Durante casi una década, científicos han estado tratando de descifrar el origen de algunas de las señales más misteriosas y explosivas en el Universo, las ráfagas de radio rápidas (FRBs).
Durando sólo milisegundos, estas ráfagas de energía son alrededor de mil millones de veces más luminosas que cualquier cosa que hayamos visto en nuestra propia galaxia, y parecen estar viajando a través de grandes distancias. Pero a pesar de haber detectado más de 20 de ellas, los científicos aún no están seguros de dónde vienen, o lo que los causa. Ahora investigadores están un paso más cerca descartando cualquier fuente en la Tierra.
Todavía hay varias hipótesis que hay que descartar antes de que podamos decir con certeza de dónde vienen los FRBs - quizás el más extraño planteado por los científicos de Harvard es que los FRBs podrían ser señales alienígenas.
Durando sólo milisegundos, estas ráfagas de energía son alrededor de mil millones de veces más luminosas que cualquier cosa que hayamos visto en nuestra propia galaxia, y parecen estar viajando a través de grandes distancias. Pero a pesar de haber detectado más de 20 de ellas, los científicos aún no están seguros de dónde vienen, o lo que los causa. Ahora investigadores están un paso más cerca descartando cualquier fuente en la Tierra.
Todavía hay varias hipótesis que hay que descartar antes de que podamos decir con certeza de dónde vienen los FRBs - quizás el más extraño planteado por los científicos de Harvard es que los FRBs podrían ser señales alienígenas.
La razón por la que el origen de estas señales de radio es tan difícil de descifrar es porque a menudo los telescopios de radio de un solo plato, que pueden "sonar" mucho sin proporcionar mucha perspectiva de dónde viene.
Sus conclusiones respaldan los hallazgos de principios de este año, cuando los investigadores fueron capaces de identificar la fuente de un FRB en una diminuta galaxia enana a más de 3 mil millones de años luz de la Tierra.
Pero por ahora, las fuentes de los tres nuevos FRB detectados siguen siendo relativamente misteriosas, excepto por el hecho de que no son de este mundo - los datos sugieren que vienen de la dirección de las constelaciones Puppis e Hydra (que son las tres estrellas rojas abajo):
El telescopio Molonglo ahora está siendo actualizado con la esperanza de que podría ser capaz de proporcionar un poco más de visión en el futuro - con suerte, incluso llegará tan lejos como para localizar el origen galáctico específico.
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