Evidencia de un planeta gigante distante en el sistema solar es el nombre de la investigación que en 2016 planteó esta hipótesis. Dicho cuerpo celeste no se ha descubierto porque no ha sido observado ni se conoce su ubicación precisa. Pero gracias a simulaciones por computadora y modelos matemáticos, se estableció que su presencia es verosímil.
El trabajo de Konstantin Batygin y Michael E. Brown del Instituto de Tecnología de California (Caltech) se inspiró en otro que analizó un curioso fenómeno. En 2014, Chad Trujillo y Scott Sheppard reportaron un conjunto de objetos en el Cinturón de Kuiper que se movían de manera similar y en contraflujo al resto del sistema solar, como si orbitaran alrededor de un cuerpo más grande. El Cinturón de Kuiper inicia desde la órbita de Neptuno y es como un cinturón masivo de asteroides.
En un principio se creyó que se trataba de un planeta pequeño, pero los estudios de Batygin y Brown establecieron que el denominado Planeta Nueve tendría una masa 10 veces mayor a la de la Tierra. Su órbita estaría 20 veces más alejada del sol al compararla con la de Neptuno. Una vuelta al sol le tomaría entre 10,000 y 20,000 años, como detalla la NASA.
La fuerza gravitatoria del Planeta Nueve es tal que controla al resto de objetos que lo rodean, incluso más que cualquier otro planeta conocido. Con esa característica, y con una masa 5,000 veces mayor a la de Plutón, Brown comentó en un comunicado de Caltech que se trataría de «el planeta más "planetoso" en todo el sistema solar». (Lo sentimos, Plutón).
Batygin explicó que se trató de la primera prueba en más de 150 años de que el sistema solar es más extenso de los que se creía. Uno de los fenómenos más impresionantes del Planeta Nueve es el de su influencia sobre el resto del sistema.
En 2017, otro estudio de Batgin y Brown —ahora en compañía de Elizabeth Bailey— propuso que el misterioso cuerpo celeste ha modificado la posición de los otros ocho planetas a lo largo de 4.5 mil millones de años. Estos poseen una inclinación de 6 grados de diferencia en comparación con el ecuador del Sol, y la gravedad del Planeta Nueve podría ser la causante.
«Si quitaras esta explicación e imaginaras que el Planeta Nueve no existe, entonces generarías más problemas de los que resuelves», puntualizó Batygin.
Con ese argumento se afirma que es más probable que el planeta exista a que no. Por esa razón la dupla de científicos utilizan el Telescopio Subaru en el Observatorio Mauna Kea de Hawai para tratar de verlo por primera vez.
Fuente VIX