Un grupo de científicos de la Universidad de Harvard, tras años de trabajo, han dado con la forma de hackear bacterias para convertirlas en un sensor biológico que, una vez introducido en un organismo vivo, permitirá diagnosticar una enfermedad latente, lo que a su vez podría ayudar a conseguir un tratamiento para el cáncer y otros padecimientos.
Los expertos, bajo la tutela de la doctora Pamela Silver, han probado lo que era una mera teoría al hackear bacterias Escherichia Coli para luego introducirlas en el sistema digestivo de dos tipos de ratones poseedores de afecciones distintas. El primero, tenía Salmonella y el segundo una fuerte inflamación.
Los expertos, bajo la tutela de la doctora Pamela Silver, han probado lo que era una mera teoría al hackear bacterias Escherichia Coli para luego introducirlas en el sistema digestivo de dos tipos de ratones poseedores de afecciones distintas. El primero, tenía Salmonella y el segundo una fuerte inflamación.
Este experimento realizado por los científicos de la Universidad de Harvard es un hito importante, más si atendemos a la perdurabilidad, de 200 días según los datos reflejados, de dichas bacterias una vez introducidas en el huésped. Eso sí, de momento sólo se ha probado en animales. Nunca en seres humanos, para lo que todavía falta tiempo.
Lo que si es cierto es que estamos ante el primer paso para el diagnóstico en tiempo real de enfermedades y, también, para el análisis prematuro de algunos tipos de cáncer, lo que ayudaría a su curación.
Además, en sus conclusiones, los expertos alegan un segundo objetivo para hackear bacterias: la curación directa de enfermedades como el cáncer y no sólo en su detección. Un desafío mayor del que sólo el futuro puede darnos buena cuenta.
Fuente GALAR SCIENCE