Son dos de las terapias más comunes para aliviar los dolores musculares o las molestías en las articulaciones. El problema es que la mayoría de las personas que hacen ejercicio no tienen muy claro cuál deben usar: frío o calor.
La respuesta rápida es depende de cuán reciente es el dolor o de si se trata de un malestar recurrente.
Por lo general, una lesión nueva suele causar una inflamación en la zona afectada, por lo que el frío puede actuar para reducir el flujo sanguíneo y por lo tanto, evitar que se produzca una mayor inflamación.
La respuesta rápida es depende de cuán reciente es el dolor o de si se trata de un malestar recurrente.
Por lo general, una lesión nueva suele causar una inflamación en la zona afectada, por lo que el frío puede actuar para reducir el flujo sanguíneo y por lo tanto, evitar que se produzca una mayor inflamación.