El doctor estadunidense Joe Dispenza asegura que tiene testimonios de personas que han sanado a través de sus mentes, "la ciencia médica no tenía solución para ellos", advierte
La mente de los seres humanos puede curar cualquier tipo de enfermedad crónica como el cáncer, la diabetes o la esclerosis múltiple, asegura el doctor e investigador estadounidense Joe Dispenza.
Desde que empecé este trabajo, en 1986, hasta ahora, en 2016, he visto ejemplos de personas que han sanado a través de sus mentes”, menciona el especialista en una entrevista, quien realizó en días pasados una visita a México.
Dispenza posee estudios con resultados satisfactorios, luego de utilizar un modelo científico donde combina la física cuántica con la neurociencia.
Hemos sido testigos de sanaciones de cáncer, tumores, diabetes, lupus, esclerosis múltiple, dolor crónico, problemas de la tiroides, endocrinológicos y hasta problemas genéticos en donde la ciencia médica no ha tenido una solución para ellos”, señala.
El miembro de la facultad en la Universidad Internacional de Medicina Integral de Quantum, en Honolulu, explica que la cura para estas enfermedades lleva tiempo y dedicación.
Quiero ser muy claro, no pasó de inmediato, no pasó durante un corto tiempo, algunas personas tenían que hacer un esfuerzo constante todos los días para cambiar su biología, pero cualquiera puede hacerlo”, afirma.
El quiropráctico, bioquímico y neurocientífico explica que la técnica se basa en una meditación que va de los 45 a los 60 minutos al día.
Lo que hacemos a través de la meditación es que la gente se haga consciente de su propio inconsciente, queremos que se den cuenta de sus pensamientos están en automático, que pongan atención a sus estados emocionales y que tienen la habilidad para cambiarlos”, enfatiza.
El investigador explica que con base a los estudios neurológicos que realizó a más de tres mil 900 personas, se demostró que éstas cambian sus ondas cerebrales para poder pasar más allá de la mente analítica.
Sabemos cómo inducir ese estado, entonces la primera parte de la meditación es una inducción para que podamos llevar a la persona a esa onda cerebral para que puedan hacer los cambios, despertar los genes y mandar una señal diferente a la que habían estado mandando”, apunta Dispenza.
El doctor indica que existen varios tipos de meditaciones que se trabajan de acuerdo al paciente o la enfermedad, sin embargo, detalla que lo más importante para que tenga éxito es creer en el método.
Hemos visto que la gente se sana también en poco tiempo y te tengo que decir que como científico yo estaba más sorprendido que nadie, pero también hemos visto que otros toman algunos años para sanar, pero lo hicieron porque fueron consistentes y constantes”, refiere.
El conferencista, que ha impartido pláticas en más de 20 países, asegura que hasta hace cinco años nadie hablaba del éxito de estos programas.
Ahora son más las personas en todo el mundo que se están informando, ya creen en el poder de la mente para modificar enfermedades o vivir de manera saludable, lo único que preguntan ahora es cómo hacerlo”, señala.
En ese sentido, el autor de libros como “La ciencia de cambiar tu mente” recuerda al Efecto Placebo -sustancia que carece de acción curativa pero que produce un efecto terapéutico si quien lo toma está convencido de que tiene resultados-.
Si le das a alguien una píldora de azúcar, esa píldora representa estar mejor o sentirme mejor, es el símbolo de la posibilidad y las personas se sienten mejor porque creen que algo que está fuera de ti cambia en cómo te sientes por dentro, empiezan a sentirse entusiasmados o inspirados o con esperanza”, explica Dispenza.
El especialista asegura que la píldora de azúcar es el mejor ejemplo para observar cómo con una intención clara sumada a una emoción elevada se puede programar el sistema nervioso central y generar el fármaco que piensan que están tomando.
La gente con el poder de su mente puede hacer sus propios antidepresivos, su propia morfina, sus propios antiinflamatorios, simplemente con el pensamiento y aplicando este ejemplo le digo a mis estudiantes que en vez de poner la esperanza en algo que está fuera de ti, lo hagan con lo que tienen dentro, la mente”, menciona.
El especialista subraya que en la actualidad las enfermedades crónicas aparecen con mayor frecuencia a causa del estrés físico, químico y emocional.
Por ello, recomienda a la población hacer cambios sustanciales en su estilo de vida y acercarse a prácticas como el yoga, la acupuntura, la ingesta de vitaminas y una dieta balanceada.
También aprende cómo meditar, a cómo controlar tus estados internos, tú sabes cómo funciona tu cuerpo, qué necesita, qué requiere y en dónde podemos trabajar”, expone.
Por último, subraya que el modelo de medicina tradicional ya no es suficiente para abatir las enfermedades actuales, por lo que hizo un llamado a encontrar alternativas al alcance de las propias personas.
Yo amo la medicina, es buenísima para condiciones agudas, pero estamos hablando de condiciones crónicas que necesitan un cambio de estilo de vida y va a requerir más que la visita de siete minutos a un consultorio. Busquemos alternativas, creo que la salud puede ser igual de contagiosa que la enfermedad”, finaliza.
Hemos sido testigos de sanaciones de cáncer, tumores, diabetes, lupus, esclerosis múltiple, dolor crónico, problemas de la tiroides, endocrinológicos y hasta problemas genéticos en donde la ciencia médica no ha tenido una solución para ellos”, señala.
El miembro de la facultad en la Universidad Internacional de Medicina Integral de Quantum, en Honolulu, explica que la cura para estas enfermedades lleva tiempo y dedicación.
Quiero ser muy claro, no pasó de inmediato, no pasó durante un corto tiempo, algunas personas tenían que hacer un esfuerzo constante todos los días para cambiar su biología, pero cualquiera puede hacerlo”, afirma.
El quiropráctico, bioquímico y neurocientífico explica que la técnica se basa en una meditación que va de los 45 a los 60 minutos al día.
Lo que hacemos a través de la meditación es que la gente se haga consciente de su propio inconsciente, queremos que se den cuenta de sus pensamientos están en automático, que pongan atención a sus estados emocionales y que tienen la habilidad para cambiarlos”, enfatiza.
El investigador explica que con base a los estudios neurológicos que realizó a más de tres mil 900 personas, se demostró que éstas cambian sus ondas cerebrales para poder pasar más allá de la mente analítica.
Sabemos cómo inducir ese estado, entonces la primera parte de la meditación es una inducción para que podamos llevar a la persona a esa onda cerebral para que puedan hacer los cambios, despertar los genes y mandar una señal diferente a la que habían estado mandando”, apunta Dispenza.
El doctor indica que existen varios tipos de meditaciones que se trabajan de acuerdo al paciente o la enfermedad, sin embargo, detalla que lo más importante para que tenga éxito es creer en el método.
Hemos visto que la gente se sana también en poco tiempo y te tengo que decir que como científico yo estaba más sorprendido que nadie, pero también hemos visto que otros toman algunos años para sanar, pero lo hicieron porque fueron consistentes y constantes”, refiere.
El conferencista, que ha impartido pláticas en más de 20 países, asegura que hasta hace cinco años nadie hablaba del éxito de estos programas.
Ahora son más las personas en todo el mundo que se están informando, ya creen en el poder de la mente para modificar enfermedades o vivir de manera saludable, lo único que preguntan ahora es cómo hacerlo”, señala.
En ese sentido, el autor de libros como “La ciencia de cambiar tu mente” recuerda al Efecto Placebo -sustancia que carece de acción curativa pero que produce un efecto terapéutico si quien lo toma está convencido de que tiene resultados-.
Si le das a alguien una píldora de azúcar, esa píldora representa estar mejor o sentirme mejor, es el símbolo de la posibilidad y las personas se sienten mejor porque creen que algo que está fuera de ti cambia en cómo te sientes por dentro, empiezan a sentirse entusiasmados o inspirados o con esperanza”, explica Dispenza.
El especialista asegura que la píldora de azúcar es el mejor ejemplo para observar cómo con una intención clara sumada a una emoción elevada se puede programar el sistema nervioso central y generar el fármaco que piensan que están tomando.
La gente con el poder de su mente puede hacer sus propios antidepresivos, su propia morfina, sus propios antiinflamatorios, simplemente con el pensamiento y aplicando este ejemplo le digo a mis estudiantes que en vez de poner la esperanza en algo que está fuera de ti, lo hagan con lo que tienen dentro, la mente”, menciona.
El especialista subraya que en la actualidad las enfermedades crónicas aparecen con mayor frecuencia a causa del estrés físico, químico y emocional.
Por ello, recomienda a la población hacer cambios sustanciales en su estilo de vida y acercarse a prácticas como el yoga, la acupuntura, la ingesta de vitaminas y una dieta balanceada.
También aprende cómo meditar, a cómo controlar tus estados internos, tú sabes cómo funciona tu cuerpo, qué necesita, qué requiere y en dónde podemos trabajar”, expone.
Por último, subraya que el modelo de medicina tradicional ya no es suficiente para abatir las enfermedades actuales, por lo que hizo un llamado a encontrar alternativas al alcance de las propias personas.
Yo amo la medicina, es buenísima para condiciones agudas, pero estamos hablando de condiciones crónicas que necesitan un cambio de estilo de vida y va a requerir más que la visita de siete minutos a un consultorio. Busquemos alternativas, creo que la salud puede ser igual de contagiosa que la enfermedad”, finaliza.
Fuente EXCELSIOR