En sólo seis semanas corrige los efectos del envejecimiento en las venas, arterias y capilares
Un antioxidante específico que actúa sobre las mitocondrias rejuvenece hasta 20 años el sistema vascular humano en sólo seis semanas. Mejora la salud cardiaca hasta un 42 por ciento y reduce en un 13 por ciento el riesgo de accidente cardiovascular, según una investigación.
Las personas mayores que toman un antioxidante particular, que se focaliza específicamente en las mitocondrias, consideradas como las centrales energéticas de las células, observan cómo su sistema vascular rejuvenece 15 o 20 años sólo en seis semanas. Este antioxidante consigue mejorar la salud vascular hasta un 42 por ciento.
Un antioxidante específico que actúa sobre las mitocondrias rejuvenece hasta 20 años el sistema vascular humano en sólo seis semanas. Mejora la salud cardiaca hasta un 42 por ciento y reduce en un 13 por ciento el riesgo de accidente cardiovascular, según una investigación.
Las personas mayores que toman un antioxidante particular, que se focaliza específicamente en las mitocondrias, consideradas como las centrales energéticas de las células, observan cómo su sistema vascular rejuvenece 15 o 20 años sólo en seis semanas. Este antioxidante consigue mejorar la salud vascular hasta un 42 por ciento.
Estos resultados se añaden a un número creciente de pruebas según las cuales los suplementos alimenticios de calidad farmacéutica pueden jugar un papel importante en la prevención de las enfermedades cardiacas, una de las principales causas de fallecimiento de adultos, cuyos factores de riesgo se centran en la edad, el sexo y los antecedentes familiares.
Aunque numerosos estudios han mostrado en el pasado que los antioxidantes orales no son eficaces, esta investigación destaca sus efectos beneficiosos sobre la salud si de centran en uno de los efectos del envejecimiento, las mitocondrias.
Se trata del primer ensayo clínico que mide el impacto de un antioxidante específico sobre las mitocondrias y su impacto benéfico en la función vascular del ser humano. Según explica uno de los autores de esta investigación, Matthew Rossman, en un comunicado de la citada universidad, este ensayo permite pensar que algunas terapias son muy prometedoras para reducir el riesgo de las enfermedades cardiovasculares relacionadas con la edad.
Un antioxidante particular
En la investigación participaron sólo 10 hombres y 10 mujeres mayores de la región donde se encuentra la universidad de Colorado. La mitad de los hombres y de las mujeres ingirieron 20 miligramos por día de un suplemento alimenticio llamado MitoQ. La otra mitad de los participantes sólo tomó un placebo.
Este suplemento alimenticio, que se encuentra en el mercado, modifica químicamente un antioxidante natural (coenzima Q10) para adherirse a las mitocondrias en el interior de las células. De esta forma consigue minimizar el impacto de los radicales libres que provocan su endurecimiento.
Después de seis semanas, los investigadores analizaron el funcionamiento de la pared de los vasos sanguíneos, llamada endotelio, y midieron la dilatación de las arterias mientras aumentaba el flujo sanguíneo.
Dos semanas después, durante las cuales ninguno de los participantes tomó suplemento alimenticio alguno, los dos grupos se intercambiaron: el grupo que tomó un placebo ingirió el antioxidante, y al revés. Los análisis se repitieron a continuación.
De esta forma los científicos constataron que al tomar el suplemento, la dilatación de las arterias de estas personas mayores mejora un 42%, lo que convierte sus vasos sanguíneos, según esta medida, en el equivalente a los que tienen las personas hasta 20 años más jóvenes. Esta mejora, si se mantiene, reduce hasta un 13% las enfermedades cardíacas en personas mayores de 60 años, según Matthew Rossman.
No sustituye al ejercicio físico
Los investigadores afirman que la mejora de la dilatación se debe a una reducción del estrés oxidante asociado al envejecimiento. Los vasos sanguíneos se endurecen con la edad debido a la producción excesiva de radicales libres relacionados con el estrés.
Esta producción de radicales libres pueden dañar el endotelio, la capa más interna de los vasos sanguíneos (está en contacto directo con la sangre), y alterar su funcionamiento. Durante la juventud, el organismo produce suficientes antioxidantes para neutralizar el efecto de los radicales libres.
Sin embargo, con el envejecimiento se rompe el equilibrio porque las defensas antioxidantes del cuerpo no consiguen contener la producción excesiva de radicales libres. Hasta ahora se ha recurrido a antioxidantes orales, como la vitamina C o la vitamina E, para retrasar el envejecimiento.
La nueva investigación respalda la teoría, hasta ahora desacreditada, de que los antioxidantes orales pueden mejorar la salud, señalando que focalizándose en una fuente específica pueden reducir el estrés oxidante y mejorar la salud cardiovascular.
Los investigadores señalan que los resultados deben todavía ser confirmados con un mayor número de pacientes para examinar mejor el impacto de este antioxidante en las mitocondrias.
Y aunque el ejercicio físico sigue siendo el mejor modo de mantener la salud cardiovascular, el nuevo descubrimiento constituye una opción suplementaria que puede ayudar a las personas con dificultades para pasear o practicar algún departe propio de su edad.
Fuente TENDENCIAS 21