Cada año, 15 millones de personas alrededor del mundo sufren un accidente cerebrovascular, siendo la segunda causa de muerte a partir de los 60 años de edad. Por suerte, es en gran parte prevenible y existen señales que pueden ayudar a detectarlo a tiempo.
También conocido como apoplejía, ictus, derrame o infarto cerebral, el ataque cerebrovascular ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro, ya sea a causa de un bloqueo en algún vaso sanguíneo del cerebro o debido a la ruptura de uno de ellos. Puesto que la sangre transporta oxígeno al cerebro, sin ella no puede funcionar. Cada persona se ve afectada de manera distinta dependiendo de qué parte del cerebro fue dañado.
Los accidentes cardiovasculares a menudo son prevenibles. No fumar, mantener un peso corporal saludable y controlar la presión arterial son algunas de las maneras en que se puede mitigar el riesgo, de acuerdo con el Dr. Ralph Sacco, de la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami, Estados Unidos.
Los síntomas de la apoplejía varían dependiendo del área cerebral afectada, pero generalmente incluyen adormecimiento o caída de la cara, debilidad del brazo (cualquiera de los dos) y dificultad para hablar. También se puede experimentar dolor de cabeza persistente, mareo repentino, problemas para caminar, dificultad para ver y confusión.
Si alguien presenta estos síntomas, es necesario buscar atención médica de inmediato, incluso si los síntomas desaparecen.
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