Un mundo a 500 años luz de distancia, Kepler-186f, se ha convertido en el primer planeta conocido del tamaño de la Tierra fuera del sistema solar que orbita una estrella en la zona habitable, con clima estable y variación estacional.
Esto significa que es la distancia adecuada desde su estrella anfitriona para que el agua líquida se acumule en la superficie.
El estudio de Georgia Tech utilizó simulaciones para analizar e identificar la dinámica del eje de giro del exoplaneta. Esas dinámicas determinan cuánto se inclina un planeta sobre su eje y cómo ese ángulo de inclinación evoluciona con el tiempo. La inclinación axial contribuye a las estaciones y al clima porque afecta a cómo la luz solar golpea la superficie del planeta.
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