Hablar del perdón, todo el mundo sabe de qué se trata, pero quizás nunca se profundizó cómo es el fenómeno de perdonar. Es una acción, que hace el ser humano para, por ejemplo, hacer una revisión de alguna obligación pendiente en general, de alguna ofensa recibida, o de alguna pena no merecida por falta del otro.
Y uno en esa acción genera una indulgencia, una comprensión, una tolerancia ante ese error ajeno. En esa acción aparece un montón de fenomenología.
El perdón es una acción humana, porque entre los animales no se perdonan, entre animales y vegetales tampoco y así sucesivamente. Entre humanos, sí. Ahí es donde después aparece ese Dios personificado antropomórfico, en donde Dios también perdona nuestros pecados. Pero el perdón, en definitiva, es una acción humana.
Claramente que cuando se lleva esa acción de dar esa indulgencia, de ese momento de comprensión (estoy hablando desde la acción, después vamos a ver que hay más situaciones psicológicas profundas en esto de perdonar) y que se lo lleva a las deidades, Dios perdona nuestros pecados y de hecho, hasta es una frase cristiana. En definitiva, es esto que uno está hablando de indulgencia ante una ofensa.
¿Es lo mismo ser culpable que responsable?
Ante una acción incorrecta, uno puede ser culpable o uno puede hacerse responsable. Generalmente cuando uno dice: es mi culpa y no salgo de ahí. Ya está, me quedé con los bracitos cruzados y eso no es trabajar la responsabilidad.
Cuando uno es responsable, en realidad utiliza la acción del cambio. El responsable actúa, no se queda quieto, ejerce acción y trata de alguna manera, de remediar esa situación negativa que ha hecho hacia los otros o ese evento no positivo. Cuando alguien se hace responsable automáticamente empieza la acción del cambio. El no responsable se queda quietito, mira y no hace nada.
Volviendo al tema del perdón, vamos a tratar de desgranarlo y ahí vamos a ver que la autoestima está relacionada con el perdón. Prima faz les quiero decir que, cuando una persona siente algún daño porque le han hecho o cuando una persona ha generado un daño, no van a estar tan tranquilos y hay todo un proceso mental de sufrimiento. Existe y se va a relacionar después con la autoestima.
En el fenómeno de perdonar también entra el auto perdón. Porque uno habla de perdón hacia afuera o que lo perdonen, pero también uno debe perdonarse hacia adentro.
Dijimos, el perdón es un fenómeno humano, va hacia fuera o puede ser recibido. Pero también va hacia adentro. El auto perdón existe y es muy importante; yo diría más importante que todos los demás. Más aún, si uno no trabaja el perdón para consigo mismo, es muy difícil que lo pueda trabajar hacia afuera.
El perdón no significa negar lo que pasó. Mucha gente cree que va por ahí y no es por ahí. El perdón aparece justamente, para no justificar un mal comportamiento o lo que yo creo que es un mal comportamiento.
Cuando uno perdona, no significa que le está diciendo a la otra persona que lo que hizo no está mal. No, no, yo sé que está mal la acción de la otra persona, pero la perdono. No quiere decir que lo acepte.
Perdonar no es liberar a la otra persona, ni liberarse de uno mismo. Pero sí es liberarse de la bronca o de esa sensación negativa que uno tiene, es liberarse de ese resentimiento interno.
Hay mucha gente que llega a sentimientos de violencia y de venganza. Poné esa elipsis llamada perdón y vas a hacer bajar ese grado de resentimiento. El perdón es un proceso interno de alto conocimiento.
Cuando estamos hablando de ese proceso de perdón, en definitiva, ese proceso interno de perdón hacia el otro, es un proceso de liberación interna. La verdad uno se libera.
El ejercicio del perdón hacia el otro, es un ejercicio de liberación hacia uno. Porque sino uno se queda embroncado, dando vueltas sobre un evento. Debemos decir: bueno ya está. Ni hablemos al revés, uno ha cometido un error y alguien le otorga ese perdón, también se liberó. Ahora junto los dos procesos; y si es interno, pasa exactamente lo mismo.
A veces uno dice: mi proceso de perdón es muy fácil, yo no vuelvo a ver a la persona que me hizo un daño. No va por ahí. Porque perdonar es liberarse internamente.
Y la realidad, uno tiene que tener esa opción, cuando uno perdonó sensatamente, de poder ver a esa persona sin que a uno le genere nada. Eso no quiere decir que uno permanezca al lado de él si el daño tiene que ver con temas físicos. Pero no quiere decir que no pueda verte tranquilamente. Cuando una persona perdona, puede optar estar o no estar. El tema es no dejar resentimiento interno y tener una vida normal, que no es poca cosa. Porque cuando uno sabe perdonar, sabe entender que también comete errores y que también pueden ser perdonados.
Cuando uno trabaja el perdón, lo que usted va a hacer es quitarle toda esa energía negativa a ese ser, que puede ser hacia afuera o hacia adentro. A veces uno dice: me mandé esta macana, no tendría que haber reaccionado así y se castiga. No, no te castigues, hacete responsable y auto perdónate, seguramente vas a poder mejorar tus acciones. Por eso, el primer paso es ese reconocimiento y ser consciente del daño que yo pude haber infringido; o el daño que me infringieron.
¿Existe el dolor? Sí y hay que trabajarlo.
Una frase de Gandhi dice:
“los débiles nunca pueden perdonar. El perdón es el atributo de los fuertes”
Cuán al revés nos han puesto el perdón. Cuando uno perdona aligera la mente, lo que no es poca cosa.
Vamos a tratar de ver cómo es el proceso de perdonar. Porque la ofensa, generalmente, muy en lo profundo, es un hecho emocional que se produce por haberme sentido injustamente tratado, por un tema o por otro. Y lo que de alguna manera busca, es la compensación emocional. Y ¿si me chocaron el auto, o si es un tema económico?
A lo último llegamos siempre a un tema emocional.
Y a veces, los daños son tan grandes y hablamos de los daños psicológicos, que uno no termina de cerrar su vida emocional por no haber trabajado el perdón. Y a veces, tiene que ver con el perdón a los padres.
¿Cómo es el proceso de perdonar?
Insisto, el perdón es un fenómeno humano.
¿Cuándo perdonar? Ya lo estamos comprendiendo y ¿qué etapas tiene eso de cuándo perdonar?
Etapas del proceso de perdonar
1. Análisis y reconocimiento del daño sufrido.
Cuando uno tuvo una acción de algo, primero tenés que hacer un análisis y reconocimiento del daño sufrido.
Insisto, es más fácil verlo de afuera hacia adentro. Pero también es de adentro hacia afuera. Ver ese dolor que tengo, por qué lo tengo. Tenés que aceptar ese dolor, tenés que hacer el duelo de ese dolor. Y tratar de hacerlo de la manera más objetiva posible, porque la objetividad en el ser humano no existe.
Cuando uno se pone en esa situación de objetividad, toma un poco distancia y va a ver los motivos, que sería el trabajo, del que te ofendió.
¿Por qué me ofendió, por qué me hizo eso?
Tratar de ver. Ahí es donde uno se pone en una cierta empatía con el otro. Ya no hay tanta bronca. Pero objetivamente comprender al otro. Esa es la base del perdón.
Tratar de analizar todos los detalles y todo lo que ha influido para que ese daño estuviera ocurriendo.
Porque cuando uno entiende esa atribución interna, eso que inestabilizó la situación, esa situación específica, contribuye cada pasito que estoy hablando en esta primera etapa, a trabajar el perdón.
La cultura Tolteca hablaba del espejo humeante donde decía que lo que está pasando afuera, está pasando adentro. Por eso, el proceso del perdón es un proceso netamente humano. No hay otra especie que perdone.
Volvemos y ponemos a esa personificación de Dios, de la manera que yo lo veo, en donde él también tiene que perdonar mis pecados. Pero, en definitiva, lo concreto y lo real es que el humano perdona. Es un fenómeno extraordinario y por eso lo estamos trabajando. Porque experimentar eso que es netamente de la especie, nos permite pegar saltos evolutivos internos y un mejoramiento de autoestima extraordinario.
2. Elegir la opción de perdonar.
Vos elegís la opción y ahí está el gran tema. O sea, ¿sigo dando vueltas con ese punto que me pusieron, ese dolor que tengo u opto por el trabajo del perdón?
¿Tengo miedo si estoy muy cerca de ese ser que me dañó para que no vuelva a destruir a ese ser o me puedo seguir acercando para reconciliarme?
Lo más importante es tener la confianza de que ese ser no te puede dañar más. Si uno tiene esa confianza, ahí aparece la opción de perdonar. Pero la confianza es interna, es decir: estoy al lado, pero el daño no entra.
Ahí es donde volvemos de la autoestima, ¿cómo estoy por dentro para tener ese equilibrio?
Una vez que uno, en esa segunda etapa, eligió esa opción de perdonar; que también puede elegir no perdonar, sería un sistema porque estaría dando vuelta con mucho sufrimiento, aparece la siguiente etapa:
3. Aceptación de esa ira y de ese sufrimiento.
Y reconocerme en esa tercera etapa que pudo existir esa sensación, como un deseo de venganza, de bronca, de rabia, ahí es donde tenés que aceptar ese momento, que puede ocurrir, pero tiene que ser muy pequeño; y si cada vez es más pequeño, vas a estar mucho mejor. Solo un instante de esa sensación y ya está.
Claramente el problema es actuar bajo esa sensación, que mucha gente lo hace. Y ahí es donde mucha gente quiere venganza, porque se deja llevar por ese sufrimiento o ese sentimiento de auto destrucción, de depresión. Y, por lo tanto, eso que le han hecho es tan terrible, que no lo puedo soportar y me quiero morir. ¡Terrible eso también!
Por eso, si yo elegí en la segunda etapa la opción del perdón, trabajo la aceptación de lo que pasó y también la aceptación de ese momento de ira, de bronca, de sufrimiento. Comienzo fuertemente, a llenarme de esos pensamientos positivos en donde van a fortalecerse esos valores internos que uno tiene.
La realidad que cuando empieza a trabajar esa tercera etapa, aparecería una cuarta etapa. Recordemos que todo esto pasa a la vez, pero lo estamos dividiendo para que se entienda.
4. Establecer una estrategia para autoprotegerse.
Porque perdonar no significa una aceptación incondicional del peligro o de mi próximo ataque. Es muy posible que yo perdone a un ser y me vuelva a atacar de la misma manera. O sea, el analizar lo ocurrido, incluye también la consideración que vuelva a hacer lo mismo. Y ahí es donde uno tiene que tener esa estrategia de autoprotección y eso me va a dar mayor posibilidad de evitar una nueva ofensa hacia mí.
Ej.: persona que continuamente te dice que sos un inútil, en forma directa o indirecta. Hiciste un mate y te dice: tendría que estar un poquito más caliente. Marcó que sos un inútil.
Vos pensás, me va a decir eso, lo perdono. Y ahí automáticamente sellaste lo que te va a decir y te divertís.
5. Si uno ha cometido un error, dar una expresión explícita de perdón.
Perdón no sé por qué te hice daño, pero perdóname. Y viceversa, en esa quinta etapa, no esperar que te pidan perdón.
Etapas del proceso de pedir perdón
1. Reconocer lo que hizo o causó daño o ha ofendido al otro.
Es obvio que eso es importante porque si uno no hace eso, se complica. Uno debe reconocer qué daño le causó al otro y en qué lo ofendí. Es un proceso muy profundo de comprensión, de empatía; y es la base de toda comunicación para pedir una disculpa y evitar después volver a cometer la misma situación hacia el otro. Y realmente comprender el sufrimiento del otro, por eso se habla de empatía y este es un proceso altamente positivo.
Es sentir de verdad el dolor del otro. Es ser consciente, del dolor del otro. Esto de ponerse en lugar del otro, es así.
2. Analizar las distintas conductas, la mía y la del otro.
Comprender las conductas, significaría explicar al ser cuando uno le pide disculpas al otro, el por qué se comportó tan mal y ver la conducta del otro. Tratar de observar en detalle las circunstancias que llevaron a que yo actúe de tal o cual manera o las circunstancias que hicieron que el otro ser se ofenda. Y nunca echarle la culpa al otro. Es decir: yo hice esto por…
¡No! Olvidate, actuaste así y punto. Lo hiciste vos. Punto y aparte.
Es muy importantes hacerse responsable, la auto responsabilidad. A la mayoría no le gusta hacerse responsable, la mayoría le gusta echarle la culpa al otro. No, hiciste todo vos. Es así. Aunque te hayan empujado, lo hiciste vos.
Hacerse cargo es lo más lindo que hay y te permite evolucionar. Por eso, debemos analizar nuestra conducta.
3. Definir un plan de acción para que no vuelva a ocurrir.
Porque es muy factible que lo vuelva a hacer, con la persona o con otro. No nos creamos omnipotentes. Porque si lo hicimos, es muy factible que lo volvamos a hacer. No somos Dios. Y debe ser un plan concreto. Ahí está la autobservación, el autoanálisis y si no lo encontrás, pedí ayuda.
Porque no solo es pedir perdón, sino también un plan de acción. Son muy fáciles las buenas intenciones, pero con las buenas intenciones nadie llega a ningún lado. Porque entonces no hay un pedido de perdón real. Pedís disculpas, accioná por ende.
Ahí es donde volvemos a este punto. Pedir perdón explícitamente al otro. Y si uno pudiera, que no siempre se puede, restituí el daño causado. No siempre se puede, pero si se pudiera, hacelo.
Ahora vamos a ver más profundamente el tema del perdón:
William Shakespeare decía:
“El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra, es dos veces bendito. Bendice al que lo dá y al que lo recibe”
Por ahí va el tema. Por eso, nadie es perfecto en esta tierra y ciertamente cuando eso está ocurriendo, la verdad, que todos nos equivocamos de una manera u otra y sin querer, también lastimamos. No hay nadie que no lastime al otro.
Acá hay un punto que es muy importante, que el pedir perdón no sirve de nada, si uno continúa cometiendo el mismo error. El verdadero perdón para sanar es tratar de no cometer el mismo error. Si no estás dispuesto a no cometer el mismo error, no hagas nada.
Cuando uno perdona lo que hace es, fuertemente no dejar que el pasado te arruine tu presente y tu futuro. Si uno tuviera que verlo, es no dejar que ese pasado arruine esa pista de aterrizaje de las cosas lindas de la vida. Y se te caen los malos recuerdos, las broncas, las iras. Todo eso y es parte de trabajar el perdón.
Perdonar, jugando con las palabras de Per Donar:
Per: de perder y donar: de donar.
¿Y qué sería perder?
Perder dolor, perder rencor, perder la amargura, perder la ira, etc.
¿Y qué sería donar?
Cuando donás, donás amor, donás empatía, donás paz profunda, donás cura en tu interno.
Nunca se olviden de esto. Por eso Per Donar.
La palabra perdonar no viene de ahí, pero sirve como juego filosófico de trabajar el perdón.
Perdonar, es sacar toda la basura que uno tiene adentro. Y es así. ¡¡Es un trabajo interno fuerte!!
Cuando me preguntaron sobre el perdón de las relaciones interpersonales. Lo que uno busca es solucionar para sanar heridas, y lo que no busca es un castigo. Y cuando uno en amistades o en relaciones busca o espera el perdón, es para no herir al otro y no mantener un sistema de herida.
Ahora; y acá viene el tema, no pedir perdón cuando uno se equivocó significa una estaca continua, un dolor continuo. Ahora cuando uno se siente lastimado y continuamente golpeado, la autoestima baja, y baja mucho.
Cuando alguien se siente que alguien le ha hecho algo, tu autoestima bajó. Mirá lo que me dijiste y ni hablemos si tiene que ver dentro de lo que es el núcleo familiar.
¿cómo me daría cuenta de que mi autoestima está baja? ¿Cómo sé que la autoestima me está fallando?
Hay muchas características interesantes y esto en el orden general.
¿Qué es primero, la autoestima baja o el perdón? Es como buscar la respuesta del huevo y la gallina.
La realidad, que hablando del fenómeno del perdón, hay ya una situación inicial con respecto a la personalidad. Las personas que arrancan con autoestima baja no les es fácil ni recibir, ni pedir perdón.
Porque una persona segura puede pedir perdón. Una persona fuerte pide perdón, no una persona débil.
¿De dónde viene la baja de esa autoestima?
La verdad arranca desde el inicio, desde la crianza y como fuiste criada o criado en tus distintas etapas de la niñez. En cada etapa de la niñez hay una situación de crisis, normales que tenemos todos.
Ahora las críticas que has recibido en tu niñez, y parte de lo que es tu juventud, es lo que va a marcar la diferencia entre la autoestima alta y la autoestima baja. Por lo tanto, también te va a marcar en esto de pedir o recibir perdón; y en el auto perdón que es fundamental.
Hay muchos padres o ancestros que educaron a sus hijos en un sentido crítico sobre ellos. Y que, de alguna manera, sin querer claro, está porque aprendieron también lo mismo, en un sentido de minusvalía. Todo lo que hacés, lo hacés mal, más o menos. Nunca un reconocimiento de las acciones del niño. Y lo que se logra es que ese ser no reconozca sus propios valores. Por lo tanto, siempre está en falta.
Cuando uno pide disculpas, empieza a ejecutar el cambio. El verdadero pedido de disculpa es con cambio incluido, no debemos ser doble faz.
La autoestima depende en su primera fase, de la crianza. Por lo tanto, te va a costar pedir perdón. Si a vos te educan desde la minusvalía con relaciones no virtuosas, mediocres, chau.
Ocurre que también en la vida, otra situación para bajar la autoestima, tiene que ver con eventos traumáticos. Que pueden ser eventos dolorosos o también humillantes, que van a hacer mella de tu amor propio y terminan convenciendo, por ese efecto traumático a ese ser, que es un ser defectuoso o un ser indigno o inútil.
Si no trabajás profundamente ese evento traumático o hacés evitar a esos niños ese efecto traumático, les reventaste la autoestima. Por lo tanto, va a sufrir mucho ese niño.
Ocurre que también aparecen las fobias, en todos sus distintos formatos. Esos miedos irracionales que van a incidir en tu autovaloración y el miedo es muy fuerte, por eso ahí está el tema del dar y trabajar el perdón, que cuando el miedo es demasiado fuerte; la fobia empieza a poseer a las personas. Y todas, en general, dejan de apreciar su verdadera personalidad. Y la personalidad se va a basar en su miedo.
Si vos tenés fobias muy profundas, dejás de ver quién sos realmente y vos crees que sos ese miedo.
La autoestima baja te lleva a tener dificultades sociales. Conozco mucha gente de autoestima baja que quiere mostrar, mostrarse y tiene una autoestima baja. Hacen esto porque necesitan que los de afuera los aprueben. Lo único que tenés que esperar es dejar pasar el tiempo, porque todos esos terminan cayéndose solos a causa de su baja autoestima. A veces, esos son los que menos autoestima tienen, por sus frutos los reconoceréis.
Por eso, hay dificultades sociales y esa dificultad, genera más dificultad. Y después aparece la angustia social, autoaislamiento o aislamiento de las personas que están cerca de esas personas, todo lo que se imaginen.
Otras personas con autoestima baja son aquellas que estallan, se enojan por nada, tratan de prepotearte o humillarte desde la violencia porque adentro tienen autoestima muy baja, hay que ayudarlos.
También hay personas que les genera mucha dificultad poner límites. Les cuesta decir que no: autoestima baja.
Y ahí está el tema del perdón. Porque la verdad son personas que viven los errores propios o defectos propios como algo catastrófico o catastrófico hacia afuera.
Muchas personas buscan por la autoestima baja, la aprobación de los demás constantemente. Y cuando no consiguen eso pasan dos cosas, o se deprimen o se enojan.
Personas con autoestima muy baja, son personas que son intolerantes a la crítica, no pueden tolerar la crítica se enloquecen, se ofenden. Autoestima muy baja.
Aparece también otra característica de la autoestima baja, es el deseo compulsivo de complacer a los demás.
Otras personas con autoestima baja, exageran los triunfos o sus virtudes ante los demás y a veces inventan eso.
Obviamente viven con un miedo exagerado a equivocarse.
Otra manera de mostrar autoestima baja, porque son todos distintos fenómenos, las personas muy tímidas, muy inseguras, rehúyen el contacto con los demás, se esconden, están en un angulito. Y muchos de ellos toleran situaciones indignas sin protestar o buscar alternativas.
Y cuando tenés autoestima baja, las cosas que vas haciendo bien y vas creciendo lo ves como algo no importante, no cualquiera hace esto. No, cualquiera no.
Otros que, polarizados a esto, hacen una compensación de su autoestima con arrogancia, son pendencieros y vos decís: sos un salame con autoestima baja.
Hay hasta inclusive un mantra, que mucha gente lo utiliza de una isla polinésica, Hawái, y en ese mantra está toda una filosofía de vida, que es bastante larga y es una práctica ancestral de los Kahuna. Esta práctica es el Hoponopono. Es una técnica que tiene tres palabras básicas:
· Lo siento
· Perdóname
· Te amo
El hoponopono uno lo aplica como lo siente, por eso es un mantra, hay otros que dicen: lo siento, perdóname, gracias.
O hacés: lo siento, perdóname, te amo o lo siento, perdóname, gracias, te amo.
Ustedes fíjense que en “Gracias” y en “Te amo”, siempre está el amor. Por eso digo: lo siento, perdóname, te amo.
Lo siento porque lo que hay en mí muchas veces lo reflejo en ti. Y ahí está el tema del perdón porque lo que siento es porque lo reflejo.
Perdóname por responsabilizarte de mis acciones. Mucha gente hecha la culpa al otro. No, no va por ahí.
Gracias, por mostrarme con amor lo que debo sanar en mí. Esto es porque lo que hay en mí, muchas veces lo reflejo en ti. Entonces desde vos, veo lo que debo sanar en mí. Eso que a mí me molesta, es lo que yo tengo que trabajar.
Entonces te agradezco que me hagas tal cosa, o tal otra, te agradezco que me generes este dolor, entonces ahí aparece el perdón automático. Es el perdón y el olvido.
Y te amo, porque ya después viene el gesto más profundo, porque gracias a ti, gracias a todo lo que estoy viviendo, decido hacerlo diferente.
Esta es la clave del perdón verdadero. Perdón y olvido, que no significa no tener memoria. Porque es parte natural de nosotros, la memoria. Nuestra naturaleza, nuestras neuronas, nuestro sistema nervioso, nos hace que recordemos. Memoria.
El olvido, cuando se habla de perdón y olvido, es que las emociones que me generaron ese evento no estén más. Tal es así que desaparecen.
Mucha gente sabiendo este conocimiento del hoponopono, lo utiliza ante todos los eventos. Te está pasando algo y decís: estoy mal, me quiero devorar a esta persona por lo que me está haciendo. En ese momento dicen: Lo siento, perdóname, gracias, te amo. Entendiendo este concepto que acabamos de ver.
Mucha gente lo repite como mantra, perdóname, lo siento, gracias, te amo. ¿es necesario hacer esto? No.
Pero sí, tener claro el concepto, saber que toda persona que acciona, lo hace porque tiene un sistema emocional para actuar de esa manera.
Y acá la clave es la siguiente: todo lo que estamos viendo tiene que ver con que perdonar es sanar y les agrego: Perdonar para sanar con profundidad, como obligación. Yo perdono, sano.
Por eso, en este nuevo concepto que estamos hablando y por eso utilicé el hoponopono, mucha gente asocia el perdón con olvidar una falta. ¡No! grave error.
El perdón es para sanar. El perdón de uno o hacia el otro o en conjunto, sana cualquier relación, amistad, lo que sea. El perdón sana, no es para olvidar y ahí está la clave.
Por eso, en el hoponopono, vuelvo a repetir esto:
Lo siento, porque lo que hay en mí muchas veces lo reflejo en ti.
Perdóname, por responsabilizarte de mis acciones.
Gracias, por mostrarme con amor lo que debo sanar en mí.
Y no siempre me lo muestran con amor. Ahí está el punto, aunque te lo muestren con violencia, tengo que transmutar esa violencia.
Te amo, porque gracias a ti, hoy decido hacerlo diferente.
Pero me quiso matar, y te amo porque ahora me sé defender. Eso no quiere decir que no ponga límites, sigo insistiendo.
Una persona con alta autoestima, generalmente sabe cuáles son sus defectos, ahí es donde ya el ego empieza a desaparecer. Porque la persona que tiene autoestima reconoce sus defectos, dice: en esto no estoy bien, en esto me falta, en esto no soy bueno. Pero eso no quiere decir que piense: en aquello soy bueno, en aquello esto bien, etc.
La persona con autoestima alta, diferente a tener mucho ego, lidia perfectamente con sus propios errores. Ahí está la clave de ver autoestima vs. Ego. Quien tiene ego, no reconoce ningún error.
Una persona con buena autoestima lidia perfectamente con sus propios errores. Para ello, primero hay que reconocerlos. Una persona con ego no reconoce a ninguno; y más aún, tratan de responsabilizar hacia afuera.
Es ahí que nosotros tenemos una dinámica racional e irracional. Porque a veces tenemos acciones irracionales, una persona con autoestima baja, sabe eso. Y hay acciones que tienen que ver con lo irracional, que cuando lo pongo en lo racional digo: ¡¡mirá lo que hice!!
Muchas veces tomamos actitudes de reacción de manera determinada ante eventos y eso es donde también hay que trabajarlo. Una persona con autoestima alta, la realidad que continuamente, va reconociendo que cambia su manera de ser y personalidad.
Una persona con ego, está muy centrado en su propia personalidad. Todo. Y como lo miran y no les gusta que descubran algo. Estoy hablando del ego de lo que entendemos por ego, no estoy hablando del ego Freudiano, que no tiene esta característica que digo. Recordemos que estaba el yo, el ego, el super yo, el super ego y el ello. No estoy hablando de eso, quiero aclarar. Estoy hablando del ego, que vox populi, se comprende que es el ego. Por eso el ego es realmente un obstáculo a trabajar, ya el ego es el que a veces me permite mal relacionarme con las personas.
Cuando una persona tiene mucho ego, va a tener muchas dificultades de generar empatía. Y la verdad, la palabra generosidad, es una palabra que se le escapa un poquitito.
Una persona, lamentablemente con mucho ego, que no tiene nada que ver con la autoestima como estamos viendo, busca continuamente ser el centro de todo. Y aparece hasta un trastorno narcisista al respecto, que es un trastorno de la personalidad. Si tuviera que decirlo, es sentirse super grandioso, super importante.
Rasgos de personalidad psicopático.
1.-Tienen mucha capacidad verbal y un encanto superficial.
2.- Muestran mentirosamente una autoestima exagerada.
3.- Necesitan buscar estímulos externos para no aburrirse.
4.- Viven mintiendo en forma patológica.
5.- Tienen un comportamiento manipulador por excelencia.
6.- No tienen ningún tipo de remordimiento y culpa. Todo lo que hacen está bien.
7.- La afectividad que tienen es frívola.
8.- Son carentes de empatía, son crueles e insensibles.
9.- Tienen un estilo de vida parasitario.
10.- Falta de control en la conducta.
11.- Mucha promiscuidad, la promiscuidad es aquello incorrecto que le daño al otro.
12.- Falta de control en su conducta.
13- No tienen metas realistas a largo plazo.
14.- Son bipolares.
15.- Son patológicamente irresponsables.
16.- Son personas que, en las relaciones de amistades, en las relaciones interpersonales, son de cortes rápidos, corta duración. Primero te amo, después no te amo.
17.- La corrupción es parte normal en su ser.
Entonces, comprendiendo todo este tema, vamos a volver a un puntito más para cerrar todos estos hermosos conceptos vertidos.
El hoponopono se basa en esto:
Taller: "El perdón y la autoestima"
Sábado 18 de Septiembre 2021
A cargo del Profesor Claudio Marzan.
Y uno en esa acción genera una indulgencia, una comprensión, una tolerancia ante ese error ajeno. En esa acción aparece un montón de fenomenología.
El perdón es una acción humana, porque entre los animales no se perdonan, entre animales y vegetales tampoco y así sucesivamente. Entre humanos, sí. Ahí es donde después aparece ese Dios personificado antropomórfico, en donde Dios también perdona nuestros pecados. Pero el perdón, en definitiva, es una acción humana.
Claramente que cuando se lleva esa acción de dar esa indulgencia, de ese momento de comprensión (estoy hablando desde la acción, después vamos a ver que hay más situaciones psicológicas profundas en esto de perdonar) y que se lo lleva a las deidades, Dios perdona nuestros pecados y de hecho, hasta es una frase cristiana. En definitiva, es esto que uno está hablando de indulgencia ante una ofensa.
¿Es lo mismo ser culpable que responsable?
Ante una acción incorrecta, uno puede ser culpable o uno puede hacerse responsable. Generalmente cuando uno dice: es mi culpa y no salgo de ahí. Ya está, me quedé con los bracitos cruzados y eso no es trabajar la responsabilidad.
Cuando uno es responsable, en realidad utiliza la acción del cambio. El responsable actúa, no se queda quieto, ejerce acción y trata de alguna manera, de remediar esa situación negativa que ha hecho hacia los otros o ese evento no positivo. Cuando alguien se hace responsable automáticamente empieza la acción del cambio. El no responsable se queda quietito, mira y no hace nada.
Volviendo al tema del perdón, vamos a tratar de desgranarlo y ahí vamos a ver que la autoestima está relacionada con el perdón. Prima faz les quiero decir que, cuando una persona siente algún daño porque le han hecho o cuando una persona ha generado un daño, no van a estar tan tranquilos y hay todo un proceso mental de sufrimiento. Existe y se va a relacionar después con la autoestima.
En el fenómeno de perdonar también entra el auto perdón. Porque uno habla de perdón hacia afuera o que lo perdonen, pero también uno debe perdonarse hacia adentro.
Dijimos, el perdón es un fenómeno humano, va hacia fuera o puede ser recibido. Pero también va hacia adentro. El auto perdón existe y es muy importante; yo diría más importante que todos los demás. Más aún, si uno no trabaja el perdón para consigo mismo, es muy difícil que lo pueda trabajar hacia afuera.
El perdón no significa negar lo que pasó. Mucha gente cree que va por ahí y no es por ahí. El perdón aparece justamente, para no justificar un mal comportamiento o lo que yo creo que es un mal comportamiento.
Cuando uno perdona, no significa que le está diciendo a la otra persona que lo que hizo no está mal. No, no, yo sé que está mal la acción de la otra persona, pero la perdono. No quiere decir que lo acepte.
Perdonar no es liberar a la otra persona, ni liberarse de uno mismo. Pero sí es liberarse de la bronca o de esa sensación negativa que uno tiene, es liberarse de ese resentimiento interno.
Hay mucha gente que llega a sentimientos de violencia y de venganza. Poné esa elipsis llamada perdón y vas a hacer bajar ese grado de resentimiento. El perdón es un proceso interno de alto conocimiento.
Cuando estamos hablando de ese proceso de perdón, en definitiva, ese proceso interno de perdón hacia el otro, es un proceso de liberación interna. La verdad uno se libera.
El ejercicio del perdón hacia el otro, es un ejercicio de liberación hacia uno. Porque sino uno se queda embroncado, dando vueltas sobre un evento. Debemos decir: bueno ya está. Ni hablemos al revés, uno ha cometido un error y alguien le otorga ese perdón, también se liberó. Ahora junto los dos procesos; y si es interno, pasa exactamente lo mismo.
A veces uno dice: mi proceso de perdón es muy fácil, yo no vuelvo a ver a la persona que me hizo un daño. No va por ahí. Porque perdonar es liberarse internamente.
Y la realidad, uno tiene que tener esa opción, cuando uno perdonó sensatamente, de poder ver a esa persona sin que a uno le genere nada. Eso no quiere decir que uno permanezca al lado de él si el daño tiene que ver con temas físicos. Pero no quiere decir que no pueda verte tranquilamente. Cuando una persona perdona, puede optar estar o no estar. El tema es no dejar resentimiento interno y tener una vida normal, que no es poca cosa. Porque cuando uno sabe perdonar, sabe entender que también comete errores y que también pueden ser perdonados.
Cuando uno trabaja el perdón, lo que usted va a hacer es quitarle toda esa energía negativa a ese ser, que puede ser hacia afuera o hacia adentro. A veces uno dice: me mandé esta macana, no tendría que haber reaccionado así y se castiga. No, no te castigues, hacete responsable y auto perdónate, seguramente vas a poder mejorar tus acciones. Por eso, el primer paso es ese reconocimiento y ser consciente del daño que yo pude haber infringido; o el daño que me infringieron.
¿Existe el dolor? Sí y hay que trabajarlo.
Una frase de Gandhi dice:
“los débiles nunca pueden perdonar. El perdón es el atributo de los fuertes”
Cuán al revés nos han puesto el perdón. Cuando uno perdona aligera la mente, lo que no es poca cosa.
Vamos a tratar de ver cómo es el proceso de perdonar. Porque la ofensa, generalmente, muy en lo profundo, es un hecho emocional que se produce por haberme sentido injustamente tratado, por un tema o por otro. Y lo que de alguna manera busca, es la compensación emocional. Y ¿si me chocaron el auto, o si es un tema económico?
A lo último llegamos siempre a un tema emocional.
Y a veces, los daños son tan grandes y hablamos de los daños psicológicos, que uno no termina de cerrar su vida emocional por no haber trabajado el perdón. Y a veces, tiene que ver con el perdón a los padres.
¿Cómo es el proceso de perdonar?
Insisto, el perdón es un fenómeno humano.
¿Cuándo perdonar? Ya lo estamos comprendiendo y ¿qué etapas tiene eso de cuándo perdonar?
Etapas del proceso de perdonar
1. Análisis y reconocimiento del daño sufrido.
Cuando uno tuvo una acción de algo, primero tenés que hacer un análisis y reconocimiento del daño sufrido.
Insisto, es más fácil verlo de afuera hacia adentro. Pero también es de adentro hacia afuera. Ver ese dolor que tengo, por qué lo tengo. Tenés que aceptar ese dolor, tenés que hacer el duelo de ese dolor. Y tratar de hacerlo de la manera más objetiva posible, porque la objetividad en el ser humano no existe.
Cuando uno se pone en esa situación de objetividad, toma un poco distancia y va a ver los motivos, que sería el trabajo, del que te ofendió.
¿Por qué me ofendió, por qué me hizo eso?
Tratar de ver. Ahí es donde uno se pone en una cierta empatía con el otro. Ya no hay tanta bronca. Pero objetivamente comprender al otro. Esa es la base del perdón.
Tratar de analizar todos los detalles y todo lo que ha influido para que ese daño estuviera ocurriendo.
Porque cuando uno entiende esa atribución interna, eso que inestabilizó la situación, esa situación específica, contribuye cada pasito que estoy hablando en esta primera etapa, a trabajar el perdón.
La cultura Tolteca hablaba del espejo humeante donde decía que lo que está pasando afuera, está pasando adentro. Por eso, el proceso del perdón es un proceso netamente humano. No hay otra especie que perdone.
Volvemos y ponemos a esa personificación de Dios, de la manera que yo lo veo, en donde él también tiene que perdonar mis pecados. Pero, en definitiva, lo concreto y lo real es que el humano perdona. Es un fenómeno extraordinario y por eso lo estamos trabajando. Porque experimentar eso que es netamente de la especie, nos permite pegar saltos evolutivos internos y un mejoramiento de autoestima extraordinario.
2. Elegir la opción de perdonar.
Vos elegís la opción y ahí está el gran tema. O sea, ¿sigo dando vueltas con ese punto que me pusieron, ese dolor que tengo u opto por el trabajo del perdón?
¿Tengo miedo si estoy muy cerca de ese ser que me dañó para que no vuelva a destruir a ese ser o me puedo seguir acercando para reconciliarme?
Lo más importante es tener la confianza de que ese ser no te puede dañar más. Si uno tiene esa confianza, ahí aparece la opción de perdonar. Pero la confianza es interna, es decir: estoy al lado, pero el daño no entra.
Ahí es donde volvemos de la autoestima, ¿cómo estoy por dentro para tener ese equilibrio?
Una vez que uno, en esa segunda etapa, eligió esa opción de perdonar; que también puede elegir no perdonar, sería un sistema porque estaría dando vuelta con mucho sufrimiento, aparece la siguiente etapa:
3. Aceptación de esa ira y de ese sufrimiento.
Y reconocerme en esa tercera etapa que pudo existir esa sensación, como un deseo de venganza, de bronca, de rabia, ahí es donde tenés que aceptar ese momento, que puede ocurrir, pero tiene que ser muy pequeño; y si cada vez es más pequeño, vas a estar mucho mejor. Solo un instante de esa sensación y ya está.
Claramente el problema es actuar bajo esa sensación, que mucha gente lo hace. Y ahí es donde mucha gente quiere venganza, porque se deja llevar por ese sufrimiento o ese sentimiento de auto destrucción, de depresión. Y, por lo tanto, eso que le han hecho es tan terrible, que no lo puedo soportar y me quiero morir. ¡Terrible eso también!
Por eso, si yo elegí en la segunda etapa la opción del perdón, trabajo la aceptación de lo que pasó y también la aceptación de ese momento de ira, de bronca, de sufrimiento. Comienzo fuertemente, a llenarme de esos pensamientos positivos en donde van a fortalecerse esos valores internos que uno tiene.
La realidad que cuando empieza a trabajar esa tercera etapa, aparecería una cuarta etapa. Recordemos que todo esto pasa a la vez, pero lo estamos dividiendo para que se entienda.
4. Establecer una estrategia para autoprotegerse.
Porque perdonar no significa una aceptación incondicional del peligro o de mi próximo ataque. Es muy posible que yo perdone a un ser y me vuelva a atacar de la misma manera. O sea, el analizar lo ocurrido, incluye también la consideración que vuelva a hacer lo mismo. Y ahí es donde uno tiene que tener esa estrategia de autoprotección y eso me va a dar mayor posibilidad de evitar una nueva ofensa hacia mí.
Ej.: persona que continuamente te dice que sos un inútil, en forma directa o indirecta. Hiciste un mate y te dice: tendría que estar un poquito más caliente. Marcó que sos un inútil.
Vos pensás, me va a decir eso, lo perdono. Y ahí automáticamente sellaste lo que te va a decir y te divertís.
5. Si uno ha cometido un error, dar una expresión explícita de perdón.
Perdón no sé por qué te hice daño, pero perdóname. Y viceversa, en esa quinta etapa, no esperar que te pidan perdón.
Etapas del proceso de pedir perdón
1. Reconocer lo que hizo o causó daño o ha ofendido al otro.
Es obvio que eso es importante porque si uno no hace eso, se complica. Uno debe reconocer qué daño le causó al otro y en qué lo ofendí. Es un proceso muy profundo de comprensión, de empatía; y es la base de toda comunicación para pedir una disculpa y evitar después volver a cometer la misma situación hacia el otro. Y realmente comprender el sufrimiento del otro, por eso se habla de empatía y este es un proceso altamente positivo.
Es sentir de verdad el dolor del otro. Es ser consciente, del dolor del otro. Esto de ponerse en lugar del otro, es así.
2. Analizar las distintas conductas, la mía y la del otro.
Comprender las conductas, significaría explicar al ser cuando uno le pide disculpas al otro, el por qué se comportó tan mal y ver la conducta del otro. Tratar de observar en detalle las circunstancias que llevaron a que yo actúe de tal o cual manera o las circunstancias que hicieron que el otro ser se ofenda. Y nunca echarle la culpa al otro. Es decir: yo hice esto por…
¡No! Olvidate, actuaste así y punto. Lo hiciste vos. Punto y aparte.
Es muy importantes hacerse responsable, la auto responsabilidad. A la mayoría no le gusta hacerse responsable, la mayoría le gusta echarle la culpa al otro. No, hiciste todo vos. Es así. Aunque te hayan empujado, lo hiciste vos.
Hacerse cargo es lo más lindo que hay y te permite evolucionar. Por eso, debemos analizar nuestra conducta.
3. Definir un plan de acción para que no vuelva a ocurrir.
Porque es muy factible que lo vuelva a hacer, con la persona o con otro. No nos creamos omnipotentes. Porque si lo hicimos, es muy factible que lo volvamos a hacer. No somos Dios. Y debe ser un plan concreto. Ahí está la autobservación, el autoanálisis y si no lo encontrás, pedí ayuda.
Porque no solo es pedir perdón, sino también un plan de acción. Son muy fáciles las buenas intenciones, pero con las buenas intenciones nadie llega a ningún lado. Porque entonces no hay un pedido de perdón real. Pedís disculpas, accioná por ende.
Ahí es donde volvemos a este punto. Pedir perdón explícitamente al otro. Y si uno pudiera, que no siempre se puede, restituí el daño causado. No siempre se puede, pero si se pudiera, hacelo.
Ahora vamos a ver más profundamente el tema del perdón:
William Shakespeare decía:
“El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra, es dos veces bendito. Bendice al que lo dá y al que lo recibe”
Por ahí va el tema. Por eso, nadie es perfecto en esta tierra y ciertamente cuando eso está ocurriendo, la verdad, que todos nos equivocamos de una manera u otra y sin querer, también lastimamos. No hay nadie que no lastime al otro.
Acá hay un punto que es muy importante, que el pedir perdón no sirve de nada, si uno continúa cometiendo el mismo error. El verdadero perdón para sanar es tratar de no cometer el mismo error. Si no estás dispuesto a no cometer el mismo error, no hagas nada.
Cuando uno perdona lo que hace es, fuertemente no dejar que el pasado te arruine tu presente y tu futuro. Si uno tuviera que verlo, es no dejar que ese pasado arruine esa pista de aterrizaje de las cosas lindas de la vida. Y se te caen los malos recuerdos, las broncas, las iras. Todo eso y es parte de trabajar el perdón.
Perdonar, jugando con las palabras de Per Donar:
Per: de perder y donar: de donar.
¿Y qué sería perder?
Perder dolor, perder rencor, perder la amargura, perder la ira, etc.
¿Y qué sería donar?
Cuando donás, donás amor, donás empatía, donás paz profunda, donás cura en tu interno.
Nunca se olviden de esto. Por eso Per Donar.
La palabra perdonar no viene de ahí, pero sirve como juego filosófico de trabajar el perdón.
Perdonar, es sacar toda la basura que uno tiene adentro. Y es así. ¡¡Es un trabajo interno fuerte!!
Cuando me preguntaron sobre el perdón de las relaciones interpersonales. Lo que uno busca es solucionar para sanar heridas, y lo que no busca es un castigo. Y cuando uno en amistades o en relaciones busca o espera el perdón, es para no herir al otro y no mantener un sistema de herida.
Ahora; y acá viene el tema, no pedir perdón cuando uno se equivocó significa una estaca continua, un dolor continuo. Ahora cuando uno se siente lastimado y continuamente golpeado, la autoestima baja, y baja mucho.
Cuando alguien se siente que alguien le ha hecho algo, tu autoestima bajó. Mirá lo que me dijiste y ni hablemos si tiene que ver dentro de lo que es el núcleo familiar.
¿cómo me daría cuenta de que mi autoestima está baja? ¿Cómo sé que la autoestima me está fallando?
Hay muchas características interesantes y esto en el orden general.
¿Qué es primero, la autoestima baja o el perdón? Es como buscar la respuesta del huevo y la gallina.
La realidad, que hablando del fenómeno del perdón, hay ya una situación inicial con respecto a la personalidad. Las personas que arrancan con autoestima baja no les es fácil ni recibir, ni pedir perdón.
Porque una persona segura puede pedir perdón. Una persona fuerte pide perdón, no una persona débil.
¿De dónde viene la baja de esa autoestima?
La verdad arranca desde el inicio, desde la crianza y como fuiste criada o criado en tus distintas etapas de la niñez. En cada etapa de la niñez hay una situación de crisis, normales que tenemos todos.
Ahora las críticas que has recibido en tu niñez, y parte de lo que es tu juventud, es lo que va a marcar la diferencia entre la autoestima alta y la autoestima baja. Por lo tanto, también te va a marcar en esto de pedir o recibir perdón; y en el auto perdón que es fundamental.
Hay muchos padres o ancestros que educaron a sus hijos en un sentido crítico sobre ellos. Y que, de alguna manera, sin querer claro, está porque aprendieron también lo mismo, en un sentido de minusvalía. Todo lo que hacés, lo hacés mal, más o menos. Nunca un reconocimiento de las acciones del niño. Y lo que se logra es que ese ser no reconozca sus propios valores. Por lo tanto, siempre está en falta.
Cuando uno pide disculpas, empieza a ejecutar el cambio. El verdadero pedido de disculpa es con cambio incluido, no debemos ser doble faz.
La autoestima depende en su primera fase, de la crianza. Por lo tanto, te va a costar pedir perdón. Si a vos te educan desde la minusvalía con relaciones no virtuosas, mediocres, chau.
Ocurre que también en la vida, otra situación para bajar la autoestima, tiene que ver con eventos traumáticos. Que pueden ser eventos dolorosos o también humillantes, que van a hacer mella de tu amor propio y terminan convenciendo, por ese efecto traumático a ese ser, que es un ser defectuoso o un ser indigno o inútil.
Si no trabajás profundamente ese evento traumático o hacés evitar a esos niños ese efecto traumático, les reventaste la autoestima. Por lo tanto, va a sufrir mucho ese niño.
Ocurre que también aparecen las fobias, en todos sus distintos formatos. Esos miedos irracionales que van a incidir en tu autovaloración y el miedo es muy fuerte, por eso ahí está el tema del dar y trabajar el perdón, que cuando el miedo es demasiado fuerte; la fobia empieza a poseer a las personas. Y todas, en general, dejan de apreciar su verdadera personalidad. Y la personalidad se va a basar en su miedo.
Si vos tenés fobias muy profundas, dejás de ver quién sos realmente y vos crees que sos ese miedo.
La autoestima baja te lleva a tener dificultades sociales. Conozco mucha gente de autoestima baja que quiere mostrar, mostrarse y tiene una autoestima baja. Hacen esto porque necesitan que los de afuera los aprueben. Lo único que tenés que esperar es dejar pasar el tiempo, porque todos esos terminan cayéndose solos a causa de su baja autoestima. A veces, esos son los que menos autoestima tienen, por sus frutos los reconoceréis.
Por eso, hay dificultades sociales y esa dificultad, genera más dificultad. Y después aparece la angustia social, autoaislamiento o aislamiento de las personas que están cerca de esas personas, todo lo que se imaginen.
Otras personas con autoestima baja son aquellas que estallan, se enojan por nada, tratan de prepotearte o humillarte desde la violencia porque adentro tienen autoestima muy baja, hay que ayudarlos.
También hay personas que les genera mucha dificultad poner límites. Les cuesta decir que no: autoestima baja.
Y ahí está el tema del perdón. Porque la verdad son personas que viven los errores propios o defectos propios como algo catastrófico o catastrófico hacia afuera.
Muchas personas buscan por la autoestima baja, la aprobación de los demás constantemente. Y cuando no consiguen eso pasan dos cosas, o se deprimen o se enojan.
Personas con autoestima muy baja, son personas que son intolerantes a la crítica, no pueden tolerar la crítica se enloquecen, se ofenden. Autoestima muy baja.
Aparece también otra característica de la autoestima baja, es el deseo compulsivo de complacer a los demás.
Otras personas con autoestima baja, exageran los triunfos o sus virtudes ante los demás y a veces inventan eso.
Obviamente viven con un miedo exagerado a equivocarse.
Otra manera de mostrar autoestima baja, porque son todos distintos fenómenos, las personas muy tímidas, muy inseguras, rehúyen el contacto con los demás, se esconden, están en un angulito. Y muchos de ellos toleran situaciones indignas sin protestar o buscar alternativas.
Y cuando tenés autoestima baja, las cosas que vas haciendo bien y vas creciendo lo ves como algo no importante, no cualquiera hace esto. No, cualquiera no.
Otros que, polarizados a esto, hacen una compensación de su autoestima con arrogancia, son pendencieros y vos decís: sos un salame con autoestima baja.
Hay hasta inclusive un mantra, que mucha gente lo utiliza de una isla polinésica, Hawái, y en ese mantra está toda una filosofía de vida, que es bastante larga y es una práctica ancestral de los Kahuna. Esta práctica es el Hoponopono. Es una técnica que tiene tres palabras básicas:
· Lo siento
· Perdóname
· Te amo
El hoponopono uno lo aplica como lo siente, por eso es un mantra, hay otros que dicen: lo siento, perdóname, gracias.
O hacés: lo siento, perdóname, te amo o lo siento, perdóname, gracias, te amo.
Ustedes fíjense que en “Gracias” y en “Te amo”, siempre está el amor. Por eso digo: lo siento, perdóname, te amo.
Lo siento porque lo que hay en mí muchas veces lo reflejo en ti. Y ahí está el tema del perdón porque lo que siento es porque lo reflejo.
Perdóname por responsabilizarte de mis acciones. Mucha gente hecha la culpa al otro. No, no va por ahí.
Gracias, por mostrarme con amor lo que debo sanar en mí. Esto es porque lo que hay en mí, muchas veces lo reflejo en ti. Entonces desde vos, veo lo que debo sanar en mí. Eso que a mí me molesta, es lo que yo tengo que trabajar.
Entonces te agradezco que me hagas tal cosa, o tal otra, te agradezco que me generes este dolor, entonces ahí aparece el perdón automático. Es el perdón y el olvido.
Y te amo, porque ya después viene el gesto más profundo, porque gracias a ti, gracias a todo lo que estoy viviendo, decido hacerlo diferente.
Esta es la clave del perdón verdadero. Perdón y olvido, que no significa no tener memoria. Porque es parte natural de nosotros, la memoria. Nuestra naturaleza, nuestras neuronas, nuestro sistema nervioso, nos hace que recordemos. Memoria.
El olvido, cuando se habla de perdón y olvido, es que las emociones que me generaron ese evento no estén más. Tal es así que desaparecen.
Mucha gente sabiendo este conocimiento del hoponopono, lo utiliza ante todos los eventos. Te está pasando algo y decís: estoy mal, me quiero devorar a esta persona por lo que me está haciendo. En ese momento dicen: Lo siento, perdóname, gracias, te amo. Entendiendo este concepto que acabamos de ver.
Mucha gente lo repite como mantra, perdóname, lo siento, gracias, te amo. ¿es necesario hacer esto? No.
Pero sí, tener claro el concepto, saber que toda persona que acciona, lo hace porque tiene un sistema emocional para actuar de esa manera.
Y acá la clave es la siguiente: todo lo que estamos viendo tiene que ver con que perdonar es sanar y les agrego: Perdonar para sanar con profundidad, como obligación. Yo perdono, sano.
Por eso, en este nuevo concepto que estamos hablando y por eso utilicé el hoponopono, mucha gente asocia el perdón con olvidar una falta. ¡No! grave error.
El perdón es para sanar. El perdón de uno o hacia el otro o en conjunto, sana cualquier relación, amistad, lo que sea. El perdón sana, no es para olvidar y ahí está la clave.
Por eso, en el hoponopono, vuelvo a repetir esto:
Lo siento, porque lo que hay en mí muchas veces lo reflejo en ti.
Perdóname, por responsabilizarte de mis acciones.
Gracias, por mostrarme con amor lo que debo sanar en mí.
Y no siempre me lo muestran con amor. Ahí está el punto, aunque te lo muestren con violencia, tengo que transmutar esa violencia.
Te amo, porque gracias a ti, hoy decido hacerlo diferente.
Pero me quiso matar, y te amo porque ahora me sé defender. Eso no quiere decir que no ponga límites, sigo insistiendo.
Una persona con alta autoestima, generalmente sabe cuáles son sus defectos, ahí es donde ya el ego empieza a desaparecer. Porque la persona que tiene autoestima reconoce sus defectos, dice: en esto no estoy bien, en esto me falta, en esto no soy bueno. Pero eso no quiere decir que piense: en aquello soy bueno, en aquello esto bien, etc.
La persona con autoestima alta, diferente a tener mucho ego, lidia perfectamente con sus propios errores. Ahí está la clave de ver autoestima vs. Ego. Quien tiene ego, no reconoce ningún error.
Una persona con buena autoestima lidia perfectamente con sus propios errores. Para ello, primero hay que reconocerlos. Una persona con ego no reconoce a ninguno; y más aún, tratan de responsabilizar hacia afuera.
Es ahí que nosotros tenemos una dinámica racional e irracional. Porque a veces tenemos acciones irracionales, una persona con autoestima baja, sabe eso. Y hay acciones que tienen que ver con lo irracional, que cuando lo pongo en lo racional digo: ¡¡mirá lo que hice!!
Muchas veces tomamos actitudes de reacción de manera determinada ante eventos y eso es donde también hay que trabajarlo. Una persona con autoestima alta, la realidad que continuamente, va reconociendo que cambia su manera de ser y personalidad.
Una persona con ego, está muy centrado en su propia personalidad. Todo. Y como lo miran y no les gusta que descubran algo. Estoy hablando del ego de lo que entendemos por ego, no estoy hablando del ego Freudiano, que no tiene esta característica que digo. Recordemos que estaba el yo, el ego, el super yo, el super ego y el ello. No estoy hablando de eso, quiero aclarar. Estoy hablando del ego, que vox populi, se comprende que es el ego. Por eso el ego es realmente un obstáculo a trabajar, ya el ego es el que a veces me permite mal relacionarme con las personas.
Cuando una persona tiene mucho ego, va a tener muchas dificultades de generar empatía. Y la verdad, la palabra generosidad, es una palabra que se le escapa un poquitito.
Una persona, lamentablemente con mucho ego, que no tiene nada que ver con la autoestima como estamos viendo, busca continuamente ser el centro de todo. Y aparece hasta un trastorno narcisista al respecto, que es un trastorno de la personalidad. Si tuviera que decirlo, es sentirse super grandioso, super importante.
Rasgos de personalidad psicopático.
1.-Tienen mucha capacidad verbal y un encanto superficial.
2.- Muestran mentirosamente una autoestima exagerada.
3.- Necesitan buscar estímulos externos para no aburrirse.
4.- Viven mintiendo en forma patológica.
5.- Tienen un comportamiento manipulador por excelencia.
6.- No tienen ningún tipo de remordimiento y culpa. Todo lo que hacen está bien.
7.- La afectividad que tienen es frívola.
8.- Son carentes de empatía, son crueles e insensibles.
9.- Tienen un estilo de vida parasitario.
10.- Falta de control en la conducta.
11.- Mucha promiscuidad, la promiscuidad es aquello incorrecto que le daño al otro.
12.- Falta de control en su conducta.
13- No tienen metas realistas a largo plazo.
14.- Son bipolares.
15.- Son patológicamente irresponsables.
16.- Son personas que, en las relaciones de amistades, en las relaciones interpersonales, son de cortes rápidos, corta duración. Primero te amo, después no te amo.
17.- La corrupción es parte normal en su ser.
Entonces, comprendiendo todo este tema, vamos a volver a un puntito más para cerrar todos estos hermosos conceptos vertidos.
El hoponopono se basa en esto:
Si uno comprende esto en profundidad, vamos a estar más que bien y vamos a saber trabajar muy bien el perdón.
El pensamiento perfecto es un camino, la perfección en este plano es muy difícil. Los pensamientos perfectos no existen, los pensamientos positivos sí, y si tengo pensamientos negativos, tienen que durar nada.
El pensamiento perfecto es un camino, la perfección en este plano es muy difícil. Los pensamientos perfectos no existen, los pensamientos positivos sí, y si tengo pensamientos negativos, tienen que durar nada.
Taller: "El perdón y la autoestima"
Sábado 18 de Septiembre 2021
A cargo del Profesor Claudio Marzan.