Un estudio de la Universidad de Ginebra explica por qué cuesta encontrar motivación para hacer ejercicio.
La razón, dicen los investigadores, está en cómo la evolución ha marcado el cerebro humano.
Por eso es tan difícil dejar el sofá y salir a correr.
La razón, dicen los investigadores, está en cómo la evolución ha marcado el cerebro humano.
Por eso es tan difícil dejar el sofá y salir a correr.