La NASA está "bastante segura" que esas manchas misteriosas en Ceres son sal


Durante meses científicos de la NASA, y el resto de nosotros, ha estado desconcertados sobre una serie de misteriosos parches brillantes en medio de un enorme cráter en el planeta enano Ceres.

Fueron detectados por primera vez por la nave espacial Dawn, que ahora está orbitando constantemente a Ceres, originalmente la teoría de la NASA es que los parches eran de hielo, pero las longitudes de onda de la luz que se reflejan dicen lo contrario. Y a pesar de que existen un montón de hipótesis, se ha mantenido público lo que podría llegar a ser la causa de las manchas.

El investigador Dawn Chris Russell y su equipo del Congreso Europeo de Ciencia Planetaria, en Francia, aseguran que los parches, que se encuentran en el cráter Occator, son enormes depósitos de sal. "Sabemos que no es hielo y estamos bastante seguros de que es la sal, pero no sabemos exactamente lo que es sal en otro planeta", dijo Russell.

El hielo fue la suposición más obvia para estos parches altamente reflejantes. Se cree que debajo de la superficie de Ceres existe un enorme océano. De hecho, se sospecha que el planeta enano contiene más agua dulce que la que tenemos aquí en la Tierra, y se pensaba que una colisión de meteoritos había desprendido un poco convirtiéndose en agua congelda.

Pero el hielo se conoce por reflejar casi toda la luz que brilla en él, mientras que los parches de Ceres sólo parecen reflejar alrededor del 40 % por lo que esa idea ya no pareció convencer a los investigadores. También existía la sugerencia de que los puntos brillantes podrían ser algún tipo de roca, o los resultados del géiser o actividad volcánica.

Aunque todavía sabemos muy poco acerca de los parches de sal, es posible que hayan llegado allí de una manera similar a los depósitos salados recientemente confirmados en la superficie de Marte.

Y al igual que en Marte, hay una buena razón por la que no están corriendo a Ceres para comprobar los parches brillantes, ya que el océano bajo la superficie de podría albergar vida, y no quieren contaminar con rastros de Tierra.

Como explicamos la semana pasada, la NASA está obligado por el Tratado de 1967, que prohíbe "cualquier persona podrá enviar una misión, robot o humano, cerca de una fuente de agua con el temor de contaminar con la vida de la Tierra".

Fuente MUY INTERESANTE


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