Un estudio en EE.UU. con ratones demuestra efectos positivos para siempre en el cerebro y el metabolismo
El ejercicio físico al principio de la vida mejora la salud del cerebro y metabólica para siempre, según un estudio realizado en EE.UU. con ratones, gracias a que altera positivamente el microbioma intestinal. Este microbioma es más plástico cuanto más joven es su anfitrión, por lo que cuanto antes se empieza a hacer ejercicio, mayor es el efecto.
El intestino humano alberga una colección de más de 100 billones de microorganismos, e investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder (EE.UU.) han descubierto que hacer ejercicio al principio de la vida puede alterar esa comunidad microbiana para mejor, promoviendo un cerebro y una actividad metabólica saludables para el resto de la vida.
La investigación, publicada recientemente en la revista Inmunology and Cell Biology, indica que puede haber una ventana de oportunidad durante el desarrollo humano temprano para optimizar las posibilidades de mejora de la salud para toda la vida.
"El ejercicio afecta a muchos aspectos de la salud, tanto metabólica como mental, y la gente sólo acaba de empezar a fijarse en la plasticidad de estos microbios intestinales", dice Monika Fleshner, profesora del Departamento de Fisiología Integrativa y autora principal del nuevo estudio, en la nota de prensa de la universidad.
Los microbios se instalan en el intestino humano poco después del nacimiento y son vitales para el desarrollo del sistema inmune y diversas funciones neuronales. Estos microbios pueden añadir hasta 5 millones de genes al perfil genético global de una persona y por lo tanto tienen un enorme poder para influir en los aspectos de la fisiología humana.
Aunque esta diversa comunidad microbiana sigue siendo algo maleable durante la vida adulta y puede estar influenciada por factores ambientales como la dieta y los patrones de sueño, los investigadores encontraron que los microorganismos intestinales son especialmente "plásticos" a una edad temprana.
El estudio encontró que las ratas jóvenes que hacían ejercicio voluntariamente cada día desarrollaban una estructura microbiana más beneficiosa, incluyendo la expansión de especies de bacterias probióticas en su intestino, en comparación tanto con sus homólogas sedentarias como con ratas adultas, incluso aunque las ratas adultas también hicieran ejercicio.
Edad
Los investigadores no han, hasta el momento, identificado un rango de edad exacto en el que es más probable que cambie la comunidad microbiana intestinal, pero los resultados preliminares indican que cuanto antes mejor.
Una comunidad sólida y saludable de microbios intestinales también parece promover un funcionamiento saludable del cerebro y proporcionar efectos antidepresivos, dice Fleshner. Investigaciones anteriores habían demostrado que el cerebro humano responde a señales microbianas desde el intestino, aunque los métodos de comunicación exactos están todavía bajo investigación.
"Las investigaciones futuras sobre este ecosistema microbiano se centrarán en cómo influyen estos microbios en el funcionamiento del cerebro de una manera duradera", dice Agnieszka Mika, investigadora de posgrado en el Departamento de Fisiología Integrativa de la Universidad de Colorado y autora principal del nuevo estudio.
De cara al futuro, los investigadores también planean explorar nuevas maneras de promover una clara plasticidad de los microbios del intestino en los adultos, que tienden a tener comunidades microbianas estables y más resistentes al cambio.
Fuente TENDENCIAS 21