Es un titular que ya hemos visto (y veremos) en muchas webs. Explicamos cuánto de verdad hay detrás de esas palabras
Tanto buscar el elixir de la eterna juventud y ahora resulta que podríamos tenerlo delante de los ojos, en nuestro propio botiquín. El ibuprofeno, el analgésico más socorrido para aliviar dolores de cabeza, articulares y musculares o de garganta, prolonga la vida entre un 10% y un 17%, según ha comprobado un equipo de científicos de la Universidad de Texas y del Instituto Buck para la Investigación del Envejecimiento, en California. El hallazgo, que se ha publicado en la revista PloS Genetics, es importante porque un fármaco tan común como es el ibuprofeno puede tener un impacto positivo en la longevidad y, en consecuencia, sobre las enfermedades asociadas la vejez, como el cáncer, la diabetes o los problemas cardiovasculares.
Tanto buscar el elixir de la eterna juventud y ahora resulta que podríamos tenerlo delante de los ojos, en nuestro propio botiquín. El ibuprofeno, el analgésico más socorrido para aliviar dolores de cabeza, articulares y musculares o de garganta, prolonga la vida entre un 10% y un 17%, según ha comprobado un equipo de científicos de la Universidad de Texas y del Instituto Buck para la Investigación del Envejecimiento, en California. El hallazgo, que se ha publicado en la revista PloS Genetics, es importante porque un fármaco tan común como es el ibuprofeno puede tener un impacto positivo en la longevidad y, en consecuencia, sobre las enfermedades asociadas la vejez, como el cáncer, la diabetes o los problemas cardiovasculares.
El beneficio sobre la longevidad se podría achacar a las propiedades antiinflamatorias del ibuprofeno, ya que se ha demostrado que envejecimiento e inflamación están relacionados. Sin embargo, los investigadores encontraron que el ibuprofeno disminuye la absorción del triptófano (un aminoácido esencial) y que esta es la razón de que prolongue la supervivencia.
Sin embargo, “una cosa es que el ibuprofeno alargue la vida en gusanos o moscas y otra muy diferente es que pueda aplicarse al ser humano”, advierte Juan Gibert, catedrático de Farmacología de la Universidad de Cádiz.
Aunque el ibuprofeno sea un viejo conocido para muchas personas (es un fármaco que se utiliza desde hace medio siglo), no es un fármaco inocuo. “Si trasladamos a los humanos la dosis que se ha dado a los animales de experimental, se corresponde con 400 mg, una cantidad que puede producir efectos secundarios importantes, que van desde hemorragias gastrointestinales hasta ictus. Son efectos raros, pero pueden suceder”, subraya Gibert.
Tampoco hay que infravalorar el efecto sobre el triptófano, porque el déficit de este aminoácido en las personas puede provocar depresión.
El catedrático insiste en que no se puede tomar diariamente ibuprofeno por un hipotético aumento de la supervivencia. Otros estudios llegaron a conclusiones similares, como pasó con la aspirina o con el papel de los suplementos de vitamina C para neutralizar el efecto de los radicales libres. “Estos estudios lo que significan es que estamos buscando vías para ver qué es lo que no debemos hacer para acortar la vida, más que para alargarla. Tiene que quedar muy claro que, de momento, estos resultados no implican que en las personas vayamos a encontrar los mismos efectos que en otros organismos”.
Los autores afirman que la decisión de analizar el efecto del ibuprofeno sobre la longevidad se debe a que es un fármaco relativamente seguro (más que otros antiinflamatorios no esteroideos de su misma familia), se asocia con un menor riesgo de patologías asociadas a la edad y se encuentra en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Fuente EL PAIS