La producción de petróleo puede generar terremotos


Los mayores terremotos de Los Ángeles pudieron ser causados por la extracción de crudo, según un estudio

La producción de petróleo puede generar terremotos, según han comprobado científicos norteamericanos estudiando los más demoledores terremotos de Los Ángeles, ocurridos a principios del siglo XX, y la actividad petrolífera en la región, que representaba el 20 por ciento del total mundial en 1933. Una advertencia para la técnica actual del "fracking" o fracturación hidráulica para extraer hidrocarburos.

La producción de petróleo y gas puede haber contribuido en cuatro de los cinco terremotos más demoledores ocurridos en Los Ángeles a principios del siglo XX, según un estudio dado a conocer hoy en el Bulletin of the Seismological Society of America (BSSA), del que informa Phys Org.

Según esta investigación, los terremotos de Inglewood en 1920, el de Whittier en 1929, el de Santa Mónica en 1930 y el de Long Beach en 1933, pudieron desencadenarse por actividades relacionadas con la extracción de petróleo. El más potente de los terremotos, en Long Beach, de 6,4 en la escala de Richter, mató a 120 personas y causó daños valorados en 50 millones de dólares de la época.

Las prospecciones para buscar gas y petróleo comenzaron en esas zonas antes de los terremotos y lo que el estudio ha descubierto es que las condiciones en las que se produjeron los terremotos podrían haber sido generadas por la actividad en los pozos de petróleo.

Este estudio es uno de los primeros en buscar pruebas de terremotos causados ​​por la actividad industrial en la región de Los Ángeles antes de 1935. Las técnicas de producción de petróleo y gas eran en aquellos años muy diferentes de las técnicas actuales, observan los investigadores, por lo que actualmente estas prospecciones no implican, necesariamente, una alta probabilidad de terremotos inducidos.

Otros estudios han concluido que no hubo evidencia significativa de terremotos inducidos en la zona después de 1935, cuando decayó la producción petrolífera en la zona.

Para los investigadores, descubrir la relación que puede tener la actividad humana sobre la sismología puede suponer que la cuenca de Los Ángeles sea geológicamente más estable de lo que se piensa en la actualidad.

Lo que señalan estos científicos es que se confirma que la producción de petróleo y gas puede generar terremotos de gran magnitud y que los datos obtenidos de lo que pasó en Los Ángeles deberían relacionarse con los actuales temblores en Oklahoma y Texas, causados aparentemente por el "fracking" o fracturación hidráulica para extraer hidrocarburos.

Bases de la investigación

Para su investigación, los científicos se apoyaron en investigaciones geológicas previas, datos de la industria del petróleo, de agencias gubernamentales y artículos periodísticos de la época.

El 'boom' del petróleo de Los Ángeles comenzó a partir de 1892, y los campos petrolíferos de la cuenca llegaron a representar casi el 20 por ciento de la producción total mundial de crudo en 1923.

Lo que hicieron los investigadores fue elaborar una lista de todos los eventos sísmicos registrados en la cuenca de Los Ángeles en aquellos años, con todos los datos adicionales como su intensidad, daños materiales y duración, entre otros.

Todos estos datos fueron comparados entonces con los que ofrecía la industria del petróleo en aquellos años y fue así como descubrieron claras relaciones entre los terremotos y las prospecciones y extracciones de la época.

Tanto la localización de los pozos (por ejemplo si estaban cerca de una falla) como su profundidad, fueron determinantes para desencadenar un terremoto, según los investigadores.




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