Gracias a los poderosos telescopios con los que cuentan los científicos, como el Kepler o el Hubble, la humanidad tiene la capacidad de encontrar planetas más allá de nuestro Sistema Solar.
Hasta el momento, la NASA y otras agencias espaciales han descubierto cientos de estrellas en nuestra galaxia, y muchas de ellas tiene varios planetas alrededor de su órbita.
Si bien cada uno de esos sistemas planetarios es único, el de la estrella HD 158259, localizado a 88 años luz de distancia de la Tierra, es muy especial.
La estrella es aproximadamente de la misma masa y un poco más grande que nuestro Sol, algo muy raro en la mayoría de las estrellas descubiertas. Tiene 6 planetas a su alrededor: cinco son similares a Neptuno y la sexta es como una súper Tierra.
De acuerdo con una investigación publicada en Astronomy & Astrophysics, después de un largo monitoreo de 7 años, los astrónomos descubrieron que los 6 planetas que orbitan HD158259 lo hacen en una resonancia casi perfecta.
La resonancia orbital es cuando las órbitas de dos cuerpos están estrechamente vinculadas, ya que ambos ejercen influencia gravitacional entre sí.
Este descubrimiento podría ser muy útil para comprender los mecanismos de formación de los sistemas planetarios y cómo se configuran.
En el Sistema Solar, es bastante raro que esto ocurra en cuerpos planetarios. Probablemente el mejor ejemplo son Plutón y Neptuno.
Estos dos cuerpos están en lo que se describe como una resonancia orbital 2:3. Por cada dos vueltas que Plutón hace alrededor del Sol, Neptuno hace tres.
Las resonancias orbitales también se han identificado en exoplanetas. Pero cada planeta en órbita HD 158259 tiene una resonancia de casi 3:2 con el siguiente planeta. Eso significa que por cada tres órbitas que hace un planeta, el siguiente completa dos.
Gracias a las mediciones del espectrógrafo SOPHIE y del telescopio espacial TESS, un equipo internacional de investigadores dirigido por el astrónomo Nathan Hara, de la Universidad de Ginebra en Suiza, pudo calcular con precisión las órbitas de cada planeta.
Comenzando más cerca de la estrella, la súper Tierra, revelada por TESS en alrededor del doble de la masa de la Tierra, las órbitas son 2.17, 3.4, 5.2, 7.9, 12 y 17.4 días.
Estos producen relaciones de período de 1.57, 1.51, 1.53, 1.51 y 1.44 entre cada par de planetas. Si bien esa no es una resonancia perfecta, está lo suficientemente cerca como para clasificar al HD 158259 como un sistema extraordinario.
Todo esto indica, de acuerdo a los investigadores, que los planetas que orbitan esa estrella no se formaron en donde se encuentran ahora. Este tipo de planetas se forman lejos de su estrella antes de migrar hacia ella, gracias a las resonancias orbitales.
Se cree que las resonancias se producen cuando los embriones planetarios en el disco protoplanetario crecen y migran hacia adentro, lejos del borde exterior del disco. Esto produce una cadena de resonancia orbital en todo el sistema.
Cuando el gas restante del disco se disipa, estabiliza las resonancias orbitales, creando sistemas como el de la estrella HD 158259.
Hasta el momento, la NASA y otras agencias espaciales han descubierto cientos de estrellas en nuestra galaxia, y muchas de ellas tiene varios planetas alrededor de su órbita.
Si bien cada uno de esos sistemas planetarios es único, el de la estrella HD 158259, localizado a 88 años luz de distancia de la Tierra, es muy especial.
La estrella es aproximadamente de la misma masa y un poco más grande que nuestro Sol, algo muy raro en la mayoría de las estrellas descubiertas. Tiene 6 planetas a su alrededor: cinco son similares a Neptuno y la sexta es como una súper Tierra.
De acuerdo con una investigación publicada en Astronomy & Astrophysics, después de un largo monitoreo de 7 años, los astrónomos descubrieron que los 6 planetas que orbitan HD158259 lo hacen en una resonancia casi perfecta.
La resonancia orbital es cuando las órbitas de dos cuerpos están estrechamente vinculadas, ya que ambos ejercen influencia gravitacional entre sí.
Este descubrimiento podría ser muy útil para comprender los mecanismos de formación de los sistemas planetarios y cómo se configuran.
En el Sistema Solar, es bastante raro que esto ocurra en cuerpos planetarios. Probablemente el mejor ejemplo son Plutón y Neptuno.
Estos dos cuerpos están en lo que se describe como una resonancia orbital 2:3. Por cada dos vueltas que Plutón hace alrededor del Sol, Neptuno hace tres.
Las resonancias orbitales también se han identificado en exoplanetas. Pero cada planeta en órbita HD 158259 tiene una resonancia de casi 3:2 con el siguiente planeta. Eso significa que por cada tres órbitas que hace un planeta, el siguiente completa dos.
Gracias a las mediciones del espectrógrafo SOPHIE y del telescopio espacial TESS, un equipo internacional de investigadores dirigido por el astrónomo Nathan Hara, de la Universidad de Ginebra en Suiza, pudo calcular con precisión las órbitas de cada planeta.
Comenzando más cerca de la estrella, la súper Tierra, revelada por TESS en alrededor del doble de la masa de la Tierra, las órbitas son 2.17, 3.4, 5.2, 7.9, 12 y 17.4 días.
Estos producen relaciones de período de 1.57, 1.51, 1.53, 1.51 y 1.44 entre cada par de planetas. Si bien esa no es una resonancia perfecta, está lo suficientemente cerca como para clasificar al HD 158259 como un sistema extraordinario.
Todo esto indica, de acuerdo a los investigadores, que los planetas que orbitan esa estrella no se formaron en donde se encuentran ahora. Este tipo de planetas se forman lejos de su estrella antes de migrar hacia ella, gracias a las resonancias orbitales.
Se cree que las resonancias se producen cuando los embriones planetarios en el disco protoplanetario crecen y migran hacia adentro, lejos del borde exterior del disco. Esto produce una cadena de resonancia orbital en todo el sistema.
Cuando el gas restante del disco se disipa, estabiliza las resonancias orbitales, creando sistemas como el de la estrella HD 158259.
Fuente VIX