EPD, a través de Erina Petrera, entrevistó a Luciana Larroca, investigadora del CONICET y que formó parte del equipo que creó el "NEOKIT" para detectar el coronavirus.
A Luciana Larroca la conocí hace muchos años cuando estaba haciendo su doctorado en el Departamento de Química Biológica, en Exactas. Es una persona cálida, amable y divertida. Congeniamos rápido, compartiendo, entre otras experiencias, que ambas somos del interior de la provincia de Buenos Aires. Aprovechamos para reencontrarnos virtualmente para conversar sobre el desarrollo del nuevo test de diagnóstico, ya que forma parte como investigadora del grupo que llevó a cabo este proyecto.
Erina Petrera: - ¿Cómo se gestó este Proyecto?
Luciana Larroca: - Nosotros veníamos trabajando con una plataforma que llamamos Amplificación Molecular Isotérmica (LAMP, loop mediated amplification), que usa una técnica que se desarrolló en el año 2000 por Masaya Notomi (científico japonés), quien usa una amplificación mediante Loops.
Aplicamos esa tecnología a diferentes cosas. Nos basamos siempre en la obtención de la muestra, en cómo es el origen para obtener esa muestra, simplificar el proceso de amplificación y también simplificar el proceso de lectura.
Veníamos trabajando para detectar Chagas, sífilis, HLB que es una bacteria en cítricos, en los recién nacidos. Por ejemplo, para detectar el Chagas, la muestra parte de sangre en papel y la forma de visualización, o sea, la lectura del revelado, es por unas tiras tipo test de embarazo. Para HLB, podemos directamente disgregar el insecto o nervaduras de hoja, y la lectura es colorimetría.
Estamos tratando de adaptar el sistema para la necesidad de la persona o de quien lo requiera. Veníamos trabajando para detectar los distintos serotipos del dengue, como también identificamos zika y chikungunya,y se puede detectar desde el suero del paciente o también lo podemos hacer desde el mosquito. O sea, si encontrás un mosquito, podemos ver si está infectado o no. La particularidad, es que estos virus tienen genoma de ARN. Habíamos adaptado la técnica para que en un solo paso hiciera una retrotranscripción, y esa adaptación nos permitió rápidamente virar a este desarrollo de Covid, cuando vimos que había una necesidad y que se venía una posible pandemia. Así fue cómo nació.
Paralelamente, se realizó una convocatoria desde el Ministerio a diferentes grupos que trabajan en diagnóstico, y nosotros nos presentamos.
EP: - Los test para dengue ya están desarrollados?
LL: - Los test para diagnosticar dengue pasaron la etapa de validación analítica, o sea, todas las pruebas de laboratorio. Ahora estamos con las etapas de validación clínica. La verdad que empezamos con el desarrollo para coronavirus y no pudimos seguir avanzando con lo del dengue porque nos falta aumentar el “n”, es decir, la cantidad de pacientes, para tener la validación clínica. Así que estamos en la última fase, pero no lo pudimos terminar todavía.
EP: - ¿Entonces estuvieron trabajando mucho tiempo antes en el tema, no fue un golpe de suerte?
LL: - Claro, no, no fue un golpe de suerte. Estábamos trabajando, como te dije anteriormente, ya teníamos una plataforma que usa la tecnología Amplificación Molecular Isotérmica. De hecho, ya habíamos registrado ante la ANMAT el primer kit para detectar el Chagas en recién nacidos. Ese fue nuestro primer registro y de ahí nace la empresa NEOKIT SAS, formada sobre la base de un Consorcio Público-Privado (CAPP) entre el CONICET y el Laboratorio Pablo Cassará S.R.L.
EP: - ¿Por qué es mejor este kit para diagnóstico que la PCR?
LL: - Los dos son buenos, es decir, los dos son moleculares, te van a detectar el virus, tienen aproximadamente la misma sensibilidad. Nosotros detectamos entre 12,5 número de copias del virus y tenemos una sensibilidad de casi el 100 por ciento y una especificidad del 100 por ciento. La diferencia que tenemos con la PCR es el tiempo. Desde que se extrae el hisopado, se hace un pequeño tratamiento de la muestra y después se hace la amplificación y observamos el revelado, todo eso tardamos dos horas. En cambio, con la PCR los tiempos son entre 8 y 12 horas.
Otra diferencia importante es que nos independizamos de un equipamiento costoso, como es el equipo de PCR, que sale entre 60 y 80 mil dólares. Nosotros usamos un dispositivo térmico de cualquier tipo, puede ser seco, puede ser húmedo, o sea una estufa, puede ser un baño de agua, o lo que nosotros más usamos y recomendamos es un bloque seco tipo termo-bloque. Imagínate que estamos hablando de valores de 200 dólares como un bloque seco caro. O sea, te independizas de equipamiento, además de que el tiempo es más corto.
El tipo de procedimiento, por la forma en la que el kit está diseñado, es simple. Puede hacerlo una persona que esté mínimamente capacitada, teniendo los cuidados necesarios para trabajar con materiales moleculares y teniendo una muestra patogénica.
En definitiva, con la misma sensibilidad y con una especificidad del 100 por ciento, esto es más simple, menos costoso y más rápido.
EP: - ¿Esto es lo que llamaríamos ciencia aplicada?
LL: - Claro, es utilizar un desarrollo, aplicarlo básicamente y ver el resultado de lo que estás aplicando. Y además, la importancia de asociaciones público-privadas, me parece que eso también cabe resaltar.
EP: - ¿Es difícil lograr estas asociaciones?
LL: - Mira, yo cuando entré, que fue en el 2013, este convenio público-privado ya se había iniciado por parte de Carolina Carrillo y Adrián Vojnov, que fueron los que empezaron con el desarrollo de esta plataforma de amplificación molecular isotérmica. Así que ya estaba gestado cuando empezamos.
La verdad es que no estoy interiorizada en cómo se dieron las negociaciones, pero claramente era una etapa política del Conicet donde se favorecía ese tipo de acuerdos. Ahora, tal vez, vuelva a generarse algo similar.
EP: - ¿Cómo conjugaste ser madre e investigadora en esta cuarentena?
LL: - La realidad es que tengo la suerte de tener un compañero, mi marido Esteban, que se está poniendo la cuarentena al hombro él solo, porque yo casi no tengo ni tiempo. Todo lo que se pudo realizar, hasta aquí, se pudo desarrollar gracias a que tuve el apoyo en mi casa. Cuando esto empezó, que nos dijeron que iban a empezar a darnos las muestras para poner a punto esto del coronavirus, mi marido me dio todo el apoyo. Me dijo: “dale vos andá, si hay que ir sábado o domingo, esto es importante, hay que hacerlo y nosotros hacemos la cuarentena”. Desde que empezó la cuarentena, yo soy el vector (risas) que va y viene a hacer las compras. Pobres chicos. No les estoy dando mucha bola, en el colegio ni sé en qué andan. La verdad es que no tengo tiempo para nada. Esa es quizás la parte negativa.
EP: - Es fundamental contar con un apoyo así, que bueno. ¿Cómo explicas que a pesar de todos los problemas por los que ha pasado la ciencia en la Argentina, se siguen generando este tipo de desarrollos que son una referencia en el mundo?
LL: - Es que creo que son justamente las dificultades las que nos ayudan en estos contextos. A ver, estamos acostumbrados a trabajar con pocos recursos, con poco tiempo, y eso te ayuda a pensar diferente y encontrar maneras de hacer las cosas, no importa qué.
EP: - ¿Cómo vivís este apoyo tan importante a la ciencia, tanto desde el gobierno como de la gente?
LL: - Y lo veo súper feliz, orgullosa, porque tener gente capacitada no se crea de un día para el otro. Es todo un proceso donde necesitás una inversión del Estado, tanto en salud, en educación pública, en una universidad pública y en el Conicet, obviamente. Así que el apoyo del Gobierno me parece que para el desarrollo en cuanto a ciencia y tecnología es fundamental. Y creo que en general, el desarrollo en ciencia y tecnología es fundamental también para el país.
En cuanto a lo personal, de cómo lo siento yo todo esto, a veces pienso en que no sé si caí. Viste cuando vos de chiquita, querés ser médico para curar a todo el mundo, o veterinario para curar a todos los gatitos y perritos… Bueno, el trabajo de científico es como que… nunca llegás a un hito tan importante, o al menos yo nunca pensé que me iba a pasar, así que es ver a esa chiquita ilusionada pensando en todo lo que iba a hacer de grande, y ver que ahora lo consigue y que todo está sucediendo.
EP: - Claro el trabajo del científico es siempre puertas adentro. Qué lindo lo que decís ¿Pensás que cuando pase este momento va a seguir siendo apoyada la investigación científica?
LL: - Ojalá que sí. Mi deseo es que sea así, pero… No sé, siento que también somos tan buenos porque tenemos la plasticidad en cuanto a los desastres que a veces vivimos. Somos tan buenos en eso, en poder cambiar, en ver lo difícil y tratar de hacerlo fácil. También es verdad que nos olvidamos muy fácil de las cosas, de todo lo bueno que sucedió.
Mi deseo es que la ciencia siga creciendo, que siga siendo apoyada, que no nos vean como ñoquis, que no nos manden a lavar los platos, sino que nos vean como personas que de verdad trabajamos y que hacemos cosas buenas como estas.
EP: - Vos sos del interior, de Junín, ¿cómo tomó tu gente este desarrollo? ¡Estarán felices!
LL: - Imagínate que ya soy ciudadano ilustre (Risas). Sí, están felices y mi mamá ni hablar. Junín es un pueblo grande, donde todos nos conocemos, y están re felices, orgullosos. Tuve ya conferencias con todos y a mi mamá le alegré la cuarentena porque la llama todo el mundo, está feliz, estamos todos felices.
EP: - ¿Qué es lo que más te gusta y te preocupa de este momento?
LL: - Lo que más me gusta es el día que puedo llegar temprano a casa, o si hay un día del fin de semana que puedo quedarme. Imagínate qué mal que estoy. Y otra cosa que me gusta es que cuando estás haciendo una validación y te da igual al estándar, eso es glorioso.
Y después me preocupa mucho, mucho, que podamos cumplir con el escalado que queremos hacer. Hay insumos que vienen de afuera y hay que tratar de tenerlos, constantemente. Eso es lo que me preocupa en cuanto a cumplir con la sociedad. Y me preocupa también que cuando se haga la validación a campo, funcione como funciona en tu laboratorio.
EP: - ¿Que le dirías al estudiante que duda de seguir la carrera científica?
LL: - Debería ver por qué duda. Yo no dudé en seguir mi carrera. Sólo dudé después de terminar mi doctorado. Pero bueno, es una vocación. Así que seguí con esto. Tiene momentos difíciles que creo que cualquier carrera los tiene. Y tiene momentos geniales, que creo que también cualquier trabajo lo tiene. Así que lo único que le diría es que siga su vocación. De verdad creo que pasa por ahí.
A Luciana Larroca la conocí hace muchos años cuando estaba haciendo su doctorado en el Departamento de Química Biológica, en Exactas. Es una persona cálida, amable y divertida. Congeniamos rápido, compartiendo, entre otras experiencias, que ambas somos del interior de la provincia de Buenos Aires. Aprovechamos para reencontrarnos virtualmente para conversar sobre el desarrollo del nuevo test de diagnóstico, ya que forma parte como investigadora del grupo que llevó a cabo este proyecto.
Erina Petrera: - ¿Cómo se gestó este Proyecto?
Luciana Larroca: - Nosotros veníamos trabajando con una plataforma que llamamos Amplificación Molecular Isotérmica (LAMP, loop mediated amplification), que usa una técnica que se desarrolló en el año 2000 por Masaya Notomi (científico japonés), quien usa una amplificación mediante Loops.
Aplicamos esa tecnología a diferentes cosas. Nos basamos siempre en la obtención de la muestra, en cómo es el origen para obtener esa muestra, simplificar el proceso de amplificación y también simplificar el proceso de lectura.
Veníamos trabajando para detectar Chagas, sífilis, HLB que es una bacteria en cítricos, en los recién nacidos. Por ejemplo, para detectar el Chagas, la muestra parte de sangre en papel y la forma de visualización, o sea, la lectura del revelado, es por unas tiras tipo test de embarazo. Para HLB, podemos directamente disgregar el insecto o nervaduras de hoja, y la lectura es colorimetría.
Estamos tratando de adaptar el sistema para la necesidad de la persona o de quien lo requiera. Veníamos trabajando para detectar los distintos serotipos del dengue, como también identificamos zika y chikungunya,y se puede detectar desde el suero del paciente o también lo podemos hacer desde el mosquito. O sea, si encontrás un mosquito, podemos ver si está infectado o no. La particularidad, es que estos virus tienen genoma de ARN. Habíamos adaptado la técnica para que en un solo paso hiciera una retrotranscripción, y esa adaptación nos permitió rápidamente virar a este desarrollo de Covid, cuando vimos que había una necesidad y que se venía una posible pandemia. Así fue cómo nació.
Paralelamente, se realizó una convocatoria desde el Ministerio a diferentes grupos que trabajan en diagnóstico, y nosotros nos presentamos.
EP: - Los test para dengue ya están desarrollados?
LL: - Los test para diagnosticar dengue pasaron la etapa de validación analítica, o sea, todas las pruebas de laboratorio. Ahora estamos con las etapas de validación clínica. La verdad que empezamos con el desarrollo para coronavirus y no pudimos seguir avanzando con lo del dengue porque nos falta aumentar el “n”, es decir, la cantidad de pacientes, para tener la validación clínica. Así que estamos en la última fase, pero no lo pudimos terminar todavía.
EP: - ¿Entonces estuvieron trabajando mucho tiempo antes en el tema, no fue un golpe de suerte?
LL: - Claro, no, no fue un golpe de suerte. Estábamos trabajando, como te dije anteriormente, ya teníamos una plataforma que usa la tecnología Amplificación Molecular Isotérmica. De hecho, ya habíamos registrado ante la ANMAT el primer kit para detectar el Chagas en recién nacidos. Ese fue nuestro primer registro y de ahí nace la empresa NEOKIT SAS, formada sobre la base de un Consorcio Público-Privado (CAPP) entre el CONICET y el Laboratorio Pablo Cassará S.R.L.
EP: - ¿Por qué es mejor este kit para diagnóstico que la PCR?
LL: - Los dos son buenos, es decir, los dos son moleculares, te van a detectar el virus, tienen aproximadamente la misma sensibilidad. Nosotros detectamos entre 12,5 número de copias del virus y tenemos una sensibilidad de casi el 100 por ciento y una especificidad del 100 por ciento. La diferencia que tenemos con la PCR es el tiempo. Desde que se extrae el hisopado, se hace un pequeño tratamiento de la muestra y después se hace la amplificación y observamos el revelado, todo eso tardamos dos horas. En cambio, con la PCR los tiempos son entre 8 y 12 horas.
Otra diferencia importante es que nos independizamos de un equipamiento costoso, como es el equipo de PCR, que sale entre 60 y 80 mil dólares. Nosotros usamos un dispositivo térmico de cualquier tipo, puede ser seco, puede ser húmedo, o sea una estufa, puede ser un baño de agua, o lo que nosotros más usamos y recomendamos es un bloque seco tipo termo-bloque. Imagínate que estamos hablando de valores de 200 dólares como un bloque seco caro. O sea, te independizas de equipamiento, además de que el tiempo es más corto.
El tipo de procedimiento, por la forma en la que el kit está diseñado, es simple. Puede hacerlo una persona que esté mínimamente capacitada, teniendo los cuidados necesarios para trabajar con materiales moleculares y teniendo una muestra patogénica.
En definitiva, con la misma sensibilidad y con una especificidad del 100 por ciento, esto es más simple, menos costoso y más rápido.
EP: - ¿Esto es lo que llamaríamos ciencia aplicada?
LL: - Claro, es utilizar un desarrollo, aplicarlo básicamente y ver el resultado de lo que estás aplicando. Y además, la importancia de asociaciones público-privadas, me parece que eso también cabe resaltar.
EP: - ¿Es difícil lograr estas asociaciones?
LL: - Mira, yo cuando entré, que fue en el 2013, este convenio público-privado ya se había iniciado por parte de Carolina Carrillo y Adrián Vojnov, que fueron los que empezaron con el desarrollo de esta plataforma de amplificación molecular isotérmica. Así que ya estaba gestado cuando empezamos.
La verdad es que no estoy interiorizada en cómo se dieron las negociaciones, pero claramente era una etapa política del Conicet donde se favorecía ese tipo de acuerdos. Ahora, tal vez, vuelva a generarse algo similar.
EP: - ¿Cómo conjugaste ser madre e investigadora en esta cuarentena?
LL: - La realidad es que tengo la suerte de tener un compañero, mi marido Esteban, que se está poniendo la cuarentena al hombro él solo, porque yo casi no tengo ni tiempo. Todo lo que se pudo realizar, hasta aquí, se pudo desarrollar gracias a que tuve el apoyo en mi casa. Cuando esto empezó, que nos dijeron que iban a empezar a darnos las muestras para poner a punto esto del coronavirus, mi marido me dio todo el apoyo. Me dijo: “dale vos andá, si hay que ir sábado o domingo, esto es importante, hay que hacerlo y nosotros hacemos la cuarentena”. Desde que empezó la cuarentena, yo soy el vector (risas) que va y viene a hacer las compras. Pobres chicos. No les estoy dando mucha bola, en el colegio ni sé en qué andan. La verdad es que no tengo tiempo para nada. Esa es quizás la parte negativa.
EP: - Es fundamental contar con un apoyo así, que bueno. ¿Cómo explicas que a pesar de todos los problemas por los que ha pasado la ciencia en la Argentina, se siguen generando este tipo de desarrollos que son una referencia en el mundo?
LL: - Es que creo que son justamente las dificultades las que nos ayudan en estos contextos. A ver, estamos acostumbrados a trabajar con pocos recursos, con poco tiempo, y eso te ayuda a pensar diferente y encontrar maneras de hacer las cosas, no importa qué.
EP: - ¿Cómo vivís este apoyo tan importante a la ciencia, tanto desde el gobierno como de la gente?
LL: - Y lo veo súper feliz, orgullosa, porque tener gente capacitada no se crea de un día para el otro. Es todo un proceso donde necesitás una inversión del Estado, tanto en salud, en educación pública, en una universidad pública y en el Conicet, obviamente. Así que el apoyo del Gobierno me parece que para el desarrollo en cuanto a ciencia y tecnología es fundamental. Y creo que en general, el desarrollo en ciencia y tecnología es fundamental también para el país.
En cuanto a lo personal, de cómo lo siento yo todo esto, a veces pienso en que no sé si caí. Viste cuando vos de chiquita, querés ser médico para curar a todo el mundo, o veterinario para curar a todos los gatitos y perritos… Bueno, el trabajo de científico es como que… nunca llegás a un hito tan importante, o al menos yo nunca pensé que me iba a pasar, así que es ver a esa chiquita ilusionada pensando en todo lo que iba a hacer de grande, y ver que ahora lo consigue y que todo está sucediendo.
EP: - Claro el trabajo del científico es siempre puertas adentro. Qué lindo lo que decís ¿Pensás que cuando pase este momento va a seguir siendo apoyada la investigación científica?
LL: - Ojalá que sí. Mi deseo es que sea así, pero… No sé, siento que también somos tan buenos porque tenemos la plasticidad en cuanto a los desastres que a veces vivimos. Somos tan buenos en eso, en poder cambiar, en ver lo difícil y tratar de hacerlo fácil. También es verdad que nos olvidamos muy fácil de las cosas, de todo lo bueno que sucedió.
Mi deseo es que la ciencia siga creciendo, que siga siendo apoyada, que no nos vean como ñoquis, que no nos manden a lavar los platos, sino que nos vean como personas que de verdad trabajamos y que hacemos cosas buenas como estas.
EP: - Vos sos del interior, de Junín, ¿cómo tomó tu gente este desarrollo? ¡Estarán felices!
LL: - Imagínate que ya soy ciudadano ilustre (Risas). Sí, están felices y mi mamá ni hablar. Junín es un pueblo grande, donde todos nos conocemos, y están re felices, orgullosos. Tuve ya conferencias con todos y a mi mamá le alegré la cuarentena porque la llama todo el mundo, está feliz, estamos todos felices.
EP: - ¿Qué es lo que más te gusta y te preocupa de este momento?
LL: - Lo que más me gusta es el día que puedo llegar temprano a casa, o si hay un día del fin de semana que puedo quedarme. Imagínate qué mal que estoy. Y otra cosa que me gusta es que cuando estás haciendo una validación y te da igual al estándar, eso es glorioso.
Y después me preocupa mucho, mucho, que podamos cumplir con el escalado que queremos hacer. Hay insumos que vienen de afuera y hay que tratar de tenerlos, constantemente. Eso es lo que me preocupa en cuanto a cumplir con la sociedad. Y me preocupa también que cuando se haga la validación a campo, funcione como funciona en tu laboratorio.
EP: - ¿Que le dirías al estudiante que duda de seguir la carrera científica?
LL: - Debería ver por qué duda. Yo no dudé en seguir mi carrera. Sólo dudé después de terminar mi doctorado. Pero bueno, es una vocación. Así que seguí con esto. Tiene momentos difíciles que creo que cualquier carrera los tiene. Y tiene momentos geniales, que creo que también cualquier trabajo lo tiene. Así que lo único que le diría es que siga su vocación. De verdad creo que pasa por ahí.
Fuente EL PAIS DIGITAL