Cómo son por dentro las oficinas construidas sobre los árboles

La compañía de Bill Gates construyó dos casas en los árboles como salas de reuniones y está haciendo una tercera para estimular el bienestar y creatividad de sus empleados

Imaginá una meeting o una conference call con el ruido de fondo del canto de un pájaro o una ardilla metiéndose en el cuarto. Eso, entre los inconvenientes que puede causar sólo la fauna, ya que también el espacio puede llenarse de hojitas o desprendimientos de árboles. Sin embargo, justamente esto es lo que busca el gigante Microsoft en su campus de Redmond, Washington: estimular con la naturaleza a sus empleados para que gocen de un mayor bienestar, que motive, a su vez, su creatividad.

"La primera cosa que te das cuenta cuando caminas en ese espacio es que todos están realmente calmos y tranquilos. Parás de hablar y solo estás presente. Es fascinante. La gente absorbe el ambiente, y cambia la percepción de su trabajo y cómo pueden hacerlo", afirmó Bret Boulter, quien trabaja en Real Estate y facilidades del campus en Redmond.

Según Boulter, si le das la opción a la gente, todos trabajarían más al aire libre y, de acuerdo con la ciencia, el impacto de la naturaleza sobre la creatividad, la concentración y la felicidad es poderoso. Y el campus de Redmond tiene una facilidad: está situado en medio de parques y áreas naturales. "No tenemos que traer la naturaleza a la urbanización. Estamos en la naturaleza. Está en nuestra puerta de atrás", agregó.

Dos de las tres casas en los árboles, que son accesibles a todos los empleados, están abiertas. La sala de reunión del Cedro toma reservas, como muchos de los espacios para reuniones tradicionales de Microsoft; la del Nido de cuervo es según el orden de llegada. La tercera, un espacio de lounge protegido, va a estar lista a fines de este año. El edificio ya está tomando forma en manos del constructor de casas en los árboles Pete Nelson. "Nada formal. Será un lugar dónde se pueda estar tranquilo adentro o afuera, sentado o trabajando", describió Genise Dawson, un ejecutivo de Microsoft.

Los edificios están hechos para expandirse a medida que los árboles crecen y, mientras la expectativa es que duren 20 años, la realidad es que van a tener una duración de vida finita como cualquier cosaviva.

Fuente LA NACION 



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