Arena implacable

 
Tatooine -el sitio donde creció Luke Skywalker y donde su padre, Anakin, compitió en las carreras de pods en las películas de Star Wars- está siendo tragado por el desierto de Túnez.
 

Una duna de arena de unos 90 metros de ancho con forma de luna creciente, llamada barján, avanza sobre el escenario de la película de 1999, La amenaza fantasma. La mayor parte del escenario original de Star Wars fue engullido por el desierto a principios de la década pasada.
 
Queda poco tiempo para conservar este planeta ficticio. En la geología, solo los ríos de lava y aludes de lodo se mueven más rápido que la arena, según los científicos planetarios que estudian esta duna.
 
En este barján, el flujo de aire entre los edificios y los casi 100,000 turistas al año que pisotean las cercanías han disminuido un poco su velocidad. Avanza 14 metros al año, dice Ralph Lorenz, de la Universidad Johns Hopkins. Calcula que el escenario quedará enterrado por completo en cinco años. Pero los fans no son impotentes: las fotos permitirán saber cuándo se cubrirá y si algún día volverá a salir a la luz.
 
 
 
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