Identifican células ‘destructoras’ de otras infectadas por el parásito que provoca la enfermedad de Chagas

Científicos del Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España), en colaboración con expertos del hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, han descrito la implicación de un tipo de células del sistema inmunitario en el control de la enfermedad crónica de Chagas.

En concreto, este grupo de células linfocitarias encargadas de defender el cuerpo humano de sustancias extrañas reconoce la presencia del parásito causante de esta patología grave y actúa destruyendo este microorganismo en las células infectadas.

Según las conclusiones de este estudio, recogidas en el artículo ‘Impact of benznidazole treatment on the functional response of Trypanosoma cruzi antigen-specific CD4+CD8+ T cells in chronic Chagas disease patients’ y publicadas en la revista PLoS Negl Trop Dis, dichas células podrían ser un componente importante contra la infección durante la fase crónica de esta enfermedad. “Los hallazgos reflejados en este trabajo arrojan luz sobre la comprensión de una población celular pobremente descrita a nivel funcional en el contexto de esta enfermedad tropical”, asegura a la Fundación Descubre Manuel López, investigador del Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra del CSIC.

En cifras, el mal de Chagas es endémico de América Latina, donde afecta a más de 8 millones de personas, y provoca la muerte de aproximadamente 20.000 cada año, principalmente por daños cardiacos, según datos de la Organización Mundial de la Salud. En España, la cifra ronda las 70.000 personas afectadas.

Esquema sobre cómo actúa sobre las células el tratamiento propuesto. (Foto: Fundación Descubre)

Los síntomas más comunes en la fase aguda de esta patología provocada por el parásito unicelular Trypanosoma cruzi se asocian con fiebre, dolor de cabeza, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico, incluso alteraciones neurológicas. “Estos cambios son irreversibles y en muchos casos llegan a provocar la muerte. La enfermedad de Chagas, que se transmite por distintas vías como transfusiones de sangre o de madres a hijos, tiene cura si se administra tratamiento nada más producirse la infección. En casos de pacientes en fase crónica, un plan adecuado antiparasitario puede frenar o prevenir la progresión de la misma”, explica López.

En este estudio, los expertos han analizado la respuesta de una serie de células especializadas del sistema inmunitario, en concreto cómo actúan y se desarrollan o desactivan según el grado de la enfermedad. Se trata de una población celular denominada científicamente como T CD4+CD8+,high, cuyo porcentaje aumenta en la fase crónica de la enfermedad tras aplicar un tratamiento, ya en vigor contra el Chagas, que elimina casi en su totalidad al parásito en el inicio de la etapa aguda de dicha enfermedad.

Para ello, han realizado pruebas in vivo con 38 pacientes que padecen un avanzado estado de este mal, 20 asintomáticos y 18 con daño cardíaco que nunca recibieron ningún tratamiento para su enfermedad.

Tras suministrarle un medicamento vía oral, conocido como benznidazol, a lo largo de 60 días, a todos los enfermos se les realizó un seguimiento clínico durante 48 meses que consistía en extraerles sangre y analizar los linfocitos y otros parámetros clínicos con el fin de evaluar su asociación con el progreso o estancamiento de esta patología. “Después de todo este tiempo, el tratamiento con este fármaco ha puesto de manifiesto que en cualquiera de los supuestos, es decir, tanto en pacientes crónicos sin sintomatología aparente o en quienes sufren cardiopatías como consecuencia de esta enfermedad, es efectivo, incrementándose la frecuencia y capacidad funcional de las mencionadas células linfocíticas”, afirma este investigador.

Así, estas células son capaces de acabar con las ya infectadas en pacientes con un estado crónico de Chagas. En aquellos con dolencias en el corazón, pese a que el daño cardiaco persiste la mencionada activación inmunológica ocurre, posibilitando el control de la infección. Por su parte, en pacientes sin síntomas las células potencian su capacidad citotóxica favoreciendo su lucha frente al parásito.

Este estudio, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el Instituto Carlos III y Fondos FEDER, continúa ahondando en la búsqueda de posibles biomarcadores celulares que puedan emplearse como herramientas de evaluación de la eficacia terapéutica en la fase crónica de la enfermedad de Chagas. (Fuente: Fundación Descubre)

Fuente NCYT 



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