Un nuevo mapa de la gravedad marciana hecho a través de tres naves espaciales de la NASA es el más detallado hasta la fecha, y proporciona la oportunidad de dar un vistazo revelador al interior oculto del Planeta Rojo.
Los mapas gravitatorios nos permiten ver dentro de un planeta, como un médico utiliza los rayos X para ver dentro de un paciente, tal como explica Antonio Genova del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, uno de los científicos envueltos en un reciente análisis de este mapa. Este será útil para la futura exploración de Marte, porque un mejor conocimiento de las anomalías gravitatorias del planeta ayuda a los controladores de misión a insertar las sondas de forma más precisa en su órbita alrededor de él.
La superior resolución del nuevo mapa gravitatorio aporta información extra a partir de la cual se ha planteado una nueva explicación sobre cómo se formaron algunas estructuras a lo largo del límite que separa a un lado las tierras bajas relativamente lisas del norte, y al otro lado las tierras altas llenas de cráteres del sur. También, el equipo de Genova ha confirmado que Marte posee un núcleo exterior (la capa más externa del núcleo) que se halla en estado líquido y que está hecho de roca fundida. La confirmación ha sido posible mediante el análisis de las mareas en la corteza y el manto marcianos ocasionadas por el tirón gravitatorio del Sol y de las dos lunas del planeta.
Finalmente, observando cómo cambió la gravedad de Marte a lo largo de 11 años, el período que abarca un ciclo completo de actividad solar, el equipo pudo inferir la cantidad masiva de dióxido de carbono que es extraída de la atmósfera para depositarse congelada sobre un casquete polar marciano cuando llega el invierno. Observaron asimismo cómo esa masa se desplaza entre el polo sur y el polo norte con el cambio de estación en cada hemisferio.
El mapa se obtuvo a partir de datos recogidos por la Red de Espacio Profundo de la NASA, procedentes de tres sondas de la agencia que orbitan Marte: el Mars Global Surveyor (MGS), la Mars Odyssey y el Mars Reconnaissance Orbiter (MRO). Como todos los planetas, Marte posee acumulaciones de materia, lo que hace que el tirón gravitatorio que sienten las sondas en órbita a su alrededor cambie. Por ejemplo, el tirón será un poco más fuerte sobre una montaña, y ligeramente más débil sobre un cañón.
Las ligeras diferencias en la gravedad marciana cambiaron las trayectorias de las sondas de la NASA que orbitan el planeta, lo que alteró las señales de radio que estaban siendo enviadas desde ellas a la Red de Espacio Profundo. Estas pequeñas fluctuaciones en los datos orbitales se emplearon para construir un mapa del campo gravitatorio de Marte.
Finalmente, observando cómo cambió la gravedad de Marte a lo largo de 11 años, el período que abarca un ciclo completo de actividad solar, el equipo pudo inferir la cantidad masiva de dióxido de carbono que es extraída de la atmósfera para depositarse congelada sobre un casquete polar marciano cuando llega el invierno. Observaron asimismo cómo esa masa se desplaza entre el polo sur y el polo norte con el cambio de estación en cada hemisferio.
El mapa se obtuvo a partir de datos recogidos por la Red de Espacio Profundo de la NASA, procedentes de tres sondas de la agencia que orbitan Marte: el Mars Global Surveyor (MGS), la Mars Odyssey y el Mars Reconnaissance Orbiter (MRO). Como todos los planetas, Marte posee acumulaciones de materia, lo que hace que el tirón gravitatorio que sienten las sondas en órbita a su alrededor cambie. Por ejemplo, el tirón será un poco más fuerte sobre una montaña, y ligeramente más débil sobre un cañón.
Las ligeras diferencias en la gravedad marciana cambiaron las trayectorias de las sondas de la NASA que orbitan el planeta, lo que alteró las señales de radio que estaban siendo enviadas desde ellas a la Red de Espacio Profundo. Estas pequeñas fluctuaciones en los datos orbitales se emplearon para construir un mapa del campo gravitatorio de Marte.
Fuente NCYT