Padecer irritabilidad, ansiedad, pérdida de apetito o insomnio son síntomas de la abstinencia al cannabis


Irritabilidad, ansiedad, pérdida de apetito, insomnio, dificultad para concentrarse y aumento del consumo de tabaco son algunos de los principales síntomas de la abstinencia al cannabis por dependencia del mismo, según han informado la psicóloga clínica del Programa de Conductas Adictivas y Patología Dual del servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica HM Puerta del Sur, Sabrina Sánchez Quintero.
 
Pero no sólo estos síntomas son característicos de la adicción a esta droga sino que también delata que una persona es dependiente a la misma cuando ocupa un lugar central en la vida, se intenta dejarlo y no se consigue, o cuando tras abandonarlo hay muchas recaídas.

Ante esto, los expertos han llamado la atención sobre la población joven. Y es que, en España, la edad de inicio de consumo de cannabis está entre los 13 y 15 años, siendo uno de los países de Europa con mayor consumo entre los adolescentes. “Por razones de maduración cerebral y personal, la población de menos de 20 años está más expuesta a las consecuencias”, ha argumentado la experta.

Uno de los motivos del elevado consumo son los mitos que giran en torno a el como, por ejemplo, que es “natural” y, por tanto, “no es nocivo”. Ante esto, Sánchez Quintero ha recordado que “no todo lo natural es saludable” y que las plantas y el hachís son adulterados para modificar la concentración del THC.

EFECTOS INMEDIATOS Y A LARGO PLAZO

Dicho esto, la experta ha informado de que los efectos inmediatos del cannabis dependen de factores como la cantidad, la concentración de THC, la constitución biológica y otras características psicológicas como, por ejemplo, las expectativas positivas, ambiente en el que se consume, estado de ánimo previo y experiencias previas. No obstante, los más comunes son hilaridad, alteraciones perceptivas, torpeza, lentitud, taquicardia, hambre y fatiga.

Asimismo, a largo plazo provoca dependencia, aumento del riesgo de enfermedades respiratorias, deterioro de las capacidades cognitivas, síndrome amotivacional, mayor probabilidad de trastornos psiquiátricos en personas vulnerables, abandono y fracaso escolar, problemas de convivencia, irritabilidad y discusiones.

“Aunque se ha descrito un patrón de escalada que empezaría con tabaco y alcohol, continuaría con cannabis y culminaría con otras sustancias (heroína o cocaína), no ocurre necesariamente en todos los que fuman cannabis. Muchos consumidores cierran su ciclo del consumo con la abstinencia y la adopción de hábitos saludables”, ha recalcado la doctora del Programa de Conductas Adictivas y Patología Dual del Servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica HM Puerta del Sur, dirigido por el doctor Luis Caballero.

De hecho, en este programa se atiende a pacientes adolescentes con abuso y dependencia del cannabis, son tratamientos inspirados en programas aplicados con éxito en otros países europeos. El abordaje es interdisciplinar y adaptado a las necesidades de cada caso, e incluye tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos en diferentes formatos. Si el joven rechaza la ayuda, también se ofrece asesoramiento a padres “perdidos”.
 
Fuente PSIQUIATRÍA
 
 
 
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