El 20 de agosto de 1977 fue lanzada la sonda Voyager 2 desde el centro espacial de Cabo Cañaberal. El lanzamiento ocurrió 16 días antes del despegue de su sonda gemela, la Voyager 1, misma que llegó al espacio interestelar el 25 de agosto de 2012.
Cuarenta años después, la revista británica Nature Astronomy confirmó que la sonda espacial Voyager 2 entró al espacio interestelar en 2018 (aunque el hecho se supo hasta ahora).
El espacio interestelar, también conocido por las siglas ISM, es la región entre estrellas con contenido de materia y energía.
De acuerdo con la publicación británica, la Universidad de Iowa fue la encargada de realizar las investigaciones correspondientes para confirmar la entrada de Voyager 2 al ISM.
Los astrónomos confirmaron el suceso, debido a que el instrumento de medición de la onda de plasma presentó un aumento en la densidad de plasma.
Aunque la sonda Voyager 1 llegó al espacio interestelar desde 2012, ambas sondas entraron al ISM a casi la misma distancia del Sol.
A diferencia de Voyager 1, cuya misión era visitar Júpiter y Saturno, la sonda Voyager 2 estaba destinada a descubrir Urano y Neptuno.
Además, el 10 de diciembre de 2007, Voyager 2 descubrió que el Sistema Solar no tiene forma esférica, sino ovalada.
Por su parte, Voyager 1 descubrió que la heliosfera protege a la Tierra y otros planetas de más del 70% de la radiación.
Los datos publicados por la revista Nature Astronomy arrojaron que la entrada de Voyager 2 ocurrió a 119.7 Unidades Astronómicas (AU), es decir, más de 17,702 millones de kilómetros del Sol; mientras que Voyager 1 ingresó al ISM a 122.6 AU.
Antes de que Voyager 1 alcanzara el límite de la heliosfera en 2012, los científicos no sabían exactamente a qué distancia se encontraba del Sol.
El paso oficial de Voyager 2 al ISM ocurrió el 5 de noviembre de 2018, pero la confirmación se da un año más tarde debido a los resultados arrojados por el instrumento de medición de plasma.
Además del aumento en la densidad de plasma, los resultados también revelaron nueva información sobre el grosor de la región exterior de la heliosfera y el lugar donde el viento solar se acumula frente al al viento del espacio interestelar.
El artículo también informó sobre la última medición de Voyager 1, que actualmente se encuentra a 146 AU (21,726 millones de kilómetros del Sol).
Al igual que su gemela, Voyager 1, la sonda Voyager 2 parece estar en una región de transición perturbada más allá de los límites de la heliosfera.
De acuerdo con Bill Kurth, científico de la Universidad de Iowa, ambas sondas podrían tener más tiempo de vida que la misma Tierra, pues tienen sus propias órbitas alrededor de la galaxia y se mantendrán durante 5,000 millones de años o más.
Cuarenta años después, la revista británica Nature Astronomy confirmó que la sonda espacial Voyager 2 entró al espacio interestelar en 2018 (aunque el hecho se supo hasta ahora).
El espacio interestelar, también conocido por las siglas ISM, es la región entre estrellas con contenido de materia y energía.
De acuerdo con la publicación británica, la Universidad de Iowa fue la encargada de realizar las investigaciones correspondientes para confirmar la entrada de Voyager 2 al ISM.
Los astrónomos confirmaron el suceso, debido a que el instrumento de medición de la onda de plasma presentó un aumento en la densidad de plasma.
Aunque la sonda Voyager 1 llegó al espacio interestelar desde 2012, ambas sondas entraron al ISM a casi la misma distancia del Sol.
A diferencia de Voyager 1, cuya misión era visitar Júpiter y Saturno, la sonda Voyager 2 estaba destinada a descubrir Urano y Neptuno.
Además, el 10 de diciembre de 2007, Voyager 2 descubrió que el Sistema Solar no tiene forma esférica, sino ovalada.
Por su parte, Voyager 1 descubrió que la heliosfera protege a la Tierra y otros planetas de más del 70% de la radiación.
Los datos publicados por la revista Nature Astronomy arrojaron que la entrada de Voyager 2 ocurrió a 119.7 Unidades Astronómicas (AU), es decir, más de 17,702 millones de kilómetros del Sol; mientras que Voyager 1 ingresó al ISM a 122.6 AU.
Antes de que Voyager 1 alcanzara el límite de la heliosfera en 2012, los científicos no sabían exactamente a qué distancia se encontraba del Sol.
El paso oficial de Voyager 2 al ISM ocurrió el 5 de noviembre de 2018, pero la confirmación se da un año más tarde debido a los resultados arrojados por el instrumento de medición de plasma.
Además del aumento en la densidad de plasma, los resultados también revelaron nueva información sobre el grosor de la región exterior de la heliosfera y el lugar donde el viento solar se acumula frente al al viento del espacio interestelar.
El artículo también informó sobre la última medición de Voyager 1, que actualmente se encuentra a 146 AU (21,726 millones de kilómetros del Sol).
Al igual que su gemela, Voyager 1, la sonda Voyager 2 parece estar en una región de transición perturbada más allá de los límites de la heliosfera.
De acuerdo con Bill Kurth, científico de la Universidad de Iowa, ambas sondas podrían tener más tiempo de vida que la misma Tierra, pues tienen sus propias órbitas alrededor de la galaxia y se mantendrán durante 5,000 millones de años o más.
Fuente VIX