Las mujeres inteligentes no tienen hijos, según la ciencia

Es un estudio incendiario, y su autor, Satoshi Kanazawa, ya se había ganado la medalla de polémico y excesivo por trabajos anteriores. Un estudio realizado por Satoshi Kanazawa, psicólogo de la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, encontró que el deseo de la mujer de tener hijos disminuye un 25% por cada 15 puntos de C.I. adicionales, según consigna Dailymail.

Pero, ¿cuál es la definición de inteligencia? Según el diccionario de la Real Academia Española, inteligencia es:

1. f. Capacidad de entender o comprender.

2. f. Capacidad de resolver problemas.

3. f. Conocimiento, comprensión, acto de entender.

4. f. Sentido en que se puede tomar una sentencia, un dicho o una expresión.

5. f. Habilidad, destreza y experiencia.

6. f. Trato y correspondencia secreta de dos o más personas o naciones entre sí.

Cuando Kanazawa, que utilizó datos del Estudio Nacional de Desarrollo Infantil del Reino Unido, añadió factores económicos y de educación, el resultado siguió siendo el mismo: la mujer más inteligente es menos probable que quiera tener hijos.

Las cifras publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas de Londres revelan que la proporción de mujeres sin hijos casi se ha duplicado desde la década de 1990. Una de cada cinco mujeres de 45 años de edad no tiene hijos.

Lo que ha encontrado Kanazawa es que: “La media del CI de las mujeres que no han tenido hijos era de 105.3, mientras que el CI de las que han sido madres es de 101.7”. La diferencia en el promedio es casi de cuatro puntos, muy grande y estadísticamente significativa.

“La maternidad nunca ha sido una ambición para mí. Tan sólo quiero ser independiente y ser capaz de cuidar de mí misma”, y la contundente Helen Mirren: “No tengo instinto maternal alguno”.

Pero la tendencia No Kids llega cuando en Occidente la natalidad se tambalea peligrosamente. Y el estudio de Kanazawa echa nueva leña para avivar el fuego.

Dice el autor del estudio que si el descenso de hijos se produce entre las mujeres más inteligentes, el CI de la población mundial descenderá.

Para Kanazawa: “Dado que las mujeres tienen un mayor impacto en la inteligencia media de las generaciones futuras, es previsible que se produzca una disminución de la inteligencia media de la población en los países industriales avanzados”. La pregunta importante me parece que es: ¿Por qué algunas personas deciden no tener hijos?

El “invierno demográfico” (Demographic Winter)

La natalidad cae en picado en Occidente, y es una preocupación de primer orden. Si el sociólogo francés Auguste Comte tenía razón cuando dijo “La demografía es el destino”, echémonos a temblar para lo que se nos viene encima.

Los expertos que estudian las razones de este Efecto Hamelín, en el que los niños desaparecen de las ciudades, apuntan que todos los aspectos de la modernidad van a favor de la vida sin hijos.

Un hijo es caro, muy caro, y (afortunadamente) ya no es una inversión para la vejez. Tenerlos ya no es una férrea ley social: ya solo las abuelas mantienen la cantinela del “se te pasa el arroz”.

Cabe destacar que los estudios que implican que el IQ de la sociedad está disminuyendo, como el que fue publicado en News Scientist, asegura que esto se debe a que las pruebas se están llevando a cabo en personas de mayor edad, las cuales tienen una memoria menos efectiva que los jóvenes.

Es decir, el hecho de que la población cada vez tenga una expectativa de vida más larga es la responsable de esos resultados; por el contrario, Stuart Ritchie de la Universidad de Edimburgo aún no descarta la idea de que las mujeres inteligentes sin hijos son la razón principal, especialmente porque dichos tests también se llevan a cabo en la población joven.

Lo único que se requiere son más datos, ya que no existen tantos como para tomarlo como una certeza.

Asimismo, los causantes del declive podrían ser tanto el temprano acercamiento a las tecnologías como Facebook y los smartphones, y el hecho de que la cultura popular sea tomada como la principal fuente de información para las nuevas generaciones.

Sólo nos queda esperar unos años para ver cuál es el resultado de esa falta de niños que provengan de familias inteligentes.




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