Esta semana la sonda espacial de la NASA Juno captó unas increíbles imágenes en primer plano por primera vez de la Gran Mancha Roja de Júpiter que se acaban de hacer públicas.
Lo que desde el espacio se ve como un gran punto de tonalidades naranjas y rojizas es en realidad una gigantesca tormenta.
Tal es su dimensión que hasta el adjetivo gigantesca se queda corto: tiene un tamaño que duplica al de la Tierra y sus vientos tumultuosos superan los 640 km/h.
El espectacular avistamiento de Júpiter en su punto más cercano a la Tierra
Los ocho instrumentos de la sonda así como también la cámara JunoCam enfocaron hacia la mancha tomando unas imágenes que luego fueron procesadas por científicos para darles más nitidez y un mayor grado de detalle.
La sonda -que viaja a unos 50 km por segundo- pasó a una distancia de unos 9.000 km del planeta y recogió información crucial para entender este fenómeno que astrónomos han estado observando desde principios del siglo XIX.
El investigador principal de Juno en San Antonio, Texas, Scott Bolton, dijo que "durante cientos de años los científicos han estado observando, preguntándose y teorizando sobre la Gran Mancha Roja de Júpiter".
"Ahora tenemos las mejores imágenes de esta tormenta icónica. Nos tomará algún tiempo analizar todos los datos de JunoCam y de los ocho instrumentos científicos de Juno, para arrojar alguna nueva luz sobre el pasado, presente y futuro de la Gran Mancha Roja", aseguró, según un comunicado de la NASA.
La NASA informó que las últimas imágenes fueron editadas por "científicos ciudadanos"que tomaron las fotografías originales publicadas en la página web de JunoCam.
"Estas esperadas imágenes de la Gran Mancha Roja son una "tormenta perfecta" de arte y la ciencia. Con datos anteriores de sondas y telescopios tenemos una mejor comprensión de la composición y evolución de este fenómeno icónico", dijo Jim Green, director de ciencia planetaria de la NASA.
Inmensa, antigua y en vías de achicarse
Las incógnitas que los investigadores buscan resolver en esta sexta vuelta que la sonda le da al planeta (la primera tuvo lugar el 27 de agosto del año pasado) son muchas.
Pero recordemos primero todo lo que se sabe sobre la Gran Mancha Roja:
Tiene un diámetro de 16.000 km.
Tiene por lo menos 150 años, pero, posiblemente, varios siglos más.
Las primeras observaciones datan de 1830. Sin embargo, astrónomos observaron hacia fines de 1600 una mancha roja sobre Júpiter que podría ser la misma tormenta.
Es anticiclónica (es decir, gira en dirección contraria a la mayoría de las tormentas.
Se está achicando: después de años de observación, la tormenta parece estar disminuyendo en tamaño.
Las incógnitas
Una de las grandes dudas es a qué le debe su color.
Según estudios, es muy probable que la atmósfera superior tenga nubes formadas por amoníaco, ácido sulfhídrico y agua.
Los misterios de Júpiter que quiere develar Juno (y los obstáculos que debe superar para hacerlo)
Sin embargo, científicos desconocen si estos compuestos químicos reaccionan para darle este color.
Otra interrogante es por qué la tormenta continúa golpeando a Júpiter desde hace cientos de años.
Algunos científicos creen que se debe a que la tormenta tiene raíces profundas.
Por esta razón, investigar qué hay debajo de las nubes podría permitirles a los investigadores establecer si esto es así.
Cómo los astrónomos lograron adentrarse en las fascinantes "nubes de colores" de Júpiter
El próximo acercamiento de la sonda Juno a Júpiter ocurrirá el 1 de septiembre.
Lo que desde el espacio se ve como un gran punto de tonalidades naranjas y rojizas es en realidad una gigantesca tormenta.
Tal es su dimensión que hasta el adjetivo gigantesca se queda corto: tiene un tamaño que duplica al de la Tierra y sus vientos tumultuosos superan los 640 km/h.
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Los ocho instrumentos de la sonda así como también la cámara JunoCam enfocaron hacia la mancha tomando unas imágenes que luego fueron procesadas por científicos para darles más nitidez y un mayor grado de detalle.
La sonda -que viaja a unos 50 km por segundo- pasó a una distancia de unos 9.000 km del planeta y recogió información crucial para entender este fenómeno que astrónomos han estado observando desde principios del siglo XIX.
El investigador principal de Juno en San Antonio, Texas, Scott Bolton, dijo que "durante cientos de años los científicos han estado observando, preguntándose y teorizando sobre la Gran Mancha Roja de Júpiter".
"Ahora tenemos las mejores imágenes de esta tormenta icónica. Nos tomará algún tiempo analizar todos los datos de JunoCam y de los ocho instrumentos científicos de Juno, para arrojar alguna nueva luz sobre el pasado, presente y futuro de la Gran Mancha Roja", aseguró, según un comunicado de la NASA.
La NASA informó que las últimas imágenes fueron editadas por "científicos ciudadanos"que tomaron las fotografías originales publicadas en la página web de JunoCam.
"Estas esperadas imágenes de la Gran Mancha Roja son una "tormenta perfecta" de arte y la ciencia. Con datos anteriores de sondas y telescopios tenemos una mejor comprensión de la composición y evolución de este fenómeno icónico", dijo Jim Green, director de ciencia planetaria de la NASA.
Inmensa, antigua y en vías de achicarse
Las incógnitas que los investigadores buscan resolver en esta sexta vuelta que la sonda le da al planeta (la primera tuvo lugar el 27 de agosto del año pasado) son muchas.
Pero recordemos primero todo lo que se sabe sobre la Gran Mancha Roja:
Tiene un diámetro de 16.000 km.
Tiene por lo menos 150 años, pero, posiblemente, varios siglos más.
Las primeras observaciones datan de 1830. Sin embargo, astrónomos observaron hacia fines de 1600 una mancha roja sobre Júpiter que podría ser la misma tormenta.
Es anticiclónica (es decir, gira en dirección contraria a la mayoría de las tormentas.
Se está achicando: después de años de observación, la tormenta parece estar disminuyendo en tamaño.
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Una de las grandes dudas es a qué le debe su color.
Según estudios, es muy probable que la atmósfera superior tenga nubes formadas por amoníaco, ácido sulfhídrico y agua.
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Sin embargo, científicos desconocen si estos compuestos químicos reaccionan para darle este color.
Otra interrogante es por qué la tormenta continúa golpeando a Júpiter desde hace cientos de años.
Algunos científicos creen que se debe a que la tormenta tiene raíces profundas.
Por esta razón, investigar qué hay debajo de las nubes podría permitirles a los investigadores establecer si esto es así.
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El próximo acercamiento de la sonda Juno a Júpiter ocurrirá el 1 de septiembre.
Fuente BBC MUNDO