Los agujeros negros son fenómenos realmente fascinantes y esto ha llevado a que muchos científicos se dediquen a su estudio, con la esperanza de lograr entender los detalles sobre cómo funcionan y qué exactamente es lo que hacen.
A pesar de esta fascinación por entenderlos, sabemos relativamente poco sobre ellos, aunque, con el tiempo, vamos sumando más piezas al rompecabezas. Una de las facetas de los agujeros negros con las que los científicos se ocupan, es su efecto sobre el resto del universo.
Paul Mason es un astrofísico que ha desarrollado una interesante teoría sobre este aspecto. ¿Podrían estar relacionados los agujeros negros con al vida en la Tierra? De cierta manera, Mason piensa que sí.
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La tumultuosa infancia de nuestro universo
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La tumultuosa infancia de nuestro universo
La infancia de nuestro universo no fue nada fácil. Sus comienzos se caracterizaron por una gran cantidad de eventos explosivos, desde la explosión de estrellas a enormes agujeros negros en el corazón de las galaxias.
Si combinamos esto con el hecho de que el universo era mucho más compacto, obtenemos un universo con una considerable densidad de rayos cósmicos, un ambiente en principio nada auspicioso para el nacimiento de formas de vida. Aquí es donde Mason cree que se puede ver una relación entre los agujeros negros y la vida, por ejemplo, en nuestro planeta.
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El surgimiento de la vida
En un mundo dominado por agujeros negros y estrellas en explosión, la disminución de la concentración a medida que el universo comenzó a expandirse y estos eventos a reducirse puede haber sido ese mágico evento que diera lugar a la vida.
Con una menor concentración de estas nocivas emisiones radiactivas, puede que la vida finalmente haya podido florecer en planetas como el nuestro. A su vez, de los restos de estas supernovas es posible que hayan surgido elementos como el oxígeno y el nitrógeno que permitieron formar la atmósfera que cubre nuestro planeta y lo hace un ambiente más acogedor para nuevas formas de vida.
Todas estas son piezas de la teoría de Mason que, de ser cierta, daría a los agujeros negros un rol similar al de un interruptor, donde su presencia y concentración estaría estrechamente relacionada con la aparición de la vida en el universo.
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Sin embargo, hay algunos problemas con este planteo. En primer lugar, no está del todo confirmado que los agujeros negros produzcan siempre radiaciones de alta concentración y, aunque lo hicieran, es posible que algunas formas de vida puedan sobrevivir a ellas, e incluso prosperar en estas circunstancias. De hecho, es posible que algunos tipos de radiación provenientes de agujeros negros produzcan mutaciones y lleven a la aparición de nuevas variedades.
Cualquiera sea el caso, parece muy factible que la presencia o no de agujeros negros sea un factor importante en la habitabilidad de nuestro universo. Eso sí, al igual que con los agujeros negros, el surgimiento de la vida y las condiciones en que sucede es un campo en el que aún tenemos mucho que aprender.
Fuente BATANGA