La Bolsa de Cereales de Buenos Aires emitió su informe estacional sobre clima en el que ratifica que el fenómeno El Niño alcanzará su máxima influencia hacia las fiestas de fin de año, y que será uno de los más fuertes de la historia.
“Tal como lo sugiere su nombre, que deriva del Nacimiento de El Niño Jesús, el episodio de El Niño 2015/2016 alcanzará su máximo hacia la semana de Navidad, extendiéndose, posteriormente, hasta finales de marzo de 2016”, señala el reporte elaborado por el climatólogo Eduardo Sierra.
Según este especialista, se espera que el presente episodio se cuente entre los más intensos observados hasta el momento, como los ocurridos en las temporadas 1982/83 y 1997/98. “No obstante, no se prevé que el presente episodio se convierta en la catástrofe climática del siglo, como difundieron muchos medios en el inicio de su desarrollo”, aclara Sierra.
Perspectiva estival
Para el verano, la proyección es que el impacto de El Niño se siga sintiendo pero, “por tratarse de un episodio temprano, cabe esperar que su proceso de disipación comience en forma adelantada, haciendo que la actividad meteorológica disminuya gradualmente su intensidad”.
Para Sierra, lo esperable es una gran inestabilidad. “La actividad meteorológica será muy discontinua. Se producirán rachas de tormentas, que se alternarán con lapsos de bloqueo de la circulación, durante los cuales los frentes de tormenta no lograrán pasar, dando lugar a condiciones de tiempo extremadamente caluroso y seco”, destaca el informe.
Semana santa
Aunque aún faltan más de tres meses, este pronóstico se anima a proyectar que “una fecha en la que convendrá tener en cuenta por la posible ocurrencia de fenómenos extremos será en el entorno de la Semana Santa 2016, que tendrá lugar entre el 20 de marzo (Domingo de Ramos), y el 27 de Marzo (Domingo de Pascua)”.
Sequía y frío
Un dato importante para el sector agropecuario es que, como en ocasiones anteriores, es prudente considerar la posibilidad de que El Niño sea seguido por uno o dos episodios de La Niña.
“A partir del otoño de 2016, comenzarían a experimentarse precipitaciones inferiores a lo normal y vigorosas irrupciones de aire polar, con riesgo de heladas tempranas”, estima Sierra.
Fuente TRASLASIERRA NOTICIAS