Y si tuviéramos 24 horas para evitar la catástrofe?


Antes o después sucederá. Una gran tormenta magnética, provocada por el Sol, golpeará la Tierra y colapsará nuestras redes eléctricas, de GPS y de comunicaciones, afectando a la vida de millones de personas. Y lo peor es que los sistemas actuales de detección solo pueden avisar con un margen de entre 30 y 60 minutos, demasiado poco para reaccionar de modo alguno.
 
Ahora, sin embargo, un equipo de investigadores del Centro Espacial Goddard, de la NASA, ha ideado la manera de predecir estas tormentas espaciales con hasta 24 horas de antelación. Si el sistema funciona como parece, pronto será adoptado en todo el mundo para avisar con un margen de tiempo razonable ante la llegada de una tormenta solar.

Una eyección de masa coronal (CME por sus siglas en inglés) es el principio de todo. Se trata de una gran erupción de gas y material solar altemente magnético, que es lanzado violentamente al espacio y que, si va en dirección a la Tierra, tiene la capacidad de causar auténticos estragos en satélites y transmisiones de radio, y de provocar incluso la explosión de los transformadores de las redes eléctricas, dejando a oscuras amplias zonas del planeta.

Estas eyecciones masivas de material solar pueden causar también problemas a la tecnología GPS, usada por todo tipo de vehículos, desde coches a petroleros o aviones. En el caso de la navegación aérea, precisamente, puede verse afectada la habilidad de los sistemas de navegación para juzgar con precisión la distancia del avión al suelo durante el aterrizaje, lo que obligaría a los pilotos a mantener durante horas sus aviones en el aire.
Graves consecuencias

Sin embargo, no todas las eyecciones de masa coronal que se producen en el Sol y que llegan a la Tierra son dañinas para nuestra tecnología. Su capacidad de hacernos daño, en efecto, depende de la orientación de los campos magnéticos internos de la nube de material que nos golpea. Y hoy en día, los satélites solo pueden decirnos con certeza cuál es esa orientación magnética con muy poca antelación, entre 30 y 60 minutos antes de que la enorme nube de material solar llegue a la Tierra. Un tiempo del todo insuficiente para mitigar el impacto desconectando las centrales eléctricas y los sistemas GPS.

Ahora, sin embargo, una nueva herramienta de medición podría avisarnos con más de 24 horas de una eyección de masa coronal potencialmente dañina para los sistemas terrestres. Los detalles de la técnica, desarrollada por un equipo dirigido po Neel Savani, científico espacial en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard, de la NASA, se acaban de publicar en un artículo en Space Weather.

«A medida que utilizamos más y más tecnología -explica Savani-, mayor será el desconcierto que pueden causar esta clase de eventos en nuestras vidas. Romper la barrera de las 24 horas en la predicción es de vital importancia para poder hacer frente a los problemas potenciales antes de que sea tarde».

La orientación de los campos magnéticos en el interior de una eyección de masa coronal depende de dos cosas: de su forma inicial cuando el material es expulsado del Sol, y de su evolución a medida que la nube viaja hacia la Tierra. Las eyecciones se originan a partir de dos puntos en la superficie del Sol, formando una nube en forma de croissant que es lanzada al espacio.

La nube está llena de campos magnéticos que se retuercen y cambian a medida que viajan. Si alguno de esos campos magnéticos llega al campo magnético terrestre con la orientación adecuada, ambos se conectarán, abriendo una «puerta» que permitirá la entrada del material solar y provocará una tormenta geomagnética.

Anteriormente, las predicciones se habían basado en la medición de la erupción inicial, pero no eran capaces de decir lo que sucedía entre ese momento y la llegada de la nube en la Tierra. La nueva técnica, sin embargo, hace uso también de una serie de observatorios para seguir y modelar la evolución de la nube durante su viaje.

El doctor Savani y sus colegas han probado ya su modelo en ocho eyecciones de masa coronal diferentes, y sus resultados suponen una gran promesa para la mejora de los sistemas de predicción de los eventos de clima espacial de esta clase y que puedan afectar a nuestro planeta.

Ahora, la NASA llevará a cabo una serie de pruebas adicionales con la nueva técnica. Si los resultados siguen siendo buenos, el sistema será adoptado pronto en todo el mundo.
 
Fuente ABC CIENCIA
 
 
 
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