Durante los miles de años que la humanidad ha comenzado a vivir en sociedad formando administraciones cada vez más complejas, muchos han sido los pueblos que han habitado a lo largo y ancho del planeta.
Uno de ellos fueron los etruscos, unos moradores de la Península Itálica, actualmente conocida como Italia, cuya fama no es tan célebre como la cultura de la antigua Grecia o el Imperio Romano, bajo cuyo yugo finalmente cayeron, pero que vivieron durante siglos en la zona sin saber exactamente cómo fue su llegada al lugar y cuál era su verdadero origen.
Cómo era el pueblo etrusco
El pueblo etrusco pobló la zona de la Península Itálica desde el siglo VIII antes de la Era Común, extendiéndose por toda la costa y convirtiéndose en una de las grandes potencias marítimas del Mediterráneo, al sur de Europa, comerciando con griegos o cartagineses, entre otros.
Hacia el siglo V a. E. C. el poderío del pueblo etrusco por el mar fue fuerte, sin embargo, las constantes invasiones en sus fronteras por parte de los celtas, los cartagineses y los griegos acabó por reducir su dominio en la zona, siendo derrotados definitivamente por los romanos tiempo después, quienes pronto extenderían su fuerza por todo el continente europeo.
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Otro factor que facilitó la caída del pueblo etrusco fue su organización, muy similar a la griega. En realidad, no eran un imperio como sí lo fue el romano.
Su formación se vinculaba a través de una confederación de ciudades de diferentes tamaños, por lo que la falta de unificación restaba poder a su conjunto.
No obstante, antes de desaparecer, los etruscos dejaron una profunda huella en Roma, siendo una buena parte de su cultura y su influencia en los nuevos dueños de la Península Itálica, gracias a su buena mano con la orfebrería, la organización militar y la construcción naval.
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¿Cómo llegó a dominar el pueblo etrusco la Península Itálica?
Si bien es evidente cómo cayó el pueblo etrusco a manos de los romanos, no está tan claro cómo llegaron a la Península Itálica.
Al respecto se esgrimen cuatro teorías sin que ninguna de ellas esté todavía confirmada al día de hoy:
La primera teoría a considerar es la autóctona, que propuso en su día Dionisio de Halicarnaso, quien consideró a los etruscos como unos oriundos de la propia Península Itálica, puesto que su idioma era mediterráneo y no había pruebas de su civilización ni similares en otras partes del mundo conocido en aquel tiempo.
Heródoto propuso la teoría orientalista, afirmando que llegaron desde Lidia en el siglo XIII a. E. C., en base a ciertas características orientales en sus costumbres y religión, siendo muy avanzados para su tiempo.
Otra teoría curiosa es la nórdica, defendiendo que llegaron desde el norte de los Alpes, a cuyos habitantes celtas los romanos llamaban «réticos», mientras que los etruscos se consideraban a si mismos como «rasena». Esa es la única base del postulado, el cierto parecido de los nombres.
La teoría más fundada es la que mezcla la orientalista con la autóctona. Los inmigrantes orientales procedentes de la zona de la actual Turquía influyeron sobre los nativos del lugar dando pie a la civilización etrusca.
Sea como fuere, el origen de esta avanzada civilización queda en suspenso por no ser capaces de dilucidar con exactitud cómo llegaron los etruscos hasta la Península Itálica, aunque sí se sabe cómo vivieron y perecieron.
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Fuente BATANGA