"Divina Comedia" de Dante Alighieri, para descargar gratis

Dante tituló a su poema Comedia, aunque una larga tradición iniciada por Boccaccio la ha adjetivado como Divina, tanto por su excelsitud a los ojos del primer biógrafo de Dante como por tratar de asuntos no terrenales.

No se sabe con exactitud cuándo comenzó Dante la redacción de la Comedia. Las palabras del autor al final de la Vita Nuova hacen pensar en que la idea del triunfo de Beatriz más allá de la muerte le surgió antes de ser desterrado, pero nada indica que comenzara el trabajo de forma inmediata.

Es posible que la composición empezase hacia 1306-1307, desde poco después de iniciar su destierro, e indudable que se prolongó hasta poco antes de morir (1321), o sea, durante unos quince años.

El argumento

La Divina Comedia relata el viaje de Dante por el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, guiado por el poeta romano Virgilio. El poema comienza con el encuentro de Virgilio con Dante, que se ha perdido en una selva y tropieza con bestias salvajes. Virgilio le confiesa al poeta que ha venido en nombre de Beatriz, una dama virtuosa, y lo conduce por un largo camino de redención que comienza en el Averno.

Virgilio y Dante van pasando por los círculos infernales; en el primero están "los infelices que nunca estuvieron vivos", los niños que no pudieron recibir el bautismo antes de morir y personas de grandeza espiritual como Virgilio, que intuyeron la revelación cristiana. En el segundo círculo el Infierno se muestra ya con toda propiedad: a la entrada de un pozo se halla Minos, una especie de juez.

En los círculos superiores moran los que se dejaron guiar por la incontinencia; en los inferiores, los que respondieron a sus más bajos instintos. Luego se describen los perversos, que al final de sus vidas quedaron solos; los lujuriosos, vencidos por el puro placer sexual; los avaros; los enfermos de ira, condenados a golpearse eternamente hundidos en el fango...

Significación de la Divina Comedia

Son tres los ejes fundamentales de la Comedia desde el punto de vista filosófico: el cosmos, la razón y la fe, la predestinación y el libre albedrío. El primero se resuelve con la creación de un universo propio en el que el infierno y el paraíso se oponen simétricamente, y entre los que se sitúa el purgatorio.

Sobre el eje de la razón y la fe se estructuran las ideas sobre filosofía y teología: la filosofía tropieza continuamente con unos límites estrechos, que son los del conocimiento humano.

La teología, por el contrario, abre en todo momento unos horizontes inabarcables e ignotos; el paso de la una a la otra es el que convierte al poeta en poeta-teólogo, como se manifiesta explícitamente en Paraíso, XXV.

El tercer eje es el formado por las cuestiones relativas a la predestinación y libre albedrío, que constituyen una de las preocupaciones más frecuentes para los pensadores medievales, incluidos teólogos y filósofos naturales: todos los seres, animados e inanimados, están señalados por el influjo de los astros, que les transmiten determinadas cualidades o virtudes, o que (según algunos) les marcan el futuro. 
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