Científicos crean un sistema inspirado en la naturaleza para ajustar la atención a cada niño en esta fase
Investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia) se han asociado con científicos suecos y australianos para crear un "barómetro de tormenta de ideas" , una herramienta que permite a los ordenadores calcular las funciones cerebrales de bebés muy prematuros, durante las primeras horas de su vida. El avance es importante porque permitirá ajustar la atención médica a cada caso, y así aumentar las probabilidades de que los pequeños no sufran secuelas.
Investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia) se han asociado con científicos suecos y australianos para crear un "barómetro de tormenta de ideas" , una herramienta que permite a los ordenadores calcular las funciones cerebrales de bebés muy prematuros, durante las primeras horas de su vida. Estas horas resultan cruciales para el desarrollo del cerebro de estos niños.
Curiosamente, este nuevo método está basado en la hipótesis de que las tormentas de ideas generadas por los miles de millones de neuronas de la cabeza de los bebés se rigen por las mismas reglas que otros fenómenos naturales, como los terremotos, los incendios forestales o las avalanchas de nieve.
Las similitudes descubiertas entre el cerebro y otros sistemas naturales están impulsando el conocimiento de este órgano y no solo en el caso de los bebés prematuros, tal y como ha explicado a Tendencias21 TV Javier de Felipe, neurocientífico y director del proyecto Cajal Blue Brain: "la naturaleza ayuda a entender el cerebro".
Observar de cerca el cerebro
Volviendo a los bebés prematuros, durante las últimas dos décadas se han dado pasos de gigante en la atención temprana a estos niños. Gracias a ellos, los médicos pueden favorecer que sus pulmones, corazón o sistema circulatorio lleguen a funcionar correctamente.
A pesar de todo, muchos de ellos pueden arrastrar secuelas cerebrales de por vida, en forma de trastornos por déficit de atención o dificultades, por ejemplo visuales. Por esta razón, resulta fundamental que sus cerebros estén bien controlados, especialmente en las primeras horas de su vida, en que se producen pasos fundamentales de su desarrollo. Este control ayudaría a adecuar la atención a cada caso.
"En esta etapa resultaría vital poder realizar un seguimiento de la función cerebral de cada niño para identificar a los bebés cuyos cerebros están particularmente en riesgo", explica Sampsa Vanhatalo, director del estudio, en un comunicado de la Universidad de Helsinki difundido por AlphaGalileo.
En la actualidad, los cerebros de los bebés muy prematuros son observados con electroencefalografía (EEG), una técnica que sin embargo presenta un desafío, pues la función del cerebro de los bebés muy prematuros es completamente diferente a la de los niños mayores o adultos. Esto supone que los métodos actuales de interpretación de la EEG resulten poco adecuados para estos pequeños, explica Vanhatalo.
La alternativa: inspirarse en los terremotos
Hace un tiempo, se descubrió que en el cerebro de los bebés prematuros se producen fenómenos del tipo "tormenta de ideas" o "lluvia de ideas", y que estos son fundamentales para la maduración de este órgano. Por eso, lo que han hecho Vanhatalo y sus colaboradores ha sido desarrollar una forma de evaluación de dichas "tormentas" en neonatos muy prematuros.
Los investigadores se basaron para ello en métodos matemáticos utilizados en geología y física, pues también se han constatado similitudes entre dichas tormentas de ideas y procesos que suceden a pequeña escala en metales débilmente magnetizados y, a gran escala, durante los terremotos.
El resultado es un instrumento, un "barómetro de lluvia de ideas" que puede ser utilizado por un ordenador para calcular el estado del cerebro de un bebé muy prematuro, durante las primeras horas de vida. En pruebas clínicas realizadas, se ha observado ya una correlación significativa entre los resultados de este barómetro y el desarrollo cognitivo del niño a los dos años.
Facilmente aplicable
Una de las ventajas del sistema es que es fáclimente aplicable. Según los investigadores, se puede añadir al software de los dispositivos de monitorización del cerebro ya existentes. En términos tecnológicos, de hecho, su adopción no es más complicada que la descarga de nuevas aplicaciones en un smartphones.
En términos científicos, "el sistema revoluciona la idea de lo que podemos observar de la función cerebral de bebés muy prematuros", afirman sus desarrolladores. "Este método es la primera fuente de datos objetivos sobre los mensajes que el cerebro de un bebé muy prematuro puede estar enviando a los médicos, durante las primeras horas de su vida".
Fuente TENDENCIAS 21