La inesperada memoria de las hormigas en el fenómeno de las balsas integradas por sus cuerpos entrelazados


En una admirable capacidad de coordinación corporal, comparable en algunos aspectos a los castillos humanos que son una tradición en algunas culturas humanas, hay hormigas capaces, aferrándose unas a otras del modo idóneo, de formar balsas que flotan sobre el agua y que dotan a estos insectos de un medio de transporte por vía acuática que de otro modo sería muy problemático o imposible. Lo más asombroso es que, según se ha descubierto en un nuevo estudio, cada hormiga recuerda su posición asignada en la balsa y la repite cuando hay que volver a formar una.

Esto lo ha comprobado el equipo de la entomóloga Jessica Purcell, de la Universidad de California en Riverside, Estados Unidos, en la conducta de las hormigas de una especie conocida por la citada estrategia de agrupamiento de los individuos para formar balsas gracias a las cuales sobrevivir a las inundaciones.

La información obtenida en el nuevo estudio muestra que, como los humanos, las hormigas trabajan juntas para mejorar su respuesta ante situaciones de emergencia, con miembros diferentes del grupo llevando a cabo tareas distintas.

Al trabajar juntos, con cada individuo haciendo lo que mejor se le da, los insectos sociales como las hormigas logran realizar con éxito tareas que están fuera del alcance de individuos solos. Un ejemplo llamativo es el ya descrito autoensamblaje de estructuras vivientes, el proceso en el cual las hormigas entrelazan sus cuerpos para formar estructuras como cadenas, escaleras, paredes o balsas.

En los experimentos de laboratorio, se sometió a grupos de obreras de la especie Formica selysi a dos inundaciones consecutivas, y se vigiló la posición de los individuos en las balsas. Las obreras mostraron una especialización en sus posiciones a la hora de decidir en qué punto de la estructura integrarse al preparar una balsa, y los mismos individuos ocuparon repetidamente en ella las posiciones altas, medias, bajas o laterales.

Los autores del estudio creen que es la primera vez que se ha demostrado memoria sobre la aportación personal en los integrantes de las balsas.

Fuente NCYT



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