La materia oscura es una de las sustancias más misteriosas del universo. Sus efectos gravitacionales son necesarios para explicar la rotación de las galaxias, los movimientos de los cúmulos y la enorme estructura de todo cuanto conocemos que hay ahí fuera.
Sin embargo, en una escala más pequeña, es demasiado difuso el efecto que la materia oscura tiene sobre el Sistema Solar y sobre la propia materia de la Tierra. Tampoco se sabe con exactitud el efecto sobre el origen y evolución de la raza humana.
No obstante, la gravedad provocada por la materia oscura es absolutamente necesaria para mantener unida nuestra galaxia y proveer de los ingredientes necesarios para la formación de la vida y los planetas como la Tierra. Si no existiera, no encontraríamos signos de vida en todo el Universo, ni siquiera aquí.
Sin embargo, en una escala más pequeña, es demasiado difuso el efecto que la materia oscura tiene sobre el Sistema Solar y sobre la propia materia de la Tierra. Tampoco se sabe con exactitud el efecto sobre el origen y evolución de la raza humana.
No obstante, la gravedad provocada por la materia oscura es absolutamente necesaria para mantener unida nuestra galaxia y proveer de los ingredientes necesarios para la formación de la vida y los planetas como la Tierra. Si no existiera, no encontraríamos signos de vida en todo el Universo, ni siquiera aquí.
Más información interesante en nuestro artículo: «¿Qué es la materia oscura?»
La materia oscura
La luz que observamos en el universo proviene de las estrellas. Sin embargo, estas solo suponen un 2 % de su masa total. Esto supone que las galaxias, cúmulos, agujeros negros, asteroides, planetas, gas, nebulosas y plasma ionizado es apenas una mínima porción de cuanto podemos observar desde la Tierra.
Toda esta materia visible para el ojo humano y sus instrumentos está compuesta de neutrones, electrones y protones. No obstante, todos estos componentes suponen tan solo un 16 % de la materia total que necesitamos para poder explicar el fenómeno de la gravitación.
Es evidente que para poder explicar los movimientos del universo, necesitamos una nueva forma de materia que no tiene por qué ser muy diferente de los potrones o los neutrones, pero de momento no coincide con ninguna de las partículas conocidas en nuestros estándares, de ahí su nombre de materia oscura.
Muchos leyeron recientemente: «¿Podría la materia oscura estar únicamente en los agujeros negros?»
Las supernovas
Observadas con detalle diferentes supernovas, este material se expulsa a miles de kilómetros por segundo. Puede parecer una velocidad increíble, pero en términos universales no lo es. Nuestro Sol orbita la Vía Láctea a 220 kilómetros por segundo.
Es decir que la energía de la supernova y la materia expulsada no tiene la velocidad suficiente para escapar de una galaxia y formar nuevas estrellas a un ritmo explicable como sucede hoy en día. Aquí es donde entra en juego el halo de materia oscura que rodea a cada galaxia del universo.
Así pues, para que esta materia originada en la supernova sea expulsada y escape de una galaxia necesita un tirón gravitacional extra.
Aquí es donde el halo de materia oscura que rodea a cada galaxia logra que los componentes resultantes del fenómeno de explosión de una estrella lleguen al medio intergaláctico a velocidad suficiente y no permanezcan atrapados, debido al tirón gravitacional que provoca durante el fenómeno para acelerar la materia una vez sale del entorno de la galaxia.
En realidad, los halos de materia oscura que rodean a las galaxias son los que permiten que la vida basada en el carbono como en la Tierra pueda formarse, pues se encargan de repartir la materia necesaria por cada rincón del Universo a la velocidad adecuada. Es decir, es absolutamente necesaria para la creación de las formas de vida tal como la conocemos hoy en día.
La materia oscura
La luz que observamos en el universo proviene de las estrellas. Sin embargo, estas solo suponen un 2 % de su masa total. Esto supone que las galaxias, cúmulos, agujeros negros, asteroides, planetas, gas, nebulosas y plasma ionizado es apenas una mínima porción de cuanto podemos observar desde la Tierra.
Toda esta materia visible para el ojo humano y sus instrumentos está compuesta de neutrones, electrones y protones. No obstante, todos estos componentes suponen tan solo un 16 % de la materia total que necesitamos para poder explicar el fenómeno de la gravitación.
Es evidente que para poder explicar los movimientos del universo, necesitamos una nueva forma de materia que no tiene por qué ser muy diferente de los potrones o los neutrones, pero de momento no coincide con ninguna de las partículas conocidas en nuestros estándares, de ahí su nombre de materia oscura.
Muchos leyeron recientemente: «¿Podría la materia oscura estar únicamente en los agujeros negros?»
El Big Bang
El origen del universo tal como lo conocemos hoy se produjo tras el conocido como Big Bang. Un pequeño huevo cósmico repleto de partículas de alta energía que explosionó y se expandió enfriándose. De ahí se pudieron formar electrones, protones y neutrones, hidrógeno, helio, litio o deuterio, pero poco más.
No es hasta diez millones de años después que la materia comienza a colapsaren ciertas regiones con la densidad suficiente para formar estrellas y agruparse en galaxias.
Sin embargo, los materiales necesarios para la creación de la vida, como son el carbono, el oxígeno, el nitrógeno, el fósforo o el sulfuro deben ser forjados en los núcleos de las estrellas más masivas del universo.
Así pues, para que se formen planetas rocosos, la materia se expulsa desde un sol en forma de átomos pesados hacia el medio interestelar, donde se recicla para futuras generaciones de nuevas estrellas. Es el proceso de la explosión supernova.
Nuevos misterios en: «¿Existe la materia oscura?»
El origen del universo tal como lo conocemos hoy se produjo tras el conocido como Big Bang. Un pequeño huevo cósmico repleto de partículas de alta energía que explosionó y se expandió enfriándose. De ahí se pudieron formar electrones, protones y neutrones, hidrógeno, helio, litio o deuterio, pero poco más.
No es hasta diez millones de años después que la materia comienza a colapsaren ciertas regiones con la densidad suficiente para formar estrellas y agruparse en galaxias.
Sin embargo, los materiales necesarios para la creación de la vida, como son el carbono, el oxígeno, el nitrógeno, el fósforo o el sulfuro deben ser forjados en los núcleos de las estrellas más masivas del universo.
Así pues, para que se formen planetas rocosos, la materia se expulsa desde un sol en forma de átomos pesados hacia el medio interestelar, donde se recicla para futuras generaciones de nuevas estrellas. Es el proceso de la explosión supernova.
Nuevos misterios en: «¿Existe la materia oscura?»
Las supernovas
Observadas con detalle diferentes supernovas, este material se expulsa a miles de kilómetros por segundo. Puede parecer una velocidad increíble, pero en términos universales no lo es. Nuestro Sol orbita la Vía Láctea a 220 kilómetros por segundo.
Es decir que la energía de la supernova y la materia expulsada no tiene la velocidad suficiente para escapar de una galaxia y formar nuevas estrellas a un ritmo explicable como sucede hoy en día. Aquí es donde entra en juego el halo de materia oscura que rodea a cada galaxia del universo.
Así pues, para que esta materia originada en la supernova sea expulsada y escape de una galaxia necesita un tirón gravitacional extra.
Aquí es donde el halo de materia oscura que rodea a cada galaxia logra que los componentes resultantes del fenómeno de explosión de una estrella lleguen al medio intergaláctico a velocidad suficiente y no permanezcan atrapados, debido al tirón gravitacional que provoca durante el fenómeno para acelerar la materia una vez sale del entorno de la galaxia.
En realidad, los halos de materia oscura que rodean a las galaxias son los que permiten que la vida basada en el carbono como en la Tierra pueda formarse, pues se encargan de repartir la materia necesaria por cada rincón del Universo a la velocidad adecuada. Es decir, es absolutamente necesaria para la creación de las formas de vida tal como la conocemos hoy en día.
Fuente VIX