. Ese es nuestro ego que caracteriza u observa al otro ego.
Si tenemos una visión álmica de ese otro ego, vas a ver que todo es más profundo de esa lógica psicológica que uno puede poner.
Como cuando los distintos profetas decían: venid como niños. Es toda esa situación emocional que tiene un niño ante los eventos y esa pureza inicial. Algunos tienen un poquito más años que otros y ya dejaron de ser niños, y eso es lo que hay que trabajar. Volver a ser niños. Por ejemplo: Cuando ustedes eran niños, les encantaba meter los piecitos en el agua y hacer chapa chapa, quién no ha vivido eso? Y la emoción y la sensación era tan linda. Háganlo ahora, si son grandes y pueden decidir por ustedes. Pero no todos lo hacen.
La verdad cuando uno ve la simpleza de todo, todo es más fácil. Ahora, ¿qué pasa con la mente enchastrada? Y sojuzgás todo, un niño no sojuzga. Cuando un niño ve a otro niño, no dice: este malvado quiere…, ni piensa. Disfruta, se conecta, no hay malvados.
¿Hoy qué pasa? se reúne la gente y habla del otro. Todos piensan mal porque tienen el programa de la desconfianza. Un niño no habla mal de otro niño. Al revés, quiere que juegue el otro niño, después se van enchastrando las mentes. Van creciendo y le van poniendo los papis los programitas y ya ahí empezamos con los problemas.
¡Venid como niños! Por ahí va. Y ¿por qué pasaba eso? porque el ego de los niños es pequeñito. Después nos pusieron cada cosa y eso nos quita riqueza espiritual y nos empobrecemos.
Y la realidad, que todos formamos como una mamushka. O sea, somos parte de todo. Los problemas, experiencias locales, después terminan siendo problemas y experiencias mundiales o universales, que pueden ser más graves o menos graves. Todo lo que es local, termina siendo universal.
Todo lo que vive una pequeña estructura familiar, lo vive la comunidad, lo vive el país, lo vive el planeta, en distintas escalas.
Un ser rico espiritualmente, eso lo trasciende. Cuando el alma toma control, lo primero que mira son las relaciones que uno tiene.
La primera relación es la personal, me tengo que llevar bien conmigo, respetar mi ser. Si yo respeto este ser, respeto a los demás. Si yo no me respeto, no respeto a los demás. Si yo no me cuido, cómo puedo cuidar a los demás?
Mejora la relación para conmigo, mejora la relación para con los demás.
La realidad profunda, sale del trabajo interno profundo. Yo quiero tener riqueza espiritual, tengo que practicar la transdisciplina. Es la disciplina de lo trascendental y te lleva a la recuperación con el todo, con la unidad. La meditación es un método de la transdisciplina.
Primero obviamente, tenemos que ser disciplinados. Si no tengo disciplina normal, no puedo trabajar la transdisciplina. Primero trabaja la disciplina normal. Si en lo material, que el alma debería dominarla tranquilamente, no tenemos disciplina, no hablemos de lo inmaterial.
Otro método de la transdisciplina son los sueños lúcidos. La transdisciplina religa todo con todo. Y la realidad, que lo roto de la humanidad también lo religa. Porque la humanidad está un poquito rota, no creo que nos demos cuenta. La humanidad tiene pobreza espiritual, por eso está rota, y porque hay mucho egocentrismo. Mucho yo. Mucho ego.
“Mirá lo que me hizo”, “mirá lo que me dice”, la culpa es de afuera. Y adentro ¿cuándo? Tú transformación real ¿Cuándo? ¿Cuándo despertás?
La clave de trabajar el interno, la transdisciplina, esto que estoy hablando, que es la reconexión con el mundo espiritual, hace que yo sea mi propio faro:
Amor, conexión, iluminación.
Y si soy un faro, el faro hace que los barcos no encallen, sino que sepan por dónde navegar. Entonces un ser que es propio faro, en realidad, ayuda al prójimo.
Todo esto arranca desde un lugar. El ego juzga y generalmente el juzgar, viene con algún tipo de descalificación hacia el otro. Y lo descalificás porque hacen las cosas diferentes a vos. Porque uno cree que la única manera de hacer las cosas es la de uno, esto es una persona con pobreza espiritual. Esto es así y no es la manera, porque se hace así y así.
Pero quédense tranquilos que aquel que juzga, la verdad, es tan hermoso para aquel que tiene riqueza espiritual. Porque lo que hacen es descalificarse a sí mismos, los conocés. Pero no uses ese conocimiento sino justamente, un ser rico espiritualmente comprende realmente por qué juzgan y cuál es la metología de juicio.
Generalmente la personas que juzgan no son coherentes. Hacen las cosas de tal manera, que vibran en ese nivel. No viven como piensan. ¡Terrible! Verán mucha gente, piensan de una manera y viven de otra. ¡Sean coherentes! ¡Si vos pensás así, viví así!
Tenemos muchos casos en Argentina, que nos enseña cada minuto. Nosotros tenemos un curso acelerado. Viví como pensás. Lo que vos decís, es lo que vos sos. Un ser rico espiritualmente trata de no juzgar, sino de comprender.
El ego no ama, el ego juzga continuamente y necesita entrar en juicio para seguir vivo. Porque el ego no quiere morir.
Para seguir elaborando y alejándonos de la pobreza espiritual, seamos cuidadosos con eso que nos sale natural, que es jugar al prójimo.
Hay que estar en esos zapatos, para poder hacer una definición. Generalmente, lo más lindo que hay, es escuchar a una persona cuando juzga a otra. Porque no habla de la persona que está juzgando, sino habla de sí mismo. Recuerden este concepto, es muy importante.
La realidad que lo más lindo en todo esto y eso es riqueza espiritual, es lo extraordinario de ser sencillo. Las cosas son simples, la gente que está con problemas psíquicos, la complica. Todo es muy simple. La vida de todos los días, es simple.
Cuando te levantás en la mañana, te lavas la cara, te lavas los dientes, te bañas, simple. Y después tiene que seguir siendo simple. No vienen las ideas complicadas…. ¡Alto aquí! Estás un poco complicado, ¡te amo!
Entonces, a dónde tenemos que ir para tener riqueza espiritual, al verdadero trabajo interno, es el silencio. Pero el silencio no es ausencia de palabras, sino el silencio del ego. Ese es el verdadero silencio, el verdadero trabajo de lo que es mi parte espiritual.
Cuando uno tiene silencio de ego, ahí siente la voluntad del Cosmos, del Universo, de Dios y podemos ser muy grandes internamente; y deleitarnos de este mundo espiritual. El Cosmos, el Universo, Dios, no necesita seres tristes. Uno decide ser triste por la manera de juzgar, por el ego.
Nuestra conciencia individual manejada desde el alma, debe expandirse. Y se expande comprendiendo al prójimo, no criticando, no entrando en batalla, hay gente que le gusta pelearse, entran en batalla. ¿Juzgás porque golpearon a tu ego? estás en un gran problema. Te falta espiritualidad.
Si golpearon a tu ego, es el mejor momento de trabajarlo, tené pensamientos espirituales.
Entonces, ahí es donde uno propone fuertemente trabajar la meditación. Cuando están así alterados, mediten. Pongan en silencio el ruido de los pajaritos, que hablan dentro de su mente.
La meditación, es un regalo divino. Muchos de nosotros lo estamos trabajando. ¡Que lindo es meditar!
Y aquel que no lo hace, trate de hacerlo. Porque es el regalo que el Cosmos, Dios, te dió y no lo usamos. Es eso que te va a aquietar, es eso que te hace ser un ser individual, pero conectado con lo divino. Cuando vos meditás, el ego desaparece.
Les cuento, claro cuando uno medita aparece el ruido mental, pensamientos, reacciones, acciones, juzgás, me siento mal, me siento bien… Relajate, igual no te pongas mal, porque si después agregamos un no medito, tengo un ruido más.
La realidad concreta, para comenzar a vivenciar esa riqueza espiritual, es mirar en nuestro interior.
Y cuando uno mira su interior, empieza a conocer lo hermoso, lo rico, que es vivir en la senda. Porque el camino espiritual es una senda continua. Y cuánto uno más tiempo está en la senda, más le gusta transitar la senda. Porque es parte de su vida. Y cuando uno transita la senda, tiene que ser muy consciente, que la senda es individual y colectiva; y en ese orden.
La senda, respeta mucho cada momento de cada ser. Porque no todo el mundo puede seguir la senda, porque cada ser tiene su evolución y su momento.
A veces, muchos arrancan en una misma largada y muchos también se van quedando y eso no es ni bueno, ni malo, es lo que ocurre.
En esta etapa evolutiva, en donde se separa la paja del heno, uno estará viendo que eso está ocurriendo. Y no es casualidad, porque justamente, mucha gente que creía estar en un camino espiritual, estaba haciendo un paseo espiritual. Pero no estaba en el camino.
Y aquel que estaba en un camino espiritual, se fortalece desde el camino espiritual y por ahí está el dónde estoy yo, ser verdadero, transitando la vida.
Taller: "Pobreza Espiritual. El verdadero mal de estos tiempos. Como encontrar la riqueza"
Sábado 12 de Junio 2021
A cargo del Profesor Claudio Marzan.